****  Portada -                REDO ESTEpARiA  Revuelo AntiPastoral                - Indice ****


12 de diciembre del 2001
Julio Anguita afirma que la corrupción devalúa la Constitución

Agencias

El ex coordinador general de Izquierda Unida (IU), Julio Anguita, ha afirmado en Lérida que la Constitución española está devaluada no sólo por Maastricht, sino por todo el inmenso aparato de corrupción y un legislativo que no quiere tomar el protagonismo.

        *** Y esa Inmaculada Constitución, casualmente, permanece blanca en medio del lodazal. Al parecer, percatarse de que es inherente a la corrupción es algo que incluso está al alcance de algunos derechistas “liberales”, en esto más coherentes, pero no de la “vanguardia revolucionaria”.

 Anguita ha realizado estas declaraciones en una rueda de prensa previa a la conferencia titulada Hacia la tercera República, que ha dictado en una biblioteca pública.

 "La libertad es casi ya una entelequia, y esa atmósfera de discurso políticamente correcto oculta que la Constitución por la que apostamos, yo creo que erróneamente, no tiene sentido", ha añadido.

        *** Para algunos eso ya "empezó" en el mismo año 1.977 (si no antes) mientras otros aprovechaban, por ejemplo, los montajes del terrorismo de Estado para barrer a la competencia y montar su particular clientelismo. Desde el presupuesto crecían a una telerrealidad presupuestaria.

 Anguita ha expresado su deseo de que España se convierta en una República, si bien ha reconocido que su consecución no va a ser fácil ya que hay que ganarse a la gente y se les debe explicar este propósito.

        *** Habría, entonces, que dejar de apalear militantes que sacan la bandera republicana y dejar de borbonear diciendo la verdad, denunciando públicamente latrocinios y otras infamias no menores, aun a riesgo de que la "libertad de expresión" te crucifique... o por lo menos dejar de hablar de una desconocida democracia, dejar de dorar con votos y cargos el Sistema que se dice denunciar, relacionar causas y efectos sin marear a las perdices proletarias.

 El ex coordinador general de Izquierda Unida, que ha pronunciado la conferencia en una sala repleta de público, ha indicado que el debate que hay actualmente sobre el federalismo asimétrico, propuesto por el socialista Pasqual Maragall, es por la incapacidad de abordar de una vez cuál es el problema del Estado español.

 Anguita ha tenido duras críticas contra la utilización que se hace de la Constitución, y ha denunciado que la política fiscal progresiva de la que habla su artículo 39 ya no existe, al igual que otras conquistas que aparecen en el Título Primero.

       *** La utilización es la que deja hacer el sistema que alumbró a esa misma Constitución llena de hojarasca hueca como alfalfa a arrojar a la traicionada base para que se solace con la música celestial de derechos sociales sobre el papel, pero sin estipular siquiera una división de poderes en el marco de una ruptura mediática, cultural y judicial con el pasado. Las conquistas se dejan a la voracidad de los artículos invisibles. “¡El poder, estúpido, el poder...!” Regalaron lo único que no tenían los cachorros de Franco. Se contentaron con su arcangélica música para que veamos que ya el Poder ha tomado nota. Perdido cualquier atisbo moral de empuñar el mango de la sartén, se perderá, entonces, la posibilidad de hacer realidad algo de lo prometido mientras flotamos en los cielos de la inopia pastoral a la que sí dan cancha de realidad sus medios de formación. Pero, eso sí, el Partido Sobrenatural permanece con sus indignidades y sus eternos adherentes "críticos" sin nunca ajustar cuentas hasta la raíz a las mentiras consoladoras y victoriosas de la adulación estalinista que engañaba una y otra vez a las bases llevándolas a las derrotas científicas con el “antifascismo” sectario disparando por la espalda, preparando el reparto de Polonia, el maquis triunfal, la Huelga General Política, la Ruptura Democrática y, después, Pactada, “la consolidación de la democracia” cloaca y demás derrotas triunfales llenas de falsía, ignominia e impunidad de la estructura e ideología que las hizo nacer.

