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LA GANADERÍA ELEGIDA – 4.

RELIGANCIA


          Tayyip Erdogan, presidente de Turquía: "Gentes, grupos extraños a la cultura y a la historia de su país y de su nación, continúan ocupando posiciones de influencia en distintos ámbitos, en el derecho, en las ciencias y las tecnologías, en los medios de comunicación y en el cine, a pesar de 14 años de poder ininterrumpido [del AKP, Partido Justicia y Desarrollo (Hermanos Musulmanes)]".

          Erdogan denunció en Sarajevo "el trato discriminatorio hacia los musulmanes en Europa del Oeste" y llamó a los musulmanes a "lanzarse a la conquista del poder en sus países".

          "Turquía es Kosovo y Kosovo es Turquía". "Kosovo es mi segunda patria". En 2008, en Alemania, comparó la integración de los musulmanes turcos en Europa como "un crimen contra la humanidad".

          "Las mezquitas son nuestros cuarteles; las cúpulas, nuestros cascos; los minaretes, nuestras bayonetas; los creyentes, nuestros soldados".

          Cada soldado turco que muere en Siria “significa que estas tierras se convierten en nuestro propio país".



          Hajibala Abutalibov, alcalde de Bakú hasta 2019 y vice primer ministro de Azerbaiyán hasta 2019, frente a una delegación alemana en Baviera en 2005: "Nuestro objetivo es la aniquilación completa de los armenios. Ustedes, los nazis, ya eliminaron a los judíos en los años 30 y 40, ¿verdad? Deberían ser capaces de entendernos".

          Ilham Aliyev, presidente azerí: "(Sus) mayores enemigos son los armenios del mundo". "Armenia como país no tiene valor alguno".

          Francesc Homs, conseller de la Presidencia de la Generalitat de Cataluña ha pedido "respeto" por las mezquitas salafistas (50 en Cataluña) porque "considera que no se debe" estigamatitzar ninguna confesión religiosa". "El ministro del Interior no ha sido acertado con las declaraciones que ha hecho estos últimos tiempos" porque "acaba generando una sensación muy extraña". "No ha sido prudente".

          Directorio de Asuntos Religiosos de la República de Turquía (Diyanet) distribuye sus sermones oficiales del viernes a las mezquitas turcas de todo el mundo. Hay 140 mezquitas en Holanda afiliadas a Diyanet: "Nuestros soldados muestran a todo el mundo que lo sacrificamos todo por proteger nuestra fe, nuestra bandera y nuestro país [...]. Todos los hijos de nuestro país que, con el poder de su vida, bebe el dulce néctar del martirio, y nos lanza un grito. [...] Al que muere en el camino a Alá, no lo llaméis muerto, llamadlo vivo".

          Ziya Gökalp: “Las mezquitas son nuestros cuarteles, las cúpulas nuestros cascos, los minaretes nuestras bayonetas y los creyentes nuestros soldados". Poema por cuya recitación estuvo encarcelado Erdogan.

          Mohamed Morsi, de los Hermanos Musulmanes: "El Corán es nuestra constitución, el Profeta nuestro líder, la Yijad nuestro destino, y la muerte en nombre de Dios nuestro objetivo".

          Ayatolá Jomeini en 1.982 rechazó la propuesta de paz de Sadam Husein, afirmando que “la guerra es una bendición divina".

          Nazanin Armanian, escritora: "Los seis siguientes años se dedicó (Jomeini) a imponer su teocracia totalitaria (una especie de nacional-islamismo), ejecutando a decenas de miles de presos políticos -desde los comunistas hasta los musulmanes moderados-, encubriéndolo con el escándalo de la fatua contra Salman Rushdie cuyo libro ni había leído. Sólo cuando se quedó sin armas y sin jóvenes que enviar a inmolarse, dijo que “tomaría el veneno”, como calificó la firma de fin de la guerra. Murieron medio millón de iraníes y millones se quedaron mutilados. Aquella guerra fue parte de la doctrina de Henry Kissinger de “Doble Contención” «dualcontainment» en la que EEUU vendía armas a Irak y también a Irán ¡a través de Israel¡"

          Gran ayatolá Yazdi: "Hay que preservar la pureza y la virginidad de la mujer que es el símbolo del honor de la República Islámica". "Porque la mujer iraní está siendo abusada y violada por el satán occidental" "su finalidad es quitarles el hijab, desnudarlas y prostituirlas". "A nuestras madres, a nuestras hermanas e hijas se les ha inoculado el virus del hedonismo, el narcisismo y la vanidad".

          Consejo de Guardianes de la Revolución: "La mente de la mujer iraní es propiedad de la revolución islámica".

          Ahmet Hamdi Çamdi, diputado turco del partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) y la Hermandad Musulmana: "Es inútil enseñar matemáticas a estudiantes que no saben lo que es la yijab".

          Erdogan: "He hablado de crear un juventud devota y apoyo esta idea". "La mujer no es igual al hombre" eso "iría contra las leyes de la naturaleza".

          Bechir Ben Hassen, clérigo tunecino, sobre la epidemia de virus corona: "Dios tiene soldados, incluidos ángeles, virus y plagas; y ha enviado a este virus para que los uigures triunfen sobre los chinos".

          Nick Cannon, presentador estadounidense: Los blancos son "un poco inferiores" y "más cercanos a los animales", mientras que los negros son lo que los judíos "quieren ser". "Cuando hay una persona que tiene falta de pigmento, falta de melanina, saben que serán aniquilados, por lo tanto, como sea que tengan el poder, tienen falta de compasión", "Las personas que no tienen [melanina] son –voy a decir esto con cuidado– un poco inferiores". "Los judíos y los blancos" "actúan por miedo, actúan por baja autoestima, actúan por deficiencia". "Así que, por lo tanto, la única forma en que pueden actuar es haciendo el mal. Tienen que robar, violar, matar para poder sobrevivir. Entonces, estas personas que no tenían lo que nosotros tenemos, y cuando digo nosotros, hablo de los melenudos, tenían que ser salvajes". Las personas semitas "no tienen absolutamente nada que ver con ningún blanco". "Los semitas son personas negras". "No se trata de un discurso de odio, no es posible ser antisemita cuando somos los semitas. Cuando somos las mismas personas que ellos quieren ser. Ese es nuestro derecho de nacimiento. Somos los verdaderos hebreos". Cannon expresó también su admiración por Louis Farrakhan, líder de la organización Nación del Islam.

          Mahathir ben Mohamad, exprimer ministro de Malasia, tras la decapitación de un profesor francés que había mostrado a sus alumnos caricaturas del profeta Mahoma: Los musulmanes "tienen derecho a estar enojados y a matar a millones de franceses". "Dado que usted ha culpado a todos los musulmanes y a la religión musulmana por lo que hizo una persona enojada, los musulmanes tienen derecho a castigar a los franceses". "El boicot no puede compensar los males cometidos por los franceses durante todos estos años".



          Imad Iddine Habib, ateo militante marroquí: "La religión es una forma de vigilancia". "No es acerca de Dios; es sobre el poder ejercido por aquellos que actúan en su nombre".

          Farid al-Din Attar: "Quien con firmeza en el amor se asienta / atrás dejará el Islam y cualquier certeza".

          Casto Prieto Carrasco, fusilado como alcalde de Salamanca tras el golpe nazicatólico: "Puesto que se ha invocado el respeto a los sentimientos religiosos, también había que tener en cuenta y hacer patente el respeto que se debe guardar para los que no lo son, respetables como los demás ante el misterio de la muerte".

          Emir Kusturica, artista, cineasta y músico: "En los Balcanes siempre tuvimos el mismo problema: las naciones se conforman en base a la religión, y no en base a algo más importante, el idioma".

          Ivo Andric, escritor: "Los serbios miran hacia Moscú, los musulmanes hacia La Meca y los croatas hacia el Vaticano".



          Arundhati Roy, escritora: "La RSS (la protofascista Rashtriya Suayamsevak Sangh, Asociación Patriótica Nacional, la madre del BJP, consagrada a declarar formalmente a India como nación hindú) cuenta con unos 600.000 cuadros disciplinados y muy formados que puede desplegar. Los demás no tienen casi ninguno. Esta vez el BJP tenía 20 veces más dinero que todos los demás juntos. La próxima vez tendrá probablemente 50 veces más dinero. Y no cabe duda de que las elecciones en India tienen que ver cada vez más con el dinero, con el espectáculo, con el control de los grandes medios de comunicación y de las redes sociales. Todas las instituciones de este país se han doblegado a su voluntad, incluida la Junta Electoral y, quién sabe, tal vez las máquinas de votación electrónica. Ese dinero les permitió comprar decenas de miles de expertos informáticos, analistas de datos, activistas de las redes sociales que manejaban miles de grupos de Whatsapp con propaganda cuidadosamente seleccionada, personalizada y adaptada a cada sector, región, casta y clase, a cada mesa electoral de cada circunscripción. Esta clase de dinero puede vender todo lo que decida vender, en este caso un producto tan tóxico que generó una epidemia. La campaña no abordó ni una cuestión importante, como el cambio climático, la crisis económica en cierne, la salud o la educación. Nada salvo estupidez medieval tóxica a escala colosal. (...) Los partidos políticos existentes no lo tendrán fácil, en este modelo mayoritario de democracia electoral, para hacer frente a esta formidable máquina cargada de dinero y de odio. (...) Nos hemos visto reducidas a una situación en que incluso quienes se oponen al nacionalismo hindú proponen de manera poco convincente diversas variantes de un hinduismo mejor y un nacionalismo mejor. Nuestros cerebros están siendo envueltos con film retráctil en la bandera nacional. El ataque, no contra los intelectuales, sino contra toda forma de inteligencia, va a ser feroz. Mientras que los políticos, los directivos empresariales y sus socios en los medios de comunicación son millonarios y milmillonarios –ricos más allá de lo imaginable–, los estudiantes, profesores, escritores, periodistas independientes están siendo acusados de antinacionales elitistas. (...) Ram Madhav, el secretario general del BJP dijo: El líder es la verdad. Los “restos” de los “cárteles seudolaicos/liberales que mantenían una influencia y un dominio desproporcionados sobre el estatuído intelectual y político del país” tenían que ser “desechados” del “paisaje cultural e intelectual” del país. (...) La parte más graciosa de la doctrina de los nacionalistas hindúes de “una lengua, una religión, una nación” –que aquí se resume en “hindi, hindú, hindustán”– es que esas tres palabras son en realidad palabras persas. Pero más en serio, en una región en que se hablan 780 lenguas, de las que 20 están reconocidas en la constitución india, ¿puedes imaginar la violencia de esa doctrina? Después tienes a la élite que habla inglés, cuyos componentes se acusan regularmente entre sí (en inglés) de ser una élite anglófona, y también la élite de casta superior que no habla inglés, pero que envía a sus hijos a escuelas que enseñan en inglés".



          Sputnik, 5 de mayo de 2.019: "Si la nueva interpretación de la estela de Mesha es correcta, esto significaría que Balak realmente existió. Sin embargo, también mostraría que el episodio bíblico en el que aparece es de naturaleza anacrónica y mitológica. Sería otra confirmación de que el texto sagrado se escribió siglos después de los supuestos eventos que narra y de que sus autores tienen una inclinación por tomar figuras históricas conocidas y luego proyectarlas en un momento diferente y convertirlas en historias y parábolas para su propia teoría".

          El "reciclaje" de la "época": "La cabeza habría pertenecido a una gran escultura de este dios romano Baco (Dioniso en la mitología griega) que se remonta al siglo I y II a.C. Los expertos excavaban una muralla medieval cuando visualizaron las partes de mármol blanco. Aparentemente, la cabeza fue utilizada como material de construcción reciclado, como solía suceder en aquella época".



          Aristóteles, filósofo, invita a Alejandro Magno a que se portara "con los griegos como guía y con los bárbaros como amo, y que tratara a los griegos como a amigos y parientes, mientras que con los bárbaros podía utilizarlos como animales o plantas".

          Posidonio, político, astrónomo, geógrafo, historiador y filósofo estoico: Hay pueblos destinados a la esclavitud "por la debilidad de su inteligencia".

          Carlos García Gual, profesor y helenista: "El Cristianismo agregará luego un matiz; también los paganos y los infieles serán vistos como esencialmente bárbaros, al no pertenecer a la religión que se pretende verdadera y única". "Desatino le parece (a Herodoto) que Cambises en Egipto profanara templos y sepulturas, y que Jerjes destruyera los santuarios y altares griegos".

          Paul Engler, escritor: "Los primeros cristianos decían que la semilla de la iglesia era la sangre de los mártires. Morir como un mártir es inherente a los movimientos ganadores".

          Sorano: “Los hombres que se mantienen castos son más fuertes y mejores que los demás y tienen mejor salud durante su vida".

          Heraclio, emperador bizantino, en una arenga a sus soldados en Persia en el año 624: "Inspirémonos en la fe (...) El peligro no carece de recompensa: al contrario, lleva a la vida eterna. Resistamos con valentía, y el Señor nuestro Dios nos ayudará y derrotará a nuestros enemigos".

          José Álvarez Junco y Gregorio de la Fuente Monge, en Relato nacional: "Los godos siempre entran, vienen o llegan, mientras que los musulmanes invaden u ocupan".

          Crónica Albeldense, finalizada en el año 881: ‘Con ellos (los musulmanes) los cristianos día y noche afrontan la batalla y cotidianamente luchan, hasta que la predestinación divina ordene que sean cruelmente expulsados de aquí.’

          Raúl Glaber, monje hacia el año 1044, tras mandar los turcos destruir la iglesia del Santo Sepulcro en 1.009 y ser culpados por ello los judíos: "Así, objeto de un odio universal, fueron expulsados de las ciudades, algunos fueron pasados por la espada, otros ahogados en los ríos o exterminados de distintos modos, y otros llegaron también a darse muerte entre sí. Tras la consumación sobre ellos de esta justa venganza, apenas quedaron algunos en el mundo romano".

          Fulquerio de Chartres, capellán, guerrero de la Cruzada y cronista de la misma: "¡Háganse ahora milites Christi quienes hasta entonces eran sólo bandidos! ¡Que combatan con razón contra los bárbaros, quienes antaño se batían contra sus hermanos y parientes! Van a ganar recompensas eternas quienes se hacían mercenarios por una miserable paga. Trabajarán por un doble honor quienes se agotaban en detrimento de su cuerpo y de su alma. Aquí, estaban tristes y eran pobres; allí, serán ricos y estarán alegres; aquí, eran los enemigos del Señor, allí, serán sus amigos y servidores".

          Guiberto de Nogent, monje cronista: "Pero como toda intención piadosa ha desaparecido de las almas de todos [los caballeros] y el deseo de poseer se ha apoderado de su corazón, Dios, en nuestros tiempos, ha instituido guerras santas para que la orden de los caballeros y el pueblo que le sigue, ocupados hasta hoy en matarse mutuamente, a imitación del paganismo antiguo, puedan encontrar en ellas un nuevo medio de adquirir su salvación sin verse por tanto obligados, como era de rigor hasta entonces, a abandonar el siglo eligiendo la conversión monástica o alguna profesión religiosa; y que puedan así, en cierta medida, obtener la gracia de Dios con el propio ejercicio de su función, conservando sus costumbres y su modo de vivir".

          Solomon Bar Simson: “En Mehr, intentan «convertir» a un hombre que finge primero aceptar y solicita un plazo, que aprovecha para inmolar a su mujer y sus tres hijos antes de suicidarse. Pero no consigue matarse y los cristianos lo encuentran yaciendo en el suelo. Le conminan a aceptar el bautismo y le amenaza, para convencerle, con enterrarle vivo en la fosa que ya contiene a su familia. Se niega y se arroja a la tumba con los suyos. Le entierran. Pero los gemidos del moribundo hacen pensar a los cruzados que quiere abjurar. Le sacan de allí y le ofrecen de nuevo el bautismo. Vuelve a negarse y le entierran definitivamente con los suyos".

          Alberto de Aquisgrán, refiere la arenga a los cruzados de Ademar de Puy: "Oh, pueblo dedicado a Dios, lo habéis abandonado todo por amor a Dios: riquezas, campos, viñas y castillos; ahora, la vida eterna está a vuestro alcance, pues el que caiga en este combate será coronado con el martirio. Marchad pues sin temor contra esos enemigos del Dios vivo, recibid hoy la victoria que Dios os da".

