El
profesor Carlos Pérez Soto, está íntimamente vinculado
a la historia académica de la Universidad Arcis. Como el mismo reconoce:
"Yo soy profesor de Estado en Física y teóricamente
debería hacer clases en 3° y 4° año medio",
pero en la década del ochenta, producto del vacío cultural
que reinaba en el país, "por ahí hubo una rendija por
la cual insertarse". Inquieto y polémico, fue formador de
una parte importante de generaciones que intrigadas se adentraban en el
estudio del marxismo "Los cursos que he hecho de marxismo siempre
han sido paralelos a los cursos formales. Desde luego por que no hay cursos
formales de marxismo. En las universidades que he estado, siempre han facilitado
el espacio". Espacio que lo ha convertido, según la crítica,
como uno de los académicos más involucrados en el tema de
la teoría marxista.
Prolífico creador, a la fecha
ha publicado: "Sobre un Concepto Histórico de la Ciencia",
Arcis-Lom, 1988; "Sobre la Condición Social de la Psicología",
Arcis-Lom 1996; además de los Cuadernos de Trabajo, de la Universidad
Arcis; En su último libro "Para una Crítica
del poder Burocrático: Comunistas otra vez", de la
serie Punto de Fuga, editado por Editorial LOM y la Universidad Arcis,
2001; Carlos Pérez, no sólo aborda el marxismo, sino
que, propone una opción radical: darle vulta la espalda a la tradición
marxista del siglo XX y enfrentar, desde su perspectiva, el maxismo del
siglo XXI
Partamos por una pregunta tan
radical como su libro ¿Qué sentido tiene hablar hoy de marxismo?
Para hablar de Marxismo, yo creo que
se debe distinguir muy claramente entre Marx y marxismo, el marxismo de
los marxistas y el marxismo posible. A mí me interesa hacer una
operación en la cual uno pueda saltarse el siglo de los marxistas,
que es el siglo XX... y arrancar de Marx para crear un marxismo de cara
al siglo XXI, para entender la dominación tal como se da en la época
contemporánea. Yo creo que los conceptos fundamentales de Marx pueden
ser usados para eso; por ahí digo en el libro "con su consentimiento
o sin él". A mí me importa más que sea pensable
una revolución, una sociedad sin clases, que la fidelidad a los
textos. Y me parece que los textos de Marx contienen sugerencias suficientes
como para armar un concepto de la historia, un concepto de la revolución;
que haga pensable la posibilidad de una sociedad sin clases
Está sociedad sin clases
Ud. la identifica como el Comunismo; pero, ¿este comunismo tiene
como paso previo el Socialismo?
No, yo creo que no.
¿Podría explicarse?
Lo que pasa que la palabra Socialismo
tiene un doble sentido, por un lado tiene una connotación valórica,
o sea, el socialismo era lo que queríamos, el ideal de los bolcheviques,
lo que quería el Che Guevara y lo que toldo el mundo pensó
de manera muy natural. Donde tenía que haber una transición,
particularmente en sociedades atrasadas; el Comunismo se veía como
una sociedad de abundancia en una época de industrialización.
Por otro lado está la connotación
objetiva que conduce a la socialización de los medios de producción.
Yo creo que lo que muestra la experiencia de los socialismos reales, por
un lado y la evolución de los países capitalistas más
avanzados, por otro lado, es que la socialización de los medios
de producción no necesariamente implica que terminen los conflictos
de clase ó siquiera que aparezcan contradicciones no antagónicas.
La socialización de los medios de producción, puede ser una
figura jurídica que legitime el poder de una clase dominante que
se apropia del producto social por un recurso distinto del de la burguesía.
En ese sentido, las sociedades que se llamaron socialistas no fueron socialistas
en el sentido bolchevique de la palabra, fueron revoluciones industriales
forzadas, dirigidas por una vanguardia burocrática revolucionaria
que usufructuó del producto social en virtud del dominio que lograron
de la división del trabajo. Entonces, cuando miro hacia el siglo
XXI, yo no creo que el comunismo pueda surgir de una sociedad atrasada.
