LA EDUCACION POPULAR
Resulta
de interés este tema, el cual ha sido tratado en más de alguna
publicación. Queremos en esta ocasión presentar los planteamientos
que al respecto hace el historiador Gabriel Salazar. La Introducción
a su documento de trabajo N° 68 ¿Integracionismo o Autonomía
Relativa?. Los Dilemas Históricos de la Auto educación Popular
en Chile, nos invita a reconocer en forma integra un texto que pronto
estará disponible.
LOS DILEMAS HISTORICOS DE LA AUTO - EDUCACION
POPULAR EN CHILE
GABRIEL SALAZAR
INTRODUCCION
Al observar sinópticamente los procesos educacionales
concretos que se han desenvuelto en la historia de Chile, se constata que,
de un modo determinante, ellos han consistido en los esfuerzos hechos para
hallar una combinación óptima entre los siguientes elementos:
-
El desarrollo sicopedagógico adecuado de la personalidad de los
educandos.
-
La incorporación e internalización de un legado cultural
y tecnológico recibido por lo común, desde Europa y Estados
Unidos. A veces, esto ha involucrado la readscripción a los nuevos
niveles de desarrollo del 'humanismo' cristiano occidental; otras veces,
la adscripción a humanismos 'alternativos', de igual procedencia,
y las más de las veces, el ajuste con respecto a los nuevos avances
y patrones de la 'civilización material' de los países desarrollados.
En conjunto, esto ha configurado el doble fenómeno de la 'dependencia'
y la 'modernización'.
-
La formación, a nivel de los educandos, de 'habilidades específicas'
y/o de 'actitudes convenientes', que son requeridas por la sociedad chilena,
o bien para promover su desarrollo económico, o bien para asegurar
la estabilidad o modernización de sus sistemas políticos.
Esto ha dicho relación, más bien con la 'funcionalidad' del
sistema educativo para con la sociedad local, funcionalidad que, normalmente
ha sido evaluada, definida e impuesta por la más alta élite
dirigente del país, en correlación a sus problemas e interese
específicos.
-
El desenvolvimiento de demandas sociales y prácticas autoeducacionales
que son pertinentes a la realización de un proyecto histórico
sectorial ( o de clase o de grupo) pero de consecuencias y proyecciones
nacionales. Normalmente, tales demandas y prácticas son introducidas
por los grupos más postergados de la nación, cuando han percibido
que el conjunto de la sociedad nacional funciona perjudicando sus intereses,
cuando no su mera existencia. Ciertas minorías étnicas y
sociales, han tendido ha proceder de igual forma, aunque con menos proyecciones
históricas.
La eficiencia histórica de los procesos educativos
nacionales debería, en principio, medirse en relación a la
capacidad de los mismos por combinar esos elementos según una forma
de equilibrio que fuese social, nacional y universalmente (es decir 'épocalmente')
adecuada. Es evidente que esa combinación óptima es, por
su naturaleza una 'cuestión nacional de Estado'. Por manera antinatural,
sería una cuestión de ajuste espontáneo, de ensayo
y error. Históricamente, sin embargo, ha demostrado ser una cuestión
de hegemonía; es decir un problema estrechamente ligado con los
problemas liderales específicos de las élites dirigentes
del país.
En Chile los 'problemas liderales' no han sido pocos,
ni pequeños. Las élites dirigentes nacionales han patentizado,
a través de su historia particular, que 'dominar' - aún en
condiciones de control total del poder formal e informal sobre el resto
de la sociedad - no es suficiente para resolver los problemas sustantivos
del liderazgo; a saber: la realización exitosa de un proyecto sectorial
de desarrollo - de clase - como un proceso nacional de progreso, integración
y estabilización. En este último sentido, la historia de
las élites dirigentes nacionales ha sido sucesión recurrente
de frustraciones y fracasos. Determinadas por éstos, han tendido
a combinar los elementos del problema educacional - y de otros problemas
- no desde la perspectiva de los intereses estrictamente nacionales, sino
más bien desde el marco comprimido de sus complejos y agudizados
problemas liderales. De este hecho - ya estructural en la Historia de Chile
- se ha seguido una doble consecuencia.
