Utopía // 1ro de junio de 2006

Editorial

Comunicación al margen de la lucha de clases

El presidente siempre se ha quejado de que no hay política comunicacional en la revolución, que estamos en la cola en la guerra mediática. Sin embargo su crítica va en función de una comunicación que pretende competir con los medios privados y con la comunicación comercial, además de solo defenderse en el terreno del enemigo: se informan los logros, se responde a los ataques mediáticos, etc.

Pero esta comunicación está siempre al margen de la lucha de clases y de la construcción del socialismo, repitiendo los mismos esquemas de la comunicación comercial, juntando los valores periodísticos del capitalismo que nos hacen caer en la trampa del enemigo.

Cuando se estableció la libertad de expresión en la carta de derechos humanos de la ONU, realmente se estaba estableciendo la libertad de expresión de los dueños de los medios de comunicación. Así ellos pueden censurar la libertad de quienes quieran, pues es parte del ejercicio de la libertad de expresión corporativa.

De la misma manera se maneja el concepto de opinión pública. En el capitalismo una opinión es pública cuando se masifica por todos los medios de comunicación y así se hace creer que es la opinión de todos, imponiendo una opinión de clase de la burguesía a las mayorías. Muchos dirigentes del chavismo juegan en el terreno de la opinión pública y es lo que los llama a su presencia en los medios golpistas, donde comienzan a desmentir lo que en ellos dice la oligarquía, donde el dueño del medio tiene el control de la palabra y la actuación del dirigente chavista invitado termina legitimando esa opinión.

Y es que en esta guerra mediática, el gobierno nacional y su dirigencia no han internalizado la necesidad de construir nuestra propia opinión de clase, la de los explotados que pretendemos liberarnos del capitalismo y construir el socialismo. Y no será una opinión de clase mientras que no vayamos fortaleciendo la conciencia de clase, a través de la formación ideológica y de conocernos entre nosotros mismos, nuestras experiencias socialistas, sus aciertos y sus desaciertos.

La comunicación revolucionaria no podrá estar en manos de profesionales que digan qué quiere ver, escuchar o leer el pueblo. Esa es una actitud populista. La conciencia de clase se irá desarrollando a medida que se vaya estudiando y a medida que se vaya asumiendo la palabra, la voz y la imagen. Conquistar el habla es tarea del pueblo para asumir la hegemonía como clase social dominante.

Que los trabajadores, los campesinos, las mujeres, los indígenas, los afrodescendientes, etc. asumamos la tarea de comunicar, de mostrar al mundo que existimos y que estamos construyendo el socialismo, que conozcamos nuestras experiencias y que por ende nos formemos una conciencia de clase, es parte de la transformación necesaria del modelo comunicacional y, por ende, una verdadera socialización de los medios que deberán estar en manos del pueblo para que de verdad estén al servicio de las mayorías y no al de una burocracia chavista que secuestre la palabra del pueblo hablando en su nombre.

En los medios del Estado se pretende repetir una pequeña Venevisión mezclada con un poco de Globovisión, sólo que con tinte chavista, y esto no desarrolla la conciencia revolucionaria mientras no cambie su concepción de clase, y la concepción de clase no es sólo decir que ahora somos chavistas, la concepción de clase es organización, es conocimiento y es además la palabra, asumida por todos los explotados que asumiremos el poder.


Subscríbete en Diario Utopía

Lista de correos donde recibirás información diaria. Sólo tienes que colocar tu correo electrónico y presionar la tecla Enter.

Visitas: