URUGUAY por COMCOSUR

¿NUNCA MAS? - En un país donde el fútbol es una de las grandes pasiones
nacionales, muchos observadores apelan a una metáfora deportiva para
ejemplificar el tránsito del gobierno progresista por el tema de los derechos humanos. Afirman que el Dr. Tabaré Vázquez y su equipo venía ganando el partido claramente cuando, sorpresivamente, comenzó a hacerse goles en contra. Efectivamente, la administración de Vázquez dio pasos significativos en la materia: ingreso y búsqueda de desaparecidos en los cuarteles, aplicación del articulo 4 de la Ley de Impunidad, exclusión de la misma de los casos que la norma realmente no comprendía, represores que comenzaron a asistir como indagados ante los tribunales, el procesamiento y
encarcelamiento de un grupo de ellos, el procesamiento y encarcelamiento del ex dictador Juan María Bordaberry... Es decir, pasos significativos que
venían a restañar la herida conciencia de los uruguayos, que todavía vive
como una vergüenza haber convalidado por miedo la Ley de Impunidad o
Caducidad. Muchos e importante goles a favor. Pero, como decíamos, el Dr.
Tabaré Vázquez y su gobierno comenzaron a patear contra su propio arco y a meterse goles en contra. Así todo lo cosechado anteriormente comenzó a ser hipotecado. Gol en contra fue la construcción de una cárcel VIP en un
terreno militar para albergar a los militares y policías procesados por
graves delitos; condiciones de reclusión privilegiadas para presos
privilegiados. Terrible gol en contra fue que el Presidente y un grupo de
sus ministros hicieran suyo y enviaran al parlamento, un proyecto de
reparación económica pergeñado por una organización fascista y el diputado
colorado Daniel García Pintos. Gol en contra es haber manipulado, más allá
de buenas intenciones, una consigna, un compromiso ético de los familiares
de las victimas de la dictadura y de los sobrevivientes de la misma, el
"Nunca Más". En efecto, ese "Nunca Más Terrorismo de Estado", fue
transformado por Vázquez como "Nunca Más Hermanos contra Hermanos". Para ello transformó una clásica celebración, la del 19 de Junio (natalicio de
Artigas), como instancia de reconciliación entre el los que ayer se
presuntamente se enfrentaron. Grave error! El gobierno quiso dar vuelta la
página de la historia antes de tiempo, y sin que estén dadas las condiciones
Ustedes se imaginan a los familiares de los desaparecidos, a los sobrevivientes de la dictadura, asistiendo a un desfile militar, con toda su
pompa, cuando los militares siguen reivindicando la dictadura? En efecto,
los uniformados retirados o en actividad, no han tenido el gesto mínimo,
elemental de decir la verdad. Siguen ocultando el destino de los detenidos
desaparecidos, los siguen desapareciendo cada día. No han sido capaces de un acto de valentía y honor: reconocer sus atrocidades ante la Justicia. Por el
contrario cuando comparecen ante ella, sufren una vergonzante desmemoria y amnesia, no recuerdan nada. Tampoco hay arrepentimiento. En su discurso del pasado 18 de mayo -Día del Ejército- el propio comandante del arma, reiteró la visión gorila de la historia. Las Fuerzas Armadas no pueden ser culpadas institucionalmente por las atrocidades cometidas, tan solo hubo desbordes de algunos de sus integrantes. Esta brutal mentira, fue dicha en las propias narices del Presidente uruguayo. El comandante violó la constitución pues hizo apreciaciones políticas que le están vedadas; reiteró la visión
fascista de la historia y no tuvo el menor gesto de arrepentimiento. Y, por
supuesto, mintió. Las Fuerzas Armadas, institucionalmente, actuaron como una perfecta y brutal maquinaria de destrucción y persecución. Llegaron a
coordinar sus acciones represivas con los otros militares del continente.
Instrumentaron el Plan Cóndor. Pese a la gravedad de sus afirmaciones, el
comandante solo fue "amonestado" verbalmente días después, solo después que se alzaron voces de protesta por sus dichos. Es claro que no están dadas las condiciones de una reconciliación. Y menos para juntar en un mismo y
simbólico acto a los violadores de los derechos humanos con los que fueron
sus víctimas, o los familiares de los que murieron o desaparecieron a manos
del aparato represivo. En Uruguay no hubo guerra; el Estado y su maquinaria
se volvieron contra la propia sociedad. No habrá reconciliación mientras los
militares digan la verdad, se sometan al imperio de la Justicia y, recién luego, estén en condiciones de pedir perdón a toda la sociedad. Por ello el precipitado acto de declarar al 19 de Junio como día del "Nunca Más", resulta inoportuno, contradictorio y contraproducente. El gobierno del Frente Amplio se hizo otro gol en contra. Este lunes, el presidente Vázquez promete explicar a sus ministros y legisladores, y -tal vez- a toda la ciudadanía, que quiso hacer cuando instauró este día. Hubiera sido mucho más sabio y respetuoso, no dar explicaciones ahora, sino consultar antes de adoptar una decisión que nadie entiende. Era de rigor consultar a las organizaciones de Derechos Humanos que históricamente levantaron el grito del Nunca Más, que nunca se dieron por vencidas en la reivindicación de nuestros propios compañeros. Vázquez promete explicar, y seguramente buscará disciplinar -una vez más- a los principales dirigentes frenteamplistas para que no dejen solo al gobierno, pues esto lo desestabilizaría. Con el mismo argumento, ya obtuvo que casi todos los legisladores (a excepción del ex diputado Guillermo Chifflet y del senador Eduardo Lorier), votaran proyectos de ley violatorios del programa de gobierno del Frente Amplio y de la ética que fue y es razón de existir para la izquierda. Nos preguntamos, tomando una frase del ministro José Mujica, los dirigentes frenteamplistas ¿otra vez que van a comer un sapo? El partido no terminó, a juntar fuerzas para que nuestro gobierno no siga pateando contra nuestro propio arco. Y queda cada vez más claro que en el Uruguay no habrá reconciliación hasta que se haya anulado, drástica y definitivamente, la Ley de Impunidad o Caducidad.

Coordina desde Madrid (España): Juan R. Sotelo de Brun Repique Internacional

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