Las sociedades atrasadas pueden progresar mucho... Para decirlo de manera
general, las sociedades pobres, pueden progresar muchísimo sin superar
sus conflictos de clase. En el sentido que los estándares de vida
pueden crecer muchísimo, dentro del capitalismo y sobre todo dentro
de una sociedad burocrática, sin que eso implique la libertad humana
o la autorealización o el fin de la enajenación. El comunismo
es pensable desde una sociedad muy altamente industrializada, de muy alta
tecnología, desde una sociedad de abundancia.
Esto sería volver a Marx
que pensó la revolución en los países más avanzados
como el caso de Inglaterra...
Yo creo que Marx no pensó la
revolución en un país más adelantado, pensó
la revolución como un proceso que afectaba al capitalismo en su
conjunto. Hay una parte en la Ideología alemana donde él
explica y critica la idea en un sólo país. Yo creo que la
revolución no tiene que ver con un país o un sector de países
desarrollados, sino con un estado de la sociedad humana...
Pero el tema que sólo
podría darse el comunismo en los países altamente desarrollado,
¿en qué estadio deja a los países subdesarrollados
y particularmente a Latino América?
Yo no soy un optimista histórico,
pero tampoco soy un pesimista en el sentido de cortarse las venas en favor
de que nada se pueda hacer; no soy un pesimista metodológico, en
el sentido que creo que el triunfalismo le ha hecho mucho mal a la tradición
marxista. Yo creo que los pobres del planeta, los marginados, los 2000
millones de pobres que hay en el mundo van a ser exterminado a lo largo
del siglo XXI; entonces el problema de la pobreza se va a ir resolviendo
de la manera más cruel posible. Ahora, uno podría evitar
eso, integrando a los sectores marginados al mercado capitalista o al mercado
burocrático que es un mercado benefactor. Yo creo que la alternativa
de los pobres es el capitalismo en una sociedad burocrática benefactora;
pero el comunismo, es una sociedad donde queremos superar la división
del trabajo, lo que queremos es terminar con la enajenación. Uno
no puede pensar en terminar con la enajenación en lugares donde
la gente no tiene casas, donde la gente no sabe leer. El primer objetivo
es que la gente alimente sus estándares de vida; otro objetivo es
la felicidad humana en la sociedad sin clases. Yo creo que esos dos objetivos
están relacionados entre sí, por que el simple aumento en
los estándares de vida no es un objetivo revolucionario, es un objetivo
reformista, reivindicativo y el capitalismo provee medios para lograrlo;
los capitalistas pueden hacer viable su propuesta, aunque no tengan ganas
de hacerlo. A mí me parece que la lucha de los pobres es revolucionaria
cuando apunta hacia el comunismo, pero no es esperable que una sociedad
de pobres llegue al comunismo.
Haber, pero Ud. sabe que las
reivindicaciones tienen un límite. Incluso en Chile el Estado benefactor
se quebró el año 73, producto de que las clases adineradas
del país, en concomitancia con los Estados Unidos, no podían
permitir el avance de las fuerzas populares...
Yo creo que eso no es cierto empíricamente...
Empíricamente en el año
73 hubo un golpe de Estado que echó por tierra un proyecto nacional
populista.
Bueno eso es cierto...
En su opinión, ¿eso
no ha pasado en toda Latino América, en la medida en que los pueblos
han ido logrando reivindicaciones...?
Yo creo que cuando se habla del crecimiento
político del molimiento popular, por cierto, hubo una década
de reacciones militares que devastaron el movimiento popular. Pero si consideramos
el aumento de los estándares de vida, ha habido un aumento objetivo
en los estándares de vida en sectores muy importante de la población;
lo que pasa es que simultáneamente, ha habido un empeoramiento absoluto
en otros sectores de la población. El caso de Chile es paradigmático,
en Chile nunca se había consumido tanto como se consume ahora, y
hay una tercera parte del país que consume muchísimo, más
que en tiempos de la Unidad Popular, lo que pasa que por otro lado, hay
una tercera parte del país, que nunca había sido tan pobre
como hoy o había estado tan lejos de las oportunidades como ahora.
