**** Portada -                                           REDO ESTEpARiA Revuelo AntiPastoral                                         - Índice ****


LA GANADERÍA ELEGIDA – 4.

MEDIACIÓN DEMOPASTORAL




         PASTORAL.-



         Adolfo Hitler, caudillo antropopecuario: "«Cuando, después de gobernar con mano dura durante algunos años, el pueblo añore, una soberanía más moderada, entonces será el momento de sacar a un monarca apacible y benevolente a quien ellos puedan idolatrar. Es como educar a un perro: primero se pone en manos de un amo muy duro, y después, cuando ya se le ha sometido a las pruebas más rigurosas, se entrega a una persona amable a quien servirá con la mayor lealtad y devoción».

         La democracia es una utopía. Es algo imposible. Es algo que no se encuentra ni en la industria ni en las fuerzas armadas, de modo que no es probable que sea de gran utilidad en algo tan complicado como un estado. La democracia es el peor de los males posibles. Sólo un hombre puede y debe dar las órdenes. (...) Cuando pienso que mi Movimiento me ha llevado de simple soldado a canciller del Reich, parece claro que todavía queda mucha gente dispuesta a dejarse convencer por nuestro ideal. La gente debe aprender a pensar como una nación. Esto servirá para uniría.          La función de mi organización se reducirá únicamente a la educación ideológica de las masas con el fin de satisfacer las necesidades del ejército fuera y dentro del país.

         Todo proyecto financiado por el estado cuyo objetivo sea la creación de empleo debe someterse a una sola consideración: ¿es o no necesario para la recuperación de la capacidad combativa de la nación alemana?

         Adolfo Hitler: «Cuanto más grande es un hombre más insignificante debería ser su esposa».



         Paul von Hindenburg, presidente alemán, a Adolfo Hitler tras la sangrienta represión de la "Noche de los cuchillos largo": «Mi querido canciller, quienes hacen la historia deben ser capaces de derramar sangre".

         Adolfo Hitler, en 1.941: «Cuando alguien entre en la Cancillería del Reich debe tener la sensación de estar visitando al Dueño del Mundo. Ese alguien tendrá que pasar primero por grandes avenidas en las que se verá el Arco del Triunfo, el Panteón del ejército, la Plaza del Pueblo . . . ¡Cosas que dejen sin aliento! Para todo eso usaremos granito. Con el granito tendremos la seguridad de que nuestros monumentos durarán siempre. Pasarán diez mil años y aún seguirán en pie. Algún día, Berlín será la capital del mundo».

         Federico II, rey prusiano: «Razonad cuanto queráis y sobre todos los temas que os plazca, pero obedeced».

         Raghu Raman, presidente de la división de riesgos, seguridad y nuevas empresas de Reliance Industries y antiguo director la National Intelligence Grid (NATGRID): “… una de las principales razones por las que hasta las sociedades sofisticadas caen en esta espiral suicida es el conflicto entre los intereses a corto plazo de las élites que toman las decisiones y los intereses a largo plazo de la sociedad en su conjunto, especialmente si las élites son capaces de aislarse de las consecuencias de sus acciones. Y así es como muchos de quienes toman decisiones han actuado durante siglos en todo el mundo".

         Tecnología emergente del Arxiv: "A cada jugador se le ofrece un trato para delatar al otro. Si uno de los dos confiesa pero el otro no lo hace, el que ha delatado queda libre mientras que el otro pasa seis meses en la cárcel. Si ambos delatan, los dos pasarán tres meses presos. Pero si ambos cooperan y permanecen en silencio, cada pasaría solo un mes en la cárcel. En un único juego, la mejor estrategia es delatar y largarse, porque garantiza que este jugador evite la máxima sentencia. Pero si el juego se repite, los jugadores pueden usar su experiencia para desarrollar nuevas estrategias, como vengarse o aprender a cooperar. De hecho, el llamado dilema del prisionero iterado demuestra que el comportamiento cooperativo ha evolucionado en los seres sociales. ¿Cómo algunas personas acaban utilizando a otras para aumentar su propio beneficio? Esto sólo sucede cuando un jugador aprende de los juegos anteriores, mientras que el otro no lo hace y mantiene la misma estrategia. Cuando eso ocurre, ésto depende de las condiciones iniciales del juego, el primer jugador puede explotar al segundo para garantizarse un mejor resultado en el tiempo. El segundo tiene un incentivo para aceptar la explotación, a pesar de que el primero sale ganando. Por lo tanto, la relación de explotación entre los dos jugadores se estabiliza".

         George L. Mosse, escritor: "Tanto los marinos de la antigua Grecia como los de la cristiandad moderna tenían necesidad de consuelo divino: éste era el residuo. Pero el griego rezaba a Poseidón y el cristiano a la Virgen María y cada uno de ellos consideraría abominable la creencia del otro: ésta era la derivación. (...) El sistema de clasificación de Pareto le condujo a una doctrina del poder. (...) Esos residuos tenían que ser esencialmente buenos, porque si fuesen contrarios al bienestar de la sociedad no podría existir la propia sociedad. Por tanto, los que tenían el control de la sociedad debían fortalecer esos residuos estimulando el tipo adecuado de derivaciones. (...) Lo que el sistema de Pareto fomentaba no era el conservadurismo en general, sino la idea de una elite de dirigentes. La tarea principal de esta elite debía ser manipular residuos mediante el control de sus derivaciones. Entra en juego aquí la propaganda, ya que los residuos eran irracionales y, por tanto, las derivaciones tenían que atraer al hombre irracional. Sólo la elite, los que practicasen el sistema de Pareto, sabían que todo esto podía llegar a conocerse científicamente y, en consecuencia, manipularse. (...) Lo que había que manipular era la naturaleza humana, y no ideologías «abstractas». (...) Pero para gobernar al hombre irracional hacía falta una elite. (...) Las elites se habían visto socavadas constantemente por dos fenómenos interrelacionados: la acumulación de individuos inferiores en la aristocracia y una acumulación similar de individuos superiores en las clases bajas. Tarde o temprano esto provocaba una revolución. ¿Qué entendía él por individuos superiores e inferiores? Los que tenían la capacidad de manipular con éxito los «residuos» de la población y los que no la tenían. No se podía gobernar ninguna sociedad por la razón; había que gobernarla, pues, por la propaganda y por la fuerza. En el análisis de la sociedad de Pareto sólo había dos clases básicamente: los gobernantes y los gobernados".

         Pascual Serrano, periodista: "El 15M fue una convocatoria de Facebook de indignados sin rumbo y Podemos un estado de ánimo donde se recogieron. Fue una deflagración de fogueo, en la que parecía que se derrocaba todo para, al final, no cambiar nada". "El proyecto de Podemos partía de un buen plan. Hay una indignación difusa y desorientada, hay que intentar canalizarla con un proyecto que lo perciban como netamente suyo, nacido del 15M. Los indignados creen que la rebeldía nació con ellos, era fundamental que sintieran que la propuesta política también nace con ellos".

         Lluis Companys, presidente de la Generalidad de Cataluña: “Utilizadme, y cuando no sea necesario, cuando quede exprimido como un limón, echadme". “Pero, entretanto, obedeced y acatad las órdenes del Gobierno, en el cual están representadas todas las fuerzas antifascistas".

         Manolo Monereo, politólogo: "Conforme más se acercaba Unidas Podemos al PSOE, menos autonomía de proyecto y una relación de fuerzas cada vez más desfavorable que le impedía, de hecho, conseguir el objetivo que se pretendía, gobernar en el futuro con el PSOE. Ofrecerse continuamente a Pedro Sánchez para gobernar, fomentaba el voto útil y hacía cada vez menos necesaria la presencia de una fuerza determinante como debería haber sido Unidas Podemos. Se podría decir de otro modo, la consigna de gobernar con el PSOE cuando se está bajando electoralmente, lo que provoca es un fortalecimiento del Partido Socialista". "Fue un atajo, una fuga ante problemas graves que se iban acumulando en Podemos y, derivadamente, en sus diversos y heterogéneos aliados".

         Pablo Iglesias, dirigente de Unidos Podemas: "Sánchez ha ofrecido negociar un gobierno de cooperación". "Tengo la impresión de que Pedro Sánchez quiere negociar un Gobierno con nosotros, y no creo que me esté mintiendo".

         Adriana Lastra, portavoz del PSOE: "Buscaremos fórmulas para un Gobierno plural con personalidades referentes en sus ámbitos. Es un Gobierno incluyente, no cerrado como el de coalición". "Un Gobierno de cooperación entendemos que es la mejor de las fórmulas porque nos permitiría un Gobierno plural, abierto, integrador, incluyente y representativo de las diferentes sensibilidades".

         Luis Gonzalo Segura, escritor: "Desde que Vox existe mediáticamente el PSOE parece más demócrata, más social y más progresista. Justo lo que el Establecido pretendía".

         Juan Carlos Monedero, de Podemas: "La izquierda sabe que el modelo capitalista nos lleva al precipicio. Pero saber esto no sirve de mucho porque no hay modelo alternativo global. La izquierda, cuando es inteligente y recuerda eso de la correlación de fuerzas, sabe que pelear contra el modelo actual es una quimera". "El PSOE le va a poner una vela a Dios y otra al diablo. No puede hacer mucho más. El PSOE es quien es. Pero está bien que así sea. Es un gran avance".

         Pablo Iglesias, de Podemas, vicepresidente del Gobierno Sánchez, sobre el nombramiento de la exministra Dolores Delgado como Fiscal General del Estado: “Merece una oportunidad”. Cuando ésta era ministra de Justicia por su relación con el ‘caso Villarejo’ y con Villarejo mismo; “Alguien que se reúne de manera afable con un personaje de la basura, de las cloacas, (…) debe alejarse de la vida política (…) no es aceptable que en este país haya ministros que sean amigos de tipejos como Villarejo".

         Roberto Uriarte, portavoz de Defensa de Unidas Podemos, durante su participación en el Foro de Infodefensa en el Congreso de los Diputados: “La industria de defensa debe basar su crecimiento en la diversificación de sus soluciones y en la búsqueda de nuevos mercados en el exterior, para que el Ministerio de Defensa no sea el único cliente de la industria que fabrica armas".

         Alberto Garzón, ministro de Consumo y coordinador de Izquierda Unida y militante del PCE, sobre la renovación del convenio con Estados Unidos para el mantenimiento de las bases: “Lo primero que tenemos que decir, y lo digo como andaluz, es que toda la región, toda la zona, está muy a expensas de lo que significa la base y, desde el punto de vista laboral ahí hay una gran cantidad de empleos y esto es lo primero que se tiene que preservar". Sobre la elección de Biden: «La gente comprometida con la libertad ha votado masivamente al candidato demócrata que representa a un espacio muy diverso, que levanta esperanzas en todo el mundo porque supone algo distinto a Trump».



         Estación de la Central de Inteligencia estadounidense (CIA) en Madrid envió a sus responsables en Washington un cable proporcionándoles información sobre la biografía de Julio Rodríguez, general de Podemos, que participó de manera activa en el diseño de la operación militar que iba a facilitar el bombardeo de Libia por parte de Francia, Inglaterra y los Estados Unidos. Tras ser repetidamente candidato electoral de Podemos, ha sido nombrado por el secretario general de Podemos y vicepresidente de gobierno, Pablo Iglesias, su jefe de gabinete:

         «La Oficina [de EE.UU.] de Madrid de Cooperación para la Defensa ha trabajado ampliamente los dos últimos años con el Teniente General Rodríguez, cuando era Director de Planes y Programas del Cuartel General del Ejército del Aire. Todos los programas militares de ventas al extranjero fueron coordinados y dotados con personal de su oficina.          Rodríguez es el Director Nacional de Armamento español en la OTAN. Ha colaborado estrechamente con el Representante de Estados Unidos OSD AT&L), el Sr. Young en varios programas de compras de la OTAN.

         El General Rodríguez ha visitado Estados Unidos, y se reunió en 2007 con el Vicesecretario de Defensa (Viceministro). Él mantiene posiciones pro estadounidenses, es un firme partidario de la actuación conjunta y, además, un pensador estratégico».



         Steve Bannon, ideólogo de la campaña de Trump: "Quiero que hablen de antirracismo todos los días. Si la izquierda se concentra en la raza y la identidad y nosotros optamos por el nacionalismo económico, podemos destrozar a los Demócratas".

         Pablo Solón, activista y diplomático boliviano: "Una de las equivocaciones que hace el gobierno, del cuál también soy responsable, es involucrar demasiado a los dirigentes de las organizaciones dentro de la administración del gobierno. Debilitamos a las organizaciones sociales para que sus dirigentes, sus cuadros formen parte del aparato Estatal. Este es un grave error. No apostamos a que las organizaciones sociales se mantengan independientes del Estado. El error fue no reconocer que dentro del Estado íbamos a sufrir un proceso de transformación y que, por lo tanto, tenía que haber una suerte de contrapoder capaz, no sólo de ejercitar un control sobre los que ocasionalmente estábamos en el gobierno, si no que, además, se fuera transfiriendo más áreas de decisión y de acción desde el Estado hacia este contrapoder de las organizaciones sociales. Hicimos todo lo contrario. Construimos cada vez más un culto a la personalidad en la figura de Evo Morales. Esto permitió ganar la segunda elección abrumadoramente, pero configura el desastre que vendría después.          No se trata de construir otro caudillo para que hacer frente a Evo Morales u otro partido neoliberal, se trata de reconstituir el tejido social de los movimientos sociales y de nuevos actores para que empiecen a autogestionarse, autoorganizarse. Ese movimiento, hoy por hoy, es muy incipiente en Bolivia. Hace 14 años no era ese el caso, había un movimiento muy autogestionario, autónomo y movilizado. Recomponer eso va a ser duro. Lo grave es que esta desestructuración de los movimientos sociales, del sujeto social, no la hizo un gobierno de derecha, sino un gobierno de izquierda".