-
De una parte, las deliberaciones y opciones de las aproblemadas élites
dirigentes nacionales han primado por sobre las deliberaciones y propuestas
de los teóricos y técnicos de la educación chilena.
-
De otra parte, grandes sectores de la sociedad chilena, y en especial los
más postergados, han percibido que el sistema 'educacional chileno'
( o sea, el controlado por esas élites) es disfuncional, a su situación
concreta, a sus intereses específicos y, sobre todo, a la realización
de sus propios proyectos históricos de desarrollo sectorial y de
reorganización nacional. En respuesta a esta percepción básica,
estos sectores han tendido, en mayor o menor grado, y según las
coyunturas históricas a desarrollar proyectos alternativos de autoeducación.
De este modo, los procesos educativos nacional han estado
coronados, superestructuralmente por el conflicto interno del liderazgo
y por la pugna ideológica entre las élites efectivamente
dirigentes y los 'teóricos nacionales' de la educación. Descansando,
al mismo tiempo, sobre la infraestructura formada por el estado histórico
real de las grandes masas nacionales, y por sus esfuerzos por educarse
así mismas en el proyecto ( y en el proceso) que asegure tanto su
liberación como la reorganización global de la sociedad chilena.
Se comprende que, dada esta peculiar estructuración, los procesos
educativos nacionales no han llegado a constituirse plenamente en un 'sistema
educacional' integrado, coherente y funcional para todos. La parte de esos
procesos que ha sido institucionalizada como sistema, no ha sido otra que
la que se ha sometido a las directivas impuestas por las élites
'aproblemadas', generando la sensación de disfuncionalidad de las
grandes mayorías. Otra parte - históricamente significativa
- no se ha institucionalizado como sistema, o lo ha sido a medias, o lo
ha sido incompleta o frustradamente. Por una o por otra causa, por lo tanto,
parece excesivo - o, mejor dicho, deficitario - reducir el problema educacional
chileno a la trayectoria del sistema institucionalizado de educación.
En un sentido dinámico e histórico, el problema rebasa con
creces la lógica de ese marco estrecho y particular.
Este trabajo pretende situarse de un lado, en la
perspectiva dinámica ( histórica) del problema educacional
chileno; de otro, en la perspectiva de los grupos populares, que sintiendo
la necesidad vital de promover su propio proyecto histórico de desarrollo
y de reorganización social, incurren en prácticas auto educativas
que, aunque limitadas y marginales, contienen por lo común una carga
social y una intencionalidad histórica de alcances insospechados,
que comprometen no poco la legitimidad y la estabilidad de los sistemas.
La primera pretensión implicada dejar de lado la llamada 'racionalidad
tecnocrática' de los sistemas educacionales nacionalmente equilibrados
( de dudosa existencia en Chile), para asumir, a cambio, los contenidos
cambiantes y los tiempos entrecruzados propios de los procesos históricos.
La segunda pretensión implica, simplemente, situarse dentro de las
perspectivas de largo plazo del movimiento social de las clases postergadas.
Esto último merece, tal vez, un comentario
adicional.
No debería ser un misterio para nadie - para
nadie, al menos, que tenga un mínimo de sensibilidad histórica
y social - que el problema de la 'auto educación popular' forma
parte viva del problema estratégico de la sociedad chilena. Es la
contra parte dinámica del problema educativo- lideral, que tantas
veces ha intentado resolver - no óptimamente- la élite dirigente
chilena. Pues, vistos históricamente, los procesos de autoeducación
popular no han sido otra cosa que las prácticas de entrenamiento
que los sectores postergados se han visto obligados a darse a si mismos
a efectos de:
-
Saldar los déficit educacionales acumulados por el sistema nacional
de educación establecido por las élites dirigentes.
-
Promover su propio desarrollo y liberación.
-
Reorganizar los fundamentos de la sociedad chilena en su conjunto.