Las diferencias respecto del capitalismo más clásico, son
que ahora no hay ascenso social, los pobres ya no son simplemente pobres,
sino que son marginados del sistema de la producción. En este sistema
de marginación, si tú sacas estándares promedio, son
demasiado bajos; pero lo que estabiliza la situación política
de este país es que hay un tercio de la población que tiene
índices de consumo muy alto
¿Ud. Habla de una clase
media...?
No. Precisamente eso es lo que falta.
Yo hablo de integrados y marginados...
- Pero, ¿no es muy brutal
poner dentro de los integrados al dueño de una empresa junto con
un trabajador que gana $ 150.000 al mes o menos?
Por cierto es muy brutal, pero esa
es la realidad política... la estabilidad política depende
de eso. Depende de que hay trabajadores que tienen una capacidad de compra
-especulativa, porque se basa en la capacidad de crédito-, pero
si se portan bien en los trabajos pueden responder a la capacidad de crédito...
no son endeudamientos insolucionables, endeudamientos crónicos.
Este es un capitalismo que funciona de esa manera, entonces no tienen problemas
en seguir endeudando a la gente. Ahora, yo creo que la estabilidad política
de este país se debe a la comunidad de perspectiva vital entre aquellos
trabajadores que ganan $ 300.000 y los gerentes de Banco que ganan 10 millones
de pesos al mes. De hecho el 67% de los mayores de 18 años en este
país o votan por Lavín o votan por la Concertación.
Si tú proyectas eso a los demás países, te vas haencontrar
que estas sociedades neoliberales tienen una capacidad de estabilizar socialmente
a los países en forma abrumadora, el caso de Corea, donde la sobreexplotación
es espantosa, tiene una estabilidad política análoga... tanto
que el presidente de Corea se gana el premio Nobel de la paz.
Por lo mismo, el hecho de que haya
integrados y marginados es lo que permite pensar la perspectiva revolucionaria
del siglo XXI. Los estándares de vida de toda la humanidad, crecen
a costa del exterminio de un tercio de la humanidad. En ese sentido los
reformistas pueden alcanzar los objetivos que se proponen, con el único
detalle que en el camino se van a morir 2000 millones de personas.
Los revolucionarios tienen que ser como mínimo reformistas
- ¿Qué entiende por
reformismo?
La capacidad de gestionar el sistema
capitalista bajo una regulación burocrática que permita hacer
crecer las fuerzas productivas.
- Para que todos nos entiendan y
en buen chileno: hacer más eficiente la teoría del chorreo...
Sí. La teoría del chorreo
funciona en dos niveles. Uno, si efectivamente hay crecimiento capitalista,
no todo el crecimiento es especulativo; por otro lado la capacidad de empleo
duro va disminuyendo producto de la aplicación de nuevas tecnologías.
Ahí empieza a operar el chorreo de otra manera, ya que los integrados
a la producción tienen capacidad de compra para crear empleo parasitario,
entonces el país se llena de jardineros, de nanas, de cuidadores
de autos, de vendedores ambulantes... que no existirían si no hubiera
gente que les compre las cosas. Eso le da estabilidad política al
sistema... por que la gente que vende super8 es capaz de votar por Lavín,
por que les da alguna perspectiva en su vida. En ese sentido yo creo que
las políticas reformistas son viables económicamente, porque
producen crecimiento económico, de manera objetiva, y son viables
políticamente, por que allí donde no producen crecimiento
económico, son capaces de ocultarlo a través del empleo parasitario
o de las políticas asistenciales del Estado.
- ¿Cómo se mira eso
desde su perspectiva revolucionaria?
Eso es catastrófico, ya que
nosotros sacamos la cuenta siempre que el capitalismo va a cometer errores,
de que eso se va a traducir en pobrezas indignantes, en perdidas de expectativas
y la gente va a terminar perdiendo la paciencia... eso es justamente lo
que no ocurre, ni en las peores condiciones en un sistema neoliberal bien
llevado.