         Theodore Roszak: «En cierto modo, el verdadero radicalismo político de nuestros días comienza con una lúcida conciencia de todo lo que es capaz de adaptar el orden tecnocrático a su propósito de incrustarse cada vez más profundamente en los sentimientos y fidelidades más libres de los hombres. Esta intuición les falta a nuestros disconformes más airados cuando, en heroicas confrontaciones, se exponen deliberadamente a las formas más corrientes de represión policiaca y de disciplina militar. En seguida sacan la conclusión de que el status quo solo se sostiene por las bayonetas, sin ver que esas bayonetas tienen el apoyo de un vasto consenso que el status quo ha ganado, por medios mucho más sutiles y perdurables que la fuerza armada.          «Por esta razón, no se puede materializar el proceso de arrancar hombres a la tecnocracia mediante una militancia ceñuda, agresiva y pagada de sí misma que, en el mejor de los casos, se reduce a realizar tareas de resistencia ad hoc. Más allá de las tácticas de resistencia, pero al mismo tiempo inventándolas constantemente, tiene que haber una actitud que busque, no simplemente juntar poder para arremeter contra las violaciones de que es objeto la sociedad, sino transformar ni más ni menos el sentido que los hombres tienen de la realidad. Lo cual significa que, como dice George Fox, hemos de estar dispuestos muchas veces no a actuar, sino a “permanecer lúcidamente quietos” (…)»

         Juan Torres López, profesor y economista: "El capitalismo neoliberal está entrando en crisis terminal como consecuencia de su propio éxito como sistema de dominación. Su problema es que ha garantizado la apropiación masiva del beneficio pero a costa de llegar a la exageración e incluso a la aberración, monopolizando las fuentes de la toma de decisiones y convirtiendo al uso del poder y de la información en la fuente de la ganancia en detrimento de la actividad productiva. Pero al concentrar en extremo el poder ha generado una correlación de fuerzas tan favorable a las grandes corporaciones que ha terminado destruyendo los equilibrios básicos e imprescindibles que precisa tener cualquier sociedad si no quiere arder en la hoguera que antes o después prenden quienes se quedan sin nada.          El capitalismo había conseguido mantener el orden social y la legitimación cuando permitía que una parte de los de abajo llegara arriba o, al menos, que se beneficiara también de buena parte de la riqueza que se creaba, y cuando permitió que existieran mecanismos de contrapoder. Pero, asustado por la gran crisis de los años setenta del siglo pasado, apostó tan fuerte y con tanto éxito por el beneficio y la concentración del poder que ha creado un mundo en el que millones personas, o incluso naciones enteras, saben que ya nada tienen que perder porque nada hay que puedan ganar.          La única persona que en periodo electoral está hablando de los males del capitalismo y de la necesidad de reformarlo sea la presidenta del Banco de Santander, Ana Patricia Botín: «necesitamos un cambio. El capitalismo ha sobrevivido gracias a que ha sabido adaptarse a los cambios. Ahora debe volver a hacerlo. Y esta intención no debe quedarse en palabras»".

         Jorge Rulli: "Y uno nota que Bolsonaro tiene que jugar con su antinomia porque cada vez que la gente se convoca a pelear a favor de la preservación del Amazonas, el PT [N. de la R: Partido de los Trabajadores de Lula] impone su hegemonía con la consigna "Lula Libre". No se puede hablar de nada porque lo único que importa es Lula Libre. Entonces, de alguna manera, Bolsonaro tiene las manos libres. Yo creo que los extremos se cuidan como Cristina cuidaba a Mauricio y Mauricio a Cristina. Se necesitan. Justamente para evitar que se creen otras alternativas".



         Azra Raza, investigadora, profesora universitaria, médico asistencial y jefa de servicio de hematología y oncología; articulista, escritora y viuda de paciente con cáncer: "Vergonzosa es la arrogante negación de esa vergüenza. Los avances terapéuticos desarrollados en modelos animales son comunicados como si fueran directamente aplicables a las personas. Mejoras de semanas en la supervivencia son vendidas como la cura definitiva. Estas proclamas excesivamente adornadas son profundamente dañinas para los pacientes. Nadie está ganando la batalla contra el cáncer. Es fundamentalmente publicidad, la misma retórica que las mismas voces engoladas llevan proclamando desde hace 50 años”.

         El tratamiento del cáncer es hoy tan primitivo como era hace 50 años.          ¿Por qué no somos capaces de extraer conocimiento práctico de los miles de artículos científicos publicados en los últimos 50 años proclamando avances definitivos en la comprensión del cáncer? Desde hace 4 décadas escucho que está a punto de aparecer el tratamiento definitivo gracias a la comprensión del papel de los oncogenes, de los genes supresores, la descodificación del genoma y del transcriptoma humano, el sistema inmunitario o la supresión de los factores que generan la irrigación sanguínea del tumor. Pero la mayoría se derrumban estrepitosamente cuando son aplicados a los enfermos. El gap entre el conocimiento que tenemos sobre el cáncer y la efectividad de las terapias es asombroso".

         Ser positivo es el lema. Pero ¿Qué hacemos entonces con los enfermos con cáncer que sufren intenso dolor y sufrimiento? ¿Por qué nos cuesta tanto decirles que la mayoría de ellos van a morir? ¿Por qué seguimos promocionando esperanza en base a casos anecdóticos? ¿Por qué tanta tontería sensiblera? Tratar a las personas como frágiles, vulnerables, sentimentaloides; como niños que necesitan ser protegidos, es injusto, miope y en el medio plazo, contraproducente para todos los afectados".

         En una sociedad obsesionada con historias de ganadores, morir de cáncer es decepcionante:

         Nadie falla por morir de cáncer. Pero negar la muerte sí que es un terrible error".          La Dra. habla, con cierta admiración, de la “fantástica” complejidad del cáncer y de su capacidad para sobrevivir, crecer y mutar. Ante esa complejidad le parece un ingenuo reduccionismo que la investigación terapéutica siga pensando que se va a descubrir una “bala mágica” para acabar con alguno de los más frecuentes.

         Los millones de dólares invertidos por aseguradoras y enfermos en los disparatados precios que se pagan por medicamentos venenosos y mayoritariamente inútiles, pero también le parece un desperdicio el dinero invertido por el gobierno y fundaciones privadas en líneas de investigación que, según la Dra., no van a generar sino frustración.          “…las estrategias de prevención están obscenamente olvidadas. Los oncólogos nos preocupamos mucho por los que ya están enfermos. Peor ¿hacemos lo suficiente para reducir el número de enfermos del futuro? ¿Somos conscientes de la importancia de evitar una enfermedad devastadora? ¿Estamos haciendo lo mejor para reducir el daño o quizá deberíamos plantearnos la utilidad de algunas de las intervenciones draconianas que ponemos en marcha? ¿Cómo podemos pensar que las terapias que tenemos son lo mejor cuando continuamente tenemos que preguntarnos si será el cáncer o el tratamiento que proponemos lo que matará al paciente? Como alguien ha dicho: tratar a los enfermos con quimioterapia, inmunoterapia o trasplantes de células madre es como golpear a un perro con un bate de beisbol para acabar con sus pulgas. ¿Por qué pensamos que esto es lo mejor que podemos ofrecer”.

         Los oncólogos seguimos centrándonos en una minoría de nuestros enfermos que obtienen algunos beneficios limitados en el tiempo. Ha llegado el momento de pensar en esa mayoría de pacientes que no se benefician pero que sufren los terribles efectos secundarios de unos medicamentos que muchas veces les quitan tiempo de vida".

         Mi pesimismo tiene que ver con mi frustración con el status quo. Demasiadas vidas se están perdiendo por nuestro empecinamiento en la creencia de que seremos capaces de abordar una enfermedad tan compleja como el cáncer".          Su humanidad se expresa plenamente en su deseo de vivir, de celebrar la vida incluso enfrentándose a decisiones muy difíciles. Su palpable deseo de vivir solo un poco más al costo que sea salta de las páginas. Ellos son la razón de que los oncólogos, obsesivamente, fanáticamente, celosamente, propongan opciones terapéuticas no plausibles, exploren alternativas salvajes, no se rindan ni dejen que ellos se rindan. Ellos nos dan el helio que sostiene la derrota de nuestro espíritu".

         Yo cuestiono las recomendaciones de los expertos, las opciones que las familias realizan. Me maravilla la inocencia y la esperanza de los enfermos que mientras agonizan siguen buscando desesperadamente una nueva terapia experimental. Sobre todo, cuestiono mis propias decisiones. ¿Están basadas en datos sólidos o son elecciones incómodas basadas en evidencias que proceden de investigaciones incompetentemente diseñadas? Si no puedo conceder más vida ¿Podría ayudar a que mis enfermos tuvieran una buena muerte?

         Reconozcamos con toda humildad que nuestro trabajo no se ha completado. Y voy más allá: aceptemos que las maneras tradicionales de hacer que mantenemos están esclerosadas. Mi insistente examen microscópico de las maneras como las personas que aparecen en este libro sufren y padecen solo tiene el objetivo de alertar de la necesidad urgente de cambiar; de forzarnos a nosotros mismos como individuos y como sociedad a quitarnos las esposas del dogma y la tradición… dejemos de perseguir el terriblemente equivocado objetivo de añadir unos pocos meses a la vida.. Deconstruyamos lo que se ha convertido en una ciencia indiferente y reconstruyemosla teniendo en cuenta la angustia humana".



         Pilar Llop, juez, cuando era delegada del Gobierno para la Violencia de Género: "Una democracia en la que la mitad de la población vierte violencia sobre la otra mitad, no es democracia".

         Juan Fernando López-Aguilar, exministro del Psoe, denunciado por malos tratos en base a la ley contra la Violencia de Género que él impulsó y que prima el testimonio de la mujer: “Las posibles denuncias falsas son un coste soportable".

         Daniel Ortega, presidente de Nicaragua: “Saludamos a todos los trabajadores del mundo y trabajadoras del munda".





MEDIA.-



         Joseph Goebbels, Ministro de Propaganda del nazismo: "Permítame controlar los medios de comunicación y convertiré cualquier Nación en una manada de cerdos".

         George Orwell, escritor, en "1.984" hace decir a uno de sus protagonistas, que “las viejas civilizaciones afirmaban que se basaban en el amor o en la justicia. La nuestra se basa en el odio. En nuestro mundo no habrá otras emociones que no sean el miedo, la ira, el triunfo y la humillación. Destruiremos todo lo demás, absolutamente todo".

         Chris Bryant, exministro de Exteriores del gobierno laborista, que votó a favor de la invasión: «Si los periódicos de Murdoch hubieran estado en contra de la guerra de Iraq, estoy seguro de que no habría habido guerra».

         John Swinton, periodista, en 1880: “No existe en Estados Unidos prensa libre ni independiente. Ustedes lo saben tanto como yo. Ninguno de ustedes se atreve a escribir su opinión honestamente y saben también que si lo hacen no serán publicadas. Me pagan un salario para que no publique mis opiniones y todos sabemos que si nos aventuramos a hacerlo nos encontraremos en la calle inmediatamente. El trabajo del periodista es la destrucción de la verdad, la mentira patente, la perversión de los hechos y la manipulación de la opinión al servicio de las Potencias del Dinero. Somos los instrumentos obedientes de los Poderosos y de los Ricos que mueven las cuerdas tras bastidores. Nuestros talentos, nuestras facultades y nuestras vidas les pertenecen. Somos prostitutas del intelecto. Todo esto lo saben ustedes igual que yo".

         Max Blumenthal: Un medio fundado por el multimillonario de tecnología Pierre Omidyar anuncia un premio para una empleada de un medio fundado por Omidyar en la cena de gala de una organización fundada por Omidyar. IPFA exhibe la intersección entre el periodismo, la oligarquía y el poder estadounidense suave.

         Richard Peppiatt, periodista: «Siempre hay que culpar a alguien de los males de nuestra sociedad, y, para mí, eso impide cuestionarse realmente cuáles son las razones verdaderas de muchos males de la sociedad. Puedes decir simplemente: “Todo es culpa de los puñeteros inmigrantes, o de los puñeteros musulmanes”. Lo que no te dejan es cuestionarte si realmente es así. Cuando, en realidad, los lectores deberían tener objeciones más fundamentales que plantearle al sistema en que vivimos».

         Owen Jones, escritor: "A los medios de comunicación les encanta hurgar en busca de ejemplos extremos que se puedan usar para apelar a los prejuicios y a las inseguridades más extendidos entre la gente. Al hacerlo, están trabajando en tándem con el consenso político".

         Höhne, periodista: "La principal fuente de información son las historias de las agencias de noticias. Las agencias de noticias que operan de forma casi anónima son, en cierto modo, la clave de los eventos mundiales. Entonces, ¿cuáles son los nombres de estas agencias, cómo funcionan y quién las financia? Para juzgar qué tan bien uno está informado sobre los eventos en el Este y el Oeste, uno debe saber las respuestas a estas preguntas".

         Blum, investigador de medios suizos: "Las agencias de noticias son los proveedores más importantes de material para los medios de comunicación. Ningún medio de comunicación diario puede gestionar sin ellos... Así las agencias de noticias influyen en nuestra imagen del mundo; Por encima de todo, llegamos a saber lo que han seleccionado". (Asociated Press-AP, France-Presse-AFP y Reuters).

         Radio y televisión suiza (SRF), al preguntarle los televidentes por qué no se informó sobre una marcha por la paz en Ucrania, los editores dijeron: “Hasta la fecha, no hemos recibido un solo informe de esta marcha de las agencias independientes Reuters, AP y AFP".

         Joris Luyendijk, corresponsal holandés en el Medio Oriente: "Las agencias de noticias proporcionaron suficiente información para que usted pueda escribirle o hablarle a través de cualquier crisis o reunión cumbre. Es por eso que a menudo te encuentras con las mismas imágenes e historias si hojeas algunos periódicos diferentes o haces clic en los canales de noticias".

         Steffens, editor de la agencia alemana DPA: "El sentido crítico se calma más cuanto más respetada es la agencia de noticias o el periódico. Alguien que quiera introducir una historia cuestionable en la prensa mundial solo tiene que intentar poner su historia en una agencia con una reputación razonable, para estar seguros de que luego aparece un poco más tarde en los demás. A veces sucede que un engaño pasa de una agencia a otra y se vuelve cada vez más creíble.“

         Tom Curley, jefe de la agencia de noticias estadounidense AP, en 2.009 hizo público que el Pentágono emplea a más de 27,000 especialistas en relaciones públicas y que, con un presupuesto de casi 5 mil millones de dólares al año, trabajan los medios de comunicación y circulan manipulaciones específicas. Adicionalmente, los generales estadounidenses de alto rango habían amenazado con “arruinar” a AP y a él si los periodistas informaban críticamente sobre el ejército estadounidense.