          Raimundo de Aguilers, cronista de la toma de Jerusalén y el exterminio de su población: "¿Qué sucedió en aquel lugar? Diremos únicamente que en el Templo y bajo el pórtico de Salomón se cabalgaba con la sangre hasta las rodillas, hasta el bocado de los caballos. Por un justo juicio se derramó en aquel lugar la sangre de quienes, durante tanto tiempo, habían proferido allí, contra Dios, sus blasfemias".

          Radulf de Caen, cronista del año 1.098: “Nuestras tropas hirvieron en ollas a los adultos paganos; empalaron a los niños en espetones y los devoraron a la parrilla”.

          Raimundo de Aguilers, sobre la matanza del Monte del Templo tras la caída de Jerusalén en 1.099: "En el Templo y Porche de Salomón, los hombres cabalgaban con la sangre hasta las rodillas y las bridas de los caballos. Fue, de hecho, un justo y espléndido Juicio de Dios que este lugar se llenase con la sangre de los infieles, después de haber sufrido tanto por sus blasfemias".

          Inocencio IV, papa, en 1.245: "Quien toma la cruz en ayuda de los fieles contra la barbarie de Prusia recibirá las mismas indulgencias y el mismo privilegio que los que van a Jerusalén".

          Paganos bálticos al rendirse a los cruzados: "Reconocemos que vuestro Dios es más grande que nuestros dioses".

          «Nos trajeron loros y bolas de algodón, – escribió Colón en su diario – langas y muchas otras cosas más que cambiaron por cuentas cascabeles de halcón. No tuvieron ningún inconveniente en darnos todo lo que poseían… Eran de fuerte constitución, con cuerpos bien hechos» hermosos rasgos… Al enseñarles una espada, la cogieron por la hoja y se cortaron al no saber lo que era. Con cincuenta hombres los subyugaríamos a todos, con ellos haríamos lo que quisiéramos». Los indígenas, según el informe de Colón: «son tan ingenuos, generosos con sus posesiones que nadie que no les hubiera visto se lo creería». Concluyó su informe con una petición de ayuda a Sus Majestades, y ofreció que, a cambio, en su siguiente viaje, les traería «cuanto oro necesitasen… y cuantos esclavos pidiesen«. Se prodigó en expresiones de tipo religioso: «Es así que el Dios eterno, Nuestro Señor, da victoria a los que siguen Su camino frente a lo que aparenta ser imposible».

          Tomás Ortiz, fraile, alegato de 1.512 para la sujeción de los indígenes americanos una vez las Leyes de Burgos estatuyeron su naturaleza humana: "Éstas son las propiedades de los indios por donde no merecen libertades: comen carne humana en la Tierra Firme; son sodométicos más que generación alguna; ninguna justicia hay entre ellos; andan desnudos; no tienen amor ni vergüenza; son estólidos alocados. No guardan verdad si no es su provecho; son inconstantes; no saben qué cosa sea consejo; son ingratísimos y amigos de novedades. Se precian de embeodarse (...) y con tomar humos que también de otras hierbas que emborrachan. Son bestiales y précianse de ser abominables en vicios; ninguna obediencia ni cortesía tienen mozos a viejos ni hijos a padres. No son capaces de doctrina ni castigo; son traidores, crueles y vengativos, que nunca perdonan; inimicísimos de religión. Son haraganes, ladrones; son muy juicios muy terrestres y bajos; no guardan fe ni orden- No guardan lealtad maridos a mujeres, ni mujeres a maridos. Son hechiceros y agoreros y cobardes como liebres. Son sucios. (...) No tienen arte ni maña de hombres". "En fin, digo que nunca crió Dios tan cocida gente en vicios y bestialidades, sin mixtura alguna de bondad o policía".

          Jerónimo de Agüero, regidor de la villa de Santiago: "Ninguno de ellos tiene capacidad para que enteramente pueda vivir en entera libertad porque (...) carecen de saber contratar ni vender cosa ninguna de las que tienen".

          Marcos de Aguilar: "Son inclinados a lavarse muchas veces, de noche y día, que es una de las cosas que les acorta la vida, porque saliendo de los areitos y de jugar al batey, sudando se lanzan al agua".

          Gonzalo Fernández de Oviedo, cronista de la "Historia general y natural de las Indias": "Esta gente de su natural es ociosa e viciosa e de poco trabajo, e melancólicos e cobardes, viles y mal inclinados, mentirosos e de poca memoria e de ninguna constancia. Muchos de ellos, por su pasatiempo, se mataron con ponzoña por no trabajar, y otros se ahorcaron por sus propias manos". "Y porque mejor se entienda que esta culpa e castigo está principalmente fundado en los delitos e abominables costumbres e ritos de esta gente, se dirán alguna parte de ellos y de sus culpas en aqueste libro quinto. Por lo cual fácilmente se puede colegir la rectitud de Dios, e cuán misericordioso ha sido con esta generación, esperando tantos siglos a que se enmendasen. (...) Pero, en fin, estos indios, por la mayor parte de ellos, es nación muy desviada de querer entender la fe católica; y es machacar en hierro frío que han de ser cristianos. (...) Pues no tienen las cabezas como otras gentes, sino de tan recios e gruesos cascos, que el principal aviso que los cristianos tienen cuando ellos pelean e vienen a las manos, es no darles cuchilladas en la cabeza, porque se rompen las espadas. Y así como tienen el casco grueso, así tienen el entendimiento bestial y mal inclinado". "No se ha hallado en este generación cosa entre ellos más antiguamente pintada ni esculpida o de relieve entallada, ni tan principalmente acatada y reverenciada, como la figura abominable y descomulgada del demonio, en muchas y diversas maneras pintado o esculpido, o de bulto, con muchas cabezas y colas, y disformes y espantables, y caninas y feroces dentaduras, con grandes colmillos, y desmesuradas orejas, con encendidos ojos de dragón y feroz serpiente, y de diferenciadas suertes, y tales, que la misma espantable pone mucho temor y admiración. Y esles tan sociable y común, que no solamente en una parte de la casa le tienen figurado"... "Usaban los indios de esta isla, entre otros vicios, uno muy malo, que es tomar unas ahumadas, que ellos dicen tabaco". "Ya se desterró Satanás de esta isla; ya cesó todo con cesar y acabarse la vida a los más de los indios, y porque los que quedan de ellos son ya muy pocos y en servicio de los cristianos o en su amistad".

          José Juan Arrom, profesor universitario: "En su debate Las Casas y Sepúlveda apoyaban sus razonamientos en las mismas ideas postuladas por Aristóteles en cuanto a siervos a natura. Diferían únicamente en la aplicación al hombre americano".

          Aristóteles, filósofo: "Que unos manden y otros obedezcan es algo no sólo inevitable, sino conveniente, y ya desde el momento de nacer unos son marcados para sujeción y otros para el mando. (...) El ser vivo, primero que todo, consta de alma y cuerpo: de los cuales uno por naturaleza es el que gobierna y el otro es gobernado, (...) Es posible ver, pues, que el gobierno del alma sobre el cuerpo, como el de la inteligencia y del elemento racional sobre el afectivo, es natural y conveniente; mas la igualdad o la relación inversa es siempre a todos perjudicial. (...) Donde, pues, existe tal diferencia como la del alma y el cuerpo, el hombre y la fiera (tal es el caso de aquellos cuyo oficio es el servicio corporal, y es el mejor que pueden desempeñar), éstos son por naturaleza esclavos, y nada mejor hay para ellos, según lo dicho, que vivir bajo la autoridad del amo. (...) Es claro, pues, que unos hombres son libres por naturaleza, y esclavos otros, y que por esa razón la esclavitud es conveniente y justa para éstos".

          Bartolomé de Las Casas, fraile: "Las condiciones o cualidades que ha de tener el hombre para ser siervo a natura son, según el Filósofo, principalmente que carezca de juicios de razón (...) ha de diferir tanto del común modo de razón que los hombres discretos y prudentes tienen, como difiere el cuerpo del alma y la bestia del hombre. (...) Que los indios no sean siervos a natura pruébase claramente mostrando todo al contrario. Manifiesto es que estas gentes, en todas estas Indias, las hallamos en pueblos y grandes pueblos poblados, que es señal y argumento grande de razón; hallámoslas con señores poderosos que las regían y gobernaban; hallámoslas pacíficas y en sus repúblicas ordenadas"...

          Juan Ginés Sepúlveda, fraile: "Con perfecto derecho los españoles imperan sobre estos bárbaros del Nuevo Mundo e islas adyacentes, los cuales en prudencia, ingenio, virtud y humanidad son tan inferiores a los españoles como los niños a los adultos y las mujeres a los varones, habiendo entre ellos tanta diferencia como la que va de gentes fieras y crueles a gentes clementísimas, de los pródigos e intemperantes a los continentes y templados, y estoy por decir que de monos a hombres".

          Anales de Tlatelolco: "Delante del Capitán se ofreció un sacrificio. Entonces, se enfureció. Cuando se ofreció al Capitán la sangre en un calabazo-del-aguila, entonces, por esto mató al que le ofrecía la sangre, le golpeó con la espada".

          Georges Baudot, profesor universitario: "El Otro no es realmente el Otro, sino la sombra perfectible, manipulable, transformable del Yo, y los valores propios del Otro sólo cuentan cuando son asimilables a los nuestros o reconocibles dentro de nuestras pautas. Si no, son monstruosidades, y el "asombro" es repulsa y rechazo como ante los sacrificios humanos. Y como la empresa colonial necesita razones que la justifiquen, cuando las "monstruosidades" directamente percibidas como tales no bastan, se inventan otras como la sodomía generalizada para que más indispensable parezca el escarmiento y la sujeción". "Aquellos habían de recibir la misión de negar rotundamente su alteridad a los amerindios y de procurar como más devoción su asimilación a la humanidad cristiana de los europeos; aquellos que habían de transformar las creencias del Otro, aniquilarlas, para reemplazarlas por la doctrina católica de la metrópoli colonizadora: los evangelizadores".

          Diálogo en 1.524 de los doce primeros franciscano que llegarón a México: "Los que os conquistaron, los que os hicieron miserables, los que os procuraron ardientes aflicciones, con esto fuisteis castigados, para que terminarais las no pocas ofensas a su corazón, aquello que habéis vivido haciendo".

          Fray Toribio de Benavente Motolinía: "No se desvelan en adquirir ni guardar riquezas, ni se matan por alcanzar estados ni dignidades. (...) Son pacientes, sufridos sobre manera, mansos como ovejas. Nunca me acuerdo de haberlos visto guardar injuria; humildes, a todos obedientes, ya de necesidad, ya de voluntad, no saben sino servir y trabajar".

          Fray Gerónimo de Mendieta: "Haciéndonos padres desta mísera nación y encomendándonoslos como a hijos y niños chiquitos para que como a tales (que los son) los críemos y doctrinemos y amparemos y corrijamos, y los conservemos y aprovechemos en la fe y policía cristiana". "Estos naturales son puramente niños, naturalmente subjetos y tímidos, y así con tener padre y maestro verdadero cristiano y prudente, que los amase como a hijos y como a tales los corrigiese, y como maestro los enseñase y instruyese en la fe cristiana y policía humana, no sería más una provincia entera debajo de la mano de un religioso, que una escuela de mochachos debajo de la mano de su maestro; porque puestos en subjeción y obediencia, no hay gente ni nación en el mundo más dócil que ésta para cuanto les quisieren enseñar y mandar; y por el contrario no hay fieras en las selvas más indómitas que ellos, puestos en su querer y libertad".

          David Sweet, profesor universitario: "El rey asignó a los jesuitas la administración de los pueblos de misión de Pará como una alternativa a la esclavitud, así como para aportar trabajadores asalariados indios a los colonos según sus necesidades, a la par que supervisaban y aplicaban las normas jurídicas a un comercio de esclavos patrocinado oficialmente por el gobierno. (...) La principal tarea de los misioneros en ambas provincias fue "domesticar" a los indios amazónicos "reduciéndolos" de su estado natural de libertad a la situación de dóciles trabajadores cristianos y vasallos. (...) Indios nacidos libres se vieron obligados muy a menudo, por sus sufrimientos, a restablecerse en misiones jesuitas en busca de algún respiro del holocausto de la guerra, de las epidemias y de la esclavitud. Pero encontraron allí una dura vida y generalmente se resistieron al programa de domesticación al menos por medios pasivos, tanto como pudieron. Sus hijos, criados en el entorno de la misión, podrían resultar algo más maleables. Aún así, la frustración para los misioneros estaba inserta en tal sistema. Y la exasperación con sus intratables "rebaños" iba a ser tema central en los escritos jesuitas". "La mayoría se preocupa de modo primordial por la penalidades y los logros de los misioneros jesuitas mismos; ninguno intenta redactar una historia o hacer una descripción etnográfica de un pueblo indio. Por supuesto, pocos sugieren que sus autores tuviesen costumbre de observar a los indios con detalle. Los nativos amazónicos sirven más de telón de fondo que de sujeto en los relatos que estos escritores elaboran".. "¡La misión misma era inconcebible (e indefendible para el erario real del que dependían para subsidios), si se consideraba que sus sujeros eran incapaces de lograr la salvación! Por ello, los escritores jesuitas afirmaron de modo general la humanidad de los indios, en principio, pero lo hicieron tan a menudo en los pasajes mismos que expresaban con ello su incertidumbre al respecto". "La principal aportación de Vieira a la historia de Amazonia fue idear el sistema de 'tropa de resgate', mediante el cual decenas de miles de indios fueron esclavizados bajo estrecha supervisión jesuita". "Los indios de Amazonia en modo alguno aparecen en estas fuentes como estúpidos, excepto cuando martirizan sus cerebros (o no lo logran) con los misterios de la doctrina cristiana". "La respuesta debe buscarse en la noción europea de pensamiento como actividad de caballeros. Los estudiantes aztecas tenían origen noble; pero en Europa misma, así como en América, ni las mujeres ni los pobres obreros eran considerados racionales por los hombres bien nacidos". "Los jesuitas, imbuidos como estaban de los ideales de la civilización como virtud y del orden social como jerarquía disciplinada, tuvieron dificultad para tomar en serio tales sociedades". "Esta carencia de policía hacía difícil lograr gente para trabajar bajo la supervisión misionera, o asistir regularmente a misa, incluso mediante azote". "Su cristiandad es triunfalista. Se sienten cómodos en el ejercicio de su tarea clase en el sometimiento de pueblos como los misioneros carolingios enviados al norte y este de Europa".

          Jesuita escandalizado: «Se pasan el día haciendo el amor. No tienen ni Dios, ni verdadero ni falso.»

          San Agustín, en La Ciudad de Dios: “La mujer pública es en la sociedad lo que la sentina es al barco y la cloaca al palacio. Cierra la cloaca y todo el palacio será infectado".

          Concejo Nativo de Huejotzingo, en carta dirigda a Felipe II en 1.560: "Abrazamos a los padres para abandonar la maligna creencia en muchos dioses, y en el acto la abandonamos voluntariamente; de buena gana destruimos, demolimos y quemamos los templos. Y cuando nos dieron el santo evangelio (...) con muy buena voluntad y deseo lo recibimos y compredimos (...) nadie nos forzó (...) nadie fue nunca torturado o quemado por esto, como con harta frecuencia ocurrió aquí en Nueva España. Las gentes de muchas ciudades fueron forzadas y torturadas, fueron colgadas y quemadas porque no querían abandonar la idolatría, y recibieron el evangelio y la fe con mala voluntad. Sobre todo esos tlaxcaltecas echaron y repudiaron a los padres, y no querían recibir la fe, pues muchos de sus principales nobles fueron quemados y algunos colgados, por combatir la defensa y el servicio de nuestro Señor Dios".

