Timor Oriental

 

COMUNICADO DE LA KASA DE LA MUNTANYA SOBRE LAS AGRESIONES AL PUEBLO DE TIMOR ORIENTAL

Cuando Timor Este fue alcanzada por los últimos coletazos del proceso de descolonización portugués, dentro del marco de la Revolución de los Claveles de 1.974, Yakarta comenzó a aplicar una estrategia tendente a dejar ver a los timorenses cual era su suerte. Ataques fronterizos y acciones de comando fueron los antecedentes de una invasión ocurrida 10 días después de la proclamación de Independencia efectuada por el FRETILIN el 28 de noviembre de 1.975.

Las agresiones ocurridas antes y sobre todo después de la consulta popular celebrada el 30 de Agosto pasado no son nuevas, sólo más televisadas. Desde el término de la guerra civil entre el FRETILIN y el UDT (de agosto de 1.975 hasta inicios de septiembre de 1.975) hasta 1.979, las muertes ocasionadas por los indonesios sobre la población timorense ha sido de entre 70 y 200 mil dependiendo de la fuente. Las ofensivas indonesias del periodo 1.977-1.979 se basaron en técnicas contraguerrilla y por lo tanto en la destrucción sistemática de la cobertura de la resistencia: destrucción de las tierras cultivables y bombardeos incendiarios con napalm. Desde entonces la resistencia política y militar de Timor se ha enfrentado a una invasión y anexión caída en el olvido por parte de Occidente y de las grandes industrias de ³comunicación e información² de las Democracias Neoliberales.

Timor Este pagó como otros pueblos que reclamaron su autodeterminación en los Œ60 y Œ70 el enfrentamiento bipolar de la Guerra Fría. Yakarta desde 1.965 se había convertido en un aliado fiel de los Estados Unidos. Suharto había eliminado para ellos a entre 1 millón y 1 millón y medio de posibles comunistas (la mayoría campesinos sin tierra), y había eliminado del sudeste asiático un firme al ³efecto dominó² comunista en la zona. Con la ayuda de Washington, Suharto ha controlado el poder en Indonesia hasta mayo de 1.998, y le ha permitido invadir, reprimir y asesinar a Timor Este, eliminando la posibilidad de que las tendencias izquierdistas populistas que ellos percibían del FRETILIN establecieran un foco de resistencia contra el dominio estadounidense en la zona.

Durante 1.998, ya con Yusuf Habibi en el poder en Yakarta, y tras el inicio de conversaciones para la resolución del conflicto (con la participación de la ONU y Portugal), Indonesia no dejó de enviar destacamentos militares a la zona: se concentraron 21 mil efectivos del ejército más 11mil militares suplementarios de los Servicios de Información Militares (SGI). 1 militar por cada 25 habitantes. Tampoco dejaron de producirse masacres organizadas entre paramilitares y el ejército indonesio: el 6 de abril de 1.999 fueron asesinadas 62 personas, registrándose 40 heridos y 14 desaparecidos en el exterior de la iglesia de Liquiça, y el 17 de ese mismo mes causaron cerca de 30 muertes entre independentistas en Dili.

Nuestra posición ante todos estos acontecimientos es la denunciar a los poderes implicados en la agresión que el pueblo de Timor ha sufrido desde 1.975, apoyando el derecho a la autodeterminación de Timor Este.

Denunciamos con violencia la política, la posición y las técnicas de Estados Unidos en la represión que el pueblo timorense ha padecido desde entonces. Estados Unidos fue el principal y casi único suministrador de las armas con las que el ejército indonesio asesinaba en Timor, suministrando aviones especiales de la North American Rockwell Bronco para la lucha antiguerrilla.

Denunciamos el papel que Estados Unidos ha jugado para silenciar las noticias provenientes de la zona, así como su implicación directa en el genocidio contra el pueblo timorense. Denunciamos así mismo a la política exterior norteamericana que dio su aprobación, durante la visita de Gerald Ford y de Henry Kissinger a Yakarta pocas horas antes de la invasión, y ha mantenido el apoyo y el envió de armas a Indonesia, incluso en la actualidad. Denunciamos por extensión, el papel de Estados Unidos como guardianes del FMI y las políticas que este aplica, en cuanto Indonesia y su política represiva se ha sustentado en los créditos otorgados por este organismo.

Consideramos que el cambio de estrategia del FMI y del Banco Mundial, en cuanto a presionar a Yakarta para que reorientase su política en la cuestión, se basa en unas estrategias de maquillaje orientadas a un lavado de cara superficial y que su presión a presuntos bloqueos de créditos no es más que mediática (el Grupo Consultivo sobre Indonesia reunido en julio de 1.998 integrado por tales organismos desbloqueó en ese momento 7.894 millones de dólares en ayuda). Denunciamos en paralelo a los actores implicados en ese exterminio sobre el terreno: al presidente Habibi, al ministro de AA.EE. Alí Alatas, y al Jefe del estado Mayor y ministro de Defensa general Wiranto, principales responsables de las actuaciones del ejército y de las milicias paramilitares proindonesias. Continuamos denunciando a los media por ser sólo reflejo pasivo y amarillista de los acontecimientos en Timor y por silenciar y olvidar durante 24 años las torturas sufridas por el pueblo de Timor.

La Kasa de la Muntanya como ha expresado en anteriores comunicados apoya la autodeterminación de Timor Oriental y sus deseos expresados en la consulta popular realizada, así como toda resistencia armada o pacífica que este pueblo considere llevar a cabo contra el ejército indonesio.

KASA DE LA MUNTANYA, BARCELONA, 20/9/99