         Ulrich Tilgner, corresponsal de Medio Oriente para la televisión alemana y suiza, poco después de la guerra de Irak: "Con la ayuda de los medios de comunicación, los militares determinan la percepción pública y la usan para sus planes. Se las arreglan para agitar las expectativas y difundir escenarios y engaños. En este nuevo tipo de guerra, los estrategas de relaciones públicas de la administración de los Estados Unidos cumplen una función similar a los pilotos de bombarderos. Los departamentos especiales de relaciones públicas en el Pentágono y en los servicios secretos se han convertido en combatientes en la guerra de información... El ejército de los EE. UU. utiliza específicamente la falta de transparencia en la cobertura de los medios de comunicación para sus maniobras de engaño. La forma en que difunden la información, que luego es recogida y distribuida por los periódicos y las emisoras, hace que sea imposible para los lectores, oyentes o espectadores rastrear la fuente original. Por lo tanto, la audiencia no podrá reconocer la intención real de los militares.“

         John Stockwell, ex oficial de la CIA, dijo sobre su trabajo en la guerra de Angola: “El tema básico era hacer que pareciera una agresión [enemiga] en Angola. Así que cualquier tipo de historia puedes escribir y entrar en los medios de comunicación en cualquier parte del mundo, (...) Un tercio de mi personal en este grupo de trabajo staban en acción encubierta, eran propagandistas, cuyo trabajo profesional era inventar historias y encontrar formas de incluirlas en la prensa ... Los editores en la mayoría de los periódicos occidentales no son demasiado escépticos con los mensajes que se ajustan a las opiniones y prejuicios generales ... Así que se nos ocurrió otra historia, y se mantuvo durante semanas ... [Pero] todo fue ficción".

         Fred Bridgland, corresponsal de guerra para la agencia Reuters: "Basamos nuestros informes en comunicaciones oficiales. No fue hasta años después que supe que un pequeño experto en desinformación de la CIA se había sentado en la embajada de los Estados Unidos en Lusaka y compuso ese comunicado, y no tenía ninguna relación en absoluto con la verdad ... Básicamente, y para decirlo de manera muy cruda, puedes publicar cualquier basura vieja y tendrá lugar en la sala de periódicos.“

         Noam Chomsky, lingüista y analista político: “Lo que hace que la corriente principal de los medios principales". "Si abandona la línea oficial, si produce informes disidentes, pronto sentirá esto ... Hay muchas maneras de volver a la fila rápidamente. Si no sigue las pautas, no mantendrá su trabajo mucho tiempo. Este sistema funciona bastante bien y refleja las estructuras de poder establecidas". "[El] punto es que no estarían allí a menos que ya hayan demostrado que nadie tiene que decirles qué escribir porque van a decir lo correcto. Si hubieran empezado en el mostrador de Metro, o algo así, y hubieran perseguido las historias equivocadas, nunca hubieran llegado a las posiciones donde ahora pueden decir lo que quieran... Han pasado por el sistema de socialización".

         Matt Kennard, periodista: "Vi cómo a mi gobierno no le importaba en absoluto reescribir informes de los servicios de inteligencia para engañar a sus propios ciudadanos y meterlos en una guerra de todo punto ilegal. Pensé, quizá con ingenuidad, que trabajar en The Financial Times me permitiría seguir aprendiendo cosas, y en algunos aspectos estaba en lo cierto, aunque lo que aprendí no fueron las lecciones que ellos pretendían darme. Allí viví expuesto a la otra cara de esta moneda de la industria de la guerra: el mundo de las altas finanzas. Esas guerras no eran el vanidoso proyecto de unos dirigentes crédulos, eran tan solo la fase más reciente de la prolongada guerra de las élites mundiales contra los pueblos de nuestro mundo, librada con el fin exclusivo de engordar sus cuentas de resultados. Vi muy de cerca a los verdaderos gobernantes del mundo: no eran los políticos, sino los multimillonarios que se esconden detrás de ellos, lo marionetistas que lo movían todo".          "Durante los años siguientes fui testigo de primera mano de lo poderoso que es el sistema propagandístico que da cobertura a estos extorsionistas. Es casi imposible enfrentarse a ellos a título individual desde dentro (lo intenté). (...) mientras lidiaba con mi trabajo, en lo más profundo de mi mente sabía que, como periodista, expresar esta contradicción no era buena idea: hacerlo afecta negativamente, de inmediato, a tu carrera, y supongo que esa es la razón por la que muy pocos dan ese paso. Si hablas mal de los extorsionistas, bueno..., enseguida eres antiestadounidense, odias la libertad, amas a los terroristas, etcétera. Este tipo de “entrenamiento” ideológico alcanza su máxima potencia en los medios de comunicación que apoyan la extorsión del mundo occidental, que es donde antes trabajaba yo —también ayudan a diluir el pensamiento independiente—. En realidad, me enseñaron esta filosofía de mantener los ojos cerrados cuando fui a cursar una maestría en la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia, en Nueva York; al parecer se trata de la mejor del mundo en su disciplina, pero es esclava de la extorsión y sus mentiras, como el resto de las élites estadounidenses. Y los intentos por sacarme de la cabeza estas ideas críticas prosiguieron a medida que iba ascendiendo en la jerarquía del aparato ideológico. El día que me marché de The Financial Times, por ejemplo, mi jefe me dijo claramente: “Lárgate y dedícate a esas cosas tuyas para ‘salvar el mundo’; tal vez puedas regresar cuando crezcas un poco".           Steven Pinker, psicólogo evolucionista de Harvard, me contó en una ocasión que el poder pervierte las nociones humanas de moral y justicia: “Dominación, imparcialidad y asociación son tres modalidades de pensamiento muy distintas para abordar las relaciones. Quien ocupa el poder tiende a no pensar en sus relaciones con sus peones o los de otros en términos de imparcialidad". "Los mitos que se dispensan a los estadounidenses desde su más tierna infancia —una formación ideológica que además trasciende sus fronteras— siguen presentando a Estados Unidos como una imponente singularidad en el mundo del ejercicio del poder. A diferencia de todas las superpotencias anteriores, Estados Unidos es una potencia “moral”, impulsada por principios y valores, en lugar de por la dominación y la codicia. Estados Unidos, se nos dice, es “excepcional”; no excepcionalmente violenta, que es la verdad, sino excepcional en la medida en que tiene una “vocación superior”; es una “resplandeciente ciudad en la cima de un monte”. Una breve incursión en el mundo con los ojos bien abiertos nos muestra enseguida que esto es lo contrario de la verdad. Pero mantener bien abiertos los ojos siempre será más difícil que buscar consuelo en la superioridad moral propia y en la infamia de los enemigos. Y así arraiga el mito. Repita conmigo: cuando Estados Unidos es el responsable, el terrorismo se llama “pacificación”; la dominación se llama “colaboración”; el miedo es “estabilidad".          Un par de años después de mi iniciación en The Financial Times, algunas cosas empezaron a aclararse. Me di cuenta de que había una diferencia entre el resto del personal de la extorsión y yo: ellos eran los trabajadores de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), los economistas del Fondo Monetario Internacional (FMI), etcétera. A medida que iba comprendiendo cómo funcionaba realmente la extorsión, empecé a considerarlos embaucadores voluntariosos. No había duda de que parecían creer en las virtudes de la misión; se imbuían de todas las teorías con las que se pretendía maquillar la explotación mundial con el lenguaje del “desarrollo” y el “progreso”.          "Ellos creían de verdad en los mitos y, por supuesto, se les pagaba con generosidad para que los creyeran. Para ayudar a levantarse cada mañana a estos agentes de la extorsión, también hay por todo Occidente un ejército bien provisto de intelectuales cuyo exclusivo propósito es volver aceptables para la población en general el robo y la brutalidad de Estados Unidos y sus aliados extorsionistas. Y este sistema de adoctrinamiento está tan bien engranado con los medios de comunicación y el sistema universitario que es casi imposible siquiera adivinarlo". (...) "El poder ha corrompido por completo la mentalidad de todas esas personas". (...) "Las pautas y el modus operandi de la extorsión se repiten por todo el mundo una y otra vez. Así, por ejemplo, la forma en que vi a las “agencias de ayuda” y la Fundación Nacional para la Democracia (NED) sabotear a grupos que se organizaban al margen de ellos en Bolivia se repite en Ecuador, Venezuela, Brasil, toda América Latina y el resto del mundo". "Las instituciones a las que sirven continúan liquidando el anhelo de independencia de la gente por todo el mundo".          "La ayuda que la extorsión presta a las grandes corporaciones norteamericanas ha vuelto inevitable la proliferación de la “cultura” estadounidense, lo que ha dado lugar a una nueva dimensión del denominado “poder blando”. Pero, como veremos más adelante, los extorsionistas tienen auténtico miedo a las artes creativas. Nuestra cultura y las artes tienen el potencial no solo de dejar al descubierto la extorsión tal como es, sino de contribuir a desmantelarla. Por esta razón, los extorsionistas no dejan de apropiarse al máximo de las artes y la cultura: la CIA apoyó las artes estadounidenses durante la Guerra Fría y no cabe duda de que sigue haciéndolo".          "A partir de la década de los setenta, los mismos mafiosos de guante blanco han ganado contra la población estadounidense una guerra que ha adoptado la forma de monumental estafa soterrada. Poco a poco, pero con firmeza, han conseguido liquidar, bajo el disfraz de diversas ideologías fraudulentas como el “libre mercado”, buena parte de lo que el pueblo estadounidense poseía". (...) "La población pobre y trabajadora de Harlem tiene más en común con la población trabajadora y pobre de Haití que con las élites de su propio país, pero para que la extorsión funcione “es preciso ocultarlo".          "En nombre del altruismo se ha construido un vasto edificio ideológico que inflige una violencia brutal tanto contra los pobres de su propio país como del extranjero". "Los medios de comunicación le harán creer que no existe ninguna extorsión, que es pura casualidad que vivamos en un mundo donde ochenta y cinco personas (¡ochenta y cinco personas!) poseen la mitad de la riqueza del mundo mientras cada año mueren de hambre más niños que los muertos en el Holocausto. Por supuesto, no es un accidente ni una mera peculiaridad de la historia, sino el resultado de una injusticia monumental y de las políticas de una mafia gigantesca. Para ayudar al Planeta y a nuestra especie a sobrevivir, es necesario despertar de la hipnosis y ver la extorsión tal como es".

         Harold Pinter, dramaturgo, en su discurso de recogida del Premio Nobel, cuando se trata de Estados Unidos “nunca ocurrió. Nunca ocurrió nada. No ocurrió ni siquiera cuando estaba ocurriendo. No importaba. No era de interés". “Los crímenes de Estados Unidos han sido sistemáticos, constantes, inmorales, despiadados, pero muy pocas personas han hablado de ellos. Esto es algo que hay que reconocerle a Estados Unidos. Han ejercido su poder a través del mundo sin apenas dejarse llevar por las emociones mientras pretendían ser una fuerza al servicio del bien universal. Ha sido un brillante ejercicio de hipnosis, incluso ingenioso, y ha tenido un gran éxito".

         Rafael Poch de Feliu, periodista: a los "expertos" de los "pensaderos", los laboratorios de ideas, Stephen Walt los define como “una casta disfuncional, formada por privilegiados que en general desdeñan las perspectivas alternativas y están inmunizados con respecto a las consecuencias de las políticas que han puesto en práctica”. Un cuerpo disciplinado por las patologías establecidas que se deducen de los intereses de quienes les pagan y dirigen. (...) Cada año gobiernos e industrias aportan decenas de millones a las instituciones encargadas de fabricar el consenso. (...) Los norteamericanos inventaron el uso intensivo de la prensa para propagar las mentiras necesarias para generar el consenso que necesita una agresión. Ellos fueron los creadores del periodismo moderno y son sus maestros. Utilizan la crónica internacional, fundamentalmente, para justificar, encubrir o embellecer las fechorías de su gobierno. Fueron ellos lo que estrenaron y rodaron esa relación incestuosa del poder con los periodistas a base de filtraciones y confidencias interesadas al cuerpo de periodistas de la corte, dentro de ese marco de empresas periodísticas estrictamente controladas por el poder empresarial que pasa por “libertad de prensa” y “cuarto poder”, cuando es precisamente su perversión. La actual relación entre medios y poder que hoy vemos por doquier, fue un invento estadounidense, como las relaciones públicas y el complejo Hollywood, que, como dice Laurent Dauré, es “la continuación de la política de Washington por otros medios”. (...) Stephen Walt explica cómo la mayoría de los expertos están formateados por el consenso ideológico-militar de Washington y quienes no lo están tienen pocas probabilidades de hacer carrera. Menciona el destino de los 33 investigadores de relaciones internacionales que en septiembre de 2002 advirtieron contra la guerra de Iraq. “A ninguno de ellos se le ha propuesto desde entonces un cargo o un puesto de trabajo en la administración ni en ninguno de los grupos mas prestigiosos dedicados a la investigación exterior.

         Frédéric Farah: “El FMI es un organismo esquizofrénico. Puede publicar documentos críticos con la austeridad y, al mismo tiempo, reivindicar reformas neoliberales".

         Datos aportados por la CNMV: Banco Santander con participación en Prisa (con un 4,145%), editora de El País y propietaria mayoritaria de la Cadena SER, y Vocento (a través de su gestor de inversiones Santander Asset Management, con un 3,977%), editora del diario ABC. También es destacable la presencia del banco extranjero HSBC, con un 9,108% de Prisa. En junio de 2.012, Prisa anunciaba la entrada de La Caixa, Banco Santander y HSBC en su accionariado al canjear los 334 millones de euros de deuda en bonos de la compañía. A estas tres entidades se sumaría Telefónica, quien se hizo con 100 millones de euros en acciones.          Fondos de inversión están presentes en grupos como Mediaset, Atresmedia, Vocento y Prisa. En este último, el fondo Amber Capital es su accionista mayoritario con un control de casi el 30%. El fondo buitre Blackrock, por su parte, cuenta con un 4,876% de Mediaset, además de participar en otras empresas del IBEX 35 como Banco Santander (5,395%), BBVA (5,917%), Telefónica (4,999%) y ACS (3,173%), entre muchas otras.          A algunos emporios mediáticos incluso se les puede relacionar con determinados bancos. Así, Vocento (la fusión entre el Grupo Correo y Prensa Española) ha estado vinculado tradicionalmente al BBVA. La familia Ybarra, que controla un 11,077% del conglomerado a través de Mezouna S.A., cimentó Vocento a través del mencionado banco. Emilio Ybarra y Churruca, recientemente fallecido, fue presidente de BBVA entre 1990 y 2001. Su hijo, Ignacio Ybarra, actual presidente del grupo, fue responsable de Servicios Transaccionales Globales de BBVA y director de la Unidad de Instituciones Financieras, entre otros muchos cargos. Además, los actuales consejeros Santiago Bergareche y Carlos Delclaus también han ocupado cargos en la entidad vasca.          Planeta, a su vez socio mayoritario de Atresmedia, y el Banco Sabadell. José Manuel Lara Bosch, fallecido en 2015, se convirtió en presidente de Planeta, y en consejero del Banco Sabadell.