          Rolena Adorno, profesora universitaria: "Sin las grandes borracheras, los bailes rituales eran una cosa muy buena y muy cristiana. Además, insistió Guaman Poma, serían el mismo medio por el cual los andinos podían abandonar sus prácticas idolátricas. Recomendó que los padres doctrinantes debieran permitir e incluso apoyar el uso continuado de estas ceremonias bailadas y que la gente debiera ser castigada si no las hicieran. Guama Poma justificó su posición citando las Sagradas Escrituras". "Guama Poma revela que el indio ladino era tal vez la persona más odiada del equipo de inspección, menospreciado tanto por la comunidad nativa como por su padre doctrinante. El desprecio con el que el sacerdote y los miembros de la comunidad andina consideraban al indio ladino no tenía que ver con la lucha entre las creencias andina y cristianas, sino el conflicto sobre quienes tendrían acceso a la hacienda de las comunidades, el sacerdote local o el equipo de inspección". "Los sermones hablan claramente: los andinos debían sufrir el maltrato causado por la autoridades coloniales -sacerdotes o corregidores que fueran malos o negligentes- porque Dios castigará a los ofensores. Los indígenas no deben denunciar a sus amos coloniales ni dar testimonio falso contra ellos; los sermones explicitan los castigos que se les inflinge por hacerlo". "Pedro Quiroga había contemplado otro tipo de silencio por parte de los andinos; no significaba la sumisión, sino lo contrario: 'Calláis como ofendidos y enojados, porque os contradecimos vuestra idolatría; calláis como quien se quiere vengar y como quien no quiere tomar ni dar razón de lo que le dicen.' Silencio nativo... telón de fondo de silencio vengativos"...



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          Teólogo calvinista del siglo XVIII: «Si Dios se sentase con canallas, hasta Él tendría que recurrir a la mentira.»

          Un jefe Osage a su agente: "Podéis hacer todo lo que decidais hacer. Vosotros los blancos poseéis el poder de someter a cualquier animal para vuestro uso. Estáis rodeados de esclavos. Todo lo que tiene que ver con vosotros está encadenado, y vosotros mismo sois esclavos. Temo que si intercambiase yo mis actividades por las vuestras también yo me convertiría en esclavo. (...) En cuanto a mi, nací libre, crecí libre, y deseo morir libre".

          Vine Deloria, profesor universitario: "Fue tarea de los primero misioneros inculcar en los indios una profunda fe y confianza en el gobierno, y cuando esta actitud se ve dentro del contexto indio, ello significaba que los indios juzgarían casi siempre a los hombres blancos que encontrasen como si tuviesen los mismos valores sociales, de ética y respeto por la verdad, que caracterizaban a las sociedades tribales. Su confianza, entonces y ahora, ha sido decepcionada y traicionada de modo terrible y continuo". "Los indios nunca se esforzaron en inducir a los hombres blancos a adoptar las costumbres y prácticas indias, pues la mayoría de las tribus creían que las ceremonias y creencias de cada pueblo les habían sido dadas específicamente a ellos, para ellos y no podían universalizarse".

          Americo Vespucio: "Estos no tienen rey ni señor, ni obediencia a nadie y viven en entera libertad".

          Bibar, dice del capitán Pedro de Valdivia: "Trabajaba de todo su corazón con servir a Dios y su rey en traer los indómitos, bárbaros indios en el conocimiento de nuestra Santa Fe Católica y a la obediencia y vasallaje de la corona real de nuestra madre España, y es acrecentar nuestra santa religión cristiana y los patrimonios y rentas reales". "Les quería decir como su magestad le había enviado a poblar aquella tierra y a atraerlos a ellos y a su gente al conocimiento de la verdad... darles a entender como habían de servir a Dios... y devoción a su magestad como lo habían hecho y hacían todos los indios del Perú". Si lo hacían "los tendría por amigos y por hermanos". Si se negaban "los mataría y robarían la tierra". "El venía a esta tierra por mandato del Gran Apo de Castilla a decirles que sirviesen a los cristianos y que tuviesen por señor a un solo Dios criador de todas las cosas, y que su morada y reino era en los altos cielos, que allí vivía y de allá gobernaba toda la redondez de la tierra en que era rey de todos los cristianos e indios. (...) Que les perseguirían y apocarían y les tomarían cuanto tenían y no serían señores de ninguna cosa".

          Hernando de Santillán, licenciado que viaja a Chile en 1.557: "Porque los capitanes que van a nuevos descubrimientos o pacificaciones de naturales hacen cada día tantos excesos y crueldades en ellos y no quieren guardar las instrucciones que por mandato de S.M. se les dan, antes las tienen por disparates, es por no haber sido ninguno de ellos castigado conforme a sus excesos y ejemplarmente; y aún se entienden y se entiende que aquellas crueldades y estragos se juzgan y atribuyen a servicios señalados a S.M., y los indios están desto tan escandalizados". "Matando mucha suma dellos debajo de paz e sin darles a entender lo que S.M. manda se les aperciba, aperreando muchos, y otros escaldándalos, cortando pies y manos e narices y tetas, robándoles sus haciendas, estrupándoles sus mujeres e hijas, poniéndoles en cadenas con cargas, quemándoles todos los pueblos y casas, talándoles las sementeras, de que les sobrevino grande enfermedad, y murío grande gente del frío y mal pasar y de comer yerba y raíces, y los que quedaron, de pura necesidad tomaron por costumbre de comerse unos a otros de hambre,"

          José Bengoa, profesor universitario: "Sin el Rey que aprobara la empresa, toda la conquista de América habría sido un mero acto de barbarismo, una cruel masacre, un robo despiaddado, un asesinar en vano, un acto inicuo. Habría destrozado moralmente a los propios conquistadores. La búsqueda y honores adquiría sentido en la conciencia de ser parte de una empresa real, y por tanto religiosa; daba contenido y sentido al conjunto". "La muerte en guerra siempre fue la única muerte social y religiosamente clara. (...) Los cronistas señalan continuamente que 'los indios no temían a la muerte", que creían que sus almas se transformaban si morían; a los españoles les daba gran espanto este desprecio a la muerte, lo que consideraban como parte de su salvajismo". (El animismo que convertía a los muertos en parte de la naturaleza lo denominaron diablo). "Se enfrenta religión con religión, vida libre de los lobches con vasallaje, territorio patrimonial con territorios de caza y recolección. La conquista española (**cristiana) no reconocía , ni en la práctica ni en el ideario, la existencia del pueblo conquistado. No resuelve -como en otras latitudes- el problema, instaurando una relación de "pueblo tributario" con algún grado de autonomía, mantención de sus usos y costumbres, autoridades y rituales. Los "licenciados" podían sostener una versión más suave de los castigos, y la brutalidad conquistadora. Pero tanto los unos como los otros participaban del ideario central. Éste era necesariamente absoluto. Se fundaba en una concepción teológica transformada en política de Estado y en ética de conquista".

          Informe de la misión de Santa Bárbara: "Nosotros usamos de aquella autoridad que Dios concede a los padres para la buena educación de los hijos".

          Padre misionero: "No dudamos que los Gentiles tienen más libertad que los Cristianos, pues todavía no se han sujetado al yugo del evangelio y a los preceptos de la Iglesia; pero esta mayor libertad que falta a los Cristianos por la condición de serlo, la compensa notoriamente con el vestido y alimentos que les da la Misión, ya estén enfermos y estén sanos".

          Stanley Brandes, profesor universitario: "Es claro que la insuficiencia de comida en las misiones obligaba a los padres a dar permiso a los neófitos a salir para buscar alimentos silvestres". "La fuga era la manera más común de protestar contra la condiciones en las misiones. De todas maneras, cualquier comida que les daba a los indígenas fue ganada y producida por ellos mismos. Las misiones de la Alta California funcionaban a base de un sistema de mano de obra forzosa". "Una vez bautizado un neófito no tenía ningún derecho a salir de la misión sin el permiso de los padres. Puesto que la mayoría de los bautismos ocurrían después de sólo una semana de residencia en la misión, es difícil creer que los indígenas sabían lo que les esperaba en el momento de experimentar el sacramento del bautismo. Efectivamente estaban encarcelados". "En 1.986 se inauguró, a base de fondos provenientes de la Generalitat de Catalunya, el Centro de Estudios 'Gaspar de Portolá'. Desde luego, Gaspar de Portolá era el comandante que acompañó a Junípero Serra y mantuvo el mandato sobre la conquista militar de la Alta California durante los primero años. En la conversación cotidiana se suele nombrar a Portalá como 'el primer explorador catalán de California'. Pero, ¿por qué explorador y no conquistador? Las palabras referenciales que usamos indican opciones ideológicas".

          Chilam Balam: "Y estos eran los profetas cuando llegó la miseria, cuando llegó el cristianismo. De esos muchos cristianos que llegaron con la verdadera divinidad, el Dios verdadero, porque así fue el comienzo de la miseria para nosotros; el principio del tributo; el principio de los diezmos; el comienzo de la contiendas por arrebatar las bolsas ajenas; el comienzo de los enfrentamientos con los tubos que lanzan piedras; el principio de las luchas por alcanzar dignidades".

          Evon Z. Vogt, profesor universitario: "Las Casas fue mal recibido por los encomenderos de San Cristobal y este resentimiento creó dificultades a los dominicos para llevar a cabo su labor. (...) Un año más tarde, los encomenderos de San Cristobal, alarmados por la mala opinión que recaía sobre ellos, habiendo llegado hasta la misma Corte en España, decidieron buscar el apoyo del clero y ofrecieron a los dominicos construir un convento en la capital. Los frailes llegados de Zinacantán en 1.546 erigieron una iglesia y un monasterio con fondos y mano de obra india proporcionada por la comunidad española.

          Ginés de Sepúlveda: "Estos bárbaros del Nuevo Mundo son tan inferiores a los españoles como los niños a los adultos y la mujeres a los varones".

          Padre misioneros ante la denuncia del comandante Goycochea de Santa Bárbara por castigar por igual mujeres y hombres: "Buelve a huir y se buelbe a traer; ya entonces experimenta el castigo de azotes, o cepo. Si éste es muy defectuoso, se le hace experimentar el de los grillos. Por lo regular los delitos de las mujeres se juzgan con uno, dos o tres días de cepo, según la gravedad pero si obstinan en la mala amistad, o en huir, se les castiga por mano de otra muger en el cuarto de la mugeres, y también alguna vez aunque rarísima, con colma, o con grillos". "También castigando cuando le pide la necesidad. Jamás se les castiga sin estar bien convencidos de su falta, y que, por la gracia de Dios, jamás se les castiga por pasión que se tenga a uno, ni a otro; y con esto reciben con humildad el castigo, y quedan después de sufrirlo tan amantes de los Padres como antes". "El neófito Agapito tejedor estuvo unos cinco días trabajando, estando ausente sin licencia, y al traerlo a Misión se le dieron ocho azotes; y así se practica siempre que se sabe".



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          Ministerio de Propaganda hitleriano al final de la década de los treinta: «La prohibición para polemizar contra el Cristianismo y contra la Iglesia sigue vigente.» Cuando en NVPV surgió una controversia debida al deseo de las iglesias de celebrar que el Führer cumplía cincuenta años haciendo doblar las campanas, Hitler dispuso lo siguiente: «Nadie impedirá que las iglesias quieran celebrar el acontecimiento. Pero tampoco se les obligará a ello.»

          El avance triunfal que Hitler realizó al día siguiente camino de Viena. El cardenal Theodor Innitzer, arzobispo deaquella ciudad, le había llamado por teléfono pidiéndole permiso para hacer doblar todas las campanas de Austria en señal de bienvenida, y pidió estandartes con la cruz gamada para decorar los campanarios mientras Hitler entraba en la capital.

          Cardenal Hlond, Primado de Polonia, carta pastoral de 1.936 leída en voz alta en todas las iglesias: “La influencia judía sobre la moral es fatal". Los judíos, continuó, propagaban el fraude, la usura, la esclavitud y la pornografía. Los buenos cristianos deberían boicotearlos.

          Mile Friganovic, guarda ustacha croata: “Nunca había sentido algo así en mi vida, después de un par de horas había logrado matar a 1.100 personas mientras los otros pudieron matar entre 300 y 400 cada uno. Y después, cuando estaba experimentando mi éxtasis más grandioso , noté a un viejo campesino parado mirándome con tranquilidad mientras mataba a mis víctimas y a ellos mientras morían con dolor. Esa mirada me impactó y de pronto me congelé y por un tiempo no me pude mover”. “Lo aparté y lo hice sentar conmigo en un tronco. Le ordené gritar: ‘¡Viva el caudillo Pavelic!’, o le cortaría una oreja. Vukasin no habló. Le arranqué una oreja. No dijo una palabra. Le dije otra vez que gritara ‘¡Viva Pavelic!’ o le arrancaría la otra oreja. Le arranqué la otra oreja. Cuando le ordené por cuarta vez gritar ‘¡Viva Pavelic!’ y lo amenacé con arrancarle el corazón con mi cuchillo, me miró y en su dolor y agonía me dijo: ‘¡Haga su trabajo, criatura!’ Esas palabras me confundieron, me congeló y le arranqué los ojos, le arranqué el corazón, le corté la garganta de oreja a oreja y lo tiré al pozo. Pero algo se rompió dentro de mí y no pude matar más durante toda esa noche. El franciscano Pero Brzica me ganó la apuesta porque había matado a 1.360 prisioneros y yo pagué sin decir una palabra”.           Exageradas las cifras o no, episodios así de vomitivos eran habituales. Era práctica común empalar con dagas a los bebés y a los niños delante de sus madres. Y al contrario que los nazis, los ustacha no tenían el menor interés en ocultar sus crímenes: posaban para fotografías sosteniendo cabezas cortadas de chetniks serbios, y por algún motivo gustaban de guardar los ojos humanos en cestas. Las fuentes modernas cifran en al menos 100.000 los exterminados en Jasenovac, que operó entre 1941 y 1945. En su mayoría serbios, gitanos y también más de 10.000 judíos, aunque a partir de 1942 éstos fueron enviados a los campos alemanes. Otras fuentes hablan de hasta 700.000 personas.



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          Santo Tomás de Aquino: “Torpeza lícita el uso de las casas públicas” porque “es mejor tratar con las mujeres carnalmente, que caer en otros vicios más viles… Quita a las rameras del mundo y se henchirá de sodomía".

          San Vicente Ferrer: “Lícito es para el remedio de la lujuria el lupanar… porque faltando lupanares no estarán a salvo casadas, ni doncellas, como enseña San Agustín".

          San Ambrosio (s. IV), la homosexualidad femenina era un castigo bíblico: “Dios, enojado con la raza humana por su idolatría, hizo que una mujer deseara a otra mujer para el ejercicio de infame lujuria".

          San Anselmo (s. XII), fundador de la escolástica medieval, incluyó el lesbianismo entre los pecados contra el orden de la naturaleza y anatemizó a las “mujeres que han mudado el uso natural y cometen vergonzosos actos con otras mujeres".

          Carlos V, emperador: “Si alguien comete impurezas con una bestia, o un hombre con un hombre o una mujer con una mujer, perderá su vida y deberá ser sentenciado a morir en la hoguera, como es costumbre”.

          Luis Vives, "humanista cristiano": La esposa debía sufrir con paciencia las infidelidades, idolatrar al marido, “aquel cuyo aliento, aunque fétido, ha de oler a rosas para la mujer cristiana".

          Sección Femenina, dirigida por Pilar Primo de Rivera: «Cuando tu marido regrese del trabajo, ofrécete a quitarle los zapatos. Minimiza cualquier ruido. Si tienes alguna afición, intenta no aburrirle hablándole de ella. Si debes aplicarte crema facial o rulos para el cabello, espera hasta que esté dormido. Si siente la necesidad de dormir, que así sea. Si sugiere la unión, entonces accede humildemente, teniendo en cuenta que su satisfacción es más importante que la tuya.»

          Servicios psiquiátricos militares dirigidos por Antonio Vallejo-Nájera y Martínez: «A la mujer se le atrofia la inteligencia como las alas a las mariposas de la isla de Kerguelen, ya que su misión en el mundo no es la de luchar en la vida, sino acunar la descendencia de quien tiene que luchar por ella». Reclamó «una Inquisición modernizada» que permitiera «higienizar nuestra raza».



          Consultorio de "Elena Francis”:

          - “Necesito su ayuda, tengo un terrible problema, se trata de mi marido. Cada vez tiene peor carácter y nuestra casa está empezando a ser un verdadero infierno". “Cuando me dice algo es siempre a gritos y con malos modales".

          - “¿Has pensando que tu marido trabaja muchas horas diarias y tiene derecho, cuando llega a su hogar, a encontrar un agradable recibimiento?” “Procura que no le falta su copita de coñac, verás como no falla". “Es mucho mejor que se haga la ciega, la sorda y la muda. Procure hacer lo más grato posible su hogar, no ponga mala cara cuando él llegue".



          Benedicto XVI: “Con la ideología de género el hombre pretende librarse incluso de las exigencias de su propio cuerpo, se considera un ser autónomo que se construye a sí mismo y se convierte en un dios para sí mismo". “La ideología de género es la rebelión de la criatura contra su propia condición de criatura".