En este sentido la 'educación popular' apunta
a objetivos históricamente diferentes y aun opuestos a los de la
educación popular que las élites nacionales, a través
del 'sistema', han tratado de impartir a los sectores postergados. Dominantemente,
la segunda a apuntado, no a la liberación o al desarrollo del proyecto
histórico específico de esos sectores, sino al afianzamiento
de su 'integración' al sistema y de sus actitudes conformistas.
La 'autoeducación popular' por el contrario, no se define por un
intento de afianzar un determinado orden social, sino por promover un determinado
proceso histórico: el desarrollo pleno de las implicancias sistémicas
y sectoriales del movimiento social del 'bajo pueblo' chileno. Esta orientación
distinta determina la existencia de otras diferencias importantes, que
vale la pena señalar: la 'autoeducación popular' no está
centrada en la formación óptima de un individuo o de una
personalidad, sino en la potenciación histórica de un grupo,
clase o colectivo social. Su objetivo último no es tanto preparar
generaciones jóvenes para el mejor servicio de la sociedad existente,
sino para el advenimiento de una sociedad refundada y socialmente reajustada.
Este radicalismo ha sido tanto mayor cuanto más opresor y socialmente
excluyente halla sido el sistema dominante. Por lo tanto la 'auto educación
popular' ha de ser definida, básicamente como ese conjunto de procesos
educativos suplementarios que, sobre el margen del sistema dominante, prepara
a las generaciones pobres para desempeñar adecuadamente, no roles
estructurados, sino roles históricos, atingentes a su propia liberación
y a la refundación por debajo de la sociedad chilena.
Tal definición, sin embargo, debe entenderse
como esencialización - no la idealización - de un tipo histórico.
Los procesos autoeducacionales del 'bajo pueblo' chileno, se encaminan,
en última instancia en la dirección señalada. Eso
explica su permanencia en la historia social y política chilena,
y su tendencia hacia la radicalización, como lo revela su historia
particular más reciente. Pero esa direccionalidad esencial no debe
ocultar el hecho de que tales procesos han estado normalmente sujetos un
difícil dilema histórico.: o mantienen su autenticidad social
trabajando en los sectores postergados su autonomía relativa frente
al sistema dominante; o se comprometen trabajando determinadas reformas
parciales de ese sistema (incluyendo la educación nacional), aceptando
de algún modo la convocatoria integracionista del mismo. Entre ambos
cuernos del dilema, la opción histórica y popularmente correcta
es difícil, a veces porque la constitución social específica
de los grupos populares ( es decir, su identidad epocal) enfatiza tendencias
integracionistas. Otras veces porque el sistema mismo ofrece más
anchas avenidas de integración, sea del tipo de la 'educación
popular', sea del tipo democratización - aparente- del sistema político,
sea a través de dinámicas envolventes, como la espiral precios
- salarios, por ejemplo. . Y no han influido menos las ideologías
sistémicas de liberación popular, que asumiendo una postura
de ruptura revolucionaria frente al régimen, han promovido, a veces,
la creencia en las reglas de un sistema nuevo, pero utópico e históricamente
distante.
La existencia del dicho dilema ha confundido a menudo
los procesos de autoeducación popular y ha entorpecido su proyecto
de desarrollo social subyacente.
Este trabajo se propone, así, examinar el
desenvolvimiento histórico de la auto educación en Chile,
con especial referencia al problema señalado. A este efecto enfocará
el problema desde una doble línea de observación y análisis:
una siguiendo el proceso superestructural de los problemas liderales de
las élites chilenas, en tanto referidos a la denominada educación
popular. Esta línea dejará de lado como se dijo, la discusión
teórico técnica sobre educación y la historia particular
del 'sistema educacional' en cuanto tal. La segunda línea de observación
y de análisis seguirá el proceso social (infraestructural)
de los grupos populares chilenos, en tanto referidos a los procesos de
autoeducación y/o de educación popular. Ambos análisis
se regirán por una períodización históricamente
adecuada, que no es necesariamente común(..)