Cualquiera puede dudar que un pueblo sea capaz de tener conciencia, de organizarse y de salir a la calle para conquistar el poder, haciéndolo por métodos, organizaciones, medios de comunicación y líderes “desconocidos”.

Decimos “desconocidos” porque para las oligarquías del mundo, a través de sus medios de comunicación masivos, ocultan toda organización popular que pueda ser un peligro para sus intereses económicos, convirtiéndolos en invisibles. Pero porque las organizaciones y otras expresiones populares no sean vistas por TVE o Globovisión, no significa que éstas no existen, he allí el detalle.

Los Venezolanos quedamos, ante el golpe fascista del 11 de abril de 2002, viendo una televisión que desinformaba, que transmitía comiquitas, mientras las fuerzas represivas del fascismo mataban al pueblo que, valiente y consciente, dos días después (13/04/02) se lanzó a la calle a rescatar el poder. Fueron métodos, organizaciones, medios de comunicación y líderes “desconocidos” por la oligarquía, pero muy bien conocidos por el pueblo Venezolano.

Ante el sádico atentado realizado contra cientos de madrileños, el gobierno ultraderechista del estado español trata de salir con más poder en sus manos al acusar repentinamente a la ETA de los atentados, sabiendo que de esta manera manipularía los votos de la población a favor del Partido Popular (PP), quienes se encuentran actualmente en el gobierno. Esto es prácticamente un golpe mediático a través de la mentira, mentira respaldada por los medios que, al igual que los medios venezolanos, están en manos de la oligarquía.

Pero qué irónico, al 11 de marzo le salió su 13 de marzo. A través de convocatorias por el Internet y los mensajes de celulares, fuerzas populares salieron a la calle a denunciar el atropello y a destapar la verdad que se ocultaba, ya que el ataque fue realizado por Al Qaeda, pase de factura por la participación de España en las coaliciones imperialistas junto a Estados Unidos. Esta movilización, que puede parecer espontánea, lleva años tejiéndose, sólo que en la invisibilidad causada por los medios.

Utopía se hace solidaria con los madrileños, los trabajadores que se llevó este ataque no merecían pagar por la sedición imperialista de la oligarquía española. Como dicen los compañeros ibéricos: ¡Es vuestra la guerra y nuestros los muertos!