          Papa Francisco: "Con su “sí”, María es la mujer que más ha influido en la historia. Aun sin redes sociales fue la primera "influyente" (“influencer”), la “influyente” de Dios".

          Papa Francisco: "Todo feminismo acaba siendo un machismo con falda". "La mujer es la imagen de la Iglesia; es esposa, madre. Un estilo".

          Francisco Rafael Gómez-Canoura, párroco: "¿Por qué tengo que soportar que una manada de cerdas me diga 'el violador eres tú'? Las violadoras sois vosotras que intentáis forzar nuestras conciencias".

          Reportero Nacional Católico (National Catholic Reporter), revista estadounidense: “Un importante número de monjas católicas violadas por sacerdotes en al menos 23 países".

          Resolución del Parlamento Europeo: “La Santa Sede ha confirmado que estaba al corriente de la existencia de casos de abusos sexuales y violación de mujeres, incluidas monjas, por parte de sacerdotes católicos, habida cuenta, en particular, de que desde 1994 se han remitido al Vaticano al menos cinco informes sobre ese asunto". “Varias de las monjas violadas también han sido obligadas a abortar y a dimitir o, en ciertos casos, han sido contaminadas por el virus del sida".

          Francisco Javier Martínez, obispo de Córdoba cuando fue acusado el cura de Peñarroya-Pueblonuevo Jose Domingo Rey Godoy, acusado de abusar sexualmente de 6 niñas menores de edad. La Iglesia se dedicó a recoger hasta 2.800 firmas de apoyo al sacerdote utilizando para este fin incluso medios como Cajasur, presidida por el sacerdote Castillejo, la residencia de ancianos o los comercios del pueblo. Tras cumplir 7 de los 11 años de prisión a que fue condenado, a Rey Godoy le reservaron un puesto en el Archivo Diocesano donde trabaja actualmente sin ser molestado: “La justicia humana tiene sus límites y sólo la justicia de Dios es justa". Además de reivindicar “esa tan denostada Edad Media”, dice que el aborto “autoriza al hombre a abusar sin límites del cuerpo de la mujer”. Presentó el libro “Cásate y sé sumisa” de Costanza Miriano publicado en una editorial iniciativa del arzobispado: "Muchas mujeres luchan con los maridos y llegan a ser insoportables. Sólo porque no han comprendido el secreto de la acogida, ni tampoco el de la sumisión, ni el de la obediencia como acto de generosidad".

          Joaquín Navarro Valls, portavoz del Vaticano: “El problema es conocido pero limitado desde el punto de vista geográfico".

          Benedicto XVI, sobre las informaciones sobre abusos y encubrimientos de la pederastia de sacerdotes católicos: “Saltaba a la vista que la información no estaba guiada por la pura voluntad de transmitir la verdad, sino que había también un goce de desairar y desacreditar".

          Francisco, papa: “Vedlos en guerra contra nosotros, una cosa del diablo". “No se puede vivir toda una vida acusando a la Iglesia. ¿El oficio del acusador de quién es? No les oigo. Del diablo. Los que pasan la vida acusando son no hijos, pero sí amigos, primos y parientes del diablo".

          João Braz, cardenal y prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada, el cardenal , reconoció que el Vaticano tenía los documentos desde 1943. “Quien lo tapó era una mafia, ellos no eran Iglesia".

          Cardenal Castrillón, prefecto de la Sagrada Congregación del Clero, mandó en 2001 una carta a un obispo francés regocijándose porque no había denunciado ante las autoridades civiles a un cura que abusaba sexualmente de menores: “Lo has hecho bien y estoy encantado de tener un compañero en el episcopado que, a los ojos de la historia y de todos los obispos del mundo, habría preferido la cárcel antes que denunciar a su hijo sacerdote”, le decía. La misiva salió de Roma por indicación del ya santo Juan Pablo II y de Ratzinger, según el propio Castrillón.

          No se castiga a un amigo del Papa".

          Francisco, papa: “El papa Benedicto tuvo todos los papeles sobre una organización religiosa que tenía corrupción en su interior, económica, sexual. Pero había filtros por los cuales no podía llegar al meollo. Con ganas de ver, hizo una reunión. Después, fue allí [a ver a Juan Pablo II] con todos sus papeles. Cuando volvió, dijo a su secretario: ‘Archiva la carpeta, ganó el otro partido'”.

          Francisco, papa: “Algunos clérigos fueron suspendidos por abusar de las religiosas, pero el maltrato de las mujeres es un problema de la sociedad en general, que aún las considera ciudadanas de segunda clase". “Es un problema cultural". “La humanidad no ha madurado". “En algunos lugares del mundo el maltrato llega al punto del feminicidio". "El consagrado, elegido por Dios para guiar las almas a la salvación, se deja subyugar por su fragilidad humana, o por su enfermedad, convirtiéndose en instrumento de satanás".

          Robert Carl Mickens, vaticanista: "La Iglesia católica es sin duda la organización que más habla de verdad, palabra que está constantemente en su boca. Esgrime sin cesar la «verdad». Y, al mismo tiempo, es la organización que más miente en todo el mundo. El portavoz de Juan Pablo II, Joaquín Navarro-Valls, y el de Benedicto XVI, Federico Lombardi, nunca decían la verdad".

          Carlos Lombardi, abogado y profesor de la Universidad de Cuyo, especialista en Derecho Canónico y asesor de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico: “Es una nueva infamia, una nueva mentira de Bergoglio, haciéndose el sincero, que reconoce con valentía histórica que sus curas y sus obispos violan monjas, las embarazan y las mandan a abortar". “El Vaticano sabía del fenómeno, por lo menos, desde el 2001, año en que reconoció públicamente que cientos de monjas fueron violadas por misioneros. Estos hechos motivaron la sanción por parte del Parlamento Europeo". “El Papa continúa su ‘cultura demagógica’ y deshonesta. La Iglesia católica sigue siendo usina generadora de violencia de género, en su estructura, organización, funcionamiento y doctrina".

          Francisco, papa, tras ignorar las denuncias defendió al obispo Juan Barros de las acusaciones de encubrir abusos sexuales: "¡No hay una sola prueba en su contra. Todo es calumnia!" Un mes después, Barros y otros tres obispos chilenos se veían obligados a presentar su renuncia por los encubrimientos sistemáticos de los abusos cometidos contra menores.

          Bernardo Álvarez, obispo de Tenerife: "Hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente de acuerdo (con los abusos) y además, deseándolo e incluso te provocan".

          María Consuelo Mejía, directora de Católicas por el Derecho a Decidir de México (CDD): "El Vaticano juega un doble papel porque cuando le conviene es Estado y ratifica convenciones, y cuando le conviene es religión, es Iglesia, y no tiene que cumplir con estas cosas". En 2018, en Chile, un grupo de monjas de la Congregación del Buen Samaritano denunció haber sido víctima de violaciones sistemáticas por parte de sacerdotes. ¿La respuesta de la iglesia? "Fueron maltratadas por su congregación, las expulsaron. Cuando dieron a conocer esto al obispo, no hizo nada". En la India, una monja de la Congregación de Misioneras de Jesús denunció que Franco Mulakkai, el obispo de Jalandhar, la había violado repetidamente durante dos meses. La congregación la acusó de "promiscuidad". "Revelaron su identidad a los medios de comunicación locales y las religiosas que la apoyaron fueron acusadas de estar en contra de la Iglesia".

          Ricardo Blázquez, presidente de la Conferencia Episcopal española, se resiste a investigar los casos de pederastia que hayan podido ocurrir en su seno: “La Conferencia Episcopal no tiene la autoridad sobre las diócesis para hacer este tipo de estudio, que cada diócesis haga lo que considere oportuno". No van a volver a repetir "un procedimiento que se pensaba que podía dar resultado y se ha visto que no", como es el traslado de los abusadores a otras diócesis. "Un problema de pederastia no se cura con un traslado, una cuestión de este estilo no se cura sólo económicamente, estamos tratando de relaciones personales heridas, profundamente heridas". Pide el respeto de la presunción de inocencia. "No es bueno que desde el momento en que hay una denuncia, aparezca uno ante la sociedad como condenado". Desde la Conferencia Episcopal también piden que se tenga “una mirada más amplia” al asegurar que “de los niños se abusa por muchos vías”. En este sentido, ha recordado a los menores víctimas de trata, de turismo sexual o los niños-soldado.

          Benedicto XVI, papa emérito, encargado por el papa Juan Pablo II de redactar el protocolo de trato a pedófilos de la Iglesia mediante traslados impunizantes: "En los veinte años entre 1960 y 1980, los estándares vinculantes hasta entonces respecto a la sexualidad colapsaron completamente". por lo que "surgió una nueva normalidad" en la que se produjo una "introducción de los niños y jóvenes en la naturaleza de la sexualidad". "Las películas pornográficas y con contenido sexual se convirtieran entonces en algo común". "Entre las libertades por las que la Revolución de 1968 peleó estaba la libertad sexual total, una que ya no tuviera normas". "Parte de la fisionomía de la Revolución del 68 fue que la pedofilia también se diagnosticó como permitida y apropiada". "El extenso colapso de las siguientes generaciones de sacerdotes en aquellos años y el gran número de laicizaciones fueron una consecuencia de todos estos desarrollos". "En varios seminarios se establecieron grupos homosexuales que actuaban más o menos abiertamente, con lo que cambiaron significativamente el clima que se vivía en ellos", "La teología moral católica sufrió un colapso que dejó a la Iglesia indefensa". "¿Por qué la pedofilia llegó a tales proporciones? Al final de cuentas, la razón es la ausencia de Dios", "Había un problema fundamental en la percepción de la ley penal", ya que "el llamado garantismo" era considerado como "conciliar". Por ello, se debía "garantizar, por encima de todo, los derechos del acusado hasta el punto en que se excluyera del todo cualquier tipo de condena". Por lo cual, el "derecho a la defensa usando el garantismo se extendió a tal punto que las condenas eran casi imposibles". "Un mundo sin significado". "No hay estándares del bien ni del mal y solo lo que es más fuerte que otra cosa puede afirmarse a sí misma y el poder se convierte en el único principio. La verdad no cuenta, la realidad no existe", "Es una sociedad en la que Dios está ausente en la esfera pública y no tiene nada que ofrecerle. Y esa es la razón por la que es una sociedad en la que la medida de la humanidad se pierde cada vez más. En puntos individuales, de pronto parece que lo que es malo y destruye al hombre se ha convertido en una cuestión de rutina".

          Juan Pablo II: "Como pastores llenos de compasión, ustedes han estado acertados cuando han dicho: «La actividad homosexual, distinta de la tendencia homosexual, es moralmente malvada». Con la claridad de esta verdad han dado un ejemplo de lo que es la caridad de Cristo; no han traicionado a quienes, a causa de la homosexualidad, enfrentan lamentables problemas morales, como habría ocurrido si, en nombre de la comprensión y la piedad, o por cualquier otra razón, hubieran dado falsas esperanzas a nuestros hermanos y nuestras hermanas".

          Richard Bucci, sacerdote católico: "La pedofilia no mata a nadie, pero [el aborto] sí lo hace".

          Carol Hagan McEntee, demócrata de la Cámara de Representantes de Rhode Island: "Las voces heridas que escuché, han robado su infancia. Prácticamente han destruido sus vidas. Y aquellos a los que aún escuchamos son los afortunados, porque todavía están vivos; no murieron a causa de la sobredosis o el suicidio".

          Tarsicio Bertone, cardenal: "Muchos psicólogos y psiquiatras han demostrado que no hay ninguna relación entre el celibato [de los sacerdotes] y la pedofilia; en cambio, muchos otros han demostrado, según me han dicho recientemente, que existe una relación entre homosexualidad y pedofilia. Esto es cierto. Este es el problema".

          Juan Antonio Reig Pla, arzobispo de Alcalá de Henares: "Las relaciones homosexuales son objetivamente desordenadas". «Os aseguro que [los homosexuales] encuentran el infierno.»

          Juan Luis Cipriani, cardenal, miembro del Opus Dei, a los homosexuales les llama «mercancías adulteradas y deterioradas» y el matrimonio homosexual sería equiparable al «holocausto judío y a los crímenes del Estado Islámico.»

          Norberto Rivera, arzobispo de México: «El ano no puede servir de orificio sexual». «Un niño tiene más posibilidades de que le viole su padre si este padre es homosexual.»

          Grayson Fritts, pastor bautista y ayudante de "sheriff" en el condado de Knox (Tennessee, EE.UU.), :"El asesinato, la violación, el secuestro [y] el adulterio son punibles con la muerte. Tú recibes a cristianos que dicen 'bueno, creo que la homosexualidad es un pecado, pero no creo que deba ser castigado por el Gobierno.' Es un pecado". "La Biblia dice que se merecen la muerte". Fritts considera que este libro sagrado afirma que Dios ha inculcado el poder del gobierno civil para enviar la policía a "estos monstruitos homosexuales, arrestarlos y juzgarlos, y si son declarados culpables condenarlos a muerte". La homosexualidad es un "delito capital del que debe ocuparse el Gobierno".

          Ignacio Garriga, diputado de Vox: "El Ayuntamiento de Barcelona ahora decide que mis hijos han de ver desnudo de pechos femeninos cuando yo como padre he decidido educarles en el valor de la intimidad". Ello no es tolerable. "Esta izquierda es terrorífica. Defender la libertad es respetar a quien quiere ir a una piscina pública y no ver desnudo de pechos femeninos". Ya en 2.016 y 2.018 escribió un mensaje para "agradecer" a sus abuelos su participación en el golpe de Estado del 18 de julio, algo que hicieron para "defender sus principios", y en otro mensaje defendía los "principios del Alzamiento".

          Ignacio Garriga, diputado de Vox: "El Ministerio de Sanidad se dedica a regalar preservativos en un festival de música. La campaña #SiemprePreservativo es ridícula y lejos de educar, fomenta las relaciones sexuales. Prefiero fomentar en jóvenes el respeto,la espera,la entrega,la generosidad: el AMOR verdadero".

          Alicia Verónica Rubio Calle, legisladora por el partido Vox y autora de "Cuando nos prohibieron ser mujeres… y os persiguieron por ser hombres: Para entender cómo nos afecta la ideología de género". Propone incorporar “costura” como asignatura obligatoria. “Empodera mucho coser un botón". “El feminismo es un cáncer".

          La Vox del Santo Amo: "La violencia de género es una invención política". “Se falsean los datos sobre denuncias falsas”. “Hay demasiada gente que vive de este chiringuito”...

          Plácido Domingo, cantante de ópera, sobre las diversas acusaciones de acoso sexual: "Las acusaciones de estos individuos no identificados que datan de hasta treinta años son profundamente preocupantes y, como se presenta, inexactas". "Las reglas y valores por los cuales somos, y debemos ser, medidos hoy son muy diferentes de lo que eran en el pasado".

          Damares Alves, pastora evangelista y ministra brasileña de Mujer, Familia y Derechos Humanos en el gobierno evangélico sionista de Bolsonaro: "Los niños visten de azul y las niñas, de rosa". "Dentro de mi concepción cristiana, la mujer, sí, en el matrimonio es sumisa al hombre y eso es una cuestión de fe". "Dentro de la doctrina cristiana, dentro de la Iglesia" se entiende que en el matrimonio "el hombre es el líder". "Los especialistas nos han dicho que las niñas allí sufren abusos porque no llevan calzones, no usan calzones porque son pobres". "Tenemos que llevar una fábrica de calzones a Marajó que generé empleo y a las chicas les salga más barata [la prenda]".

          Jair Bolsonaro, primer mandatario de Brasil, en visita a Arabia Saudí: "A todo el mundo le gustaría pasar una tarde con un príncipe, principalmente a vosotras, mujeres, ¿no?" "Estáis más bonitas"..., soltó en otro momento a las periodistas que le acompañan en la gira al verlas vestidas con una 'abaya' o túnica islámica, que cubre todo el cuerpo y que es utilizada por las mujeres en este país. "Cuando hay mucha belleza, ofusca nuestros ojos. Así estáis más bonitas".

