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  nº 37 julio 03

El agua privatizada


Tom Kucharz *
>> El agua es el recurso natural más importante de la humanidad. Y, en los últimos 250 años, en los que el modelo de desarrollo capitalista se ha impuesto en casi todo el mundo, su contaminación y despilfarro, sobre todo a manos de las sociedades occidentales y su modelo de producción y consumo se ha agravado de una forma alarmante. La industria mundial utiliza 1,5 trillones de litros de agua y produce 300 billones de litros residuales cada año. “Se utilizan 5.320 litros de agua para producir una hamburguesa y una bebida”, destaca la campaña italiana “Agua, bien común de la humanidad” en su folleto. En la Unión Europea se consume un promedio de 400 litros por persona al día, en el continente africano la mayoría no cuenta más que con 20 litros. Mientras un turista en Marruecos gasta 1.200 litros al día, un marroquí solo puede utilizar un promedio de 15 litros. La situación es tan grave, que más de 1.700 millones de personas no tienen acceso a agua potable y 2.400 millones no tienen acceso a sistemas de saneamiento, confirma la Organización Mundial de Salud (OMS), por lo que mueren 30.000 personas al día.

A pesar de las más que cuestionables “buenas intenciones” de los estados, las declaraciones hipócritas de las grandes empresas transnacionales y los acuerdos de papel mojado consensuados en las grandes cumbres (como la Conferencia de Desarrollo Sostenible en Johannesburgo en 2002), se fijan políticas que, intencionadamente, empeoran la problemática del agua y su escasez. “Los manifestantes que, procedentes de los suburbios, llenaron las calles de Johannesburgo con pancartas que simplemente decían ‘Asesinos’, sólo son un botón de muestra de que allí la estrategia del desarrollo sostenible engaña cada día a menos gente”. (Rosenberger, 2003) (1)

Por un lado las políticas del agua benefician a las grandes empresas privadas de los sectores servicios (turismo, agua, finanzas), agricultura y energía (presas). Por otro lado, favorecen su contaminación y despilfarro, y con ello, la mal distribución, para no poner en peligro la economía de mercado. La agricultura intensiva, por ejemplo, utiliza un 70% del agua potable mundial, y ojo: el 40% de este agua no es aprovechada por la planta en el uso de sistemas de pulverización durante la irrigación. Sin embargo, subraya Ricardo Petrella (autor del Manifiesto del Agua), se sigue subvencionando la agricultura occidental con 347.000 millones de Euros al año. “Sólo la mitad sería necesaria cada año para invertir en infraestructuras de agua y en 10 años todo el mundo tendría acceso a agua potable”, dice Petrella. A causa de la injusta e ilegal desproporción en el control de las riquezas mundiales en el 2000 murieron 2.213.000 personas, la mayoría niños menores de 5 años, por enfermedades relacionadas con el agua.

En 1998, municipios de la costa de Sudáfrica empezaron comercializar sus sistemas de abastecimiento de agua. Pero millones de personas viven allí en suburbios de miseria, los llamados “slums” y no podían pagar las facturas de agua. Se les cortaba el grifo y tenían que buscar agua en arroyos y lagos de la región, contaminados con fertilizantes y basura humana. Entre 2000 y 2002 se infectaron mas de 250.000 personas con el cólera. La epidemia de cólera más fuerte de Africa del Sur mató 300 personas y llegó a extenderse hasta Johannesburgo, a 400 km. Hacer pagar a la gente por el agua “ha sido el causante directo de la epidemia”, dice David Hemson. Desde 1994 casi 10 millones sudafricanos han sido afectados por cortes de agua durante varios tiempos, una política recomendada por el Banco Mundial que introdujo un “tratamiento creíble de corte de servicios”. “Las personas que no pagan el agua no lo tratan como un recurso muy preciado”, dice un ejecutivo de una empresa de agua.(2)

De bien común a mercancía
Los poderes políticos económicos imponen un cambio de paradigma, que hace de un bien común una mercancía. Esto ha sido manifiesto en el Tercer Foro Mundial del Agua, celebrado en Kioto (Japón) del 16 al 23 de marzo. El boletín Bretton Woods update llegó a titular “Encuentros de agua por todos lados, pero ni una gota para beber”. En resumen, la tendencia acordada en Kioto es seguir con la total privatización de los recursos hídricos. Una estrategia impulsada desde hace ya tiempo por grandes empresas transnacionales, instituciones financieras y por los gobiernos de los países occidentales, principalmente. Empresas privadas de agua gestionaron en 1990 el suministro de unos 51 millones de consumidores en 12 países, en 2002 ya eran 300 millones en 56 países. Como resaltó la revista Meda, “tres compañías francesas controlan el 75% del mercado mundial del agua”. Estos son Suez Lyonaise de Eaux, Vivendi y Saur. Otras empresas importantes son la norteamericana Bechtel, que trabaja con United Utilities (GB), y Thames Water (GB), dueño es la eléctrica alemana privatizada RWE. “Ellos apuestan que H2O va hacer en el siglo XXI lo que el petróleo era en el siglo 20”, decía la revista de economía Fortune Magazine. Entre 400 billones y 3 trillones de euros se estima el negocio anual con la privatización del agua. La expansión de las empresas de agua no hubiera sido posible sin la intervención del Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Asiático de Desarrollo y el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo que paulatinamente han utilizado sus políticas de préstamos para presionar a los gobiernos nacionales y locales de privatizar sus servicios públicos.