         David Jiménez, exdirector de El Mundo y autor de El Director: “Un diario que tiene dificultades en pagar la nómina de sus periodistas no puede permitirse la retirada de publicidad de una gran cuenta del IBEX. Los directivos de las grandes empresas lo saben, huelen tu debilidad y aprietan más o menos en función de tu fortaleza".          En un pasaje del libro, Jiménez narra cómo le pidieron que pensase en «la redacción» y frenase un artículo sobre César Alierta. “Es el chantaje emocional: te están diciendo que si no aceptas el juego de los favores habrá consecuencias para tus compañeros. El periodismo ha sobrevivido en España gracias a los favores del IBEX. Si un director intenta romper esas ataduras, como fue mi caso, pasa a convertirse en un obstáculo y es eliminado. Y que pase el siguiente”. Todos los bancos consultados por La Marea se han negado a aportar sus datos sobre gasto en publicidad en medios de comunicación. “El dato de inversión publicitaria no es público”, señalan específicamente desde Banco Sabadell.          La trama del excomisario Villarejo y Francisco González, expresidente de BBVA: “¿Por qué no salió antes esa información y solo se publica cuando Francisco González deja la presidencia del banco? Porque ahí está la clave. Durante décadas era imposible leer una noticia negativa del banco o de su principal ejecutivo. El BBVA, bajo su mando, invirtió grandes cantidades de dinero en Los Acuerdos".          Todo está entremezclado. El poder económico, el político y el mediático tienen los mismos intereses, comparten enemigos y aliados. Los directivos de las grandes empresas de comunicación de este país pertenecen a un establishment que opera en consonancia con los otros dos poderes: protegen a sus amigos en el círculo de poder político y económico. La presión de esos tres poderes se traslada luego a las redacciones y es efectiva sobre todo porque los directivos que deberían estar con sus redacciones en realidad trabajan como aliados de quienes coartan su libertad. El enemigo, en cierto modo, está en casa. Una de las razones es evidente: la salida laboral de esos ejecutivos de medios está en el IBEX o en sus consejos de administración, a los que esperan llegar cuando dejen el sector. Una manera de garantizarse un buen futuro laboral es empezar a trabajar para esos poderes desde dentro de los medios".

         Umberto Eco, escritor y filósofo: "Las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas".

         Georges Soros, "minimizador" de ganancias, revolucionario con los colores de la mentira golpista, especulador "sin" consecuencias, tecnoplutócrata central y revirginal: "La política de Facebook de no exigir la verificación de los hechos en la publicidad política en el 2020 ha abierto la puerta a declaraciones falsas, manipuladas, extremas e incendiarias". Esta red social "tiende a ocultar las fuentes de contenido inflamable y falso", "no castiga adecuadamente a quienes difunden información falsa" y "tampoco advierte de manera efectiva a quienes están expuestos a mentiras". La directora de operaciones de Facebook, Sheryl Sandberg, "repitió el cliché desgastado de Silicon Valley de que Facebook está tratando de hacer del mundo un lugar mejor". "Repito y reafirmo mi acusación contra Facebook bajo el liderazgo del señor Zuckerberg y la señora Sandberg. Siguen solo un principio rector: maximizar las ganancias independientemente de las consecuencias". "De una forma u otra, no se les debe dejar el control de Facebook", Expresa su "temor de que con la ayuda de Facebook" el actual presidente de EE.UU., Donald Trump, vuelva a ganar en el 2020. ha concluido.

         Valentino Arteaga, digitalsevilla.com: "Esta mañana el diario El País, el más leído de España, reconoció tras meses de vomitivo silencio que participó en la operación mediática internacional que acompañó a la autoproclamación de Juan Guaidó como presidente de Venezuela. En un artículo publicado dentro de la sección del defensor del lector, el medio reconoce que El País (es decir, ellos) "publicó que el régimen chavista quemó camiones de ayuda humanitaria y nunca lo rectificó pese a demostrarse que no era cierto".

         Caitlin Johnstone informa que el principal ejecutivo editorial de Tuiter para Europa, Medio Oriente y África es una persona que trabaja para una unidad de propaganda militar británica. Tuiter es conocido por suspender cuentas que no cumplen con las explicaciones del Imperio. Sin embargo, la juventud despreocupada del mundo occidental no puede prescindir de Twitter. Son incapaces de darse cuenta de que se están encerrando firmemente en la Matrix de la élite.          Como escribe Caitlin, "Este es solo un elemento más en la creciente montaña de evidencias de que estas plataformas de redes sociales gigantes e inmensamente influyentes en las que todos hemos sido conducidos no son más que propaganda estatal para la era digital".          Caitlin explica que el poder real del imperio y la oligarquía que lo gobierna está en su presencia invisible. “Oficialmente, todos vivimos en naciones separadas y soberanas dirigidas por funcionarios elegidos democráticamente; extraoficialmente vivimos en un imperio transnacional masivo regido por una alianza flexible de plutócratas y agencias gubernamentales opacas donde los propagandistas militares son empleados por los monopolios de las redes sociales para manipular las narrativas públicas. La máscara oficial existe solo en el nivel de la narrativa, mientras que la realidad no oficial es lo que realmente está sucediendo ".          Zero Hedge informa que los medios de comunicación, es decir, el Ministerio de Propaganda que sirve a la oligarquía gobernante, ahora están empleando agentes de la CIA cuyas carreras supervisaban programas de espionaje y asesinatos, escuchas telefónicas sin orden judicial, operaciones psicológicas y operaciones encubiertas diseñadas para derrocar gobiernos e incitar a "guerras civiles".

         Thierry Meissan: Ya no se trata de lograr ‎que el público se sume a una ideología y de que actúe al servicio del Poder sino, por el ‎contrario, de evitar que actúe, de paralizarlo. ‎          Tomemos el ejemplo de la reciente “eliminación” de Abu Bakr al-Baghdadi, el “califa” del Emirato ‎Islámico (Daesh). Todos sabemos que es materialmente imposible que un grupo de ‎‎8 helicópteros atraviese en vuelo rasante todo el norte de Siria sin ser visto por la población ‎ni detectado por los sistemas rusos de protección antiaérea. La historia que están contándonos ‎es evidentemente imposible. Sin embargo, en vez de cuestionar la credibilidad de algo que cae en ‎el campo de la propaganda, la prensa –y con ella el público– debate sobre si al-Baghdadi, ‎viéndose arrinconado por las fuerzas especiales estadounidenses, mató a 3 o a 2 de sus hijos al hacer ‎estallar su “chaleco explosivo”. ‎          En otros tiempos, todos hubiésemos estado de acuerdo en que, al ser imposible un elemento ‎esencial de esta historia, no podemos tomar en serio los demás elementos del cuento, ‎empezando por la muerte misma de al-Baghdadi.          Pero hoy en día la reacción es diferente. Se admite que el elemento fundamental ‎materialmente imposible (que nadie haya visto los 8 helicópteros mientras cruzaban todo ‎el norte de Siria en vuelo rasante) fue probablemente falsificado –dando por sentado que ‎se mintió seguramente por razones de “seguridad nacional”– pero se considera auténtico ‎el resto de la historia. Y con el paso del tiempo se olvidarán las actuales reservas sobre ese ‎elemento fundamental y se publicarán enciclopedias que contarán la parte linda del cuento, ‎repitiendo incluso sus partes más increíbles.‎          Digámoslo de otra manera, hoy se entiende instintivamente que esta narración no está ‎concebida para que conozcamos la realidad de los hechos sino sólo para transmitir un mensaje. ‎A partir de ahí, la prensa –y con ella el público– no toma posición sobre los hechos sino ante ‎el mensaje según ha sido entendido: al igual que Osama ben Laden, Abu Bakr al-Baghdadi ‎ha sido ejecutado. Dios bendiga a Estados Unidos porque Estados Unidos es el mejor y el más fuerte.          Para desplazar nuestra conciencia de los hechos hacia el mensaje, los escritores de discursos están ‎obligados a presentar una narración incoherente. No es sólo un error que se repite sino una ‎exigencia técnica de su trabajo.          En la propaganda clásica se buscaba contar historias coherentes, de ser necesario ocultando ‎ciertos hechos o falsificándolos. Ya no es así. Ahora no se trata de convencer con historias ‎bonitas, aunque tengan que tomarse ciertas libertades con la realidad. La propaganda de hoy ‎se dirige a un estado de conciencia intermedio a través del cual se trata de hacer llegar un ‎mensaje. Estamos perfectamente conscientes de que el asunto de los helicópteros es imposible, ‎pero nos dejamos llevar por un razonamiento que lo elimina de nuestro campo consciente. Una ‎parte de nuestro intelecto se ha visto previamente condicionada y nos mentimos a nosotros ‎mismos.          Cada uno de los ejemplos que podemos citar aquí haría ‎saltar en sus asientos a la gran mayoría de nuestros lectores ya que en todos los casos su comprensión exige ‎que seamos capaces de reconocer no sólo que nos dejamos engañar sino que nos dejamos ‎engañar con nuestra propia complicidad… y el ser humano detesta reconocer sus errores.          Los políticos de primera línea –empezando por ‎el presidente George Bush hijo y por el primer ministro británico Tony Blair– asumieron discursos ‎incoherentes para condicionar las reacciones del público en general y de sus electores ‎en particular. Esa técnica impone lo absurdo frente a la verdad, como cuando se sustituía ‎la verdad con la mentira. Es una técnica que destruye el funcionamiento de los sistemas ‎democráticos.          Basta que oigamos un solo punto de vista ‎diferente para que salten a la vista las mentiras de la propaganda que nos remachan ‎constantemente. Es por eso que la propaganda, cuando recurre a la mentira, exige una censura ‎implacable. Pero si la mentira introduce una incoherencia en el discurso de manera que esa ‎incoherencia se haga voluntariamente evidente, ya no hay necesidad de censurar los puntos de ‎vista alternativos. Al contrario, más vale dejarlos expresarse e incluso mencionarlos denunciando ‎públicamente algunos como falsas noticias.          La verificación de los hechos ha sido desde siempre la ‎base misma del trabajo de periodistas e historiadores. El verdadero antídoto contra la postverdad ‎es el simple restablecimiento de la lógica.

         El Mundo: "Un líder carismático empeñado en convertir en su hogar el Palacio Quemado, la antigua sede presidencial. Pero ya no podrá ser. La calle, la OEA, el ejército, la policía han doblegado a Evo Morales".

         El País: La violencia de los opositores se cuenta así: “Los comités cívicos de Santa Cruz siguieron movilizados en decenas de bloqueos callejeros y barricadas en la segunda ciudad del país, sin que hoy se registraran incidentes reseñables".

         La de los partidarios del presidente, así: “Al grito de “Ahora sí, guerra civil”, miles de jóvenes de El Alto atacaron estaciones policiales, patrullas y a algunos policías, que salieron huyendo. Luego se supo que la muchedumbre iba a bajar a La Paz a tomar el Palacio de Gobierno; la amenaza bastó para que se cerraran todos los comercios, bancos, mercados de esta ciudad, y para que los vecinos formaran barricadas en las esquinas y comenzaran a patrullar las calles para evitar saqueos durante la noche”.          Y Evo Morales se hizo casta. El mandatario boliviano atraviesa una crisis de legitimidad. Y algunos jóvenes lo consideran ya parte de un nuevo tipo de "establishment"”          Los militares salen a la calle con la policía para "evitar sangre y luto" y advierten de que emplearán la fuerza de "forma proporcional" contra el vandalismo".          Cientos de comuneros rodearon algunos de los barrios residenciales de esta zona de la urbe y, exhibiendo palos y haciendo explotar pequeñas cargas de dinamita, sembraron el terror y asustaron hasta la desesperación a sus habitantes, que clamaban en vano por la llegada de policías".          Los que se movilizan con el presidente en vigor son “militantes vengativos” y los que lo derrocan con la ayuda de policías y militares son solo “manifestantes”. “Los militantes lo hacen de la peor manera: intentando vengarse de la policía, acusada por el exmandatario de complicidad en su caída, a causa de su amotinamiento, que la puso al lado de los manifestantes".          Si los militares intervienen, la interpretación del periodista es que eso lo aprovecha el presidente para dibujar un escenario sombrío: “Morales aprovechó la intervención de los militares, que tomaron esa decisión después de días de motines policiales que entorpecieron su respuesta en las calles, para dibujar un escenario sombrío de represión".

         ABC: “La crisis política desatada en Bolivia tras las elecciones fraudulentas celebradas el pasado 20 de octubre se saldó, el domingo, con la dimisión del primer presidente indígena del país, Evo Morales, que permaneció a las riendas del poder durante casi 14 años. Morales anunció su marcha a través de un vídeo".

         Evo Morales dimite tras perder el apoyo del Ejército”, dando por hecho que, en Bolivia, el ejército debe dar el apoyo para que se pueda ser presidente.          Ya antes, los medios habían silenciado las movilizaciones indígenas en defensa de Evo Morales, por ejemplo en Cochabamba. También la orden del ministro de Defensa del gobierno de Evo Morales al comandante en jefe de las Fuerzas Armadas en la que le recordaba que no existía ninguna orden de movilización del ejército y le requería para que se replegaran a sus cuarteles. Ese ministro no renunció es el jefe supremo del ejército y en la medida en que se le estaba desobedeciendo se estaba ejecutando un golpe de Estado. Pero no nos lo contaban.          El candidato presidencial del partido de la nombrada presidenta, Jeanine Áñez, Movimiento Demócrata Social, sacó tan solo el 4,24% de votos. Para nombrar presidenta a la opositora Jeanine Áñez, impidieron el acceso al Parlamento a la presidenta del Senado, Adriana Salvatierra, del partido de Evo Morales, y por delante de Áñez en la cadena de sucesión a la presidencia.

         El País, “El Ejército obliga a Evo Morales a renunciar como presidente de Bolivia” (11 de noviembre) y, al día siguiente, también en El País, “La violencia sobrecoge a Bolivia. Los militares salen a la calle con la policía para ‘evitar sangre y luto’ (…)”; en El Mundo, “Evo Morales, el indígena que sucumbió a las mieles del poder” (11 de noviembre); y en el ABC: “Evo Morales tiró la toalla”. The New York Times, Max Fisher, “la crisis en Bolivia ilustra la difusa línea entre golpe de estado y revuelta”,

         El País: “La trama rusa empleó redes chavistas para agravar la crisis catalana” (noviembre de 2017), en ABC: “La actividad de centros de intoxicación de las redes sociales desde Rusia o Venezuela ha sido probada fehacientemente” en Cataluña, el referéndum del Brexit o las elecciones presidenciales francesas de 2017.

