Revista Pretextoss, solidariza con la campaña por la preservación de la Vega Central. Como plantea la declaración, este sector no sólo se constituye en un patrimonio cultural de nuestra ciudad, sino una fuente de trabajo para muchos hombres y mujeres.
    Hacemos un llamado a la comunidad internacional y nacional a generar un masivo respaldo a esta iniciativa. Los que quieran acudir con su apoyo, pueden mandar sus E-Mail a: pretextos@nodo50.org o pretextoss@hotmail.com


LA VEGA CENTRAL: PATRIMONIO CULTURAL

Los firmantes de ésta, declaramos públicamente lo siguiente:

    Como personas ligadas permanentemente a la cultura, creemos que resulta de una tremenda incongruencia querer transformar a La Comunidad de la Vega Central y sus alrededores en un centro comercial al estilo de los grandes mall que el neoliberalismo trajo consigo, menoscabando, de paso, profundamente nuestra identidad cultural. En una de las editoriales que El Mercurio a dedicado al tema, luego de sumarse a una campaña de desprestigio que existe hacia el sector, se lee lo siguiente: "Desde los orígenes de la ciudad, el río Mapocho ha marcado un hito geográfico que divide el centro histórico de lo que se denominó hasta hace algunas décadas como el barrio de La Chimba, hoy ampliado a la comuna de Recoleta. Dicha división natural se tradujo con el tiempo en una clara diferenciación social, económica y administrativa, que a estas alturas aparece como anacrónica". Luego agrega la temática de la pobreza, insinuando que este legendario centro comercial sería el culpable de ella en la comuna. Lo que a simple vista resulta un absurdo. En fin, en estas afirmaciones queda muy claro para donde apuntas los dardos. Queda muy claro también que tras estas gestiones comunicacionales urdidas por el señor alcade se encuentran, seguramente, los grupos económicos que serán los encargados de la "remodelación" del sector.
    Se ha hecho costumbre en nuestros país devastar los sectores de la ciudad que guardan un grado de memoria história-cultural importante. Tampoco existe respeto alguno por mantener la identidad urbana de cada barrio. En el caso del mercado de la Vega, no se trata de un centro comercial común y corriente, en sus alrededores se encuentra un importante patrimonio arquitectónico y cultural que fue desarrollándose conjuntamente iba creciendo la ciudad. Allí se encuentran, por ejemplo, hermosas iglesias, la pérgola de las flores y la plaza Tirso de Molina, testigo privilegiado de las grandes manifestaciones obreras de las primeras décadas del siglo XX. Allí también leyó sus proclamas y versos el joven poeta mártir José Domingo Gómez Rojas. Nicómedes Guzmán en su afamada novela La Sangre y la Esperanza se refiere de hecho a este sector, lo mismo que Luis Cornejo en su notable libro Barrio Bravo. Y que decir de Pablo Neruda y sus crepúsculos de Maruri, calle donde habitó el poeta y que se encuentra a pasos del sector comercial. Son muchos los escritores que dieron vida a sus versos o narraciones al amparo de alguno de los múltiples bares, pensiones o restaurantes de las calles Lastra, Av. La Paz, Antonia Lope de Bello, Recoleta, Artesanos, etc. Alberto Rojas Jiménez, Pablo de Rokha, Francisco Coloane y otros destacados escritores guiaron sus pasos en variadas ocasiones hacia el sector. Por lo tanto, existe una rica tradición escrita que nos habla de la gente del lugar, de sus trabajadores con sus dichas y desventuras. Y esa tradición no se puede perder en una desproporcionada remodelación que se basa únicamente en criterios comerciales, tal cuál la pretende el actual alcalde. Debe quedar claro que los locatarios y trabajadores no se oponen a una remodelación, incluso han solicitado estudios y proyectos alternativos que respeten la identidad del lugar y su patrimonio histórico, pero las autoridades comunales se niegan a escuchar.
    En cuanto a las acusaciones de delincuencia y alcoholismo del sector, que se pretende adjudicar implícitamente a los sectores pobres, como lo es la comuna de Recoleta, resulta totalmente exagerada y fuera de lugar como argumento para llevar a cabo los anunciados planes del municipio. Recordemos avenida Suecia y otros sectores altos de la capital donde sí ocurren diariamente hechos relacionados con el alcoholismo y la delincuencia juvenil. Y esos no son sectores pobres ni populares. Es cosa de comparar o hacer una encuesta entre quienes asisten a realizar sus compras a la Vega y se verá la exageración en las palabras de quienes denostan el sector para promover solapados intereses económicos. Tampoco es justificación el decir que existe "deterioro y congestión pues allí se cruzan la actividad comercial minorista y mayorista", es otro absurdo. Lo que pasa y así lo reconoce abiertamente la editorial de El Mercurio, es que detrás de todo esto está un proyecto mayor del Alcalde de Santiago, señor Joaquín Lavín, el que pretende instalar una Plaza de Abastos en el límite de las comunas de Santiago y Recoleta. Seguramente una plaza donde Rin Tin Tin reemplace al querido quiltro vegino y una promotora con acento inglés a la abnegada vendedora de sopaipillas en cada esquina. Recordamos también que allí se encuentra la tradicional "Piojera", local inevitable para los turistas extranjeros -junto al Mercado Central- visitada incluso por presidentes de la república.
    Creemos que hoy, cuando ya se realizan los preparativos para celebrar el bicentenario, es necesario tener en cuenta a este popular sector de nuestra capital e incorporarlo de manera seria y activa a las celebraciones de nuestros doscientos años de independencia. Y esto no se realiza destruyendo el pasado ni las tradiciones de manera antojadiza. Chile se ha forjado con la fuerza de sus trabajadores y la antigua Chimba es parte de esa pujanza por mejorar cada día las condiciones de vida de sus habitantes. Durante la reconquista, no pocas veces se vio al inolvidable Manuel Rodríguez llamar a luchar por nuestra independencia verdadera en las ferias y fiestas celebradas en el sector que hoy defendemos. El mismo sector por donde haría su entrada triunfal el Ejército Libertador tras la batalla de Chacabuco. Entonces, que razones podrían negar la calidad histórica-cultural de este singular barrio comercial inscrito en los anales de la memoria más afectiva de la nación.
    En fin, son muchas más las cosas que podríamos decir en defensa de este patrimonio cultural, pero la lucha por salvaguardar su identidad recién está en camino. Y que mejor que recordar aquí los versos del poeta Oscar Aguilera de su poemario titulado: "Con fray Andresito de la Recoleta", preclaro apóstol de La Vega: "Intercede/ por nosotros,/ perdidos en ciudades/ y castigos infinitos./ Tú hablas de nuestra lengua/ de mercados y tristezas,/ tú conoces el hambre/ y el silencio./ Tú sabes de la risa y de la décima...".

