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INTEGRACION PETROLERA LATINOAMERICANA EN ENRIQUE MOSCONI (PARTE II)

Por: Lic. Federico Bernal (especial para ARGENPRESS.info)* (Fecha publicación:01/02/2004)

Por último, la influencia del argentino desembarcó en México. La idea de una empresa estatal mexicana de petróleo fue consolidándose durante fines de la década del veinte y toda la del 30. Culmina en los famosos decretos de expropiación del 18 de marzo de 1938, con los que el presidente Lázaro Cárdenas ordenó la inmediata nacionalización de toda la industria petrolera mexicana. Diez años atrás, había asistido al famoso discurso brindado por Mosconi en la Universidad Nacional. Con mucho de YPF nacía PEMEX, la empresa petrolera estatal mexicana.Los lazos entre Petróleos Mexicanos e YPF se remontan a la década del veinte y tienen como protagonista ilustre al entonces Director General de YPF. Relata Mosconi en su libro El Petróleo Argentino, que para el año 1927 recibió una carta del ministro argentino en México, Dr. Eduardo Labougle en la que paralelamente al anuncio del envío de sendas publicaciones petroleras de aquel país, se le informaba de una interesante conversación que había sostenido con el entonces presidente de la República, Gral. Plutarco Elías Calles. Cuenta Labougle que el presidente le manifestó el interés por invitar -en carácter extraoficial- a un especialista en legislación petrolera y a un técnico o ingeniero en petróleo. Mosconi aceptó la propuesta del presidente; fue él mismo quien se colocó a disposición del primer mandatario mexicano, con la intención de concretar una visita de 'observación y estudios, obteniendo una cooperación recíproca que diera recíprocos beneficios'. El presidente de la República, doctor Alvear, autorizó la realización del viaje.El Director de YPF llegó a México en la noche del 30 de enero de 1928. Dos días después sería recibido por el presidente en el castillo de Chapultepec. Pero el hecho más trascendente -para argentinos y mexicanos por igual, lo mismo que para el insigne visitante-, fue sin dudas su discurso en el paraninfo de la Universidad de México, a principios de febrero del mismo año. En su libro citado, Mosconi refiere que el ingeniero petrolero Paredes, a cargo del 'Boletín del Petróleo' de la Secretaría de Industrias, le transmitió al final de su visita que dicha publicación reproduciría su conferencia en la Universidad. El interés mexicano por el desenvolvimiento petrolero argentino superaría las expectativas de Mosconi.Dadas su vigencia e importancia transcribimos a continuación algunos párrafos de dicha conferencia. Ante la muchedumbre, Enrique Mosconi señaló: '[...] Observamos que en torno del petróleo se han entablado las más tenaces luchas económicas y armadas, y presenciamos a diario, como métodos de posesión, de acaparamiento y de dominio, torrentes de oro destinados a obtener la complacencia, la infidelidad, el soborno y la alta traición de los encargados de custodiarlo.'[...] Méjico siente en carne propia las consecuencias de esta prolongada tragedia y necesita, para terminarla, poner en juego todo el valor, toda la integridad, todo el carácter y toda la inteligencia de sus hijos.'En la República Argentina se advierten las primeras manifestaciones de la campaña mundial en torno al petróleo, si bien entre nosotros la situación es distinta a la de Méjico, en razón de ser diferentes los factores que constituyen el problema. Pero el petróleo argentino [...] nos plantea el problema urgente de administrarlo y conservarlo libre de toda tendencia que no sea absolutamente nacionalista, pues para la economía de nuestro país, que por el momento no posee carbón explotable, [...] el petróleo adquiere una importancia capital.'[...] En este nuevo derrotero, el petróleo tiene una importancia fundamental e irremplazable, y el crecimiento y progreso de la Nación, será tanto más grande cuanto más firme mantenga ésta en sus manos el control de sus yacimientos petrolíferos, es decir, cuanto más sometidos a su fiscalización efectiva estén los grandes sindicatos o trusts que explotan en el país al combustible líquido, pues si esa fiscalización fuera difícil o imposible de efectuar, más conveniente sería para la tranquilidad económica y política del país renunciar a la cooperación del capital extranjero.'[...] Señores: Con el sentimiento de confraternidad americana que me anima, con el afecto que profeso a este hermoso país, con la admiración que me produce la firmeza de carácter y la ruda lucha que deben sostener sus hombres de gobierno para conducir al pueblo desde los difíciles momentos actuales al grande y brillante porvenir que le corresponde.