Utopía // 29 de abril de 2006

Nuevamente el Fiscal por la Verdad

Sectores oportunistas del proceso negocian la justicia

La única fuerza política que posee la iglesia es la reserva moral, con la moral, la cúpula de la iglesia católica se introduce como herramienta de dominación ideológica en defensa de los intereses de la oligarquía y, por su reserva moral, influye en las masas para beneficio de intereses reaccionarios.

Pero esta credibilidad que mantiene la iglesia ha venido cayendo con el avance de la Revolución Bolivariana, con la firma del Cardenal del acta del golpe de estado de abril de 2002, con la participación de Monseñor Baltasar Porras en el secuestro del presidente Chávez, y ahora con el encubrimiento de las acciones de unos de sus miembros (las cuales son condenadas por ellos mismos).

La cúpula de la iglesia pretendía encubrir una acción de un sacerdote que mucha gente hace y que ellos siempre han condenado, atacando al Fiscal Isaías Rodríguez y a los procedimientos investigativos. A esto el Fiscal ha respondido dando detalles a los medios sobre el caso para evitar que los medios intervengan en él.

Y allí entra un sector del gobierno, que plantea negociar con la iglesia, intentando modificar las circunstancias de la investigación, torpedeando el trabajo del Fiscal, que no es solo el caso del Padre Piñango, sino que se le suman el de Danilo Anderson (torpedeado mediáticamente y saboteado desde los cuerpos encargados de la investigación) y los de Jorge Aguirre, los Fadoul, y Sindoni.

Evidentemente, con la declaración de Marcos Chávez, director del CICPC, se pretendía sacrificar al fiscal por una negociación con la iglesia, entendiendo que pudiera ayudar con la selección del Consejo Nacional Electoral. Y es bueno que nos preguntemos si con impunidad se podrán realizar las elecciones de diciembre. Luego que desnudamos la cúpula de la Iglesia ante el pueblo, se pretende devolverle la credibilidad que tanto necesita para defender a la oligarquía.

No podemos sacrificar la impunidad por una estrategia de negociación que niega el carácter irreconciliable de nuestra lucha con el imperialismo. Con impunidad, no habrá elecciones y tampoco tendremos patria.

Esto demuestra que la contradicción existente a lo interno del proceso, se irá agudizando de aquí a las elecciones, y una de la tácticas del imperialismo es fortalecer al sector negociador y reaccionario del Chavismo. Nosotros en cambio debemos apoyar al Fiscal e incluirnos en la cruzada contra la impunidad, no solo de los golpistas, sino también de los corruptos que engañan al pueblo en nombre de la revolución. La unidad de los revolucionarios es clave para avanzar al socialismo y depurar los sectores conciliadores.


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