          Ernesto Araujo, ministro de Relaciones Exteriores con Bolsonaro: Una cosa es el comunismo ya instalado, y otra, igualmente peligrosa, es el "horizonte comunista" que "trata de estrangular a Brasil, Chile, Colombia y Ecuador y de hacer regresar a las tinieblas a Venezuela, Argentina y México", países donde una dictadura de izquierda ya está instalada y existen gobiernos de centroizquierda igualmente maléficos. El globalismo significa "la captura de la economía globalizada por el aparato ideológico marxista, a través de lo políticamente correcto, de la ideología de género, de la obsesión climática y del antinacionalismo" Son liberales solamente en la superficie, "con apariencia de una economía capitalista, con instituciones democráticas y derechos humanos pero que, por debajo, esconde ideales comunistas, anti-cristianismo y manipulación de la ciencia".

          Jair Bolsonaro, presidente de Brasil: “El problema de Brasil era que no se había terminado el trabajo de matar a los indios, como hizo EE.UU". “¿Para qué tanta tierra para tan poca gente?”

          Nicolás Guigou, antropólogo: La animosidad contra las religiones afro "es constituyente" del neopentecostalismo y algunas de sus iglesias, como la Iglesia Universal del Reino de Dios, una de las organizaciones religiosas más poderosas de Brasil, "No pueden vivir sin las religiones afro como enemigo". "Se decía que Brasil andaba mal porque había mucha macumba (término utilizado para referirse coloquialmente a todas las prácticas de las religiones de origen afro)". El neopentecostalismo se muestra como una religión "sumamente intolerante" en virtud de una cosmología en que se autopercibe "guerreros espirituales en situación de guerra contra el mal, que se manifiesta a través de entidades que le hacen mucho mal a las sociedades". El enfrentamiento religioso "ya está fracturando" a la sociedad brasileña. "El tema de los derechos humanos es bastante afectado por el neopentecostalismo". El rechazo a la legalización del aborto o la educación sexual, el desinterés por las minorías o la inacción ante denuncias de agresiones religiosas y sexuales...

          Tras autoproclamarse presidenta interina de Bolivia durante una sesión en la Asamblea Legislativa del Senado, la legisladora opositora Jeanine Áñez se dirigió a la antigua sede de Gobierno, donde blandió una Biblia de grandes dimensiones y exclamó: "Vuelve a Palacio". "Él ha permitido que la Biblia vuelva a entrar a Palacio, que él nos bendiga". Mientras tanto, los presentes gritaban: "Gloria a Dios". El jefe de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman, que se pronunció militarmente contra Evo Morales, le impuso la banda presidencial y le entregó el bastón de mando.           La exsegunda vicepresidenta del Senado se autoproclamó presidenta interina de ese país, tras la apertura de la Asamblea Legislativa, a pesar de que la sesión de la Cámara baja donde se trataría el tema de la renuncia de Evo Morales fue suspendida por falta de quórum. La bancada del MAS no asistió al Parlamento, ante la ausencia de garantías para ingresar a él debido a los bloqueos y presencia de grupos opositores en las adyacencias.           En un video difundido a pocos días del golpe por el Ministerio Bautista Internacional, en una iglesia evangélica con sede en Santa Cruz de la Sierra el coronel de la policía boliviana Rodolfo Salazar declara: “Sometiéndonos bajo su soberanía y su autoridad, por gracia de Dios hoy somos parte integrante del ejército más grande, somos soldados de Cristo”. En ese mismo acto, su colega Raúl Rubén Lafuente Velásquez anuncia: “Soy creyente, hijo de Dios. Y como coronel del Ejército de Bolivia, restablezco un nuevo tiempo y entendimiento en las fuerzas armadas de Bolivia para cumplir su misión fundamental (…). Reivindico y consagro a las fuerzas armadas de Bolivia para Jesucristo y (estas) se someten al señorío de Jehová Tsebaoth, general de generales, Dios de los Ejércitos. Amén".



          Miguel de Borbón Parma: "¿Por qué no venderles armas? Las armas no son malas, sólo el hombre es bueno o malo... Pienso que las armas suministradas por el Opus Dei o por otros gobiernos sirven al pueblo. Si queremos conseguir ciertas metas, no podemos hacerlo con sermones sino de otra manera... Si la gente no quiere escuchar entonces pasa lo mismo que en la escuela, hay que tomar otras medidas hasta que escuchen". "Quizás Fuerza Nueva, prohibida por el gobierno español, es una organización que con la gente con la que me relacioné ayuda al "Opus Dei" a ciertas sucias tareas. Siempre me pareció que el "Opus Dei" una autoridad divina a lo que hace que está bien, y se trata de ir hasta el final siguiendo esa autoridad". "En mi opinión, el "Opus Dei" es un gobierno en si mismo. También me parece que el "Opus Dei" tendría que gobernar Europa y las personas que compartan mi visión sobre la jerarquía y la disciplina deberían de unirse al "Opus Dei". Estoy convencido de que es lo único que puede salvar a Europa. El "Opus Dei" tendría que seguir al Presidente Reagan".

          Jaime Mayor Oreja, exministro del gobierno Aznar del Partido Popular: La sociedad actual vive “una decadencia moral” porque se ha instalado en “lo cómodo” y en lo “superficial”. “Que la mujer trabaje es irreversible. Ahora, el aborto no tiene por qué serlo". Incluso recela de la ley de 1985. Esta norma solo permitía interrumpir un embarazo en caso de riesgo físico o psíquico para la madre, malformación en el feto o violación. Plantea la interrupción del embarazo como una lucha “entre el bien y el mal”.

          Antonio Cañizares, cardenal arzobispo de Valencia: "Nos encontramos con una dolorosísima noticia: que una de las vacunas se fabrica a base de células de fetos abortados y eso es ir contra el hombre, despreciarlo, primero se le mata con el aborto y después se le manipula para... mira qué bien, tenemos una vacuna; no señor, tenemos una desgracia más obra del diablo". "El demonio existe, en plena pandemia, intentando llevar a cabo investigaciones para vacunas".



          Rocío Ruiz Domínguez, consejera de Igualdad, políticas sociales y conciliación de la Junta de Andalucía en 2.019, escribió en el año 2013,en un diario de Huelva, reivindicaba la religión interior y el laicismo y criticaba, contundentemente, el fanatismo de las cofradías en Andalucía y la utilización que los poderes públicos hacen de la Semana Santa; “desfiles de vanidad y rancio populismo cultural". “La Semana Santa es una exitosa puesta en escena turística y una penosa demostración de la necesidad que tiene la gente de pan y circo. Un entretenimiento de la plebe, devotos que confunden la religión con el protagonismo.“

          Vox, partido católico, por boca de su secretario general ha exigido su dimisión por ese artículo escrito hace cinco años: “¡Basta de insultar nuestra identidad y nuestras tradiciones con el dinero de todos! Si no le gusta-la Semana Santa-, que no vaya. Pero búsquese un trabajo que no le paguen todos los andaluces. Si no es cesada, VOX pedirá su reprobación”, decía el secretario general de ese partido. Tal está siendo la presión que Rocío Ruiz se ha disculpado e incluso arrepentido públicamente de sus opiniones. Juan Manuel Moreno, presidente de la Junta Andalucía: “Ella ha cambiado, ella ha evolucionado y evidentemente ella se retracta de sus opiniones". También, desde Ciudadanos, su partido, confirman que Rocío “está arrepentida “.

          Ángela Aguilera, portavoz de Adelante Andalucía, declara que esta Consejera “Desprecia con sus declaraciones a lo que es sencillamente ser pueblo y ser cultura popular”, acusando a Rocío Ruiz de ser clasista por criticar la Semana Santa.

         Miembros de Europa Laica en la ciudad de Cádiz, en los pasillos de un juzgado de lo contencioso administrativo, fueron abucheados y zarandeados por decenas de católicos de la cofradía de la Virgen del Rosario porque se había interpuesto un recurso al Ayuntamiento de Cádiz por la concesión a la Virgen del Rosario la medalla de oro de la ciudad. Eran acusados de ser extraños a Andalucía y a Cádiz y los tildaban de “extranjeros".



          Jesús Aguirre, consejero de Sanidad de la Junta de Andalucía, cuando presidía el Ilustre Colegio de Médicos de Córdoba decidió honrar con el título de Colegiado de Honor al Arcángel San Rafael: "Sus actuaciones en pro de la salud de los cordobeses que se remontan a la noche de los tiempos y que incluían entre otros méritos el apoyo al colectivo médico en epidemias de fiebre amarilla, de cólera y de tifus que solían asolar a los sufridos cordobeses desde tiempos remotos". "Ya desde el siglo II antes de Cristo se manifestó el poder de curación del arcángel, cuando hizo posible que el joven Tobías sanase la ceguera de su padre utilizando la bilis del pez. " "¿Por qué el médico tiene que acogerse sólo a lo científico y rehuir lo esotérico? […] quizás ahora nos encontremos en un punto demasiado científico".

          Salvador Sostres, periodista, en su "bitaco" en una entrada titulada ‘El charlatán de (Stephen) Hawking’ que publicó el diario ABC: "Sus apariciones públicas las basó en majaderías tan poco científicas como los agujeros negros o negar a Dios". "Esta genuflexión de la muchedumbre ante la muerte de semejante vendedor de pócimas milagreras prueba la decadencia moral, espiritual y estética de nuestra era. […] Su palabrería atea, su pantomima del agujero negro, y su tremendismo ecologista demostraban su vulgaridad intelectual, su alma seca (su único y verdadero agujero negro) y que los hombres que por tal de no creer en Dios, creen y nos quieren hacer creer en cualquier cosa, acaban convertidos en unos deplorables patanes, por muy válidos que sean en su especialidad elegida". "Su fanatismo medioambientalista le delataba como demagogo y populista, […] Esta pedantería de supermercado, tan nuestra, esta postración ante el predicador hortera mientras siguen tan vacías las iglesias, y la costumbre de oveja de preferir dirigirse hacia donde todo el mundo va en lugar de buscar la verdad salvífica, conducen de un modo inevitable a la adoración de falsos ídolos como Hawking, agigantado por nuestra agigantada ignorancia y nuestra desoladora falta de tensión espiritual". "Murió un socialista, murió un charlatán -valga el pleonasmo- murió otro héroe de los resentidos y como todos ellos murió sin haber entendido nada de lo sustancial".

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          Gabriel Albiac, "filósofo": «Uno de los grandes intelectuales europeos actuales y uno de sus pocos sabios: Joseph Ratzinger, hoy Papa, pero igual de grande en lo teológico desde sus años profesorales a final de los cincuenta. No es necesario creer en nada, salvo en la inteligencia, para apreciar la elegancia conceptual de Benedicto XVI. Puede que sea incluso más sencillo. […] Benedicto XVI, que como Papa escribe a la grey que le fue encomendada, lo hace con todo el saber de Ratzinger. No oculta lo peor: que la rotura anímica que la agresión infantil impone no curará nunca en la edad adulta. Y que el consuelo espiritual no exime de la justicia. "Habéis traicionado –interpela a los clérigos violadores– la confianza depositada en vosotros por jóvenes inocentes y por sus padres. Debéis responder de ello ante Dios Todopoderoso y ante los tribunales debidamente constituidos". Dios, tiene necesariamente que pensar un Vicario de Cristo, perdona. La ley de los hombres, no". «No todos los monoteísmos son iguales.» «Una institución como la Iglesia aspira a la intemporalidad. Lo mismo le sucede a la razón».

          Benedicto XVI visita el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau y exclama: «¿Por qué, Señor, callaste? ¿Por qué toleraste todo esto?». Albiac: «Más sucinto que en Auschwitz. Igual de intenso. Teológicamente, quizá más hondo de lo que lo haya sido nunca. Porque habla de aquellos a los cuales no sólo se quiso quitar la vida, sino, mucho más allá de la vida, su nombre mismo de hombres. El nombre, en cuya afirmación reside lo sagrado: "Perdieron sus vidas –anota–, pero no perderán sus nombres". Es la última esperanza del teólogo torturado por Auschwitz».

          Albiac asocia con el nazismo el pañuelo palestino que en su día se puso el presidente Zapatero (ABC, 9.6.10). Olvida que Benedicto XVI se puso dos veces ese mismo símbolo.

          «El ateísmo es una de las variedades de la santidad después de Trento. Una variedad muy refinada del ascetismo católico: la renuncia al consuelo. Soy un ateo católico: un hijo del Barroco y Trento, como lo son todos los modernos europeos. Sé —y eso sólo lo saben quienes por Trento y Barroco pasaron— que no hay más yo que el que construyen las imágenes; que, fuera de eso, "yo" es un recurso gramatical sin contenido».

          Ratzinger es el teólogo de más fuste en los últimos dos o tres siglos».

          "El esplendor laico como la mayor aportación del siglo XX a la plenitud católica. Ratzinger elogiaba entonces "una laicidad que une y dialoga, no una laicidad que excluya o denuncie", y ve en ella una "nueva reflexión sobre el verdadero sentido y sobre la importancia de la laicidad", que "insista en la distinción entre lo político y lo religioso, con el fin de garantizar tanto la libertad religiosa de los ciudadanos cuanto la responsabilidad del Estado hacia ellos".

          "La convivencia pacífica entre las diferentes religiones se ve beneficiada por la laicidad del Estado, que, sin asumir como propia ninguna posición confesional, respeta y valora la presencia del factor religioso en la sociedad". Y eso define a la Europa católica. También a la de los, como yo, ateos. La certeza de que lo santo no es definido por signos confesionales. Se equivoca el ateo que no se sabe hermano del asceta. Y a la inversa.»

          *** Teocracia no confesada, con los dados marcados. Poder fáctico acorde con las delegocracias.

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          Gonzalo Puente Ojea, diplomático y escritor: “Felipe González, al comienzo de su mandato…, confesó a una periodista de este país que la idea era precisamente esa: que no se podían regatear concesiones a la Iglesia católica. […]. (además) En el ámbito financiero, nadie… que haya transitado por los cuarenta años de dictadura y por el llamado proceso de transición democrática podía vislumbrar que los privilegios de la Iglesia alcanzarían tamaña envergadura".

          Juan Pablo II declara la encíclica Centesimus Annus como “nueva ética económica católica". “…El libre mercado sea el instrumento más eficaz para colocar los recursos y responder eficazmente a las necesidades” conservando “las tradicionales condenas… a la contracepción, al adulterio y al divorcio… del matrimonio católico”

          José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid y miembro del Partido Popular, en uno de los capítulos del programa de la televisión pública madrileña 'Vuelta al Cole', en el que se enfrentaba a las preguntas de los niños dentro de un aula. Una niña le pregunta que si solo pudiera donar dinero a un sitio, a dónde lo donaría, ofreciéndole elegir entre replantar el Amazonas y la catedral parisina de Notre Dame. Almeida no duda en contestar que donaría al templo religioso, ante la incredulidad de los menores que cuestionan la elección y gritan al unísono: "¿Por qué?", mientras uno de ellos le intenta hacer reflexionar diciéndole que "es el pulmón del mundo y está incendiado". El regidor alega que la catedral "es un símbolo de Europa", donde viven, y que España tiene mucha suerte de pertenecer a la Unión Europea desde hace 30 años.

          El alcalde afirma que 'reconoce' ser aficionado a la "fiesta de los toros". La niña le pregunta si hay alguna posibilidad de no matar a los toros. La contestación: es una tradición en España. "¿Sabes la suerte que tenemos en España? Que a quien le gusta va, y a quien no le gusta, no va".

          "La diferencia entre izquierda y derecha, a mi juicio, es que nosotros vamos a poner todos los medios para que seáis vosotros los que decidáis qué queréis ser y la izquierda, sin embargo, va a querer decidir por vosotros".



          Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, del PP, en la Asamblea de Madrid a propósito de la exhumación del cadáver de Franco del Valle de los Caídos: "¿Será lo siguiente la Cruz del Valle, todo el Valle, las parroquias del barrio arderán como en el 36?". Acusa al Gobierno de inventarse "una cortina de humo como la eutanasia", que considera innecesaria porque "la muerte no es digna; la vida es digna".