- O sea, ¿para los que vivimos
en países tercermundistas, estamos en una situación sin salida...?
Yo lo pondría de esta forma:
Los pobres no están peleando por la revolución están
peleando por no ser exterminados. Esa pelea puede conducir a que salgan
de la pobreza y se integren a un régimen de explotación burocrática.
- ¿Un discurso opositor exitoso,
a su juicio debiera ser un discurso reivindicativo no revolucionario?
Yo creo que la relación entre
reformismo y revolución tiene que ser revisada... yo no entendería
a un revolucionario que no es como mínimo reformista. Yo sospecharía
de un revolucionario que piense en el comunismo, y no piense que la gente
lo que quiere tener es una casa, una escuela. Los revolucionarios tienen
que ser como mínimo reformistas, la diferencia empieza de ahí
para arriba... las políticas reformistas están dentro de
las políticas revolucionarias. Nosotros si fuéramos medianamente
honrados podríamos con Foxley, con Allamand, con Lagos, proponer
una política de crecimiento integrada plenamente al mercado mundial,
eso le ayudaría a mucha gente.
- ¿Y que lo distingue a Ud.
como revolucionario?
La capacidad de ir más allá
de esos objetivos. Digo esto, por que tradicionalmente, en forma inútil
y estéril, la pelea al interior de la izquierda es: o eres reformista
o eres revolucionario. Para mi no es contradictorio reformismo y revolución
lo que pasa es que la revolución trasciende al reformismo. Nosotros
si llegáramos al gobierno, debiéramos entregar a los particulares
la educación, la salud... el problema que si nosotros llegáramos
al gobierno, no habría canallas en las ISAPRES ni habría
la canallada que son las AFPs.
- ¿En el fondo, lo que Ud.
plantea es la vuelta al Estado Benefactor o Keynesiano?
Sí... yo creo que el Estado
paternalista existió a los dos lados de la cortina de hierro...
- ¿Eso lo justifica...?
Eso le quito autonomía a los
ciudadanos, les quitó capacidad de autogestión... lo que
hizo fue absorber el poder popular en el poder central.
- Hay un aspecto que no me queda
claro. ¿En qué momento el pueblo que Ud. plantea, se propone
llevar a cabo la revolución Comunista?
La revolución comunista que
yo planteo, va a ser mundial y va a ser a través de Internet. Si
hablamos de la revolución tipo bolchevique, ésto conduce
a la industrialización forzada y a la dictadura burocrática.
- Para centrar la discusión
en la práctica. Hoy en día, existe en América Latina
un incipiente pero fuerte movimiento anti capitalista, incluso, en situaciones
más avanzadas como en el caso de Colombia, se habla de socialismo.
A su juicio, ¿estos procesos están condenados, en el caso
de que triunfen, a caer en regímenes burocráticos al estilo
de los socialismos reales?
Yo creo que una revolución
del tipo bolchevique en América latina, si no es exterminada por
rayos láser desde el espacio, podría industrializar los países
en que se dé, podría aumentar los estándares de vida
significativamente. Pero sinceramente no me imagino un lado exterior a
la globalización... el mundo globalizado no tiene lado de afuera.
El lado de afuera del mundo globalizado es el exterminio. Ahora lo que
sí yo creo, es que la globalización crea las condiciones
materiales para que se dé un salto y lleguemos al Comunismo. La
idea de la transición local en un país o en un continente
me parece apropiada para subir los estándares de vida pero no creo
que conduzcan necesariamente a una sociedad comunista. Es importante considerar
que la voluntad revolucionaria también puede ser una voluntad enajenada,
en el sentido de que un bando revolucionario puede creer que hace una cosa
y en definitiva hace otra. Ningún bolchevique quiso producir una
dictadura revolucionaria ni un archipiélago Gulag, pero de hecho
fue eso lo que hicieron.
Los revolucionarios tienen que tener futuro nomás
¿Ud. no reconoce en el
pensamiento latinoamericano, aportes a la teoría marxista, como
Mariátegui, el Che, Recabarren, etc?
