logo
volver a página pricipal

  nº 38 septiembre 03
NauFraG@s

Acerca de un tal Marx

Marx sin mito
Maximilien Rubel
Octaedro, 2003, 254 páginas,
13 euros.

La editorial Octaedro nos ofrece una compilación de escritos en torno a Karl Marx, redactados por el estudioso, marxólogo, Maximilien Rubel. Rubel no es especialmente conocido por aquí, y sus pocos trabajos traducidos al castellano ya no se encuentran hoy en el mercado. Fue precisamente el grupo Etcétera de Barcelona, quien editó un par de folletos de Rubel en los años setenta, entre ellos Marx anarquista, donde se desempolvaban las polémicas Marx-Bakunin acerca del papel del Estado dentro de la teoría revolucionaria.

Dentro de este libro habrá textos que sólo interesen al especialista. El problemas es que lo más genuino del legado de Marx se ha perdido hoy para el pensamiento radical. En la mayoría de los casos, nos encontramos con un Marx secuestrado por los eruditos y archivistas, conocedores del medio, pero en absoluto interesados en reactivar su pensamiento con vistas a algún fin práctico; o, por otro lado, nos encontramos con todo el abanico de residuos leninistas, trotskistas, etc., demasiado interesados en ocultar el sesgo anti-ideológico, anti-partido o anti-Estado de la obra de Marx, sesgo que también puso de relieve un estudioso como Kostas Papaiannou.

A estas alturas no vamos a descubrir a Marx a nadie, pues primero tendríamos que redescubrirle para nosotros. Hay que decir, sin embargo, que en un lugar como España, la lectura de Marx ha sido tanto tergiversada por la vieja guardia de corps estalinista (que desde los años 30 ha impedido una lectura abierta y crítica de Marx) como ignorada por la mayor parte del folklore anarquista, que sólo habla de Marx de oídas. La renovación de Marx que pudo haber en Francia o en el mundo anglosajón, a través del consejismo, o de grupos como Socialismo o Barbarie, Solidarity, los situacionistas, etc., sólo llego aquí marginalmente (teniendo en cuenta que en sus lugares de origen también eran reflexiones minoritarias…).

Nadie puede reivindicar hoy para sí mismo un uso exacto de la obra de Marx, llena de bifurcaciones y ambigüedades. Rubel insiste en la actualidad de Marx, basándose sobre todo en su fondo ético y humanista, y poniendo entre paréntesis su perspectiva científica. Para Rubel habría un utopismo específicamente marxista, curado de ilusiones, pero con el poder suficiente para atreverse a anticipar la posibilidad de un mundo emancipado. Rubel señala: “En otros términos, la “necesidad” o la “fatalidad” del aniquilamiento del sistema capitalista no está tan inscrita en el sistema considerado como una institución en sí mismo, funcionando según sus propias leyes, sin la intervención del juego conflictivo de las clases sociales, como en el comportamiento subversivo (…) de esta “inmensa mayoría” que lleva el nombre de “proletariado moderno””.

Dentro de los artículos recogidos en este volumen, nosotros recomendamos especialmente el titulado El crecimiento del capital en la URSS de 1957, donde se hace referencia a las polémicas entre marxistas y populistas, y donde se calibra la opinión de Marx a la hora de valorar el potencial revolucionario de las formas tradicionales de comunidad, como el mir, en la Rusia zarista.

Los amigos de Ludd

subir