          Manlio Dinucci, periodista: "El Trieste es un sistema de armamento que no está concebido para defender ‎el país sino para operaciones de guerra en el marco de las políticas de «proyección de fuerzas» ‎de Estados Unidos y la OTAN a grandes distancias del suelo italiano. (...) ‎La ceremonia adquirió una significación suplementaria cuando el obispo de los ejércitos de Italia, ‎monseñor Santo Marciano, resaltó el hecho que los obreros fijaron en la proa del barco una gran ‎cruz (ver foto), hecha con imágenes sagradas por las que sienten particular devoción, como las del papa ‎Wojtila y las del Padre Pío. Monseñor Marciano alabó además la «fuerza de la fe» expresada ‎por los obreros, a quienes bendijo y agradeció «el símbolo maravilloso» que habían emplazado en ‎el navío. ‎Asi se llegó a la botadura del gran navío que nos ponen como ejemplo de la capacidad de ‎innovación de nuestro país, un barco de guerra pagado por el ministerio de Desarrollo Económico ‎con millones sustraídos a los contribuyentes –como usted y yo– en detrimento de las inversiones ‎productivas y de los gastos sociales, pero bendecido con el signo de la Cruz, como en tiempos de ‎las Cruzadas y de las conquistas coloniales".



          Furio Jesi, historiador: “Quien controla una máquina mitológica tiene en su mano la palanca del poder".

          Alexander Dugin, "analista estratégico" putinista: "Descubrí que los serbios son esencialmente guerreros. Esa es la herencia de la Serbia Blanca y su antigua historia – al parecer el factor sármata jugo un papel muy importante. Más los serbios se asentaron en la región de los Balcanes donde mucho antes había prevalecido el antiguo matriarcado indoeuropeo – la civilización de la gran madre –. Entonces existe una influencia oculta del Logos de Cibeles en la tradición serbia. Creo que la batalla de Kosovo y la elección épica del rey Lázaro es clave para la identidad servia: los serbios son aquellos que prefieren una muerte gloriosa por la fe ortodoxa y por la Patria Serbia a cualquier riqueza y regalos del enemigo. Entonces creo que los serbios no son solo un pueblo… Son una especie de comunidad mística, la Iglesia del rey Lázaro devota a Kosovo como ejemplo de lealtad eterna, voluntad, dignidad y una especie de santidad puramente serbia…"

          Gastón Pardo: "La guerra demográfica es una dinámica en la que el Vaticano tiene el campeonato. Es una inclinación de los centros de poder a convertir distintas prácticas de manejo de población en política activa en favor de intereses estatales o de bloques. Hemos visto en los años 2015, 2016 y 2017 el desplazamiento deliberdo de enormes masas musulmanas para tomar posición en países europeos, lo mismo que multitudes católicas centro y suramericanas son lanzadas por las asociaciones de su iglesia a entrar en México por ser la antesala del territorio estadounidense. La guerra teológica, desencadenada por las migraciones en desplazamiento hacia objetivos geográficos precisos".





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          Sodoma. Poder y escándalo en el Vaticano. - Frederic Martel -



          Cardenal Burke. «No hay que invitar a las parejas homosexuales a las cenas familiares cuando hay niños delante.» Los homosexuales que viven con parejas estables son como «esos criminales que han asesinado a alguien y tratan de ser amables con los otros hombres.» «El papa no puede cambiar las enseñanzas de la Iglesia sobre la inmoralidad de los actos homosexuales o la indisolubilidad del matrimonio.» «Se habla del amor homosexual como amor conyugal, pero eso es imposible, porque dos hombres o dos mujeres no pueden experimentar las características de la unión conyugal.» El matrimonio homosexual es claramente «un acto de desafío a Dios». «Este tipo de mentira solo puede tener un origen diabólico: Satanás.»

          La historia íntima de estos hombres que se muestran tan piadosos en público y llevan otra vida, bien distinta, en privado es una madeja difícil de desovillar. Puede que nunca las apariencias de una institución hayan sido tan engañosas, como lo son también las profesiones de fe sobre el celibato y los votos de castidad, que esconden una realidad muy diferente.

          El Vaticano tiene una de las comunidades homosexuales más numerosas del mundo. En el clero del Vaticano 'creo que el porcentaje es muy alto. Diría que del orden del ochenta por ciento.'

          Los cardenales conservadores son muy homófobos —y en la mayoría de los casos secretamente homófilos—,

          Cuanto más prohomosexual es un prelado, es menos susceptible de ser homosexual; cuanto más homófobo es, hay más probabilidad de que sea homosexual.

          La homosexualidad también es, desgraciadamente, una de las claves que explican el encubrimiento institucionalizado de los crímenes y delitos sexuales que ya se cuentan por decenas de miles. ¿Por qué? ¿Cómo? Porque la «cultura del secreto» que era necesaria para mantener oculta la gran presencia de la homosexualidad en la Iglesia ha propiciado el encubrimiento de los abusos sexuales y ha dado a los depredadores la posibilidad de beneficiarse de este sistema de protección

          Para formar parte del Vaticano más vale cumplir un código, el «código del armario», que consiste en tolerar la homosexualidad de los sacerdotes y los obispos, disfrutar de ella si se da el caso, pero mantenerla siempre en secreto. La tolerancia va a la par con la discreción.

          Ser homosexual en el clero es formar parte de una especie de norma. La única línea roja que no se debe cruzar es la difusión en los medios o el activismo. En el Vaticano ser homosexual es posible, fácil, trivial, incluso se fomenta; pero decirlo, mostrarlo, está prohibido. Ser discretamente homosexual es formar parte de «la parroquia»; ponerse bajo los focos es excluirse de la familia.

          Para entender la trayectoria de la mayoría de los cardenales y del sinfín de curas que iremos conociendo a lo largo del libro hay que partir de este proceso de selección casi darwiniano que tiene una explicación sociológica. En Italia fue incluso la regla durante mucho tiempo. Los jóvenes afeminados que reprimían sus deseos, los chicos que se sentían atraídos por su mejor amigo y se distinguían por la afectación de su voz, los homosexuales que se buscaban sin querer declararse, los seminaristas que no iban por el buen camino no tenían muchas salidas en la Italia de las décadas de 1930, 1940 o 1950. Algunos comprendieron enseguida, casi por atavismo, cómo sacar de la homosexualidad sufrida una fuerza, convertir en ventaja una debilidad: haciéndose curas. Eso les permitía recuperar el control de sus vidas en la creencia de que respondían a una doble llamada, la de Cristo y la de sus deseos.

          ¿Tenían más opciones? Por entonces en una ciudad pequeña de Lombardía o en un pueblo del Piamonte, de donde han salido muchos cardenales, la homosexualidad todavía se consideraba el Mal absoluto. Entregarse a ella, aunque fuera a escondidas, sería escoger una vida de mentira o de proscrito; hacerse cura, en cambio, era una posible escapatoria. Para el que no asume su homosexualidad, incorporarse al clero es lo más sencillo: vive entre chicos, lleva ropajes, ya no le preguntan si tiene novia, sus compañeros de clase (que antes le gastaban bromas malignas) se muestran ahora impresionados, quien era blanco de burlas recibe honores, quien pertenecía a una raza maldita se incorpora a una raza de elegidos, y Mamá, que, como hemos visto, lo ha entendido todo sin decir nada, alienta esta vocación milagrosa. Y además de todo esto: la castidad con las mujeres y la promesa de celibato ya no dan miedo al futuro sacerdote, sino todo lo contrario, ¡acepta esa prohibición con alivio! De modo que en la Italia de las décadas de 1930 a 1960 el hecho de que un joven homosexual optara por la ordenación y por esa suerte de «voto de celibato entre hombres» estaba en el orden, por no decir en la fuerza, de las cosas.

          A esta selección sociológica de los curas se suma una selección episcopal que no hace más que amplificar el fenómeno. Los cardenales homófilos favorecen a los prelados que tienen esas inclinaciones, y estos, a su vez, escogen curas homosexuales. Entre los nuncios (embajadores del papa, que entre otras cosas son los encargados de seleccionar a los obispos), la proporción de homosexuales alcanza niveles altos, de modo que la suya se puede considerar una «selección natural». Según todos los testimonios que he recogido, los curas con esas inclinaciones tienen ventaja cuando se descubre su homofilia. Dicho de un modo más prosaico: no es raro que un nuncio o un obispo promueva a un cura que pertenece a la «parroquia» porque espera algún favor de él.

          Contra todo pronóstico, en Estados Unidos son los prelados más conservadores, más homófobos, los que a veces han sido «sacados del armario» por un seminarista acosado y vengativo, un prostituto demasiado lenguaraz o la publicación de una foto subida de tono.

          La investigación del Boston Globe liberó la palabra en todo el país y sacó a relucir un auténtico sistema de abusos sexuales: los curas acusados fueron 8.948 y las víctimas censadas más de 15.000 (el 85 %, chicos entre 11 y 17 años). El arzobispo de Boston, el cardenal Bernard Francis Law, se convirtió en el símbolo del escándalo. Su campaña de encubrimiento y su protección a muchos curas pedófilos acabaron pasándole factura y tuvo que dimitir (previo un oportuno traslado a Roma, organizado por el cardenal secretario de Estado, Angelo Sodano, para que pudiera disfrutar de inmunidad diplomática y zafarse de la justicia estadounidense).

          Mychal Judge se convirtió después en uno de los héroes de la historia de los atentados. Tres mil personas asistieron a su entierro en la iglesia neoyorquina de San Francisco de Asís, en Manhattan, con asistencia de Bill y Hillary Clinton y el alcalde republicano de la ciudad, Rudolph Giuliani, quien declaró que su amigo era «un santo». Bautizaron con su nombre una parte de la Calle 31 Oeste de Nueva York, llevaron su casco de bombero a Roma para ofrecérselo al papa Juan Pablo II y Francia le condecoró con la Legión de Honor a título póstumo.

          El homófobo cardenal Raymond Burke y el amistoso con los homosexuales cura-capellán Mychal Judge: dos ejemplos, dos caras opuestas de la Iglesia católica estadounidense. Pero dos caras de la misma moneda.

          La prensa católica reaccionaria instrumentalizó inmediatamente ese texto —me explica el fraile benedictino italiano Luigi Gioia, un excelente conocedor de la Iglesia, durante una conversación en Londres—. Los conservadores se obstinan en negar la causa de los abusos sexuales y el encubrimiento de la Iglesia: el clericalismo. Es decir, un sistema oligárquico y condescendiente cuyo fin no es otro que conservar el poder a toda costa. Con tal de no reconocer que el quid de la cuestión es la propia estructura de la Iglesia, se buscan chivos expiatorios: los homosexuales, que según ellos se han infiltrado en la institución y la han puesto en peligro con su incapacidad para refrenar su instinto sexual. Es la tesis de Viganò. La derecha no ha desaprovechado esta ocasión inesperada para tratar de imponer su agenda homófoba.

          Lo que más llama la atención en el testimonio de Viganò es la gran confusión entre sacerdotes culpables de crímenes o encubrimientos, por un lado, y sacerdotes homosexuales o simplemente tolerantes con la homosexualidad y por otro. Esta grave falta de honradez intelectual que mezcla abusadores, tolerantes y simples homosexuales u homófilos, solo puede ser el fruto de una mente complicada. Viganò se ha quedado anclado en la homofilia y la homofobia de los años sesenta, cuando él era veinteañero.

          Esta confusión inadmisible entre culpable y víctima es, a fin de cuentas, el quid de la cuestión de los abusos sexuales: Viganò es la ilustración caricaturesca de lo que denuncia.

          De este modo Viganò se ha quedado sin aliados, pues la derecha del Vaticano, por enfrentada que esté a Francisco, no puede admitir que se siembren dudas sobre los pontificados anteriores de Juan Pablo II y Benedicto XVI.

          Para los conservadores, dar crédito al testimonio de Viganò sería tirar piedras contra su propio tejado. (...) Es probable que los homosexuales que permanecen «en el armario» sean más numerosos en la derecha que en la izquierda de la Iglesia,

          En el Vaticano todos se apoyan y todos parecen mentir. Lo cual nos remite a los análisis de la filósofa Hannah Arendt sobre la mentira en Los orígenes del totalitarismo o en su famoso artículo «Verdad y política». En ellos sugiere que «cuando una comunidad se embarca en la mentira organizada», «cuando todos mienten sobre lo que es importante» de forma permanente, y cuando «se tiende a transformar el hecho en opinión», a rechazar las «verdades de hecho», el resultado no es tanto que la gente se crea las mentiras, sino que se destruya «la realidad del mundo común».



          Si seguimos su razonamiento, el papa da a entender que monseñor Ricca ha sido homosexual en su juventud, pero que ya no lo es desde que se ordenó sacerdote. De modo que sería un pecado de juventud y el Señor le ha perdonado. Pero el papa debía de saber que los hechos en cuestión eran recientes.

          ¿Una mentira? ¿Una media verdad? ¡Se dice que para un jesuita mentir a medias es decir la verdad a medias! Lepore añade:

          Hay una regla no escrita en el Vaticano que consiste en respaldar a un prelado en cualquier circunstancia. Francisco protegió a Battista Ricca contra viento y marea, manteniéndole en el cargo, lo mismo que Juan Pablo II encubrió a Stanislaw Dziwisz y a Angelo Sodano, o que Benedicto XVI defendió a Georg Gänswein y a Tarcisio Bertone hasta el final a pesar de todas las críticas. El papa es un monarca. Puede proteger a todos los que quiera proteger, en todas las circunstancias y sin que nadie pueda impedírselo.

          ¿Por qué de repente, y doce años después de los hechos, denuncia a monseñor Ricca?

          El caso Ricca, en realidad, es un ajuste de cuentas entre el ala conservadora del Vaticano, digamos ratzingueriana, y el ala moderada, representada por Francisco; es decir, fundamentalmente, entre dos clanes homosexuales.

          Uno de los acusadores de Ricca, según mis informaciones, también es conocido por ser, a la vez, homófobo y homosexual: un doble juego típico de las costumbres vaticanas.



          El predominio homosexual en la curia se ha mantenido muy constante de un papa a otro. De modo que el entorno de los papas Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco sería mayoritariamente «de la parroquia».

          En la mayoría de los casos de abusos sexuales aparecen sacerdotes u obispos que han protegido a los agresores debido a su propia homosexualidad y por miedo a que esta saliera a relucir si estallaba el escándalo. La cultura del secreto, que era necesaria para guardar silencio sobre la fuerte prevalencia de la homosexualidad en la Iglesia, ha propiciado el ocultamiento de los abusos sexuales y la actuación de los depredadores.

          Arzobispo Jorge Bergoglio contra el matrimonio homosexual: «Un ataque que pretende destruir los planes de Dios.»

          El dominico critica la interpretación dominante del pensamiento de santo Tomás de Aquino: se sitúa en el centro de la doctrina, no al margen. Oliva: «Se suele considerar “contra natura” no solo la sodomía, sino también la inclinación homosexual. Santo Tomás, en cambio, considera esta relación “conforme a la naturaleza” de la persona homosexual tomada en su individualidad». El teólogo se apoya en la «intuición genial» del Doctor Angélico: lo «”contra natura” natural», que puede explicar el origen de la homosexualidad. Y Oliva, en esto casi darwiniano, señala que «santo Tomás sitúa en el nivel de los principios naturales de la especie el origen de la homosexualidad».

          En toda Europa la despenalización de la homosexualidad, la proliferación de bares y saunas, las app para móviles, las leyes sobre el matrimonio homosexual y la socialización de los homosexuales tienden a reducir el mercado de la prostitución masculina callejera. Con una excepción: Roma. La explicación es muy sencilla: los curas mantienen activo este mercado cada vez más anacrónico en los tiempos de Internet. Y por motivos de anonimato buscan sobre todo migrantes.

          El Evangelio no nos dice en ninguna parte que mutilemos nuestro corazón, pero nos aconseja que nos hagamos eunucos por el reino de Dios. Es así como la cuestión se plantea, a mi entender —le escribe a Julien Green.

          Solventar la cuestión homosexual con la castidad, esa forma de castración, para agradar a Dios: la idea de Maritain, imbuida de masoquismo, es fuerte. Hará escuela en el Vaticano entre la mayoría de los cardenales y obispos de posguerra.

          Los sacerdotes y teólogos homosexuales son mucho más propensos a imponer el celibato que sus correligionarios heterosexuales. Se obstinan en hacer cumplir esta consigna de castidad, pese a que es intrínsecamente antinatural.

          Con Pablo VI todavía estábamos en la homofilia y la «inclinación». Con Juan Pablo II las cosas cambiaron completamente de naturaleza y de amplitud. Entre los que lo rodeaban había más practicantes y un nivel de venalidad y corrupción a veces inimaginable. Alrededor del santo padre hubo un verdadero círculo de lujuria.           Es un sacerdote de la curia quien me habla así, uno de los testigos del pontificado

          Un papa rodeado de intrigantes, de una mayoría de homosexuales en el armario, a menudo homófobos en público, por no hablar de los que protegieron, en secreto, a los curas pedófilos.

