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  nº 37 julio 03

El Gobierno de Navarra prevé llenar el pantano el año que viene
Vecin@s y personas solidarias desarrollan una resistencia feroz ante la demolición de Itoitz

El 10 de mayo de 1985 el pequeño pueblo de Itoitz veía nacer a la Coordinadora que lleva su nombre y con ella a uno de los movimientos populares más potentes, originales y heterogéneos de la reciente historia de Euskal Herria. Itoitz Dio la denominación a un controvertido proyecto de embalse y a una lucha que se ha convertido en todo un referente de movilización autónoma y ecologista en Europa. Por eso, el pasado 16 de junio, cuando los antidisturbios de la policía foral y las máquinas entraron en la aldea navarra con el fin de desalojarla, no estaban atacando a un@s vecin@s y a unas piedras cualquiera, sino a todo un símbolo de resistencia frente al autoritarismo de los poderosos. Por eso, a pesar del agotamiento de l@s opositor@s al embalse después de 18 años de movilización, el gobierno navarro tardó tres días en desocupar y demoler sus cuatro casas, después de transformar el Valle de Irati en una zona absolutamente militarizada. En septiembre se prevé el desalojo del último pueblo, Artozki, y tras él, si no lo impedimos, la Confederación Hidrográfica del Ebro, gestora de la iniciativa desarrollista, procederá al llenado definitivo del pantano.

Hace dos meses fue la parte vieja de Nagore. La policía se tuvo que emplear a fondo para echar de sus casas a varios ancianos que no estaban dispuestos a abandonar el lugar donde habían residido toda una vida. Apenas salió en los medios de comunicación. El 17 de junio tocaba el turno a Itoitz, pero el gobierno de Navarra adelantó un día el desalojo. La guardia civil y antidisturbios de la policía foral, una unidad de reciente creación, tomaron el pueblo junto a las máquinas y excavadoras de la empresa de demolición “Pérez del Río” y en actitud chulesca y nada dialogante, instaron a l@s vecin@s y a las personas que habían acudido a apoyarles a abandonar el pueblo. Lo hicieron al cabo de tres días…y por la fuerza. El colectivo Solidari@s con Itoitz y la Plataforma de Vecin@s Afectad@s, fieles a su tradición, volvieron a desplegar todo su potencial de recursos de resistencia no violenta: la imaginación y los cuerpos tornaron a bloquear el avance de las máquinas.
El día 16, los forales detuvieron en Itoitz a 17 personas, las cuatro primeras por resistir en el tejado de una de las casas y desplegar una pancarta. Todos los accesos a la aldea quedaron cortados y el gobierno de Navarra no solo no aceptó ningún tipo de intermediación con l@s resistentes, sino que les que dejó sin agua y comida. Varias personas que se encadenaron en el interior de las casas corrieron un serio peligro ante el intento de derribo de las excavadoras cuando éstas aún se hallaban dentro. Lo mismo ocurrió con otro grupo que encadenó sus brazos a unos tubos anclados en los muros principales de otra vivienda. La acción de los operarios de la empresa de demolición llegó a provocar el desprendimiento de algunas piedras sobre los rostros de est@s jóvenes, todo bajo el beneplácito de los antidisturbios de la policía foral, que actuaron en todo momento llevados por el descontrol y el nerviosismo.
Por la tarde, mientras aún permanecían en el pueblo ocho personas entubadas en los muros de una casa y otras dos permanecían encerradas en un búnker construido para la ocasión, un@s 250 vecin@s, de manera espontánea, se manifestaron en protesta por el desalojo en la localidad vecina de Agoitz. Cuando la marcha trató de dirigirse hacia Itoitz para defender la integridad de l@s resistentes, una dotación de antidisturbios de la guardia civil cargó duramente contra l@s manifestantes, provocando enfrentamientos por las calles del pueblo que se prolongaron durante horas y la detención de cuatro vecin@s, que pasaron la noche en el cuartel. Al día siguiente, mientras en Itoitz la policía lograba desanclar a l@s resistentes que permanecían en los muros, las acciones de protesta contra el desalojo y la brutalidad de forales y guardias civiles, se sucedieron en Agoitz. En distintos momentos, varios grupos personas se encadenaron a las banderas de entrada de los juzgados y al balcón del ayuntamiento, donde se realizaron previamente sendas concentraciones. Otro grupo se subió a una grúa y desde una altura de 23 metros desplegó una pancarta. Más de 80 antidisturbios de la guardia civil tomaron de nuevo el pueblo y las cargas contra l@s vecin@s y las carreras se repitieron. Al final, 23 personas fueron detenidas y vari@s fueron l@s herid@s por impactos de porras y pelotas policiales.
El día 18, los dos resistentes que permanecían en la cámara blindada de una de las casas de Itoitz decidieron poner fin a su encierro. Disponían de luz y vituallas para más de una semana y se hallaban con el ánimo muy alto, pero al comprobar la temeridad con que actuaba la policía foral, que intentó con un martillo neumático agujerear una pared del búnker a pesar de la existencia de materiales combustibles, solicitaron ser sacados por los bomberos. Unas horas antes, otro “solidario” clandestino era descubierto en una de las casas que aún permanecían en pie y fue detenido violentamente. Una ruidosa cacerolada recorrió por la tarde las calles de Agoitz. A la mañana siguiente, ya libre de ocupantes molestos, “Pérez del Río” procedió a demoler las tres últimas construcciones de Itoitz, convirtiendo en cascotes espacios que hasta hacía unas horas rebosaban de vida. Las 53 personas que fueron detenidas en esos días han sido acusadas de faltas y deberán afrontar el pago de multas de diferente cuantía.