[...] Entonces, sonarán las dianas de nuestros clarines, porque el progreso, la ventura de Méjico y el respeto a su vigorosa nacionalidad es un deseo del pueblo argentino'.El rector de la Universidad, doctor Pruneda, con motivo de la exposición de General argentino emitió el siguiente juicio: 'Estamos de acuerdo con los conceptos fundamentales de su disertación. Y precisamente, lo que hemos celebrado y aplaudido más es la actitud valiente y decidida de usted al señalar, con mano maestra, los procedimientos y las intenciones de las grandes empresas y de los políticos que no vacilan en atentar contra los intereses fundamentales de las naciones para saciar sus apetitos de dominios y riqueza'.En 1930, dos años después de la visita de Mosconi a la ciudad de México, el Boletín del Petróleo del Ministerio de Industria publicaba un nuevo artículo dedicado a YPF, esta vez, alabando la labor de Mosconi y señalando que México debía seguir el ejemplo argentino. Si bien el nacionalismo petrolero mexicano se asentaba en profundas raíces que se remontaban al período revolucionario de 1910-17, este artículo señalaba la primera ocasión en que el gobierno mexicano hacía pública la idea de establecer un monopolio petrolero estatal. La idea de una estatal petrolera cristalizaría 8 años después con los decretos de expropiación de 1938.- o -Mientras Mosconi difundía la tesis de la nacionalización y monopolización del petróleo en América latina, primer gran antecedente de integración en esta materia, en la Argentina y durante el segundo gobierno yrigoyenista, la explotación exclusiva por el Estado era defendida por la gran mayoría de los legisladores personalistas (yrigoyenistas), enfrentando la postura antinacional de los antipersonalistas y los conservadores.Estos últimos planteaban la formación de compañías mixtas de YPF con trusts extranjeros. Por suerte, triunfó la tesis yrigoyenista con el respaldo de la tendencia nacionalista e industrialista del ejército, capitaneadas por los generales Enrique Mosconi y Alonso Baldrich. En la ley de nacionalización del petróleo aprobada tuvo influencia el memorial que el general Baldrich dio a publicidad con los siguientes puntos:1- nacionalización de todo el combustible.2- monopolio estatal de la explotación.3- control estatal de la exploración.4- monopolio estatal del transporte del combustible.5- autonomía de YPF.6- Prohibición de transferir las concesiones.Semejante obra de nacionalismo económico no podía ni debía ser aceptada. El contubernio (oposición a Yrigoyen conformada por conservadores, antipersonalistas, comunistas y socialistas independientes) acrecentaba su poder en el parlamento y en el ejército con la ayuda invisible del herido capital extranjero.El viejo caudillo, el primer presidente elegido por el mandato popular, concitaba el odio del imperialismo. Había reducido de 132 mil a 35 mil hectáreas las tierras en poder de las empresas petroleras; implantado la explotación estatal en Salta, es decir, centralizada por el gobierno nacional; impedido que las fuentes hidroeléctricas en Córdoba se traspasaran a un sindicato norteamericano; hecho aprobar por la Cámara de Diputados un proyecto de régimen legal del petróleo (rechazado por el Senado y declarado inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia) y negado a las empresas de tranvías de la Capital Federal y del puerto de Rosario sus pretensiones en materia de tarifas y fletes. Un proyecto de convenio con la Unión Soviética rebasó la medida de la tolerancia de los monopolios anglonorteamericanos. Por primera vez, la Argentina hacía una negociación de esa índole de Estado a Estado. La empresa soviética Iuyamtorg, instalada en Buenos Aires, se comprometía a entregar 250 mil toneladas de petróleo, a cambio de cueros, lana, extracto de quebracho, ovejas y caseína. En cuanto a la nafta, se fijaba su precio a 10 centavos por litro, lo que suponía una rebaja en el mercado interno.Hacia 1930 la doctrina nacional petrolera quedaba perfectamente estipulada con hechos y palabras. El monopolio estatal en todas las etapas: exploración, extracción, transporte, destilación y comercialización; el rechazo a la empresa mixta y nacionalización de todas las etapas de la industria petrolera, golpeaban con furor las puertas de la Cámara alta. De esta manera, la ley de nacionalización del petróleo -que no pudo ser concretada producto de la oposición en el Senado-, fue quizás la gota que rebalsó el vaso, propiciando, entre otras muchas causas, el golpe militar de septiembre.

Nota:Los artículos, parte I y II son subcapítulos del Ensayo: 'Petróleo, Estado y Soberanía. Hacia la empresa multiestatal latinoamericana de hidrocarburos', del mismo autor, quien es además bisnieto del descubridor del petróleo en la Argentina, Enrique Martín Hermitte.

* Federico Bernal es Bioquímico y Biotecnólogo, especializado en Microbiología Industrial.

 

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