FIRMAN:

Francisco Coloane, escritor y Premio Nacional de Literatura
José Balmes, pintor y Premio Nacional de Arte
Naín Nómez, poeta y académico de la Universidad de Santiago
Tomás Moulian, sociólogo, académico y escritor
María Teresa Pozzoli, sicóloga y académica de la Universidad SEK
Lukó de Rokha, pintora
Patricio Manns, escritor y compositor, Premio Municipal de Literatura
Pedro Henríquez, locutor radial
Pía Barros, escritora
Pedro Lemebel, escritor
Eduardo Peralta, cantautor
Poli Délano, escritor
Jaime Valdivieso, profesor, ensayista, poeta y narrador
Rafael Ahumada Osorio, actor y director de teatro
Juan F. Coloane, sociólogo y escritor
Fernando Quilodrán, presidente de la Sociedad de Escritores de Chile
Isabel Velasco, secretaria general de la Sociedad de Escritores de Chile
Daniel Jadue, arquitecto
Antonio Kadima, artista visual
Douglas Hubner, periodista y cineasta
Isabel Gómez, poeta Premio Pablo Neruda 1997
Omar Lara, poeta y director de revista Trilce
Hernán Barahona, director de radio Nuevo Mundo y profesor universitario
Nano Acevedo, escritor y compositor
Viviana Larrea, directora del Sello Alerce, la otra música
Julio Espinoza, poeta radicado en España
Francisco Villa, cantautor
Alexis Figueroa, poeta y ganador del Premio Casa de las Américas
Marín Faunes, escritor
Juvenal Ayala, poeta y director de la Sociedad de Escritores de Chile
Alejandro Lavquén, poeta
José Angel Cuevas, poeta
Carlos Cabrera, videísta y escritor
José María Memet, poeta Premio Pablo Neruda 1996
Sergio Mouat, poeta radicado en Australia
Andrea Catalán, escritora
Astiel Larruá, periodista, historiador
Julio Carrasco, poeta
Piero Montebruno, poeta ganador del Premio Alerce 2000
Horacio Eloy, poeta y director de la Sociedad de Escritores de Chile
Oscar Aguilera, poeta y profesor
Eulogio Suárez, poeta, ensayista e historiador
Mercado Negro, revista de cultura y literatura
Eduardo Robledo, poeta
Revista Pretextoss, revista política-cultural
Trenes en las Letras, programa de radio Universidad de Chile
David Bustos, poeta
Roberto Rivera, escritor
De Puño y Letra, programa literario de radio Nuevo Mundo
Ricardo Gómez López, poeta y director de la revista Rayentrú
Dinko Pavlov, escritor y sicólogo
Mauricio Barrientos, poeta
Javier del Cerro, poeta
Edmundo Herrera, ex presidente de la Sociedad de Escritores de Chile
Reynaldo Lacámara, poeta
Tatiana Olavarría, escritora
Gustavo Donoso, escritor y dibujante, director de SECH
Dario Vasquez, dirigente del colegio de Profesores
Guillermo Scherping, dirigente del Colegio de Profesores
Pavel Oyarzun, poeta
Héctor Leyton, Presidente de FETRACOMA
Pedro Pineda, Secretario de FETRACOMA
Horacio Viscontti, Director Revista Pretextoss


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