         José Manzaneda: "El robo de la victoria electoral que obtuvo el Movimiento al Socialismo (MAS) y la dictadura impuesta en Bolivia no habrían sido posibles sin los medios internacionales. Que, como el diario español El País, convierten un golpe militar en una “crisis política”. Que, como la agencia AP, califican a Evo Morales, amenazado y perseguido, como “ex presidente autoexiliado”. O que, como la revista Forbes, dedican portadas a ensalzar a una presidenta golpista que nos cuenta “cómo se pacificó Bolivia”. ¿Cómo se ha “pacificado” Bolivia? Se lo explicamos: disparando a matar a quien se ha opuesto al golpe, asesinando a 33 personas e hiriendo a 800; encarcelando y torturando a militantes de izquierda; o deteniendo a quienes difundieron, mediante teléfonos móviles, imágenes de las masacres. Todo arropado por el silencio de los medios corporativos, al que se ha sumado la eliminación, en Bolivia, de las señales televisivas de teleSUR y RT que han sido, durante semanas, las únicas ventanas de denuncia del golpe de estado. Una censura, por cierto, justificada por medios como el diario ABC, que la definía como una forma de “poner coto a (…) la propaganda estatal rusa” “cuando la protesta generalizada fomenta la desestabilización”. También mediante el miedo y la autocensura. Como en el caso del humorista gráfico Alejandro Salazar, que renunció a publicar sus viñetas críticas tras recibir amenazas de muerte. Los medios están, además, detrás del factor desencadenante y argumento justificativo del golpe: la denuncia de supuestas “irregularidades” en el conteo electoral, por parte de una misión de la OEA, que sostiene que hubo una “aumento masivo e inexplicable” del voto al MAS en el último 5 % de los votos escrutados. La prueba, para los medios, de que Evo Morales cometió un “fraude escandaloso”. Estos medios, sin embargo, han silenciado a más de cien expertos internacionales en economía y estadística, así como los estudios del Centro para la Investigación Económica y Política y la Fundación Internacional de Derechos Humanos, que muestran justo lo contrario: que el aumento en el tramo final sí es explicable y es similar al de anteriores comicios, dado que corresponde al voto rural indígena, hegemónico del MAS".

         Hugo Pereira: "En Bolivia hay una gran masa de la población que es ignorante, que no está al tanto de las noticias de política, de economía, etc". "¿Crees que gran parte de este resultado se explica por este factor?"

         Alejandro Entrambasaguas, "periodista" de "Diario Oc": "Yo creo que sí, de eso no me cabe absolutamente ninguna duda, porque el votante medio del Movimiento al Socialismo es un votante con un nivel intelectual nulo, prácticamente inexistente, ya no te digo cultural, no, no tienen prácticamente nivel".          "El votante medio del partido de Evo Morales no tiene nada que ver con el votante medio que tiene aquí Podemos. Aquí, quieras que no, todo el mundo sabe lo que es un teléfono móvil, sabe lo que es internet, pero la mayoría de gente que ha votado a Evo Morales es gente que vive en el campo, gente que no sabe lo que es un teléfono móvil, no sabe lo que es internet y mentalmente no tiene absolutamente idea de prácticamente nada".          Los ciudadanos bolivianos que respaldaron electoralmente al MAS eran "analfabetos literales". Les criticó que no supieran "hablar el español", sino sus idiomas maternos, como el aimara o el quechua, ambos reconocidos como oficiales.          "No tienen idea de lo que es la civilización".

         William Davies, sociólogo y economista: "Cuando el lenguaje de la guerra entra en la política, lo que conlleva es una destrucción del espacio del compromiso. Esto significa, básicamente, que si hablas en términos bélicos dejas de reconocer que estás obligado a algo.          Sabemos que el Pentágono está utilizando tecnologías para influenciar a las masas, en el ámbito civil y económico, mediante técnicas de contrainsurgencia y contraterrorismo. He escrito sobre la compañía de Peter Thiel, Palantir, una compañía comercial que atraviesa fronteras de muchas maneras y que obtiene muchos contratos en actividades de contraterrorismo y para influenciar a la gente. Pero también está siendo usado para vigilancia y potencialmente puede ser usado para investigaciones de mercado, porque estas tecnologías nos ven como ejércitos de gente, como hordas. Y en ese sentido, la mentalidad de la guerra y las técnicas políticas de manipulación, que son potencialmente muy violentas, se han convertido en formas habituales de organizar la sociedad. De este modo, los partidos políticos, los movimientos políticos son vistos como un ejército a movilizar y no como personas que deben ser representadas.          La publicidad siempre ha intentado guiar a la gente a este tipo de comportamiento, en muchos sentidos tan apetitoso.          Así que no deberíamos exagerar sobre cómo de novedosas son estas técnicas. Pero, claramente, esta segmentación psicográfica con mensajes que están cuidadosamente diseñados para obtener determinada reacción de la gente es un fenómeno muy preocupante.          El hecho de que moviliza a las personas que antes eran simplemente apáticas, no les importaba que la política no fuera para ellos. Esas personas fueron “golpeadas” con imágenes terribles, con la idea de que Turquía va a entrar en la Unión Europea y se van a meter en tu ciudad, etc. Buscan inducir una serie de emociones en la gente, movilizarlas y que voten. Y este tipo de propaganda es propaganda de guerra. De nuevo, tiene precedentes, pero la economía de plataformas permite hacer esto de una manera más cuidadosa y estratégica. Es producir los contenidos que generan adhesión.          Deben averiguar qué tipo de contenidos crean esa adhesión, y tiende a ser el contenido que provoca no el pensamiento racional, si no el “cuerpo emocional”: la parte de nosotros que reacciona independientemente de lo que pensemos, impulsivamente: “esto es asqueroso, esto es espantoso o esto es maravilloso”.          Por qué hay tantos cómicos hoy en día en política: Bepe Grillo, Boris Johnson, que se hizo famoso en tertulias cómicas en los 90, o el nuevo primer ministro de Ucrania. La persona que hace reír consigue una reacción visceral, se convierte en el personaje ideal para crear esa reacción afectiva. Por ejemplo, Donald Trump fue una estrella de los realos. Sabía cómo actuar de determinada forma para que la gente se sentase y mirase. Y eso es lo que son nuestros políticos hoy en día: un cruce de la telerrealidad con la comedia.          Los gigantes como Amazon, Google, Facebook, se han convertido en condicionantes de los mercados, la sociedad civil o la democracia. Y esto es muy peligroso. Google puede destruir pequeños comercios solo cambiando el algoritmo de sus anuncios. Amazon puede hacerlo con las librerías. Facebook puede hacerlo con las democracias.          Amazon tiene muchas de las atribuciones de un estado soberano. Tienen la capacidad de destruir; ya sabes, el Pentágono ahora depende de Amazon para su computación en la nube, etc. Por eso el tipo de competencia en la que participan, de alguna manera se entiende mejor como una competencia de guerra que como una competencia de mercado. Las leyes anti-Trust, por ejemplo, no funcionan para ellos, porque no se engloban en un mercado. Los empresarios detrás de estas compañías tienen un tipo de mentalidad napoleónica, sienten que están construyendo imperios. En ese sentido, es una forma de imperialismo. No necesitan hacer dinero, ya han hecho mucho, no necesitan hacer negocios como tal".

         Miguel Ángel Belloso, licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra, ingresó en el diario Expansión, director de Actualidad Económica. Colabora con la cadena COPE, y de vez en cuando con Telecinco o Cuatro. Liberal conservador, que escribe en Vox Populi, "convencido de que el socialismo solo es capaz de producir mediocridad y retraso económico, como bien demuestra la evidencia empírica": "Los progres de todo el mundo habían elegido el caballo equivocado. En este caso Jeremy Corbyn, un socialista radical sin escrúpulos animado por el rencor que aspiraba a elevar los impuestos, a nacionalizar las empresas y a disparar el gasto público, algo bastante parecido a lo que defiende en España el Pablo Iglesias de Podemos, que será el socio principal de Sánchez y que formará parte del próximo Gobierno en la lacerante condición de vicepresidente. Todos estos "esnobs" se habían afanado en blanquear a un Corbyn trasnochado y patético hasta que se han dado de bruces con las urnas, y son de la misma especie que las Almudenas Grandes o los Bardem de aquí, esos personajes bien alimentados y ricos que no dejan pasar la oportunidad de absolver los eventuales pecados de los comunistas de Podemos y de los independentistas de Esquerra si el resultado es un puto Gobierno progresista dedicado en cuerpo y alma a joder la vida al resto de los españoles que sin el dinero de estos vips de la ‘rive gauche’ caviar aspiran a una vida lo más confortable posible".

         Roland Barthes, filósofo, escritor, ensayista y semiólogo: “Todas las instituciones oficiales de lenguaje son máquinas repetidoras: las escuelas, el deporte, la publicidad, la obra masiva, la canción, la información, repiten siempre la misma estructura, el mismo sentido, a menudo las mismas palabras: el estereotipo es un hecho político, la figura mayor de la ideología".

         Vox duplica las interacciones de sus publicaciones en relación con el resto de partidos. Especialmente en Instagram, la red favorita de los "milenials", con un "compromiso, identificación o participación" con la comunidad de simpatizantes ocho veces mayor que la de Ciudadanos o siete veces más que la de Unidas Podemos.          Una técnica cada vez más demandada por los partidos políticos consiste en focalizar el mensaje en un sector determinado de la población y fragmentar ese sector en pequeños microperfiles para determinar el mensaje y ser mucho más preciso.          "Como en el marketing tradicional, hay que segmentar la posible clientela. Vox ha sabido personalizar bien su mensaje en contenidos simples y concisos que se apoyan en imágenes", declara Isaac Hernández, experto en mercatecnia política. Agencia de mercatecnia Internet República: "Su estrategia se basa en fotos muy cuidadas y una periodicidad elevada de publicación". Manuel Mariscal, vicesecretario de comunicación de Vox: El secreto está en "observar lo que los seguidores esperan de nosotros". "Por pura necesidad fuimos especializándonos en el uso de las redes sociales. Eso hace que, a la hora de actuar, pensamos antes en cómo comunicarlo en las redes sociales que en los medios tradicionales".

         Eduardo Galeano, escritor: "La realidad imita a la tele". "El mundo al revés nos enseña a padecer la realidad en lugar de cambiarla, a olvidar el pasado en lugar de escucharlo y a aceptar el futuro en lugar de imaginarlo". "La cultura del consumo y del desvínculo nos adiestra para creer que las cosas ocurren porque sí".

         Elon Musk, empresaurio: “Los héroes de los libros que leía [cuando era joven], El Señor de los Anillos o la Serie de la Fundación, siempre me hacían sentir el deber de salvar el mundo".

         Emilio "Tigre" Azcárraga, empresario mexicano accionista de Televisa: “México es un país de una clase modesta muy jodida que no va a salir de jodida. Para la televisión es una obligación llevar diversión a esa gente y sacarla de su triste realidad y de su futuro difícil".

         Gregorio Morán, escritor y periodista: "Estamos en una guerra donde los ejércitos se disputan el papel de víctimas".

         Roger Stone, asesor político: “El odio motiva más que el amor".

         Augusto Klappenbach, filósofo: “El mal se esconde. Y sus causas nunca se presentan como el resultado de decisiones tomadas por seres humanos de carne y hueso, sino como subproductos de una situación económica de la que nadie es responsable. Además de banal, el mal de hoy es impersonal. Y así como los ejecutivos diluyen su responsabilidad en otros, los poderes públicos justifican sus políticas en las exigencias de anónimos mercados y en instituciones que están fuera de sus competencias".

         Diario "El País": 'Los resultados en Bolivia cuestionan la tesis del fraude electoral de 2019 y legitiman a Evo Morales". ¿Avalan la tesis del fraude deformativo de la prensa otanista ahora reculando para cargar las pilas de la próxima intoxicación?







DEMO.-



         George Bernard Shaw, escritor: "Los pañales y los políticos han de cambiarse a menudo… y por los mismos motivos".

         Mahatma Ghandi: “Si hay un idiota en el poder, es por que quienes lo eligieron están bien representados".

         Lord Salisbury, portavoz de los conservadores en el Parlamento británico, en 1.866: «He oído hablar mucho de las clases trabajadoras en esta cámara y confieso que eso me ha llenado de un sentimiento de aprensión». Tendrán la tentación de aprobar «leyes relativas a la tasación y a la propiedad que les fueran favorables a ellos y, por ende, peligrosas para todas las demás clases». «De forma proporcional a la pequeñez de las propiedades, el peligro de hacer un mal uso del derecho a voto será mayor».

         Friedrich Hayek, filósofo, jurista y economista, en 1.981 a un periódico chileno: “Mi preferencia personal va a una dictadura liberal y no a un gobierno democrático donde el liberalismo está ausente".

         Paul Staines, columnista: «Llevamos ya casi medio siglo de sufragio universal, y lo que sucede es que el capital encuentra formas de protegerse de, ya saben, los votantes».

         Robert David Steele, espía confeso de la CIA, ex oficial de los marines y propuesto a sustituir a James Mattis en el Pentágono. Señala que con las máquinas de votación electrónica diseñadas por Diebold "el vencedor puede ser designado antes de que se emita el primer voto".

         Rafael Bardají, ideólogo de Vox: “Karl Rove (el gurú que estuvo detrás de los triunfos de George W.Bush y el resurgimiento de la derecha ultra en Estados Unidos) me decía que en Europa nos equivocamos, que entendemos la política como un teatro. Lo que hicieron ellos, y Trump ha llevado al extremo, es coger temas que sean como polos, como imanes, asuntos que movilizan a grupos distintos de electores. Luego, los ordenan y los ponen en relación entre ellos. Es un poco lo que hemos hecho en Vox: coger como imanes la defensa de la caza, de los toros, de la Semana Santa, de las fuerzas de seguridad...Las nuevas tecnologías y las redes sociales te permiten luego conectar, unir a esa gente movilizada por uno de esos imanes". Vox "debería de utilizar electoralmente determinados problemas para atraer electorado".

         Brittany Kaiser, de Libro Cara a Redflix (Facebook a Netflix) quien traiciona a sus anteriores empleadores: Su método era "personalizar el contenido" con el fin de "catalizar a los individuos" con un "bombardeo en bitacos, portales, artículos, vídeos, publicidad" y así "hacerles ver el mundo en la forma que deseábamos" hasta que "votasen por nuestro candidato".