Solidaridad
A las pocas horas de iniciarse el desalojo de Itoitz, la noticia corrió como la pólvora, generando adhesiones e iniciativas de denuncia en lugares tan diversos como Lezo, Zaragoza o Milán. En la ciudad italiana, varias personas se encadenaron el 21 de junio a la embajada de España con una pancarta, a la misma hora que un@s 3000 manifestantes, según l@s organizador@s, recorrían una vez más las calles de Agoitz. En Zaragoza se organizaron dos concentraciones frente a la fachada de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), al igual que ocurrió en Lezo, Bilbo, Donostia e Irún.
Por otro lado, hay que destacar que muchas de las personas que participaron en las movilizaciones de resistencia de Itoitz y Agoitz de esos días procedían de distintos lugares del estado español y de Europa.

La CHE oculta datos
La presa de Itoitz es “absolutamente segura”. Así de convencidos se mostraron el 9 de junio Raimundo Lafuente y Rafael Romeo, director de las obras y director adjunto de Explotación de la CHE, respectivamente, en una conferencia de prensa sobre el proyecto navarro, una pieza clave del Plan Hidrológico Nacional. Dos días después, la Coordinadora de Itoitz respondió a estas palabras de manera rotunda: “es radicalmente falso que las obras cuenten con garantía alguna de seguridad”. Y para demostrarlo, además de citar dos informes científicos sobre la obra que alertan de la existencia de hasta siete riesgos catastróficos, indicaron que los terrenos de la ladera izquierda de la presa principal, “se están moviendo desde antes de que se embalsara una sola gota de agua”. Además, tal y como recoge Gara, según la Coordinadora, en esta presa existe una grieta “de más entidad de lo que en un primer momento se pensaba”, y la presa auxiliar se asienta sobre unos terrenos totalmente inestables, que en las fuertes lluvias de este invierno, como en anteriores ocasiones, sufrieron peligrosos deslizamientos. La Coordinadora, además de acusar a los responsables de la CHE de ocultar datos a la ciudadanía, alertó también sobre los “enormes” índices de permeabilidad de los terrenos situados entre ambas presas.
/Ijana Cabarga

Iñaki García cumple dos años de cárcel
A finales de junio de 2001, Iñaki García Koch, condenado junto a otros siete miembros de Solidari@s con Itoitz a cuatro años y diez meses de cárcel por la acción del corte de cables, fue detenido en un control de carretera en León. Trasladado a continuación a la provincial de Iruña, permanece encarcelado desde entonces en esa prisión, mientras que los otros siete imputados viven en clandestinidad, eludiendo el ingreso en la cárcel.
Iñaki, que durante los primeros meses fue sometido a un régimen carcelario reservado a los integrantes de grupos armados (FIES 3), ha solicitado en varias ocasiones el régimen abierto, como por ley le corresponde. Hasta el momento todas las respuestas de la cárcel han sido negativas, en castigo a la actitud insumisa y solidaria del preso. Además de protagonizar varias carteladas (contra la represión en el G-8 de Génova, por Itoitz…) Iñaki realizó hace unos meses, junto a otros internos, una huelga de hambre de una semana para reclamar la libertad del preso político, gravemente enfermo, Bautista Barandalla.
Desde su detención, la reivindicación de la libertad de Iñaki ha estado presente en todos los actos contra el pantano de Itoitz y en su día se constituyeron grupos de apoyo al preso en varios puntos del estado. Puedes escribirle a la siguiente dirección:
Iñaki García Koch. Prisión Provincial de Pamplona. C/ San Roque s/n. Apdo. 250. 31014. Pamplona-Iruña (Navarra).


Campaña en defensa de los pueblos

En el cierre de esta edición, Solidari@s con Itoitz y la Plataforma de Vecin@s Afectad@s hacen un llamamiento a participar en una manifestación nacional convocada para el 29 de junio en Iruña, así como en todas las movilizaciones que se organicen este verano. De igual forma, ante los enormes gastos generados por las acciones y detenciones de estas últimas semanas, invitan a colaborar en esta lucha también con aportaciones económicas. Para ello, se ha abierto en Caja Navarra el siguiente número de cuenta: 2054/0220 64 000004297.5
>Información actualizada en:
www.sositoiz.com y http://euskalherria.indymedia.org
>Contacto con Solidari@s: Tel.: 653.38.04.79.
E-mail: sositoiz@sindominio.net

 

 

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