A mí no me parece que Latino
América tenga nada de especial, no sé porque los africanos
o asiáticos no podrían decir lo mismo de sus regiones. Esa
lógica conduce a que los rusos tenían algo raro como rusos...
yo no creo que los latinoamericanos tengan ninguna virtud especial.
¿O sea, no hay ningún
aporte?
Voy a ser cruel. No creo que los latinoamericanos
tengan nada especial en relación con los africanos o los rusos.
Si a los rusos les pasó lo que les pasó, a los latinoamericanos
podría pasarles lo mismo... aún aprendiendo de los errores
del pasado. Pero hay una distinción que me gustaría hacer,
hay un marxismo de papel que es el marxismo históricamente ejercido,
éste es emocionante,
¿Incluyendo el suyo?
Por cierto, está lleno de ilusiones,
de buenas ideas. Yo no me canso de emocionarme de las buenas ideas de Recabarren,
lo que pasa es que Recabarren se suicidó y el Partido Comunista
chileno no tiene la menor acogida en le conjunto del pueblo hoy día.
A mí me parece que el marxismo de Gramsci, de Luckas podría
servir muchísimo para aprender, pero que el marxismo del siglo XX
es el marxismo real no el de papel. Yo creo, como lo digo en el libro que
los revolucionarios tienen que tener futuro nomás, no tienen que
tener pasado.
¿Qué rol juegan
los Partido políticos, desde su concepción, en la construcción
del comunismo?
Yo creo que la política moderna
está relacionada con la dominación moderna. El discurso de
la dominación fue resistido con la misma lógica. La dominación
moderna necesitaba homogeneizar para poder dominar; correspondiente con
ello, la política moderna fue pensada como homogeneizadora... o
tú perteneces a mí partido o simplemente estás en
contra. La dominación actual no necesita homogeneizar para poder
dominar, es capaz de dominar en la diversidad produciendo diversidad. De
la misma manera la política de oposición contemporánea
debería ser una política diversificadora; eso significa que
tiene que haber partidos políticos, tiene que haber movimientos,
tiene que haber minorías étnicas, tiene que haber organizaciones
sociales que encuentren su identidad en el rango que quieran.
Para ponerlo en lo concreto,
¿le parecen viables estas organizaciones o coordinaciones que se
han dado en contra del capitalismo, movimientos antiglobalización,
lo que se hizo en Chile con respecto a reunión del BID?
Sí, me parecen que son plenamente
viables en principio, no sé si empíricamente van a resultar.
La mayoría de esas opciones al final resultan fallidas... pero yo
creo que son viables en principio. De lo que se trata es de dar una pelea
en paralelo, redundante, diversificada... una pelea en que cada actor local
tiene al mismo tiempo objetivos locales y universales.
¿Eso sería un fundamento
del comunismo futuro?
Uno de los temas que yo tematizo en
mi libro es qué debemos entender explícitamente por Comunismo.
El comunismo es una sociedad en que la diversidad humana se realiza a través
de la diferenciación, el comunismo no puede ser un ideal homogeneizador,
de hecho, la dominación es homogeneizadora. El comunismo no es una
sociedad donde todo el mundo sea feliz, ni es una sociedad donde todo el
mundo lo sepa todo, el comunismo es una sociedad donde se puede ser feliz,
es decir, donde las causas del sufrimiento humano, son superables de manera
intersubjetivas. En este sentido el Comunismo es verosímil.
Todas las revoluciones son violentas
¿Qué rol juega
la violencia revolucionaria en la construcción del comunismo?