         José Varela Ortega, patrono-fundador de la Fundación Ortega-Marañón, director de la Revista de Occidente: "Creo que la gente es mucho más liberal de fondo. Tolera discrepancias, es más dialogante y se ha renunciado a la violencia, cosa que sí existía en los años 20 y 30. ETA pierde la guerra porque la gente no quiere violencia. (...) El español de antes, por contra, no perdonaba la corrupción y la falsedad. El partido de Lerroux, que era una fuerza política importante en el centro, se hundió por pequeñas corruptelas que hoy nos darían risa".

         Alain Deneault, filósofo: "Desde finales del siglo XX en el mundo de habla inglesa se ha ido eliminando paulatinamente del vocabulario todo lo que pueda referirse a las realidades del intercambio, la ayuda mutua y la solidaridad, así como toda una serie de referencias tradicionales como clases sociales y luchas, soberanía popular, interés general, sujetos colectivos… También se ha excluido cualquier referencia filosófica a la ciudadanía, a la «república» como principio filosófico, así como a la democracia. En lugar de estos marcadores históricos, se han impuesto las barbaridades de las teorías de la organización privada: «sociedad civil» en lugar de ciudadanos, “consenso» en lugar de debate, «empoderamiento de los individuos» en lugar de solidaridad social, «responsabilidad social corporativa» en lugar de restricciones sociales, el «desarrollo sostenible» en lugar de la ecología política… Y la lista sigue sin fin. Los semánticos del poder inventan nuevos términos que los políticos, obsesionados con sus carreras y los académicos, obsesionados con sus subvenciones, repiten sin escrúpulos . Esta dialéctica es una revolución anestésica. El lenguaje ya no es un vector de significado o cuestionamiento, sino un juego de falsas pretensiones articuladas en la ideología de la ganancia. El extremismo, desde un punto de vista moral, es ser intolerante con todo lo que no es uno mismo. En este sentido, el centro extremo es una estrategia ideológica y comunicativa que establece como «normal», «pragmático», «ponderado», «razonable», «racional» o incluso «necesario» y «verdadero» un discurso que además se presenta como no opcional, como inevitable. Vestido con la elegancia de la razón, la esperanza y la necesidad, hay un discurso de interés destructivo frente a los ecosistemas, injusto en términos de cuestiones sociales e imperialista con respecto a la geopolítica. La mercatecnia ideológica supera el pensamiento político. Esta política que se aprueba por una necesidad de la naturaleza, como si obedeciera a las leyes fundamentales, no busca ubicar el cursor en algún lugar del tradicional eje izquierda-derecha, sino eliminar este eje.          Todos los argumentos políticos de la actualidad, ya sean identificados como de izquierda o de derecha, parten de una suposición incuestionable de que nuestros sistemas y estructuras actuales son sólidos.          Podemos permitirnos vivir en la mediocridad siempre que la degradación generalizada nos satisfaga y estemos de acuerdo en la infantilización en la que el capitalismo nos sumerge en cuestiones políticas".

         Ted Kaczynski: Si la democracia se ha convertido en el principal sistema político en el mundo moderno, no es porque alguien decidió que necesitábamos un sistema de gobierno más humano, sino en las condiciones creadas por la industrialización, porque los sistemas democráticos son tecnológica y económicamente más fuertes que otros sistemas". Por lo tanto, a medida que la tecnología continúa floreciendo, no hay garantía de que el mejor sistema político para la supervivencia y la expansión sea la democracia representativa. Es posible que la democracia esté siendo reemplazada por otro sistema político más exitoso. En realidad, se podría argumentar que esto ya ha sucedido. Si bien conserva opiniones democráticas como elecciones relativamente invictas, podría aceptarse de manera aceptable que las élites que controlan los medios de comunicación y los partidos políticos realmente gobiernan nuestra sociedad. Se podría decir que las elecciones, la rivalidad entre propagandistas y grupos publicitarios, solo se han vuelto inútiles".

         David Rockefeller, principal impulsor de la Trilateral: «Ha llegado el momento de levantar el asedio al que están sometidas las empresas multinacionales, para permitírseles continuar su inacabada tarea de desarrollo de la economía mundial».

         «Sobre la democracia parlamentaria», informe patrocinado por la Comisión Trilateral: «Cada sociedad democrática ha tenido una población marginada, de mayor o menor tamaño, que no ha participado activamente en la política. De por sí, esta marginalidad de parte de un grupo es intrínsecamente antidemocrática, pero ha sido también uno de los factores que ha permitido a la democracia funcionar eficazmente». «El funcionamiento eficaz de un sistema democrático exige, por lo general, cierta apatía y falta de participación de algunos individuos y grupos».

         La señora Clinton aseguró además que el voto a través de interred es completamente seguro y ‎rechazó las objeciones sobre la posibilidad de que algún pirateco pudiese perturbar el voto por esa ‎vía.          Según Hillary Clinton el voto vía interred haría inexorable la derrota del actual presidente Donald ‎Trump.

          Donald Trump, recién elegido presidente de los Estados Unidos: "Podría pararme en medio de la Quinta Avenida y dispararle a alguien y no perdería votantes".

         Zbigniew Brzezinski, politólogo y consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos: "¿Qué es mejor: un multimillonario que supera a todos para la presidencia o multimillonarios que eligen a los candidatos para la presidencia?" "No importa, las mismas personas controlan pase lo que pase".



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         La invención del Pueblo. El surgimiento de la soberanía popular en Inglaterra y Estados Unidos - Edmund S. Morgan.

         A eso había conducido la exaltación del rey. Al prohibir a otros trepar a los lugares de la majestad, los Comunes se habían elevado a sí mismos hasta el punto en que estaban enfrentados al rey menos como súbditos que como rivales. (...) Se requerió una transferencia de la sanción divina del rey a su pueblo y sus representantes. El derecho divino de los reyes nunca había sido más que una ficción, y usado como lo hicieron los Comunes, condujo a la ficción que lo reemplazó, la soberanía del pueblo.

         Cualquier pensamiento serio podría decirnos que todos los gobiernos son del pueblo, que todos declaran ser para el pueblo y que ninguno puede ser literalmente ejercido por el pueblo. (...) Suministrando a las minorías la justificación para su gobierno de las mayorías y reconciliando a éstas con ese gobierno. Han proporcionado la estabilidad que los más recalcitrantes partidarios del derecho divino habían declarado imposible. (...) Han llevado a nuestras instituciones a una cercanía más estrecha con sus propuestas.

         De la ficción de que un hombre puede presentarse en lugar de toda una comunidad y obligar a esa comunidad por sus acciones, Coke extrapoló la ficción más amplia de que un hombre puede representar a todo el pueblo de un país, las mayoría del cual no ha tenido que ver en su designación para ese propósito.

         Esos representantes inventaron la soberanía del pueblo a fin de reclamarla para sí. (...) La soberanía del pueblo fue un instrumento por el cual los representantes se elevaron ellos mismos a la distancia máxima por encima de personas que los habían elegido. Fue en nombre del pueblo que se convirtieron en todopoderosos en el gobierno, liberándose del aspecto local y del carácter de súbditos que los habían convertido en representantes.

         Cuando su función nacional como gobernante de todo el pueblo adquiere la primacía, puede perder la credibilidad como portavoz de los otros súbditos en su comunidad local. La ficción de la representación tiene que resistir la tensión constante de ambas direcciones en sentido opuesto.

         Con el pueblo ficcional devenido de pronto en supremo, el pueblo real, encarnado en las comunidades locales, se encontró con que sus derechos y libertades tradicionales estaban en peligro, amenazados por un cuerpo representativo que reconocía solamente a un superior que era una ficción.

         La soberanía del pueblo, al destacar el carácter popular de la autoridad gubernamental, reposaba en supuestos actos del pueblo, pasados y presentes, que resultaban casi tan difíciles de revisar como los actos de Dios.

         Al desafiar la afirmación del Parlamento de ser el único depositario de esa soberanía, ampliaron las dimensiones de la ficción y colaboraron en su futuro éxito como base del gobierno moderno.

         La soberanía del pueblo podía ser usada para refrenar a los poco que gobernaban en el Parlamento, así como el derecho divino había sido usado para refrenar al rey.

         "Es verdad, el ejército recibió su mandato del Parlamento, así como el Parlamento recibió el suyo del pueblo; de modo que el ejército es igualmente nombrado por el pueblo, tal como lo ha sido por el Parlamento, o el Parlamento por el pueblo". Así como el Parlamento había anteriormente afirmado estar apoyando al verdadero ser del rey al resistirse a él, en ese momento, el dominio del Parlamento por parte del ejército no era "desobediencia y oposición al Parlamento, sino defensa del Parlamento". El Parlamento, considerado correctamente, debe querer lo que el ejército quería, porque el ejército quería lo que el pueblo quería.

         El reverendo Jhon Goodwin, un frecuente vocero de los poderes de turno, justificó la Purga de Pride sobre la base de que era correcto "salvar la vida de un lunático o de una persona desviada, aun contra su voluntad", y pasaba a argumentar que "si un pueblo es depravado y corrupto, de modo que confiere lugares de poder y confianza a hombres perversos y no merecedores, pierde su poder en ese sentido, el cual pasa a aquellos que son buenos, aunque sean pocos.

         En lugar de una Acuerdo del Pueblo que pondría límites al gobierno, éste ofrecía al Parlamento y a sus amos militares un cheque en blanco para gobernar como quisieran, ni siquiera limitado por la restricciones tradicionales que habían puesto coto al antiguo gobierno del rey. En apoyo de una apuesta por el poder tan audaz, los voceros del ejército del Parlamento ofrecieron argumentos que entregaban la soberanía del pueblo a los batallones más fuertes en una especie de derecho divino. Todo gobierno, descubrían entonces sus apologistas, descansaba en la fuerza.

         Con la inclusión de la propuesta "cavadora" de elecciones anuales y la ampliación del sufragio, habría dado como resultado que "personas incultas e ignorantes, sin estudios ni fortuna, alcanzaran posiciones de autoridad". La "multitud dogmática" habría votado a "lo bajo del pueblo" que se habría ocupado, como algunos de sus predecesores romanos, de "ordeñar y castrar los monederos de los ricos", un resultado que abriría el "camino a toda clase de licencias y males, a la mera anarquía y confusión".

         Se reconocía ampliamente que el pueblo no podía hablar por si mismo, ya que estaba compuesto de demasiada gente.

         A medida que pasara el tiempo, los partidarios de la monarquía terminarían por reconocer los beneficios del poder popular.

         Las nuevas ficciones, al poner la autoridad y la sumisión, lo superior y lo inferior, en las mismas manos, podían privar al pueblo, que estaba compuesto en realidad de súbditos, del control efectivo de un gobierno que pretendía hablar por él, una forma de tiranía que la soberanía popular continúa trayendo a los pueblos en todo el mundo.

         Así como el rey no debía actuar de manera tal que traicionase su derecho a ser el lugarteniente de Dios, un Parlamento (o un nuevo estilo de rey) no debía aislarse tanto del pueblo como para convertir en absurdo el reclamo de hablar en nombre de él. Por otro lado, una ficción tomada demasiado literalmente podía destruir al gobierno que se suponía debía sostener. Un gobierno que se rindiera a la acción popular directa dejaría de gobernar. La ficción debe acercarse al hecho, pero nunca llegar a él.

         El ataque de Jacobo al poder papal con el derecho divino de los reyes como arma tendió de alguna manera a frenar las afirmaciones puritanas de soberanía popular, ya que en ese contexto cualquier debilitamiento de la directa comisión de Dios al rey parecía hacer sitio al poder papal.

         Antes de que el derecho divino de los reyes pudiera ser enterrado sin peligro, la soberanía del pueblo tenía que ser domesticada, y su funcionamiento y significado establecidos de tal manera que no amenazara al gobierno de la minoría, por un lado, ni los derechos de las mayorías, por el otro. Había que darle una semejanza suficientemente cercana a la realidad como para permitir la suspensión voluntaria de la incredulidad, pero no debía ser interpretada de manera tan literal como para invitar a la subversión, fuera del orden social, fuera de la autoridad política diseñada para sostenerlo.

         Pero el pueblo había demostrado ser más expresivo de los que había previsto y la minoría que gobernaba, que afirmaba hablar en nombre de él, continuó, durante un siglo o más, preocupada acerca de lo que podría ocurrir si un número importante de personas reales decidieran todas comenzar a hablar por sí mismas. El problema era desarrollar instituciones y hábitos de pensamiento que reconocieran el poder del pueblo, pero que a la vez orientaran su expresión en dirección al apoyo de la autoridad existente.

         La soberanía del pueblo es una ficción mucho más compleja, uno podría decir mucho más ficticia, que el derecho divino de los reyes. Un rey, por dudosa que pudiera parecer su divinidad, no tenía que ser imaginado. Tenía una presencia visible. (...) El pueblo, por otra parte, nunca es visible como tal. Antes de atribuirle la soberanía al pueblo, tenemos que imaginar que existe ese pueblo, algo que personificamos como si fuera un cuerpo único, capaz de pensar, de actuar, de tomar decisiones y de realizarlas.

         La idea de que la capacidad del pueblo para ejercer la soberanía y controlar a su gobierno reposaba en la rectitud, la independencia y el poder militar del hacendado, el hombre que era dueño de su propia tierra, vivía de ella y estaba dispuesto a defenderla al igual que a su país con la fuerza de las armas.

         Si los granjeros eran vulnerables al soborno y la intimidación en la política, ¿por qué se insistía en que eran independientes y virtuosos defensores de la libertad civil? Si como milicia no eran ni eficaces en la guerra ni un baluarte contra la tiranía y la opresión, ¿por qué la gente insistía en que sí lo eran?

         Los voceros del partido del País en Inglaterra, a la vez que alababan al pequeño propietario agricultor, instaban a la alta burguesía a que ejerciera sobre ellos y sobre todos sus inferiores "esa influencia que su familia y fortuna les brindan".Ellos tenían, se les decía, "el derecho de interferir en aquellas elecciones que se realicen cerca de vosotros". La libertad que el pequeño propietario debía proteger era la libertad de seguir a sus superiores locales en sus desafíos a la influencia de la corte y sus favoritos.

         Los ingleses y los norteamericanos del siglo XVIII consideraban a los esclavos, a los indigentes y trabajadores sin tierras un siempre presente peligro para la libertad y para la propiedad. Con los pobres un monarca o un poder ejecutivo ambicioso, podían forjar un ejército e imponer una tiranía. (...) La mejor manera que tenía el hacendado para vérselas con el peligro era apoyar a su vecino más grande, que tenía la experiencia, los recursos y la influencia política para defender la tierra y la libertad de ambos.