 Asimismo, ha declarado que no se puede cumplir la Constitución ya que las fuerzas políticas y económicas que dirigieron la transición lo hicieron con la premisa de que todo cambie para que todo siga igual.

        *** ¡No se cumple la prometida alfalfa que supuestamente comprometieron con los pardillos del antifranquismo! ¡Qué malos son los malos, los lobos que no comen alfalfa y nos la dejan para que cebemos sus comilonas! No parece muydialéctica”, “material” y “científica” tal exculpación pastoral. Y es que, tras curvar el lomo nacional la oligarquía nazionalcatólica, tras su terror megacriminal, su genocidio moral con la culpabilidad incrustada, no se podía dar por buena esa postración, esa programación neuronal sobre la que cimentar la percepción de un tiempo que se pretende nuevo, mientras los electoreros de bajo vuelo rebosan prisas por calentar poltronas y hacerlas de “izquierdas”. Siguen creyendo en la linealidad de la historia; la acumulación sin tacha de las reformas; el “realismo” que aplaza el pago sumándole todos los intereses; los posibilismos que admiten que no se puede tener todo de golpe y hay que ir acumulando, sumando, sin atisbar lo que se resta, recupera y capitaliza; cómo a los dos días de las elecciones eran los neofranquistas los que habían inventado la democracia que nos otorgaron (y el franquismo era el precedente obligado), y tras esa pantalla, con todas las legitimidades que les daba la cotizada carne antifranquista, a reconquistar y devaluar aún más esas libertades que ni pinchan ni cortan al Poder, pues nos siguen hurtando la libertad política que nunca veremos con el sistema constitucional. Su coqueta “libertad” asomaba la patita, pero nunca se mostró “pura, entera y verdadera”. La materialidad de esos poderes fácticos y preceptos constitucionales que se apoyaron desde el principio sólo pueden conllevar este previsible efecto. El eterno Partido Iluminado así lo dictaminó, y sus sectarios hijos, depositarios de la esencia por autobombo científico, seguirán adheridos a las comuniones milenarias, al pertinaz cultivo de la efusión sentimental en la Organización. A esa obediente militancia bien que supieron adiestrarla para que creyese que “fuera del Partido no hay salvación”. Una vez más, la letal tradición leninista tuvo que hacer su efecto, y todos aceptaron el oprobio por un Fin Más Alto, mientras el Partido se “centra” entre los “malos” consentidos, y los “infantilistas” que penden siempre del abismo. Para eso mismo, a esos malos hay que limarles las aristas para que no evidencien la infamia de participar en su campo de juego: hay que creer las mentiras “institucionales”, difuminar los grandes saqueos, planificadas “burbujas” y montajes del terrorismos de Estado. La vanguardia pastoral ya iría cambiando la maldad teleadmitida gracias al voto de los que no se salen del redil del Partido. Sólo falta que éste avance con la entrega de todas las armas.

 El ex líder de IU estuvo ayer en Barcelona, en donde declaró que el presidente del Gobierno, José María Aznar, está dejando la Constitución hecha "unos zorros", ya que, en su opinión, defiende unos puntos pero ignora otros.

        *** Junto a los “puntos” retóricos de derechos inefables, están, en el mismo lote, los desprotegidos “puntos” que definen los poderes constitucionales. Esta mutua justificación es la que labraron los que no se preocuparon de la división del Poder, un electoralismo transparente y veraz, la prevención de la partidocracia, su financiación, clientelismos, nepotismos, la borbónica impunidad saqueadora… O si no era posible, salirse del brasero francoborbónico y denunciarlo aun quedándose a la intemperie. No alimentar más el engaño de esta retórica de “puntos” religados y entrelazados como cebo y anzuelo. Insistir, en este momento, en el horizonte constitucional sólo trata de amansar a las fieras, reconducir al rebaño por la senda constitucional, dar buena imagen en la realidad mediatizada. Cuando parece que ya no les necesitan, como cuando había autonomía de clase a destruir, han de reconstruir las esperanzas del rebaño escaldado. Para eso casan lo antitético y pueden estar en misa y repicando. La culpa no es de ese espúreo constitucionalismo “proletario”, sino de los malos que, ya apoltronados, no cumplen la verborrea que les interesó hacer creer.

