Globalización, género y raza

Contrageografias de la globalización. Género y ciudadanía en los circuitos transfronterizos.
Saskia Sassen, editorial Traficantes de Sueños, 2003, 125 pág., 8,5 euros

De un tiempo a ésta parte, una nada desdeñable porción de las editoriales del siempre impreciso ámbito “alternativo”, han dado un salto, iniciando la publicación y difusión de contenidos y ensayos de mucha mayor complejidad y calado analítico. Espacio hasta ahora reservado a las grandes editoriales comerciales, que son las que tienen los medios y contactos para permitirse este tipo de apuestas, ayudando a reducir el pensamiento crítico al estrecho mundo de los intelectuales, por no decir el mundo universitario. Una forma como otra de limitar la potencia crítica y transformadora de los espacios antagonistas, curiosamente aceptada e interiorizada por parte de la militancia (“eso es para intelectuales”).
Siendo obvios los limites de nuestras intervenciones políticas, -ya que las certezas de la extrema izquierda rebotan, sin hacer mella, en la realidad-, la formación adquiere una importancia central. Es en este sentido que entiendo la jugada de la editorial Traficantes de Sueños (también las de Alicornio, Octaedro, etc.) con su colección Mapas. El segundo titulo de ésta es una recopilación de cuatro artículos de Saskia Sassen, socióloga de la Universidad de Boston, sobre los efectos de la globalización.
Precedida por una buena introducción/presentación, el libro nos adentra en el estudio de la relación entre impulsos transnacionales de los procesos económicos y la readecuación consecuente del papel del Estado. Repasa las transformaciones de los modelos urbanísticos con el concepto de metrópoli global, donde la comunicación es fundamental, con reflexiones sobre el papel de los “servicios avanzados de producción” y su crecimiento paralelo a un sector manufacturero tremendamente degradado; sobre el control global que se genera con este tipo de producción, etc.
Pero quizás, lo más sugerente sea cómo le inca el diente a la influencia de los fenómenos de globalización sobre los flujos migratorios y la feminización de la fuerza de trabajo, aportando a estos estudios consideraciones provenientes del feminismo. Así, se fija en la expansión de la economía informal, que lejos de ser un residuo, adquiere enorme importancia como ámbito donde se concentra la mano de obra inmigrante y las mujeres. Sirva de muestra el hecho de que, en el territorio “español”, el trabajo doméstico haya sido la vía de acceso para el 63% de las inmigrantes no comunitarias.
Y ya por último, en la parte posiblemente más polémica y discutible, la autora aborda las transformaciones del concepto de ciudadanía en la era de la globalización.
En conjunto, un libro donde, además de describir y analizar, Sassen también plantea algunas líneas por las que se podría incidir. Ahora bien, esto no es ensayo político: a la autora le interesa la reflexión, lo de la intervención, no tanto. Se centra en el mundo de la Academia, con sus códigos, su estilo, etc. La forma es muy farragosa: además de tener un estilo plúmbeo, hay tal despliegue de citas y referencias a otros autores que se hace pesadísimo.
Volviendo a la reflexión inicial, es necesario el estudio y la reflexión, pero ésta muy pocas veces está enfocada a la intervención. Esta paradoja sólo se resolverá cuando tengamos, desde el movimiento, la capacidad de desarrollar un pensamiento propio (y puestos a pedir, local, que no localista) que no dependa tanto de la Academia-universidad, o de la traducción.

Sinsabores