         Suponemos demasiado fácilmente que la soberanía popular fue el producto del reclamo popular, un levantamiento de las mayorías contra las minorías. Pero no fue así. Fue una cuestión de algunos de la minoría que enrolaron a las mayorías contra el resto de esa mayoría.

         Como último recurso, los hacendados podrían tener que ser intimidados o comprados, igual que otros votantes; pero así como la exaltación ficcional del rey podía ser un medio para controlarlo, de la misma manera la exaltación ficcional del hacendado podía ser un medio de controlarlo.

         En su característica común de poseer tierras, los granjeros y los caballeros podían hacer causa común y unir sus fuerzas en época de elecciones, por lo menos, en una curiosa combinación de camaradería y condescendencia por parte de los hombres poderosos y de deferencia y respeto por sí mismos por parte de los más débiles.

         La milicia (los granjero en la revolución norteamericana) por mucho que careciera de capacidad militar, era una extraordinaria manera de alinear a ciudadanos indiferentes del lado de los caballeros que condujeron la oposición popular a Inglaterra y crearon los gobiernos en América del Norte. Pero el servició más valioso de la milicia durante los siglos XVII y XVIII fue el de conciliar la incongruencia de la soberanía popular en una sociedad jerárquica. La deferencia voluntaria de los hombres hacia sus oficiales, con o sin uniforme, fue de particular importancia para América del Norte, porque un cargo en la milicia iba en general de la mano con un cargo político y porque ésta incluía a todos los hombres libres y físicamente aptos, la mayoría de los cuales eran votantes, condicionados por su servicio de milicia a apoyar a sus oficiales.

         El granjero era necesario como un escudo ideológico contra monarcas arbitrarios y cortesanos cómplices, por un lado, y contra demagogos intrigantes y pobres influenciables, por otro.

         La sola riqueza, si bien era necesaria, no era suficiente. Un interés involucraba, por lo general, algún lazo personal, un favor realizado, un saludo, una mano extendida, algún encanto que iba más allá del nexo del dinero.

         Una elección daba lugar a que personas de cualquier nivel que pensaban ifual y estaban en el mismo bando se opusieran, denunciaran e incluso atacaran a personas de todo nivel en el otro bando. Además ejercía una influencia igualadora temporaria en las filas de cada bando. Era un impulso para el ego, una posibilidad de codearse con los grandes de la que cualquiera podía disfrutar con sólo adherir a una u otra de las partes.

         Una elección era un tiempo en que los hombres comunes se convertían en el centro de atención. La desesperada búsqueda de sus votos los elevaba a una posición de importancia que ellos no podían siquiera soñar en otras circunstancias y rompía los esquemas de deferencia social que normalmente los ataba.

         Una campaña electoral requería normalmente una conducta degradantes. Era parte del juego acusar al otro bando de hacer tal cosa, aun cuando el propio grupo seguía haciendo lo mismo.

         Le Roy Ladurie: "Si los hombres cambian los papeles durante el carnaval, es solamente para reafirmar la fuerza y permanencia de la jerarquía social". No era solamente la liberación de las restricciones permanentes que ayudaba a reafirmar la jerarquía social, era también la delineación de lo que era correcto por medio de la exposición de lo contrario. (...) Al no transformar la simulación en rebelión demostraban su consentimiento. Al desafiar al orden social sólo de manera ritual, lo aprobaban. (...) En un contexto religioso, el propósito de los cambios de papeles era la renovación. El orden del universo era violado, reducido al caos por toda clase de licencias, para que luego pudiera ser restaurado en una nueva puesta en escena de la creación.

         ¿Es demasiado decir que la elección que los votantes hacían no era tanto una elección de candidatos como una decisión de participar en la farsa y actuar la ficción de su propio poder, para renovar su sumisión aceptando el homenaje ritual de aquellos que pedían sus votos?

         La idea de que el pueblo, si no fuera por los inconvenientes y obstáculos de reunir a un gran número de personas, podía actuar por sí mismo, era un ingrediente necesario de la soberanía popular. Ayudaba a dar verosimilitud a la transferencia de poder a los representantes. (...) Si podían reunirse por una elección, ¿no podían reunirse también para dar instrucciones a su representante, a su diputado, en el sentido de cómo debía actuar en nombre de ellos acerca de cuestiones particulares.

         Estos representantes del pueblo han sido libres para actur sin prestar atención a cualquier directiva que sus representados puedan darle.

         1.734, John Willes, procurador general: "Después de ser elegidos y ya ocupando nuestros lugares en esta Cámara, no tenemos ninguna dependencia respecto de nuestros electores, en lo que se refiere a nuestra conducta aquí. Todo su poder recae sobre nosotros para ocuparnos sólo del bien público en general".

         Edmund Burke: "Vuestro representante os debe no sólo sus esfuerzos y dedicación, sino también su criterio; y os traiciona, en lugar de serviros, si los sacrifica para seguir vuestra opinión".

         Querían instrucciones del pueblo suficientemente fuertes como para incomodar al ministro, pero no tan fuertes como para incomodarlos a ellos una vez tomaran el control.

         Si las peticiones y las instrucciones eran a menudo actos de ventriloquía, de todas maneras servían para nutrir la ficción de la capacidad del pueblo para hablar por sí mismo.

         Los tumultos de Gordon desacreditaron a las asociaciones populares en Inglaterra, fuera cual fuere su orientación política, y las multitudes descontroladas de la revolución francesa reforzaron ese sentimiento.

         Para fines del siglo XVIII la soberanía popular, invocada originalmente en Inglaterra para resistir al gobierno, había demostrado ser igualmente útil para asegurar la sumisión al gobierno. Pero en el proceso había sido necesario ampliar, aunque fuera de manera cautelosa, el espacio político.

         La ficción que asustó a los conservadores ingleses en el siglo XVII resultó, en el siglo XVIII, ser adaptble a las necesidades del gobierno de la minoría. Su éxito reposaba con dificultad sobre la contradicción siempre presente en la representación: la soberanía del pueblo sólo podía ser ejercida a través de representantes que eran, a su vez, agentes de personas particulares en comunidades particulares y los portadores del poder supremo que el pueblo misteriosamente les transmitía. (...) Los interese de una parte rara vez pueden estar identificados con los del todo.

         "Sería sumamente peligroso y poco político dejar un poder incontrolable de legislación en manos de aquellos que son sólo representates de particulares distritos del país o de los más pequeños, quienes a menudo pueden estar predispuestos a actuar de acuerdo con las ideas e intereses estrechos y privados de su particular electorado en perjuicio del bienestar general". Con estos fundamentos, el "representante común del pueblo, es decir el gobernador, debe "tener su mano totalmente libre y debe teer el poder de actuar eficazmente y con brazo fuerte para proteger"...

         El pueblo no puede ser superior a sus representantes porque el pueblo puede actuar por sí mismo solamente en pequeños grupos locales. No podría manejar un gobierno. Lo más que podía hacer era elegir representantes y someterse a ellos.

         En última instancia, era el objetivo de la ficción, impedir que los representantes hicieran lo que a ellos o a sus electores les placiera en el momento.

         En la década de 1.640 la Cámara de los Comunes inglesa había inventado un pueblo soberano para derrotar la soberanía del rey, Madison estaba inventando una soberanía del pueblo estadounidense para superar la soberanía de los estados.

         Sostenía Hume, una república grande era preferible a una pequeña porque en ella "hay amplitud y espacio suficientes para refinar la democracia, desde el pueblo más bajo, que puede ser admitido en las primeras elecciones"...

         Había de dar al gobierno nacional la fuerza que los gobiernos de los estados obtenían de la credibilidad de su apelación a la soberanía popular.

         Temían que las elecciones directas produjeran una cámara nacional de representantes con los mismos defectos de las asambleas públicas. (...) "El pueblo debería tener lo menos posible que ver con el gobierno. Carece de información y es susceptible de ser engañado. (...) Pero Madison entonces insistió en que la elección popular de esta rama del gobierno er "esencial para cualquier plan de gobierno libre". Aunque no lo dijo, era esencial también para poner al gobierno nacional por encima de los estados.

         Una Declaració de Derechos era un acompañamiento correcto, sostenían los federalistas, de la antigua ficción del derecho divino de los reyes: era una concesión de un rey supremo a sus súbditos. Pero si los súbditos y los gobernantes eran los mismos, si el gobierno era del pueblo, sería una contradicción en los términos que se hiciera concesiones a sí mismos.



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SICOSEN.-



         Mark Twain, escritor: «Es mejor tener la boca cerrada y parecer estúpido que abrirla y disipar la duda».

         Pío Baroja, escritor: “No sé por qué parecen tristes y melancólicas las cosas que se fueron; no se lo explica uno bien; se recuerda claramente que en aquellos días no era uno feliz, que se encontraba más inquieto, más en desarmonía con el medio social y sin embargo parece que el sol de entonces debía brillar más y que el cielo debía tener un azul más puro y más espléndido".

         Andrés de Francisco, doctor en Filosofía y profesor titular en la Universidad Complutense de Madrid: "Pesan las obligaciones, los compromisos, los deberes. Y por eso a menudo querríamos aligerar esa carga y huir, escapándonos a una realidad más ligera: la de nuestras ilusiones, nuestros sueños, nuestra intimidad, allí donde habitan nuestros deseos y nuestras fantasías. ¡¿Quién no ha sentido esa necesidad?! La de apartarse, la de alejarse del mundanal ruido de la cotidianeidad. Lo interesante de Ludwig –su derrota, su inmunda soledad final- es que mantiene esa huida con una coherencia absoluta, como una opción consciente. Pero, claro, tampoco crece, porque crecer implica soportar el ser, desenvolverse en el duro trabajo de la negación, como enseña Hegel, superar la frustración que te garantiza el mundo... para al final, con suerte, encontrar un equilibrio, ser reconocido por otros miembros de la comunidad, que también saben lo que es sufrir, y reconciliarte con tu mundo social. Ludwig –alma bella y desventurada hasta el final- no soporta la pesada realidad, no acepta su mediación, y por ello mismo tampoco puede reconocerse en la mirada del otro. Sucumbe a una inmunda soledad, degradado y enfermo pero pertinazmente coherente.

         Elías Canetti, escritor: “Algún día resultará evidente que con cada muerte los hombres se hacen peores".

         Antonio García Trevijano, politólogo, escritor, republicano: "La libertad, como el poder, es una relación social. En soledad no hay libertad ni poder".





UTO.-



         Piergiorgio Bellocchio, escritor: «Limitar el deshonor. Un objetivo que hace veinte años habría considerado repugnante y absurdo, porque el honor y el deshonor no son cosas que puedan medirse. Y, en efecto, se trata de un objetivo miserable, una mezquindad moral, una ocurrencia digna de un lacayo de comedia. Pero cuando era joven no podía concebir una derrota de estas proporciones. Por aquel entonces, lo peor que podía imaginar era la derrota política a manos de la contrarrevolución, que se manifestaba en la represión que, por despiadada que fuera (o precisamente por ello), garantizaba a los vencidos el honor del exilio, la cárcel o, mejor aún, la gloria del patíbulo. El destino ha sido ridículo […] Nuestros tiempos son menos dramáticos, menos directamente trágicos, aunque más desesperantes. Terror y miseria ahora pueden llamarse consenso y bienestar».

         Juanma Agulles, doctor en Sociología; "El Estado se ha quedado grande para las cosas pequeñas y demasiado pequeño para las cosas grandes".

         Anna Arendt, teoríca política: “La curiosa cualidad lógica de todos los ismos, su confianza simple en el valor salvador de la devoción tozuda sin atender a factores específicos y variantes, alberga ya los primeros gérmenes del desprecio totalitario por la realidad y por los hechos".

         Michel Onfray, filósofo: "Creo que el hedonismo, al igual que el estoicismo, es una filosofía de la tensión, del deseo, el esfuerzo y el dominio. Me gusta esa práctica ardua y austera que supone el estoicismo, el cual, efectivamente, suministra el método al hedonismo que propongo y que, por otra parte, no implica abandonarse a un facilismo vulgar, sino a una estilización de sí, del cuerpo y del deseo. El hedonismo, a diferencia de la caricatura que presentan mis enemigos, es un supraestoicismo".

      Jerónimo Gómez, antes de ser fusilado por un pelotón franquista, recibió el ofrecimiento del Conde de Romanones, antiguo dueño de las tierras que ocuparon Gómez y sus compañeros, para que él fuera capataz de esas propiedades, que tan exitosamente habían puesto a producir en su ausencia: «Señor Conde, lo que usted ha visto en esas tierras, no es sólo obra mía sino de un colectivo de personas unidas por un ideal común, y esas cosas señor, no se hacen por dinero sino por ideas».





BOLCHEVISMO.-



         Maximiliano Robespierre, en su discurso ante la Asamblea Nacional en 1794, alabó "la virtud, en cuya ausencia el terror resulta destructivo; el terror, sin el cual la virtud es impotente". El Terror no es más que justicia presta, severa, inflexible; es por lo tanto una emanación de la virtud".

         Rosa Luxemburgo: "La libertad solo para los partidarios del gobierno, solo para los miembros de un partido –por muy numerosos que sean-, no es libertad en absoluto. La libertad es siempre y exclusivamente libertad también para quien piensa de manera diferente. No por un concepto fanático de “justicia”, sino porque todo lo que es instructivo, saludable y purificador en la libertad política depende de esta característica esencial y su efectividad desaparece cuando la “libertad” se convierte en un privilegio especial".          El socialismo por su propia naturaleza no puede ser introducido por ukaz [edicto]... Solo la vida efervescente y sin obstáculos cae en miles de nuevas formas e improvisaciones, saca a la luz la fuerza creativa, corrige por sí misma todos los intentos equivocados".          "Pero con la represión de la vida política en la tierra como un todo, la vida en los soviets va también a paralizarse cada vez más. Sin elecciones generales, sin libertad de prensa y de reunión sin restricciones, sin una lucha libre de opiniones, la vida muere en todas las instituciones públicas, se convierte en una mera apariencia de vida, en la que solo la burocracia permanece como elemento activo. La vida pública se debilita gradualmente, unas pocas docenas de líderes del partido de energía inagotable y experiencia ilimitada dirigen y gobiernan. Entre ellos, en realidad, solo gobierna una docena de jefes sobresalientes y una élite de la clase trabajadora es invitada de vez en cuando a reuniones donde deben aplaudir los discursos de los líderes y aprobar las propuestas de resolución por unanimidad -en definitiva, una cuestión de camarillas-, una dictadura, sin duda, pero no del proletariado, sino solo de un puñado de políticos... Tales condiciones inevitablemente deben causar un embrutecimiento de la vida pública: intentos de asesinato, disparos de rehenes, etc".

