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  nº 40 noviembre 03

La batalla de los afectados

JULIO TORRANCE
>Un hecho muy curioso y que roza el absurdo: después de que la Agencia del Medicamento lograse que se incautara el Bio-Bac y se prohibiera su venta, la gente por la que se supone que velaba la citada Agencia se echó a la calle pidiendo a gritos en las puertas del Ministerio de Sanidad que devolvieran el producto incautado e interpuso una denuncia contra la propia AEM (noviembre de 2002). Desde noviembre entonces, los afectados (que en enero de 2003 se constituyeron en asociación, www.consumidoresbiobac.com) han realizado multitud de acciones para lograr liberar el Bio-bac:

·· Han denunciado ante los tribunales a la AEM.
·· Han hecho concentraciones frente al Ministerio de Sanidad y frente a los juzgados madrileños de Plaza de Castilla y de El Escorial. La última, que se realizó el fin de semana de cierre de este número de MOLOTOV, el 1 de noviembre, reunió a más de un centenar de personas.
·· Han acudido a radios (Cibeles FM, Radio Intercontinental, Onda Cero...) y televisiones (TeleMadrid, Antena 3 y Localia TV).
·· Han protagonizado encierros en distintos puntos del estado español.
·· Han dado charlas en cuantos sitios han podido.
·· Han logrado reuniones con altos cargos del Ministerio de Sanidad (que se han mantenido en su postura de no hacer nada hasta que la jueza se pronuncie).
·· Han conseguido que el tema Bio-Bac se tratase en la Comisión del Senado del Congreso de los diputados, este mes de setiembre, (sin que el PP ni CiU permitieran ninguna solución).
·· Han logrado el apoyo de Benjamín Forcano a su causa, autor de Bio-Bac: las cartas boca arriba.

Pero el tiempo pasa y muchos ya se han dejado la vida en el camino. Pasa el tiempo, muere gente y hay momentos en que la rabia se adueña de los afectados. Representativas de esa rabia son las palabras de Miguel Martín. El 1 de agosto de este año escribió en el libro de visitas de la web de los consumidores de Bio-Bac (después del varapalo recibido por la asociación el 31 de julio en la reunión mantenida con el subsecretario del Ministerio de Sanidad, Pablo Vázquez), lo siguiente:

“Otra reunión fallida con los inflexibles del Ministerio de Sanidad. No nos dais ninguna solución, pero siempre la callada por respuesta. Algún día tendréis que comeros todas vuestras responsabilidades… Menuda panda de mafiosos, piltrafas, ladrones, mangantes y cabrones nos están gobernando. ¿Y estos son quienes están velando por nuestra salud? Mejor sería que se largaran todos de una puta vez a sus casas, o desaparecieran de aquí ... No consigo digerir que unos políticos que se deben a los ciudadanos, y no nosotros a ellos, sean tan sumamente inhumanos e insensibles, y no se estén dando cuenta de la cantidad de personas que están pidiendo el producto Bio-Bac a gritos, a través de concentraciones, reuniones, llamadas de teléfono, correos, faxes, ... ¿Pero quienes sois vosotros para privarnos de la libertad y poder seguir viviendo?. Cada día que pasa, los enfermos van empeorando, y ya van bastantes fallecidos. ¿Qué pensáis hacer cuando se demuestre la eficacia de este producto, y hayáis permitido que numerosas personas fallecieran por el camino?”

“No sé si creeréis en la maldiciones, pero tener en cuenta que el día que alguno de vuestros hijos, o familiares o vosotros mismos esté agonizando, acordaros del sufrimiento que nos estáis haciendo pasar a todos nosotros, (...) por reivindicar un producto que no hace mal a nadie, porque ese día además también me acordaré de vosotros, cabrones..., y ojalá ese día os llegue pronto. No sois capaces de escuchar, lo único que hacéis es pasaros la pelota de unos a otros. ¡Vaya mierda de país en ‘democracia’ en el que vivimos! Ahora tenéis el poder, pero esto es algo pasajero. De aquí a 4, 6 ó 10 años ya no lo tendréis, y seréis personas vulgares de la calle como nosotros, sin escoltas (...) Y la Ministra, Ana Pastor, que aparece en los medios de Comunicación con un crucifijo colgado en el pecho, mejor sería que se lo quitara, porque para llevarlo de adorno y no sentir lo que ello desprende, y tampoco entender el significado que tiene para los creyentes, mejor que se despoje de él. Algún día caerá sobre ella el peso de esa cruz..., y sobre alguno más”.
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