Timor Oriental

 

COMUNICADO DE LA FEDERACIÓN DE ASOCIACIONES DE DEFENSA Y PROMOCION DE LOS DERECHOS HUMANOS Y LA ASOCIACIÓN DE AMIGOS DE TIMOR SOBRE LA SITUACIÓN EN TIMOR ORIENTAL

El día 30 de agosto de 1999, un 98,6% de la población timorense registrada acudió a las urnas para responder a la pregunta sobre la aceptación o el rechazo a la autonomía dentro de Indonesia. El Secretario General de las Naciones Unidas hizo público el día 3 de septiembre el resultado del referéndum donde se contabilizó un 21,5% de votos a favor del estatuto de autonomía y un 78,5% de votos en contra.

La masiva participación, a pesar de la situación de intimidación vivida las jornadas previas en el territorio al intensificar los grupos paramilitares la violencia, hacia predecir el resultado final a favor de la independencia. Desde hacía meses, diversas organizaciones venían denunciando tanto el peligro para la paz y la estabilidad que suponía la acción de estos grupos como la connivencia de las fuerzas indonesias.

La estrategia de los grupos paramilitares apoyadas por la pasividad de las Fuerzas Armadas y la Policía Indonesias, para impedir que el pueblo timorense pudiera ejercer su voluntad de independencia se enmarca dentro de una serie de prácticas violatorias de los derechos Humanos, que esta Federación se ve obligada a denunciar.

1) Los numerosos actos de violencia y continuas masacres contra la población timorense, caracterizados por su barbarie y por su impunidad, que nos hacen temer que este nuevo genocidio continúe dentro de una operación de limpieza política contra una población que lleva sufriendo la opresión más de veinte años.

2) El dramático clima que vive Timor Oriental está obligando a la población a salir de forma masiva del país o a desplazarse a las montañas donde viven bajo condiciones ínfimas de vida, carentes de alimentación y de medicamentos.

3) La expulsión de las Organizaciones Internacionales de Ayuda Humanitaria y de las misiones religiosas constituye una flagrante violación de todas las Convenciones internacionales relativas al Derecho Humanitario.

4) Los miembros de Naciones Unidas, los observadores internacionales y los medios de comunicación están siendo obligados a salir del país para evitar que la Comunidad Internacional sea testigo del nuevo genocidio.

5) El Gobierno de la República de Indonesia no ha cumplido con los compromisos adquiridos en los acuerdos firmados el 5 de mayo del presente año con la República de Portugal, en cuyo artículo tres se hace responsable del mantenimiento de la paz y seguridad en territorio. Tampoco ha cumplido con los compromisos del artículo 6 en el cual, en caso de que los resultados del referéndum fueran en contra del Estatuto Especial de Autonomía, se comprometía a adoptar las medidas constitucionales necesarias para terminar con la vinculación impuesta desde 1976 y, junto con el Gobierno de la República de Portugal y el Secretario General de Naciones Unidas llagar a un acuerdo para transferir de forma pacífica y ordenada la autoridad de Timor Oriental a las Naciones Unidas.

A la vista de esta situación solicitamos:

Al Gobierno de la República de Indonesia:

· La adopción inmediata de las medidas necesarias para el mantenimiento de la paz y la seguridad que aseguren el fin de la barbarie y la impunidad en el territorio timorense.

· El desarme y la desmovilización de todos los grupos paramilitares y el fin de la pasividad o connivencia de las fuerzas policiales y militares indonesias.

· La adopción de las medidas políticas necesarias para desvincular el territorio de Timor Oriental de la República de Indonesia.

· El cumplimiento de los artículos tres y seis de los Acuerdos firmados el 5 de mayo del presente año junto a la República de Portugal y, en definitiva, la aceptación de la voluntad del pueblo timorense, que una vez ejercido su derecho de autodeterminación, ha decidido independizarse.

· La aceptación del envío de una fuerza de paz internacional al interior de Timor Oriental que ponga fin a una situación que se deteriora día a día.

A Naciones Unidas:

· Debido a la inoperancia del Gobierno de la República de Indonesia para el mantenimiento de la paz, que envíe urgentemente una fuerza de paz que ponga fin a las masacres, garantice la seguridad y permitir un repliegue en el plazo más breve posible de las fuerzas paramilitares proindonesias.

· La adopción de las medidas necesarias para el cumplimiento de los Acuerdos del 5 de mayo, en cuyo artículo 6, el Gobierno de la República de Indonesia, el Gobierno de la República de Portugal y el Secretario General de las Naciones Unidas, se comprometen a llegar a un acuerdo para transferir la autoridad en Timor Oriental a las Naciones Unidas. El Secretario General se compromete a tomar las medidas legislativas apropiadas para el proceso de transición hacia la independencia.

· Que los funcionarios de Naciones Unidas no abandonen Timor Oriental, ya que son ellos los únicos garantes de la Comunidad Internacional que quedan como testigos del genocidio que se está produciendo. Su salida del territorio supondría la muerte de muchos timorenses.

· Todo ello implica garantizar el cumplimiento de los resultados del referéndum realizado el día 30 de agosto, que expresa la voluntad del pueblo timorense a convertirse en un Estado independiente.

A la Comunidad Internacional en general y a los Estados miembros de la Unión Europea en particular:

· Les hacemos un llamamiento para que igualmente hagan uso de su influencia ante el Gobierno de la República de Indonesia en el sentido ya expuesto, de forma que los Acuerdos y los resultados del referéndum sean respetados.

· Les solicitamos su cooperación con las Naciones Unidas poniendo a su disposición las fuerzas de paz suficientes para proteger a la población perseguida y masacrada.

· Queremos resaltar la especial responsabilidad de aquellos países que han mantenido y mantiene un trato preferencial comercial, económico y de cooperación, con el Gobierno de la República de Indonesia, entre ellos España, y les pedimos, que por una vez, utilicen esa influencia para la defensa y protección de los Derechos Humanos.

Madrid, 9 de septiembre de 1999