 Anguita añadió que la España actual se encuentra en una situación de "restauración alfonsina" en la que existen "dos partidos que son las dos caras de un mismo discurso" y que "conforman la política española". El ex líder de IU añadió que en España la política "se hace en las antesalas, en las camarillas, ante una prensa que permanece silenciosa" y que existe un "oscurantismo en torno a temas como el terrorismo de Estado".

        *** Un pastor sin multimedia, excluido del pastel bicircense, que busca rebaño sin salirse del amañado redil constitucional, parece enterarse ahora, con cinco lustros de retraso, de los efectos de lo que fue la Restauración francoborbónica, las camarillas entre Carrillo, con su obediente partido, y Juan Carlos el Breve (como le decían entonces para consumo de la grey), el Pacto de la Moncloa, la “consolidación de la democracia”... Mientras aseguraban el respeto a la Transición Franco-Cía, iban reventando asambleas, traicionando acuerdos de base, denunciando a los “locos”, burocratizando el movimiento obrero, introduciendo esa “democracia” en la que la gente decide no decidir cosas concretas, sólo delegados que suplantan y usurpan su soberanía, y esperar a que la basura llegue al techo y les salpique para proponer empezar por el principio del contagio: llamando democracia a la tiranía delegocrática de tercera clase; escalando en el presupuesto del Estado neofranquista, en las parcelas municipales y sindicales que les dejaron mientras avalaban “democráticamente” las cloacas estatales y la consustancial colusión del poder financiero y vaticano con el Estado. Ahora, las camarillas y antesalas son malas si no dejan participar vicariamente al "proletariado" por medio de su encarnada Organización. Así funcionan las tradicionales organizaciones jerárquicas: sus traiciones son proporcionales a esa falta de personal dignidad antipastoral que a la militancia se induce con el culto a la Organización y un Futuro por llegar hecho de presentes incoherentes, pero presentados como necesarios para tocar el trapo al que embestir. Es la particular versión leninista de la reaccionaria cultura de la delegación productiva. El grupo poseedor de la Verdad justifica el desprecio práctico al rebaño aún no iluminado por las fuentes "científicas". Al final, se recoge lo que se siembra. Ahora, no queda más que reformar la infamia, echar redes más a ras de suelo para poder engordar y repetir la jugada; revender los desprecios del amo consentido como propulsión pastoral mientras callan en el 23-F, el caso Banesto, el 11-S, el 11-M, el caso Alcásser, los montajes bélicos de la Otan y otros muchos casos-cloaca de la misma catadura, como el clarísimo tema del terrorismo BVE-Gal del que no quisieron enterarse durante décadas, permaneciendo tan silenciosos como la prensa, para al final avalar la farsa regeneracionista de los cómplices aznaristas que súbitamente se “enteraron” en los años 90; o todos los montajes contra la disidencia que facilitan la eliminación de la competencia mientras siguen hablando de democracia y Estado de Derecho, pues es imposible salir de la mendaz Telerrealidad si se ha de apacentar a la grey en ese mismo campo de juego, “el único posible”, si se ha de medrar vanguardiando.

 En este contexto, añadió que "el monarca es un símbolo afectivo que sostiene el estatus, esta restauración alfonsina". Asimismo, agregó que "el poder ejecutivo se olvida del legislativo y éste se limita a tragar", mientras "tenemos un poder judicial intervenido". "Este régimen necesita ser cambiado", sentenció.