         V.I. Ulianov "Lenin": “Crees que estás manejando la máquina, sin embargo, ella está manejándote a ti y, de repente, otras manos que no son las tuyas van al volante".

         Lenin, «excepto el poder todo lo demás es pura ilusión».

         Nikolai Bujarin: «Nos acusan de establecer un sistema de partido único. Esa acusación es falsa. Tenemos muchos partidos, lo que uno está en el poder, y los demás, en la cárcel». Años después, Bujarin fue fusilado, por órdenes de Stalin,

         Jean Paul Sartre, escritor: “Matar un blanco es matar dos pájaros de un tiro.“



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         Miguel Iradier: "Un artículo muy al punto de Varlaam Cherkesov dirigido a Kautsky sobre el descarado plagio del Manifiesto Comunista del Manifiesto de la Democracia del «utópico» socialista francés Victor Considerant escrito cinco años antes y que los autores en entredicho no podían ignorar.

         Pero la cosa supera todos los límites de la credulidad cuando reparamos en que el famoso texto de Engels sobre la clase trabajadora inglesa no parece sino una variación del escrito anterior de Eugene Buret «De la miseria de las clases trabajadoras en Inglaterra y Francia«, que incluso el propio Marx cita en 1844 profusamente.

         Es casi obligado recordar esto puesto que la «crítica» vertida en Miseria de la filosofía, después de ningunear con la mayor de las malicias a Proudhon para ir haciéndose hueco en escena, aún se adorna con la sugerencia de que el autor francés debe el grueso de su trabajo al angloamericano Bray. El ratón de biblioteca no podía tolerar que un pastor y tonelero tuviera ideas propias, y menos aún que él mismo tuviera alguna deuda con semejante autodidacta.

         El de Tréveris, mil veces más rabino que profeta, no duda en vaticinar que en el futuro la banca será domesticada por la industria y que ésta la llevará hacia los fines más productivos; pero los marxistas actuales aún aseguran que el gran visionario ya previó todo el tardío carácter especulativo del «capital ficticio». Sin duda uno siempre encuentra a qué agarrarse.

         En realidad al Manifiesto Comunista no se le hizo en su día prácticamente ningún caso, eso es algo comúnmente admitido aunque no menos comúnmente olvidado. No empezó ninguna época ni «proceso revolucionario» más que en retrospectiva, cuando los marxistas ya habían organizado y consolidado el control de la oposición, lo que siempre fue su principal cometido. Es muy socorrido hablar de la «traición» de Bernstein y la socialdemocracia, pero el primero en mostrarse desvergonzadamente oportunista fue Marx, enganchándose a la honda impresión que suscitó la Comuna de París cuando ya desde 1849 había advertido en contra la acción directa y a favor del estudio y consideración de las condiciones objetivas, desalentando repetidamente todos los intentos de levantamiento de la Liga de los Comunistas.

         Decir capital es decir anonimato; por lo tanto, el estudio «impersonal y científico» del capital ampara y favorece de forma esencial la impunidad de los que lo detentan, por lo demás bien poco incomodados por las teorías.

         Es por esto que se ha dejado prosperar hasta tal punto a la industria académica del marxismo y se ha permitido este fácil desahogo a la crítica, sabedores todos de su casi perfecta inocuidad. Y al parecer esto ha sido suficiente para que tantos intelectuales tranquilizaran su conciencia.

         Sin duda, incluso con los discursos absolutamente gastados de hoy, la actualidad es tan innombrable que basta con decir «capital» o «capitalismo» para obtener la ilusión de que hemos identificado el problema y ya sólo queda matar al dragón. Es un buen hueso para el que tenga vocación de roer.

         Pero claro, con el análisis impersonal y científico resulta que el dragón es ubicuo y por tanto no tiene corazón ni cabeza que cercenar. Si el capitalismo lo llena todo, qué vas a matar; mata al todo o mátate tú. A eso es a lo que se nos invita. Sumamente conveniente, una vez más.

         Así pues, el marxismo y el anticapitalismo al uso es un perro perfectamente domesticado para ladrar sin morder nunca. Denunciar al capitalismo o al capital no es denunciar absolutamente nada; sólo es contentarse con una palabra.

         Hasta el más obtuso tendrá que admitir que el mero hecho de saber quiénes son y tener un cierto control de sus movimientos les quitaría cuando menos la mitad de su poder y le daría un golpe de gracia a toda la estructura recursiva de dominación que se ha montado amparada en el anonimato.

         ¿No es la lógica más elemental del capital la acumulación y la concentración? ¿No se ha visto una y otra vez que las crisis cíclicas de la economía son ante todo para los desprevenidos y expuestos, y no para los que manejan los resortes, que aprovechan sin piedad las múltiples ventajas que les concede la posición adquirida? Si los hombres más ricos del mundo fueran recién llegados con cara de bobo como Gates o Zuckerberg, tal como pretenden revistas de entretenimiento como Forbes, habría que concluir que las viejas familias de banqueros son decididamente idiotas, y no esos obsesos pervertidos que su posición invita a suponer.

         Y así, mientras los anarquistas —que también fueron infiltrados por Policía e Interior para ser desacreditados- apuntaban directamente a los responsables de tanto latrocinio, el marxismo se apresuró a hablar de la necesidad una descripción impersonal y «científica» de la dinámica del capital y la lucha de clases. Dar nombres de banqueros hubiera sido muy ordinario, era mucho más conveniente hablar del «burgués», que era un comodín lo bastante amplio, y apto para ser odiado, ridiculizado y denostado, e idóneo para impedir cualquier unión entre clases contra los realmente poderosos.

         En la misma línea de romper posibles alianzas entre estratos sociales estaba la promesa de la «dictadura del proletariado»,

         Y todo mientras la banca, según el gran profeta, iba camino de ser domesticada por las necesidades productivas de la industria burguesa.

         Parece que el aplanamiento de los tipos de interés, su virtual reducción a cero —aunque sólo a ciertos efectos- coincide con la universalización del crédito para todo, y con el estiramiento en vertical de la pirámide de la desigualdad, lo que igualmente apunta a la universal servidumbre por crédito, un fenómeno que se ha repetido cíclicamente en la historia pero que ahora enfrenta a sus límites de escala. Por eso la llamada «lógica del capital» tiende hoy a contradecirse tan flagrantemente a sí misma, abogando por la inflación y luchando contra el ahorro. Como para seguir hablando del espíritu burgués del capitalismo. Pero aquí hubo gato encerrado desde el principio.

         El efecto real que el marxismo viene a tener en la mayoría de la gente es el de un espantajo o asustaviejas al revés, que en vez de incitarte a abandonar tu casa te convence de que te quedes en ella pase lo que pase: «Si esta es la alternativa, no hay más remedio que aguantar». Y para eso están, para decirnos todo el santo día que ellos son la alternativa y que no hay ninguna otra. Cuesta demasiado creer que quienes tanto se desvelan por mantener la exclusiva ignoren el efecto que esto produce invariablemente.

         Sólo la bestia podría maldecir la trampa en lugar de al trampero, si fuera capaz de perder el tiempo con ello. Sin embargo el marxista es experto en arrojar espumarajos por la boca contra la trampa aunque ni por casualidad acierta a dar con el resorte, que sólo la rabia podría hacer invisible.

         Conviene no perder de vista que en la cumbre hay algo más pequeño que una célula terrorista. Y sólo no olvidando la enormidad de este hecho podríamos pedir acciones proporcionadas a esta increíble situación.

         Ellos son los acreedores en última instancia de toda la estructura de la Deuda Mundial —lo que sólo es la consecuencia lógica de la concentración del capital a lo largo de su triunfal carrera histórica.

         Una estructura tan vertical sería un auténtico castillo de naipes si no estuviera reforzada por una continuidad y dependencia crecientes a todos los niveles.

         La primera es devolver el control del dinero y su emisión al estado y al público, retirando ese poder de los bancos privados que lo han tomado sobre sí. Así se acaba con la raíz del dinero-deuda actual, núcleo de nuestro sistema. Con razón se ha dicho que si les quitaran todas sus propiedades a las grandes fortunas pero aún les dejaran la capacidad de hacer y controlar el dinero, en poco tiempo volverían a hacerse con todo.

         La segunda que debe acompañarla es cancelar o reducir dramáticamente la montaña de deuda pública y privada en cuyo extremo están esas cabezas que no quieren dar la cara.

         Es el trabajo honrado el que tiene que estar pagando indefinidamente a los que se han hecho con el control del dinero público de forma ilegítima y han amasado sus fortunas financiando e impulsando guerras causantes de tantísimos millones de muertes y desgracias, o diseñando o amparando regularmente las mayores estafas que el mundo ha conocido.

         ¿Quién no puede darse cuenta de que la economía no es sino mero instrumento para sojuzgar? ¿Por qué asumir una filosofía que nos convierte de entrada en sometidos y derrotados?

         «La lucha contra el cambio climático y contra el Sistema son una sola cosa». Bingo. Y además, todos somos responsables, todos tenemos la culpa. Modelo perfecto del tipo de problemas que interesa.

         "El marxismo más irredento, harto más idealista que el mismo Hegel, continua insistiendo en que el dinero es un epifenómeno objeto de los prestigios del «fetichismo de la mercancía», en lo cual coinciden de forma nada sorprendente con la teoría convencional, que aún nos sigue asegurando que se trata sólo de un índice de la actividad económica real. Si hemos de creer esto, los bancos sólo serían meros intermediarios entre los agentes que «realmente mueven las cosas» y tienen las manos en la masa. Naturalmente, sólo a la banca podría interesarle semejante versión de los hechos. Hay que reconocer que si estos pobres banqueros ilusos se han equivocado y tienen cogido el rábano por las hojas, lo tienen muy bien agarrado y no se les escapa tan fácil.

         La teoría marxista, que con razón ha insistido en la asimetría entre capital y trabajo, aplica sin embargo la misma lógica de la equivalencia de «la economía vulgar» cuando equipara al dinero con la mercancía, cuando la asimetría y el ascendiente del dinero sobre la mercancía y de la liquidez sobre el mero capital no pueden ser más obvios".

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         Ernesto "Che" Guevara, "socialista" técnico desarrollado: "Qué es la producción si no el aprovechamiento cada vez mayor de la técnica; y qué es el aprovechamiento cada vez mayor de la técnica si no el producto de una concentración cada vez más fabulosa de capitales, es decir, una concentración cada vez más grande de capital fijo o trabajo congelado con relación al capital variable o trabajo vivo. Este fenómeno se está produciendo en el capitalismo desarrollado, en el imperialismo. El imperialismo no ha sucumbido gracias a su capacidad de extraer ganancias, recursos, de los países dependientes y exportarles conflictos, contradicciones, gracias a la alianza con la clase obrera de sus propios países desarrollados contra el conjunto de los países dependientes. En ese capitalismo desarrollado están los gérmenes técnicos del socialismo mucho más que en el viejo sistema del llamado Cálculo Económico que es, a su vez, heredero de un capitalismo que ya está superado en sí mismo y que, sin embargo, ha sido tomado como modelo del desarrollo socialista". "No podemos tener una General Motors que tiene más empleados que todos los trabajadores del Ministerio de Industrias en su conjunto, pero sí podemos tener una organización, y, de hecho la tenemos, similar a la General Motors. En este problema de la técnica de administración va jugando la tecnología; tecnología y técnica de administración han ido variando constantemente, unidas íntimamente a lo largo del proceso del desarrollo del capitalismo, sin embargo, en el socialismo se han dividido como dos aspectos diferentes del problema y uno de ellos se ha quedado totalmente estático. Cuando se han dado cuenta de las groseras fallas técnicas en la administración, buscan en las cercanías y descubren el capitalismo".

         Fidel Castro, discurso del 30 de noviembre de 1971: “En nuestro país, la prostitución se erradicó hace muchos años. En nuestro país, todas esas tristes y horribles cosas de una sociedad explotadora, ya no existen". Décadas más tarde: “Nuestras prostitutas son las más sanas e instruidas del mundo".

         Xie Fuzhi, ministro de Seguridad chino durante la Revolución Cultural: “¿Deben ser castigados los guardias rojos que matan a la gente? Mi opinión es que si la gente muere, muere; no es asunto nuestro. […] La policía del pueblo se debe mantener del lado de los guardias rojos, comunicarse con ellos, simpatizar con ellos y proporcionarles información".

         Deng Xiaoping, dirigente del Partido Comunista Chino: "No importa si el gato es blanco o es negro, lo que importa es que cace ratones". "La distinción entre socialismo y capitalismo es que el primero persigue "la prosperidad común de todo el mundo, en lugar de desembocar en la polarización entre ricos y pobres". Tras hacerse ricos en dinero y poder, a ver quien voluntariamente "derrama" más, si no poder, dinero como alfalfa de mantenimiento de la desigualdad; y si no, ideología de futuro.

         Mao Tse Tung, "Gran Timonel" del PCCH: “para decirlo con toda franqueza, en todas las aldeas se necesita un breve período de terror” Una revolución es una insurrección, es un acto de violencia mediante el cual una clase derroca a otra".

         Chen Duanhong, profesor de derecho constitucional en la Universidad de Pekín, sobre el jurista nacionalsocialista Carl Schmitt: “Schmitt otorga a los académicos pro-Beijing una oportunidad para anclar la legitimidad del partido en fuerzas más primitivas como el nacionalismo y los enemigos externos y no tanto en la fatigada noción de lucha de clases".

         Deng Xiaoping, dirigente de Partido Comunista Chino: “La esencia misma del socialismo es la liberación y el desarrollo de los sistemas productivos. El socialismo y la economía de mercado no son incompatibles”. "También se planifica bajo el capitalismo; la economía de mercado también tiene lugar bajo el socialismo. No debemos temer adoptar los avanzados métodos de gestión que se aplican en los países capitalistas".

         Francis Fukuyama, politólogo: “La principal fuerza del sistema político chino es su capacidad para tomar decisiones grandes y complejas con rapidez, y para tomarlas relativamente bien, al menos en la economía. China se adapta rápidamente, toma decisiones difíciles y las implementa eficientemente".

         Santiago Carrillo, secretario general del PCE, en 1.975 a la revista "Time": "Los estaounidenses pueden estar en España mientras los rusos mantengan tropas en Checoslovaquia". Aseguró que el reinado de Juan Carlos duraría "un par de meses" y mostró sus preferencias por los derechos dinásticos de Don Juan, el padre. Informe de la "CIA": "En el pasado", el dirigente comunista se había opuesto en público a la presencia militar norteamericana. "Su cambio de actitud puede ser un esfuerzo de ablandar" la reacción de EEUU ante una posible entrada del PCE en un futuro gobierno,




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