Me parece que las discusiones en torno
a la violencia son de una hipocresía galopante; por que desde luego
una sociedad en que la tercera parte del país está en hoyo,
es una sociedad tremendamente violenta... para que vamos a hablar de los
3.000 desaparecidos y 300 mil torturados. La discusión es hipócrita,
ya que cuando los pobres se ponen violentos hay violencia, cuando los ricos
se ponen violentos hay justicia. Pero si uno pasara la capa de la hipocresía
y se preguntara un poco más seriamente, ¿qué pasa
con la violencia? Lo que hay que decir es que todas las revoluciones son
violentas, son violentas en términos existenciales. Es violento
que alguien que se crió en su fundo le quiten su fundo, la violencia
existencial es síquica y física... no es lo mismo que alguien
sufra de amor a que alguien lo torturen. La violencia física es
bastante problemática, yo creo que uno no debería odiar a
los enemigos... eso lo aprendí en una película del padrino,
el padrino dice: no odies a tus enemigos
Aunque acabó matando a
todos sus enemigos...
Claro, por que a él lo que
interesaba era ser eficaz. Uno no debe odiar a los enemigos por que los
revolucionarios no tienen enemigos personales, el enemigo de los pobres
no es el burgués, es la burguesía como clase. Lo que nosotros
esperamos, es que la guerra revolucionaria sea una guerra profundamente
humanizadora, nosotros no estamos diciendo que no vayamos a ir a la guerra,
estamos diciendo que vamos a ir a una guerra para terminar con todas las
demás guerras. Ahora va ser violenta igual, al enemigo le va a doler
igual... pero los enemigos de los revolucionarios tienen derecho a que
sus derechos sean respetados. Ahora en concreto, para no esquivar la pregunta.
El problema de la violencia en la izquierda tiene que ver con el ultraizquierdismo,
yo me opongo a una violencia que no sea una violencia de masas, me opongo
a la violencia ejemplarizadora. Es decir, a un acto violento a través
del cual se pretende dar un ejemplo de valentía, de coraje, de que
las cosas pueden ser distintas, me opongo a una violencia en que los ciudadanos
no puedan seguir. Yo soy partidario de las barricadas masivas del 83 y
soy un profundo crítico de las barricadas vanguardistas del 86;
es decir, cuando las barricadas perdieron su conexión con el movimiento
popular masivo, con el sentido común de los ciudadanos, perdieron
su sentido político. La violencia ejemplarizadora es típica
del enemigo.
Déjeme ver si entiendo,
¿Ud. cree en una violencia de masas defensiva?
Incluso ofensiva, pero de masas
¿Cómo se caracteriza
esa violencia ofensiva?
Cuando un pueblo va a la guerra, yo
creo que es legítimo...
¿Cómo la revolución
bolchevique, asaltando el palacio de invierno...?
Sí. También como en
la revolución nicaragüense...
Pero la Revolución nicaragüense
tuvo un componente determinante también llamado FSLN, que se constituyo
en un verdadero ejército profesional...
Lo voy a decir de una manera muy cruel.
El frente Sandinista empezó a ser legítimo cuando el conjunto
del pueblo nicaragüense se terminó cansando de la dictadura
de Somoza.
Pero está de acuerdo,
que los componententes profesionalizados en la lucha revolucionaria jugaron
un papel importante...
Es probable que en el siglo XX esas
cosas resultaran, la mayor parte de las veces no resultaron. La revolución
bolchevique fue masiva...
Pero entendamos que en la revolución
bolchevique hubo una parte del ejército que se pasó al bando
de los revolucionarios. En el caso de Latino América, producto de
la doctrina de seguridad nacional, los ejércitos pasan a ser un
aliado natural de las clases dominantes...
Nunca se ha ganado una guerra contra
un pueblo, se puede ganar una guerra contra un ejército, pero nunca
contra un pueblo. El valor técnico militar de los ejércitos
tiene que ser evaluado políticamente. Creo que los ejércitos
pueden ser copados por la presión política del movimiento
popular. Yo me opongo a la idea de vanguardia, por que creo que el destino
de las vanguardias es convertirse en poderes burocráticos.
Uno puede ser honrado en una época y canalla en otra...
¿Qué pretensiones
tiene este libro?