        *** Eso no es más que pura Constitución y el estatus quo que la alumbró: un rey impune; un poder judicial sin garantía de depuración y autonomía; una delegocracia que no se acerca siquiera a las de “nuestro entorno”, al ser desde el principio una corrupta y degradada partidocracia particularmente oligarquizada que no es puesta en solfa práctica en ningún artículo constitucional; una financiación y legislación partidista-electoral opaca, falseante y garantizadora de la implantación de unas crecientes redes clientelares que han democratizado aún más la corrupción; una persistencia del totalitario botín nacionalcatólico en fiestas, callejeros, colusión con el Estado y el presupuesto; una identidad histórico-propietaria como renta del crimen; una falta absoluta de libertad de expresión a la hora de enfrentar al Poder, con unos medios audiovisuales formadores de la Realidad en "manos de confianza" para poder clonar las neuronas del paisanaje... Pero, eso sí: "Todo español tiene derecho a una vivienda"… sin que eso obligue a nadie. ¡Qué bonita es la Constitución! Y todo esto sin desprogramar a un país sectarizado en la jaula del nazional-catolicismo, con los medios controlados por él mismo; sin depuración de los cargos estatales; con la impunidad de criminales y torturadores que, para más escarnio, siguen en los mismos puestos o ascienden convertidos milagrosamente en guardianes de una “democracia ejemplar”. Y el cancerbero mayor fue el Partido enterrador de las ilusiones del antifranquismo con la complicidad práctica de estos lobos de piel ovejuna. No podían quedarse sin calentar poltronas en las elecciones que preparaban Suárez-González (la embajada de EE.UU y la alemana con la bendición apostólica). La delegante estructura de los grandes hombres del Partido con toda su cultura adorativa y los mecanismos autoritarios y burocráticos empujaron materialmente al exitoso engaño de las ilusiones militantes. Ahora siéntense los más damnificados por su complicidad con un esquilador que ya apenas les necesita, y han de lanzar lamentos para que vuelvan a confiar los esquilados. A buenas horas muéstranse incómodos con algunos detalles, pero apegados a la Realidad que da la comodidad del despacho donde intervenir en el arreo. Todo el montaje ideológico-organizativo, la infame historia del PCE, se ha de tapar resaltando la abnegación de los incautos estafados. La verbosidad pastoral del principio fermentará las previsibles traiciones a personalizar cuando falta llegar a la raíz. Todo se deja indemne en la práctica como adictos a una mentira “proletaria” que no desentona entre las demás advocaciones de la Santa Mentira.

 Finalmente, Anguita señaló que "en la España del 'porque sí' se buscan demonios, sean los vascos o los catalanes" mientras "la derecha cuenta con un apoyo respetable porque hoy es un pensamiento hegemónico", en el marco de una sociedad "hedonista, que vive de chismes de famosos, de rumores de magazine televisivo". Para el ex líder de IU ha triunfado una España "castiza". "Franco cogió todo lo peor de España y lo elevó a categoría de sistema político", concluyó.

        *** Ha triunfado la España intacta sobre la que pasó de puntillas la gloriosa Santa Transición. Todos sus sectarizados hijos vieron la democracia como la elección de “conseguidores” caudillos en el Parlamento, en los comités de empresa, en los ayuntamientos... mientras el caciquismo nepotista, el enchufismo, amiguismo... ni se hablaba, ni se tocaba. Clamoroso silencio de la izquierda pastoral mientras llenaban los ayuntamientos (incluído el de Córdoba) y los organismos que controlaban con militantes y familiares para "equilibrar" la anterior tradición nepotista, corrupta y corruptora (¡Juntos Podemos!). Una corrupción que desde el primer día ha sido marca de fábrica e identidad del Sistema que trasvistieron. Ahora, sólo resta adoptar la retórica episcopal contra el hedonismo asimilándolo a esa corrupción consumista que tantos vivales de “izquierda” han ejemplificado bajo la cobertura de un silencio de “izquierdas”, que dicen necesario para "no hacer el juego a la derecha", del mismo sistema corrupto. Al final, han garantizado un infecto horizonte sin alternativa real. Por eso, los cándidos que quedan con fuerza para ir a votar, votan más a los corruptos “de siempre”, que a los arribistas. Y si hubo algunos ingenuos que, desde su honradez personal, creyeron que podría reformarse, hace muchísimo tiempo que se salieron. Sólo quedaron los que estiman más el cargo y el figuroneo con brindis al sol que más calienta y echando fuera balones constitucionales.




**** - Al índice

**** - Portada-