          Pablo VI había condenado la homosexualidad, pero fue con Juan Pablo II cuando se lanzó una verdadera guerra contra los homosexuales. Ironía de la historia: la mayoría de los protagonistas de esta campaña desaforada contra los homosexuales lo eran ellos personalmente. Al optar por la homofobia oficial, Juan Pablo II y su círculo no se dieron cuenta de la trampa que ellos mismos se tendían y del riesgo que hacían correr a la Iglesia, tan corroída por dentro. Se lanzaron a una guerra moral suicida.

          El dictador tenía buenas relaciones con Karadima y le protegió durante mucho tiempo pese a los rumores insistentes, en los años ochenta, sobre los abusos sexuales que se cometían en su parroquia. Según varias fuentes, la policía secreta del régimen estaba infiltrada en la parroquia de Karadima, lo mismo que en la nunciatura de Sodano. Así que desde esta época los mandos policiales conocían la vida íntima del sacerdote chileno y sus abusos sexuales.

          Fue así como Sodano se hizo incondicional de Karadima. En la parroquia de El Bosque tenía una habitación reservada, conocida como «la sala del nuncio». Allí conoció a muchos seminaristas y curas jóvenes que Karadima le presentaba personalmente. El chileno hizo de intermediario y reclutador para el italiano, que le estaba agradecido por sus favores. Los jóvenes en cuestión gravitaban alrededor de la parroquia y de su organización, la Pía Unión Sacerdotal. Este grupo, que tenía cinco obispos y varias decenas de sacerdotes muy conservadores, estaba totalmente subordinado a Karadima, algo parecido a la relación entre los Legionarios de Cristo y el sacerdote Marcial Maciel.

          Era una especie de secta y Karadima era su gurú —comenta el abogado Juan Pablo Hermosilla—. Ni el Opus Dei ni los Legionarios de Cristo estaban todavía bien implantados en Chile, de modo que el grupo de Karadima desempeñó ese papel.

          Se calcula que más de dos terceras partes de los cardenales, los arzobispos y los obispos mexicanos son «practicantes». Una importante organización homosexual, FON, ha «sacado del armario» a 38 jerarcas católicos haciendo públicos sus nombres.

          Según un informe transmitido oficialmente al Vaticano por monseñor Bartolomé Carrasco Briseño, tres cuartas partes de los curas de las diócesis de Oaxaca, Hidalgo y Chiapas, donde viven la mayoría de los indios, están casados en secreto o conviven con una mujer.

          Emiliano Ruiz Parra, autor de varios libros sobre el tema y antiguo periodista encargado de la rúbrica de religión en el diario La Reforma:

          Yo diría que en México la mitad de los sacerdotes son homosexuales, tirando por lo bajo, aunque decir tres cuartas partes sería más realista. Los seminarios son homosexuales y la jerarquía católica mexicana es homosexual de un modo espectacular.

          Ruiz Parra añade que en México ser homosexual en la Iglesia no es un problema; incluso se puede decir que es un rito de paso, un elemento de la promoción y una relación normal «de poder» entre el novicio y su maestro.

          En la Iglesia hay mucha tolerancia de puertas adentro, todo lo contrario que hacia fuera. Por supuesto, para proteger este secreto hay que atacar a los homosexuales y mostrarse muy homófobos en la plaza pública. Ese es el quid. O el truco.

          Si Marcial Maciel hubiera hablado, toda la Iglesia mexicana se habría venido abajo.

          Los sobornos personales (porque de eso se trataba). Marcial Maciel «untaba» regularmente a prelados de la Curia. El psicópata recompensaba a sus protectores romanos con favores inimaginables. Les regalaba coches de lujo, viajes suntuosos, les entregaba sobres de billetes, tanto para ganar influencia y obtener ventajas para su secta de «legionarios» como para tapar sus propios crímenes. Hoy se conocen bien estos hechos, pero ¡ninguno de los prelados que se dejaron corromper ha sido sancionado y menos aún excomulgado por simonía! Fueron pocos los que rechazaron ese dinero sucio.

          Una vez más, la clave podría ser esta: gracias a la cultura del secreto, necesaria para proteger la homosexualidad de los curas, obispos y cardenales en México y en Roma (sobre todo de muchos personajes importantes próximos al papa), el pedófilo Maciel, por un efecto perverso del clericalismo, pudo obrar en secreto, con las manos libres, y gozar de protección duradera.

A fuerza de confundir pedofilia con homosexualidad (y parece que muchos cardenales lo han hecho), las diferencias se disipan.

          No son desviaciones, es un sistema. Estos prelados se sienten intocables y se aprovechan de su inmunidad diplomática. Por eso, si hoy conocemos su perversión y su maldad, es porque ha habido testigos que han hablado. Aunque se ha intentado taparles la boca.

          Un guardia suizo:

          El acoso es tan insistente que estaba dispuesto a volver inmediatamente a mi casa. Muchos de nosotros estamos exasperados por las insinuaciones, por lo general poco discretas, de los cardenales y obispos.

          Tardé mucho en darme cuenta de que en el Vaticano estábamos rodeados de grandes frustrados y que a los guardias suizos nos veían como carne fresca. Nos imponen el celibato y nos niegan el derecho a casarnos porque quieren reservarnos para ellos, es así de sencillo. Son una panda de misóginos, de pervertidos. ¡Les gustaría que fuésemos como ellos, unos homosexuales agazapados!

          «Este clero, que en gran parte es homosexual, impone el odio a los homosexuales, es decir, el odio a sí mismo, en un acto masoquista desesperado».

          Cuando estos curas hablan entre ellos en una jerga misteriosa del apóstol Juan, el «discípulo al que Jesús amaba», ese «Juan más querido que los otros», el que «Jesús, al verle, le amó», saben muy bien lo que quieren decir; y cuando recuerdan el episodio de la curación por Jesús del joven siervo de un centurión «a quien este quería mucho», según las insinuaciones insistentes del Evangelio según San Lucas, no les cabe la menor duda sobre lo que significa todo eso. Saben que pertenecen a un pueblo maldito; y a un pueblo elegido.

          Hoy se cree que (el cardenal) López Trujillo fue directa o indirectamente responsable de la muerte de obispos y decenas de sacerdotes, eliminados por sus convicciones progresistas

          Confiscaba todos los objetos de valor de las parroquias y los revendía o se los regalaba a cardenales u obispos de la curia romana para congraciarse con ellos. Después un cura hizo un inventario minucioso de estos robos —me cuenta Álvaro León.

          En los últimos años se han publicado en Colombia testimonios de arrepentidos de los narcos, o de sus abogados, que confirman los vínculos entre el cardenal y los carteles de la droga relacionados con los paramilitares. Estos rumores venían de lejos, pero, según la investigación de varios grandes periodistas colombianos, algunos traficantes de droga pagaron al cardenal, lo que podría explicar, además de su fortuna personal, su tren de vida y su colección de coches de lujo.

          López Trujillo era un hombre de bandas y de dinero. Era violento, colérico, duro. Fue uno de los que «hizo» a Benedicto XVI; se empleó a fondo para lograr su elección, con una campaña muy bien organizada y muy bien costeada —confirma el vaticanista Robert Carl Mickens.

          Sus presas eran los jóvenes, los blancos de ojos claros, sobre todo los rubios; no los latinos, demasiado indígenas, como por ejemplo los de tipo mexicano, ¡y sobre todo nada de negros! Detestaba a los negros.



          El de López Trujillo era un sistema bien experimentado. Álvaro León prosigue: —Por lo general el arzobispo tenía «ganchos» como M., R., L. e incluso un obispo apodado La Gallina, curas que le proporcionaban chicos; les captaban para él en la calle y los llevaban a su piso secreto. No era algo ocasional, sino una verdadera organización. Su propensión a comprar cuerpos era notoria en Medellín.

          López Trujillo pegaba a los prostitutos, esa era su relación con la sexualidad. Les pagaba, pero ellos debían aceptar a cambio sus golpes. Ocurría siempre al final, no durante el acto. Terminaba sus relaciones sexuales golpeándoles por puro sadismo —asegura Álvaro León.

          El periodista José Manuel Vidal, que dirige una de las principales webs sobre catolicismo en español, recuerda:

       López Trujillo venía a España muy a menudo. Era amigo del cardenal de Madrid, Rouco Varela. Cada vez llegaba con uno de sus amantes. Recuerdo especialmente a un guapo polaco, y luego a un guapo filipino. Lo veían como «el papa de América Latina» y no se metían con él.

          Vimos llegar aquí a muchos curas, a muchos seminaristas seropositivos —confirma el profesor Massimo Giuliani—. Creemos que el problema del sida existe con mucha intensidad en la Iglesia. Aquí no les juzgamos. Lo único que importa es que vengan a la consulta en el hospital para tratarse. Pero es de temer que la situación en la Iglesia sea más grave que lo que ya conocemos, a causa de la negación de la realidad.

          Creemos que actualmente —prosigue el profesor Massimo Giuliani—, debido a esa negación y al escaso empleo del preservativo, quienes pertenecen a la comunidad católica masculina corren un gran peligro de contagio. Dicho en nuestros términos, consideramos que los sacerdotes son una de las categorías sociales de más riesgo y de las más difíciles de abordar con vistas a la prevención del sida. Hemos hecho intentos de diálogo, de formación, sobre todo en los seminarios, sobre la transmisión y el tratamiento de las enfermedades sexuales y el sida. Pero es muy difícil. Hablar del riesgo del sida sería reconocer que los sacerdotes tienen prácticas homosexuales, y la Iglesia, evidentemente, rechaza este debate.

          Mis entrevistas con los chaperos de Roma Termini (y con el escort de lujo Francesco Mangiacapra en Nápoles) confirman que los curas son de los clientes más imprudentes en sus actos sexuales:

          En general los curas no temen las enfermedades de transmisión sexual. Se sienten intocables. Están tan seguros de su posición, de su poder, que no toman en cuenta esos riesgos, a diferencia de otros clientes. No tienen el menor sentido de la realidad. Viven en un mundo sin sida —me explica Francesco Mangiacapra.

          Más allá de Juan Pablo II, ¿quiénes son los principales artífices, los que idearon y aplicaron esta política mundial de rechazo absoluto al preservativo en la época de la pandemia mundial del sida? Es un grupo de doce hombres fieles, devotos, ortodoxos, cuyo voto de castidad les impide ser heterosexuales. Según los resultados de mi investigación y basándome en los cientos de entrevistas realizadas para este libro, puedo afirmar que la gran mayoría de estos prelados son homófilos u homosexuales practicantes (yo he encontrado ocho de doce).

          Sarah lo sabe, un número significativo de curas católicos africanos viven con una mujer. ¡De hecho, perderían su legitimidad en su aldea si no dieran muestras de su práctica heterosexual! Lejos de Roma, a veces hacen incluso como si estuvieran casados por la Iglesia en su aldea. Todo lo que dice Sarah sobre la abstinencia y la castidad es una pura patraña, conociendo la vida de los curas en África. ¡Es un espejismo! —comenta un sacerdote especialista en África que conoce bien al cardenal.

          Este prelado también confirma que la homosexualidad es uno de los ritos de paso tradicionales de las tribus del África occidental, sobre todo en Guinea. Una singularidad africana que el cardenal no puede ignorar.

          Hoy en día los seminarios africanos, como los italianos de los años cincuenta, son lugares homosexualizados y espacios de refugio para los homosexuales. Una vez más se aplica una ley sociológica o, me atrevería a decir, una suerte de «selección natural» en el sentido de Darwin: al condenar a los homosexuales en África, la Iglesia les obliga a esconderse. Se refugian en los seminarios para protegerse y no tener que casarse. Si pueden, huyen a Europa, donde los episcopados italianos, franceses y españoles recurren a ellos para repoblar sus parroquias. Y así se cierra el círculo.

          Como descubrí en la India, casi todos los artículos homófobos vigentes en los códigos penales de los países de Asia y el África anglohablante, que apenas difieren entre sí, los impuso a partir de 1860 la Inglaterra victoriana a las colonias y los protectorados de la Commonwealth (se trata del artículo 377 del código penal indio, la matriz inicial que luego se generalizó, idéntica y hasta con el mismo número, en Botsuana, Gambia, Kenia, Lesoto, Malawi, Mauritania, Nigeria, Somalia, Suazilandia, Sudán, Tanzania, Zambia…). En otros lugares, como el norte y el oeste de África, este fenómeno también puede existir, esta vez como resultado de la colonización francesa. Por consiguiente, la penalización de la homosexualidad no es en absoluto algo local ni asiático, sino un vestigio del colonialismo. La supuesta singularidad de una «africanidad» fue una imposición de los colonos para tratar de «civilizar» a los autóctonos africanos, de inculcarles una «buena moral» europea y condenar las prácticas homosexuales.

          Si tenemos en cuenta esta dimensión homófoba de la historia colonial, podemos apreciar hasta qué punto es tramposo el discurso del cardenal Sarah. Cuando afirma que «África y Asia tienen que proteger con uñas y dientes sus culturas y valores» o insiste en que la Iglesia no debe dejarse imponer «una visión occidental de la familia», el cardenal abusa de los creyentes, cegado por sus prejuicios y sus intereses. Su postura no deja de recordar a la del dictador africano Robert Mugabe, presidente de Zimbabue, para quien la homosexualidad es «una práctica occidental antiafricana», o la de los presidentes autócratas de Kenia o Uganda, quienes también afirman que es «contraria a la tradición africana».

          Los motivos de la indignación de las autoridades católicas no tienen nada que ver con el proceso de paz, a pesar de que han contribuido a descarrilarlo: es una forma de denunciar el matrimonio homosexual y el aborto. En efecto, meses antes la Corte Suprema colombiana ha legalizado la adopción y el matrimonio de las personas del mismo sexo y a juicio de la Iglesia católica, si el referéndum a favor del proceso de paz favorece al gobierno, legitimará definitivamente esta política. De modo que por oportunismo electoral la Iglesia sabotea el referéndum para defender sus posiciones conservadoras.

          La Iglesia colombiana siempre se ha aliado con las fuerzas más oscuras del país, sobre todo con los paramilitares. Así era en la época del cardenal Alfonso López Trujillo y así sigue siendo hoy. El matrimonio homosexual y la teoría de género eran meros pretextos. Llamaron a votar «no» porque ni los paramilitares ni la Iglesia colombiana querían realmente la paz. Y llegaron a desautorizar al papa por este motivo —sentencia un cura jesuita con el que hablé en Bogotá.

          En mi juventud, los años cincuenta, la Iglesia era la única vía de ascensión social para un hijo de campesino como yo.

          Rouco es un hombre de lo más maquiavélico. Ha dedicado su vida a controlar la Iglesia y España. Tenía una auténtica corte a su alrededor. Y dinero, mucho dinero. Tenía soldados, tropas, un verdadero ejército —cuenta Vidal para explicar esta ascensión anormal.

          Rouco era un «psicorrígido oportunista» que «optó por Roma contra España», dice Vidal. No tenía el menor escrúpulo en lanzar a los católicos al ruedo político. Movilizó al episcopado y luego a toda la Iglesia española en apoyo de la facción más sectaria del Partido Popular, el ala derecha del partido de José María Aznar.

          La piedra angular del poder de Rouco estaba formada por cuatro tramas entrelazadas: el Opus Dei, los Legionarios de Cristo, «los Kikos» y el movimiento Comunión y liberación.

          En el extranjero no se hacen una idea de hasta qué punto la elección de Francisco fue un drama para el episcopado español —me explica Vidal—. Los obispos vivían aquí como príncipes, más allá del bien y del mal. Todas las sedes episcopales son palacios grandiosos y la Iglesia española posee un patrimonio inimaginable por todo el país,

          Pero ese mal genio es más bien el fruto de un sistema engendrado por el pontificado de Juan Pablo II, en el que los hombres se intoxicaron de poder y malas costumbres sin ningún contrapoder que frenara sus excesos. En eso Rouco no se diferencia de un López Trujillo o un Angelo Sodano. El oportunismo y el maquiavelismo, de los que ha sido maestro, fueron tolerados, cuando no alentados, por Roma.

          Fue el primero en revelarme un secreto que nunca habría imaginado. Este es el secreto: la Conferencia Episcopal Italiana, según él, es una organización de predominio homosexual.