Que lo lean los jóvenes. No
tengo muchas expectativas de que la izquierda de los 70, 80s o 60s puedan
entender algo. Yo espero que los estudiantes, que los jóvenes, que
la gente que nació o rea muy niño cuando la dictadura se
empezó a llamar democracia, lea y sepa que se puede olvidar del
siglo XX y que puede tener un horizonte distinto y propio. La operación
que propongo en este libro es muy radical, el marxismo entre 1880 y 1980
simplemente debería ser borrado del mapa. Están donde están
y nosotros no tenemos nada que ver con eso. Yo creo que nosotros debemos
ponernos en el punto en que estaban los bolcheviques en 1880; es decir,
inventándolo todo. Yo creo que la generación de los 60s ha
frustrado a la generación de los 70s a la de los 80s a la de los
90s. Es decir la generación de los 60s ha prolongado su impotencia
histórica, su amargura, su desencanto una y otra vez sobre generaciones
y generaciones. Uno puede ver como los dirigentes estudiantiles que aparecieron
el 68 hoy son unos socialdemócratas, los que aparecieron el 83 lo
son igual, el 89, el 93 son igual y el 96 van para la misma... la generación
de los 60s ha contaminado a las generaciones jóvenes. Los revolucionarios
no necesitan del pasado para vivir en el futuro; no somos herederos de
nadie, no venimos en nombre de nadie, tenemos fuerza propia y los jóvenes
tienen entusiasmo suficiente como para inventar el mundo de nuevo... eso
es política contingente
¿Qué autocrítica
hace Ud. como miembro de la generación de los 60s, como intelectual
de los 80s y como militante político... Ud. fue militante del Partido
Comunista.
Los comunistas dicen que yo nunca
fui comunista, a uno no sólo lo echan para delante sino también
para atrás. Ahora, yo creo que en algún sentido tienen razón,
yo fui un militante muy irregular y cuando fui militante, fui un muy mal
militante... yo fui un muy mal militante del partido de Luis Corvalán
y al partido que no pertenecí fue al de la Gladys Marín,
ahí tienen razón en un 100%.
Ahora, en el año 89, con la
vuelta del democratismo, cuando yo todavía figuraba en la taquilla
intelectual del PC, en un acto en el Diego Portales, yo dejé consignado
que los jóvenes se van alzar contra nosotros y nos van a tratar
de viejos amarillos y reaccionarios. No sólo por que fuimos derrotados,
sino por que lo traicionamos todo. Además inventamos un cuento que
hiciera legítimo nuestras traiciones y canalladas... entonces van
a acercarse a este edificio y van a empezar a apedrearnos a nosotros que
creemos vanagloriosamente que estamos recuperando la democracia. Lo que
yo dije en ese momento, es que cuando eso ocurra, cuando los jóvenes
nos traten como viejos reaccionarios, amarillos y traidores, entonces yo
voy a atravesar la calle, me voy a poner al otro lado y voy a tirar una
piedra para este lado. Yo creo que como generación nos hemos portado
de una manera vergonzosa... yo no pienso liberarme de culpas en eso. Lo
que puedo hacer es mostrar una cosa distinta; lo que puedo hacer es no
andar vanagloriarme de las torturas del exilio para legitimar las canalladas
actuales. Uno no es honrado una vez en la vida y para siempre, uno puede
ser honrado en una época y canalla en otra... y actualmente circulan
una cantidad enorme de canallas legitimando sus canalladas con las torturas
que recibieron hace 20 años.
Como ejemplo, vinieron unos chicos
a preguntarme algunas cosas que proponer en la Jota, para cambiar las cosas.
Entonces yo les dije, miren compañeros: 1°, Que el PC de Chile
rompa con el pasado soviético y que declare que era una dictadura
totalitaria y vergonzosa; 2°, que pase a retiro la Sra. Gladys Marín
y que pongan a Roco de Secretario General, que la comisión política
tenga una edad promedio de 25 años. Que se acabe con el centralismo
democrático, que no es otra forma de legitimación burocrática,
es un eco donde la cúpula tira hacia abajo y recoge su misma palabra.
Además, no tiene sentido hacer una política clandestina en
un sistema de dominación que lo sabe todo... hay que hacer una apolítica
cuya
fuerza derive de su visibilidad, por que la posibilidad que tenemos de
ocultarle algo al enemigo es prácticamente cero.