William Cosgrove, vicepresidente del Consejo Mundial del Agua, dijo que las grandes empresas pueden dar clases de eficacia a los gobiernos locales. La UE argumenta que el sector esta sobrerregulado y, en consecuencia, no es eficiente en el suministro de agua potable. En algunas regiones del mundo no es suficientemente rentable para que las empresas inviertan, y por lo tanto el poder publico - dice la UE - debe hacerlas atractivas: ayuda oficial para el desarrollo, ayudas publicas y garantías gubernamentales para las inversiones privadas (para que el capital se quede después con el 100% de los beneficios).

La cumbre de Évian
En junio se reunieron los ocho países mas ricos (G-8) en Evian (Francia), lugar conocido por su marca de agua embotellado (de Danone). Allí se tomaron decisiones importantes -ya que Francia es el país que más énfasis pone en la privatización del agua- de cómo subvencionar las inversiones y operaciones de sus agentes privados que actúan en el sector del agua en los países del Sur. Jaques Chirac presentó el Plan Mundial del Agua y el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, el Fondo Europeo del Agua (FEA) que pretende destinar un billón de euros a 77 países de Africa, el Caribe y el Pacifico, las antiguos colonias de Europa. Ambos iniciativas forman parte de las propuestas del antiguo director del Fondo Monetario Internacional, Michel Camdessus, de utilizar presupuestos públicos y fondos de ayuda para el Desarrollo para destinarlos a obras hidráulicas de empresas privadas. Eurostep, una coalición de ONGs de desarrollo, explica que este dinero provendría del fondo europeo para el desarrollo.(3)

Iniciativas para la lucha contra el SIDA, la tuberculosis y la malaria del G-8 quedarían canceladas por falta de dinero público. El documento de Prodi propone en cambio “facilitar instrumentos financieros para la intervención de operadores europeos”. “Yo lo veo como la punta de lanza para privatizar agua”, comenta Rebecca Muna de Tanzania. El FEA se basa en la Iniciativa Europea del Agua, lanzada por la UE en la cumbre Rio+10 de Johannesburgo, subrayando la importancia de la expansión de la industria privada de agua. Documentos confidenciales, que el grupo de investigación holandés CEO (4) ha descubierto, muestran como la Comisión Europea ha trabajado mano a mano con Suez, Vivendi y Thames Water a todos los niveles en la elaboración de propuestas políticas. Al mismo tiempo, prepararon una campaña de lavado verde sofisticado en el seno del Consejo Mundial de Negocios por el Desarrollo Sostenible (WBCSD). Lamentablemente, fueron ONGs como Greenpeace las que en Johannesburgo dieron credibilidad a esto, organizando una rueda de prensa con el WBCSD sobre “responsabilidad empresarial”.

El Acuerdo General de Comercio de Servicios
Hay otro foco político importante, la Organización Mundial de Comercio, donde se concentran desde 1995 las negociaciones sobre la privatización de los servicios públicos (escondido tras las siglas AGCS, Acuerdo General de Comercio de Servicios). Un análisis exhaustivo de Save the Children sobre las consecuencias del AGCS subrayó las demandas de la UE a 72 países para hacerse con el control del agua. Hablamos del suministro de poblaciones (como en Bangladesh o Bolivia), en las que una mayoría tiene que sobrevivir con un dólar al día. Tras la guerra de Irak, como analizó Naomi Klein, la reconstrucción de las infraestructuras bombardeadas estará ligada directamente con la gestión de las mismas, sentándose las bases para una privatización forzada del total de los servicios asociados. El 17 de abril, la empresa Bechtel recibió uno de los primeros y más grandes contratos de reconstrucción en Iraq, con un valor de 680 millones de dólares, para la construcción y reparación de infraestructuras, desde plantas de electricidad hasta el abastecimiento y la purificación de agua municipal.(5)

La francesa Suez es junto con la Caixa dueño del casi 50% de Aguas de Barcelona (Agbar). Una empresa transnacional española de servicios, que a su vez es dueño de cientos de empresas y consorcios relacionados con la gestión de agua, sanidad y servicios ambientales por el estado y el mundo, en países como Argentina y Colombia sube las tarifas, deja poblaciones pobres sin acceso y viola el derecho a la sindicalización.(6)

Suez cuenta también con el 25% de FCC, gigantesca constructora que obtiene contratos en el Plan Hidrológico Nacional, otra vuelta de tuerca del modelo capitalista para garantizar beneficios privados. La oposición al PHN debería vincularse con las luchas contra la privatización de los servicios públicos, como el agua. Por que las actividades de empresas como Agbar y FCC deben volver al dominio público como primer paso para discutir el interés común que tienen, y el coste social y ambiental que provocan aquí y en el mundo. ...

* Miembro de Ecologistas en Acción, gtrabajo@hotmail.com
Pagina web del Foro Alternativo:
www.cipsi.it/contrattoacqua/forum-acqua/en/index.htm


(1) Horst Rosenberger y otros: Agua, ¿mercancía o bien común? Alikornio ediciones. Barcelona 2003.
(2) Cholera and the Age of the Water Barons. Washingthon, 2003. http://www.icij.org
(3) CEO. Water Infrobrief 6 (Amsetrdam, May 2003). Evian. Corporate Welfare or Water for All?
(4) http://www.corporateeurope.org
(5) Bechtel: Profiting from Destruction. 5 de junio 2003 http://www.corpwatch.org
(6) Water privatisation in Latin America, 2002. http://www.psiru.org

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