          Como muchos curas italianos, como la mayoría de ellos, entré en el seminario porque tenía un problema con mi sexualidad —me cuenta Menalcas en una de nuestras comidas—. No sabía lo que me pasaba y tardé mucho en entenderlo. Era, sin duda, una homosexualidad reprimida, un rechazo interno tan fuerte que no solo era impronunciable, sino también incomprensible, incluso para mí. Y como la mayoría de los curas, no tener que ligar con chicas, no tener que casarme, fue para mí un verdadero alivio. La homosexualidad fue uno de los motores de mi vocación. El sacerdocio célibe es un problema para un cura heterosexual, pero un chollo para el joven homosexual que era yo. Era la liberación.

          Fue cerca de un año después de ordenarme sacerdote cuando el problema se presentó realmente. Yo tenía 25 años. Traté de olvidarlo. Me decía que no era afeminado, que no era como ellos, que no podía ser homosexual. Y luché.

          La lucha era demasiado desigual. Dolorosa, injusta, tormentosa. Habría podido llevarle al suicidio, pero se cristalizó en el odio a sí mismo, matriz clásica de la homofobia interiorizada del clero católico.

          Al joven cura se le presentan dos soluciones, como a la mayoría de sus correligionarios: asumir su homosexualidad y salirse de la Iglesia (pero solo tenía títulos de teología y ninguna experiencia en el mercado de trabajo) o empezar una doble vida secreta. La puerta o el armario, en suma.

          En Italia la rigidez del catecismo sobre el celibato y la castidad heterosexual siempre tuvieron por corolario una gran tolerancia hacia la «inclinación». Todos los testigos con quienes hablé confirman que durante mucho tiempo la homosexualidad fue un auténtico rito de paso en los seminarios italianos, en las iglesias y en la CEI, siempre que fuera discreta y permaneciera relegada a la esfera privada. El acto sexual con una persona del mismo sexo no hipoteca la regla sacrosanta del celibato heterosexual, al menos el espíritu, cuando no la letra.

          La homosexualidad es tan general, tan omnipresente, que la mayoría de las carreras dependen de ella. Si se escoge bien al obispo, si se sigue la senda adecuada, si se hacen buenas amistades, si se juega al «juego del armario», se suben rápidamente los escalones jerárquicos.

          Quienes propagan rumores sobre la homosexualidad de un cardenal o un prelado suelen ser homosexuales disimulados que atacan a sus adversarios liberales. Dichos rumores son las principales armas usadas en el Vaticano por unos homosexuales contra otros.

          La homosexualidad estaba literalmente «fuera de control» en los seminarios. En todo el mundo se sucedían los escándalos y los abusos. Pero estos casos no eran nada comparados con otra realidad, aún más alarmante: las fichas que llegaban de las nunciaturas y los arzobispados revelaban una auténtica generalización del hecho homosexual. Muchos seminaristas vivían en pareja casi sin esconderse, en los centros católicos se celebraban actos pro-LGBT y salir por la noche a los bares homosexuales de la ciudad llegó a ser una práctica, si no corriente, al menos posible.

          En el fondo, la Iglesia siempre ha preferido curas homosexuales a curas heterosexuales. Con sus circulares antigáis pretende cambiar un poco las cosas, pero ¡una realidad no se cambia a golpe de circular! Mientras se mantenga el celibato de los curas, un cura homo será siempre mejor acogido en el seno de la Iglesia que un cura hetero. Es una realidad, y la Iglesia no puede hacer nada al respecto.

          Todos tienen miedo de emprender una vida equivocada, de volverse fósiles en un mundo que se les parece demasiado. En el seminario la vida se nubla. Descubren cómo será su existencia de curas en la mentira y las quimeras, una vida áspera de jansenista solitario, insincero, una vida temblorosa como la llama de una vela. Hasta donde alcanza la vista: el sufrimiento, el silencio, las bellezas «cautivas», las ternuras reprimidas apenas imaginadas, los «falsos sentimientos» y, sobre todo, los «desiertos del amor». Hasta donde alcanza la vista: el tiempo que pasa, la juventud que se marchita, casi viejo, ya. Por doquier «paraísos de tristeza», como también dice el Poeta.

          La masturbación, que en los seminarios de antes era un tema tabú del que no se hablaba, es hoy un asunto importante, mencionado con frecuencia por los profesores. Esta vana obsesión no va dirigida únicamente a impedir la sexualidad sin fin procreador (el motivo oficial de la prohibición), sino, ante todo, a un control totalitario del individuo, privado de su familia y su cuerpo, una verdadera despersonalización al servicio del colectivo. Una idea fija, tan repetida hoy, tan maniática, que el onanismo se convierte en una especie de «armario dentro del armario», una forma de identidad homosexual cerrada con doble llave. Entonces los curas abusan de él, soñando con «dulces ardores» que son sueños de libertad.

          ¡Que la masturbación se siga enseñando en los seminarios como un pecado es medieval! Y que se hable de ella y se condene más que la pedofilia retrata bien a la Iglesia católica —me hace ver Robert Mickens.

          El cardenal Ratzinger siempre se esforzó por distinguir dos formas de homosexualidad. La primera, como ya sabemos, «intrínsicamente desordenada», la que se vive con su identidad y cultura específicas, y que Ratzinger rechaza con rotunda severidad porque lleva a cabo el acto homosexual. Las debilidades de la carne, la sexualidad entre hombres: he ahí el pecado.

          En cambio, y creo que este aspecto no ha sido tenido en cuenta, hay una homosexualidad que Ratzinger nunca rechazó, convirtiéndola incluso en modelo insuperable, en su opinión muy superior al amor carnal entre un hombre y una mujer. Se trata de la homosexualidad ascética, la que ha sido corregida por «legislaciones sobrehumanas»: es esta lucha contra uno mismo, lucha enérgica, lucha incesante, lucha verdaderamente diabólica y que, finalmente, alcanza su plenitud en la abstinencia. Esta victoria sobre los sentidos es el modelo al que tienden toda la personalidad y la obra de Ratzinger. Nietzsche lo expuso ya en El crepúsculo de los ídolos, cuando convirtió al eunuco en el modelo ideal de la Iglesia: «El santo grato a Dios es el castrado ideal».

          El Catecismo da paso a la gran teoría de Ratzinger. «Las personas homosexuales están llamadas a la castidad. Mediante virtudes de dominio de sí mismo que eduquen la libertad interior, y a veces mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y de la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana.» ¡La perfección cristiana! ¡Los homosexuales no pedían tanto!

          Rechazo de las prácticas y del «ejercicio» de la homosexualidad; idealización de la castidad y de la homosexualidad «no consumada». El practicante es reprobado; el no practicante es alabado. Teoría de una esquizofrenia abismal,

          Los «normales» que saben que la abstinencia es contra natura, el pensamiento de Benedicto XVI conduce inevitablemente a la doble vida y, como dice el Poeta, a los «viejos amores mentirosos» y a las «parejas embusteras». El principio mismo del proyecto ratzingueriano estaba condenado al fracaso y a la hipocresía,

          Uno de los sacerdotes afirma, sin romper el secreto de confesión: ¡Ningún cardenal corrupto ha dicho en confesión que es corrupto! ¡Ningún cardenal homófilo nos ha confesado sus inclinaciones! Nos hablan de estupideces, de detalles sin importancia. Y, sin embargo, nosotros sabemos que están tan corrompidos que no tienen ni idea de lo que es la corrupción. Mienten incluso en confesión.

          Juan Pablo Hermosilla, uno de los principales abogados chilenos que intervinieron en los casos de abusos sexuales de la Iglesia, especialmente en el del sacerdote pedófilo Fernando Karadima, me ofreció esta explicación sobre los vínculos entre homosexualidad y pedofilia que me parece pertinente: Mi teoría es que los sacerdotes pedófilos utilizan las informaciones de que disponen sobre la jerarquía católica para protegerse. Es una forma de presión o de chantaje. Los obispos que también mantienen relaciones homosexuales se ven obligados a callar. Eso explica por qué Karadima fue protegido por [obispos y arzobispos]: no porque fueran ellos mismos pedófilos, y además la mayoría no lo son, sino para evitar que su propia homosexualidad fuera descubierta. Esa es, en mi opinión, la verdadera fuente de corrupción del cover upinstitucionalizado de la Iglesia.

          Muchas desviaciones de la Iglesia, muchos silencios, muchos misterios se explican por esta simple regla de Sodoma: «Todo el mundo se apoya». ¿Por qué los cardenales callan? ¿Por qué todo el mundo cierra los ojos? ¿Por qué el papa Benedicto XVI, que estaba al corriente de muchos escándalos sexuales, casi nunca los comunicó sistemáticamente a la justicia? ¿Por qué el cardenal Bertone, destruido por los ataques de Angelo Sodano, no sacó los dosieres que tenía sobre su enemigo? Hablar de los demás es arriesgarse a que se hable de uno. Esta es la clave de la omertà y de la mentira generalizada en la Iglesia.

          La conclusión más llamativa del informe, auténtica clave que permite comprender el Vaticano, es el vínculo entre los asuntos financieros y la homosexualidad, la vida gay oculta estrechamente relacionada con las malversaciones financieras. Esta articulación entre el sexo y el dinero es una de las claves para la comprensión de Sodoma.

          Federico Lombardi, exportavoz del papa, y en general la de la santa sede): Benedicto XVI actuó con destreza y fue el primer papa que se tomó en serio la cuestión de los abusos sexuales de los sacerdotes. En cinco entrevistas, Lombardi me recuerda que el papa «laicizó», es decir, redujo al estado laical, «a más de 800 sacerdotes» declarados culpables de abusos sexuales. Es imposible comprobar esta cifra y, según otros testigos, sería totalmente exagerada y no excedería unas pocas docenas (en el prefacio de Últimas conversaciones, un libro oficial de Benedicto XVI de 2016, se menciona la cifra de 400, es decir, la mitad). Dado que en el Vaticano existe un sistema de mentira generalizada sobre este tipo de asuntos, como mínimo cabe dudar de la realidad de esas cifras.

          Respecto a los abusos sexuales, aquí, en la Iglesia de Cuba, ocurre lo mismo que en Estados Unidos, en México o en el Vaticano —me previene de entrada Roberto Veiga—. Misas negras de domingo, orgías, casos de pedofilia, prostitución: la Iglesia cubana está muy comprometida.

          Ha habido muchos escándalos de pedofilia aquí en Cuba, mucha corrupción sexual, una verdadera bancarrota moral de la Iglesia. Pero la prensa, obviamente, nunca ha hablado de ello. El gobierno lo sabe todo; tiene todas las pruebas, pero nunca las ha utilizado contra la Iglesia. Las guarda por si algún día necesita usarlas. Es la técnica de chantaje habitual del régimen —me dice Veiga.

          En cierto modo, los religiosos creen que están al margen de las leyes de los hombres, y en Cuba más que en cualquier otro sitio. Creen que su estatus especial justifica y legitima el hecho de poder situarse en un terreno donde no rige el derecho común —me indica prudentemente Roberto Veiga.

          Al parecer, algunos monsignori contrataban chicos de compañía, y abusaban de estos jóvenes a cambio de una módica suma de dinero. A menudo, y según un testimonio de primera mano, se invita a prostitutos para practicar sexo en grupo donde abundan las palabras groseras —«pinga», «friqui friqui», «maricones»— y las humillaciones. En caso de negarse a participar en estas fiestas sensuales, son denunciados a la policía, que detiene sistemáticamente a los chicos y deja en paz a los prelados.

          La prostitución masculina es masiva en Cuba, especialmente gracias a una red de clubes y bares especializados.



          En un país donde la corrupción está generalizada, y donde no existe la protección que ofrecen los medios de comunicación ni hay garantías judiciales, no sorprende demasiado que la Iglesia católica adoptara malos hábitos en Cuba, más que en otros lugares.

          Roberto Veiga: Es un potente elemento de control del régimen sobre la Iglesia. No denunciar estos casos de prostitución y de pedofilia en cierto modo es encubrirlos. Pero también es una forma de garantizar que la Iglesia, que sigue siendo una de las principales fuerzas de oposición en la isla, nunca se volverá en contra del régimen.

          Apareándose con un asistente, los prelados acaban construyendo relaciones duraderas, cuyos vínculos son tanto el trabajo como los sentimientos. Eso puede explicar su larga duración, ya que también son relaciones de poder. Muchos cardenales deben su éxito sexual a su posición: han sabido alimentar y alentar la ambición de sus favoritos.

          Esos «arreglos» son vulnerables. Convertir al asistente en amante es como, para una pareja heterosexual, tener un hijo para salvar el matrimonio. ¿Qué ocurre en caso de ruptura, de celos o de engaño? El coste de la separación es mucho mayor que el de una pareja «normal». Romper con el asistente es arriesgarse a situaciones embarazosas: rumores, traiciones, a veces chantaje. Por no hablar de la «transfiliación», por decirlo utilizando una imagen religiosa: un asistente cercano a un cardenal puede pasar al servicio de otro cardenal, traspaso que a menudo provoca celos y a veces hasta situaciones violentas. Muchos escándalos y líos del Vaticano se explican por estas rupturas amorosas entre una eminencia y su protegido.

          Por sorprendente que pueda parecer, los sacerdotes y eclesiásticos están inventando esas nuevas familias.



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          Vladimir Putin, jefe de estado ruso: “Hay problemas, pero no se pueden exagerar ni usar para destruir a la Iglesia Católica Romana. Tengo la sensación de que estos círculos liberales están empezando a usar ciertos problemas de la Iglesia Católica como una herramienta para destruir a la Iglesia misma. Esto es lo que considero incorrecto y peligroso".

          Thomas Alva Edison, patentador: “He estado trabajando durante algún tiempo construyendo un aparato… para que las personalidades que han dejado esta tierra se comuniquen con nosotros".

          Marcel Mauss, antropólogo: «Cuando describíamos de qué modo un ritual puede crear solidaridad social y sumergir a un individuo en la masa, ¡nunca se nos ocurrió que alguien pudiera aplicar dichas técnicas en la Edad Moderna!»

          David Graeber, antropólogo: "Mantenía (Pierre Clastres) que, históricamente, la institución del Estado no podía haber surgido de las instituciones políticas de sociedades anarquistas, que estaban diseñadas para que esto jamás ocurriera, sino de las instituciones religiosas, señalando que los profetas tupinamba dirigían a toda la población en una gran migración en busca de una «tierra sin maldad». Por supuesto, y en contextos posteriores, lo que Peter Lamborn Wilson denomina «la máquina clastriana», ese conjunto de mecanismos que se oponen a la emergencia del dominio, lo que yo llamo el aparato de contrapoder, puede verse atrapado por esas fantasías apocalípticas".

          Filósofo chino citado por Confucio: "Indagar los principios de las cosas que escapan a la inteligencia humana, ejecutar acciones extraordinarias que parecen ajenas a la naturaleza del hombre. He aquí lo que yo no desearía hacer.

          Juan Bautista Bergua, filósofo y librero: “Los audaces mienten, los simples de espíritu se tragan las mentiras, el tiempo convierte en ley o en tradición los dictados de la audacia y la explotación de la credulidad queda establecida y hasta santificada".

          David Rieff: "La gente es irracional; quieren explicaciones donde no existen; quieren milagros; quieren culpar a alguien. Pensamos en nosotros mismos como haber ido más allá de todo eso. Pero no lo hemos hecho".

          Eduardo Galeano, escritor: "La Iglesia dice que el cuerpo es un pecado. La ciencia dice que el cuerpo es una máquina. La publicidad dice que el cuerpo es un negocio. El cuerpo dice: yo soy una fiesta". "A diferencia de la solidaridad, que es horizontal y se ejerce de igual a igual, la caridad se practica de arriba a abajo, humilla a quien la recibe y jamás altera ni un poquito las relaciones de poder".

          Stephen Hawking, físico: "No puedes alcanzar un momento antes del Gran Explosión porque no hay tiempo anterior al Gran Explosión. Finalmente encontramos algo que no tiene una causa porque no hay tiempo para que exista una causa. Para mí, esto significa que no hay posibilidad de un creador porque no hay tiempo para que haya existido un creador". "Probablemente no haya cielo ni vida después de la muerte". "No hay evidencia para ello y contradice todo lo que conocemos en la ciencia. Creo que cuando morimos volvemos al polvo". "Tenemos esta vida para apreciar el grandioso diseño del Universo", algo de lo que está "extremadamente agradecido".




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