El
Sindicato de trabajadores del Instituto Comercial Pitágoras, ha
tomado la decisión de lanzar adelante está página
en la red, tal vez con algunas limitaciones en el aspecto técnico,
pero con el infinito por delante cuando se trata de sacar la voz por un
sector de la educación chilena relegado a un segundo plano: LA
EDUCACION PARTICULAR SUBVENCIONADA.
Si decimos segundo plano es por los miles de profesores
y profesoras que se desempeñan en ese sector, sin tener la posibilidad
de obtener plenamente los prometidos beneficios para la educación.
Peor aún estamos hablando por aquellos que cada año deben
peregrinar de un colegio a otro buscando una fuente laboral nunca segura,
basta recordar los detestables contratos a plazo fijo y el abuso que de
ellos hacen nuestros empleadores.
Nuestro objetivo es uno sólo, lograr que
los trabajadores del sector particular subvencionado tengan el espacio
que se merecen en la educación chilena. Esta golpeada educación,
por los intereses mezquinos de quienes tienen el poder, de los que no han
sido capaces desde sus cómodos sillones en los ministerios, de fiscalizar
los millones que entregan a los sostenedores de este sector.
Al igual que la mayoría de los chilenos somos
partidarios de una educación de calidad y equitativa. Pero ello
pasa en primer lugar por recuperar la dignidad de la que tanto se escribe
y poco se hace.
Creemos que ea dignidad nace de nuestro propio accionar
de nuestra capacidad de organizarnos y enfrentar la problemática
que se nos ha venido encima. No podemos seguir con ese discurso denigrante
de "que ganó si me inscribo en un Sindicato". Es ese el discurso
que esperan los que tienen el poder, los que nos contratan en marzo y nos
despiden en diciembre.
Nuestro Sindicato que bien podría ser el
de muchos colegios se hace presente en esta lucha diaria de hacer las cosas
mejor, especialmente en este tiempo en que el siglo XXI llegó y
nos encontró demasiado resignados.
Nuestro objetivo también tiene que ver con
nuestros alumnos y no sólo los de nuestro colegio, sino de todos
esos estudiantes que hace poco marcharon por las calles exigiendo poder
llegar en locomoción a sus respectivas escuelas, tiene que ver con
esos jóvenes que quieren expresar sus ideas y se encuentran con
colegios que más bien podrían ser un regimiento.
Para tener un espacio en la educación chilena
como lo hemos planteado es necesario que aflore la energía que nos
lleve a la rebeldía necesaria para tomarnos esos espacios.
Es por eso que estamos aquí, cansados de
escuchar el discurso de nuestros gobernantes que hoy avalan un sistema
que acrecienta las diferencias, cansados de ese eterno discurso oficial,
de ese discurso de quienes se creen dueños de la verdad, como si
esta sólo fuese una y justamente la que ellos manejan.