El PAÍS - ÁLVARO DE COZAR - Madrid - 10/08/2008
El nuevo y polémico tramo de la M-501 ya está terminado. La primera conclusión es que, al menos en los primeros fines de semana, la nueva autovía ahorra tiempo a los que se acercan al pantano de San Juan. Aunque cuando llegan allí no se encuentran precisamente un paraíso turístico: apenas hay servicios, pocos accesos, ninguna salida en caso de incendio y un agua contaminada con los hidrocarburos y aceites que vierten las embarcaciones del puerto deportivo. Pese a ello, muchos siguen dándose un chapuzón. Otros, como los miembros de una Iglesia evangelista, organizan hasta bautismos, aunque el agua no sea la más pura.