A MIS AMIGOS Y A LAS ORGANIZACIONES
 DE DERECHOS HUMANOS NACIONALES E INTERNACIONALES

     Queridos amigos, compañeros y organismos de derechos humanos en general.
     Les escribe María Cristina San Juan Avila, ex prisionera política chilena, para agradecerles el inmenso apoyo que me brindaron durante estos casi diez años de injusta prisión.
   Como ustedes saben, fui detenida y torturada junto a mis hijos y mi compañero, y condenada a cadena perpetua luego de no aceptar acogerme a la ley de delación compensada. Luego vinieron estos largos años de prisión, donde tuve que luchar por mantener mi dignidad y enfrentar la represión ejercida contra nosotras por gendarmería. Fueron años duros, mis hijos quedaron solos y ustedes, al estar conmigo, también estuvieron con ellos. Muchas gracias, no los olvidaré nunca, ustedes han sido parte importante de estos diez años de mi vida en prisión. Me entregaron fuerza, coraje, apoyándome de una u otra forma, dándome aliento y
 haciéndome sentir que no estaba sola.
 Quisiera poder nombrarlos a cada uno en forma particular, pero no me alcanzaría el papel. Hubo compañeros de diversos países que estuvieron siempre conmigo, no importando distancias, sólo sé que éstas nos acercaron más. Amigos que conocí a través de la correspondencia y a quienes fui queriendo por su hermoso trabajo de solidaridad, de países como Australia, Bélgica, Francia, Alemania, Suiza, Canadá, Suecia, Holanda, Noruega, España, Inglaterra, Italia, Argentina, etc.
 Agradezco asimismo a las organizaciones de derechos humanos que me apoyaron, a
 la señora Virginia Shoppee de Amnistía Internacional, a la Cruz Roja Internacional y a todos los comités de chilenos en el extranjero que con tanto sacrificio y dedicación me entregaron su cariñoso apoyo.
   Agradezco el sentido de justicia que motivó a mis abogados Hugo Gutiérrez y Alberto Espinoza, que siempre confiaron en mi inocencia, en hacer lo posible para lograr mi justa libertad. También a la ODEP, por su apoyo incondicional durante todos estos años Y A LOS Comités Que en Chile trabajaron por mi libertad. Esta libertad es fruto del trabajo solidario de todos, también de mi decisión de luchar por la libertad con esfuerzo, dignidad, justicia y
 perseverancia.
 Pienso en estos momentos mis hijos, en mi compañero, en mis nietos, a quienes amo entrañablemente y junto a quienes no estuve en momentos críticos de sus vidas. Ellos son motivo de orgullo para mí, al haber logrado salir adelante en estos diez años, sin tenerme a su lado, viéndonos solamente en los espacios de la visita. Les agradezco por ser como son, por haberme dado fuerzas y por haber salido adelante, estudiando y trabajando.
   Los quiero a todos.

Muy fraternalmente

 María Cristina San Juan Avila
 Ex prisionera política
 Santiago, 20 de agosto de 2001
 Pueden escribirme a:
 Casilla 52.406
 Correo central
 Santiago 1
 CHILE

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