Comunidad árabe en
Chile: En la mira de George Bush
Pedro Cayuqueo / Resistencia Mapuche
Tras los atentados a las Torres Gemelas de Nueva
York en septiembre del año pasado una nueva amenaza merodea por
los más recónditos lugares del aporreado Tercer Mundo. No
se trata por cierto de la tan publicitada amenaza "terrorista", ni de los
arranques mesiánicos de un millonario saudí convertido
por obra y gracia del Pentágono y la CNN en la más reciente
encarnación del mal sobre la faz de la tierra. No, no estoy hablando
de Osama Bin Laden ni mucho menos de aquellos jóvenes palestinos
que en días recientes y transformados en verdaderas bombas humanas,
intentan sin mayor éxito frenar el holocausto de todo un pueblo
explotándose en cuanto mercado, discoteca, cine, restauran o avenida
medianamente transitada existe en el mal llamado "suelo patrio" israelí.
No, la nueva amenaza que merodea nuestros pasos no proviene de aquellos
que Fanon acertadamente identificó como los condenados de la tierra.
Proviene más bien de los intrincados laberintos mentales de un hombre
reconocidamente incapaz y mediocre, pero que distintas circunstancias de
la vida (entre ellas su apellido y un sistema democrático digno
de Pericles) pusieron al frente de la principal potencia económica,
política, tecnológica y militar que la humanidad haya concebido
desde la caída del Imperio Romano de Occidente.
Si, se trata del presidente de los EE.UU., George
W. Bush, ex director de la CIA e hijo de otro ex mandatario norteamericano
del mismo nombre, y cuyos sueños de conquista y destrucción
planetaria tienen a un sector importante de los países del Tercer
Mundo rindiendo exámenes de buena conducta y a otro sector no menos
importante de ellos derechamente resignados a soportar la caída
de un inteligente y costoso paquete de misiles transcontinentales sobre
sus cabezas.
Y es que los sueños de grandeza, la paranoia
política y las apocalípticas visiones del texano presidente
norteamericano no parecen conocer de tregua alguna. A la pasada identificación
de los países no alineados de Asia y Medio Oriente como integrantes
de un fatídico Eje del Mal (ojo los productores hollywodenses) y
de la publicitada denuncia de Cuba como laboratorio y productor intercontinental
de armas biológicas ante Naciones Unidas (ojo los productores farmacéuticos),
se suma hoy en día la no menos espectacular denuncia del norte de
Chile como "corredor financiero" de las milicias radicales islámicas
Hezbolá y Hamas.
Contacto en Chacalluta
Los primeros antecedentes de la presencia de militantes
islámicos en el norte de Chile provinieron, como siempre, desde
las oficinas de Washington. Le correspondería al propio Secretario
de Estado norteamericano, Colin Powell, lanzar la primera piedra el pasado
21 de mayo, durante la publicitada presentación del informe Patrones
del Terrorismo Global 2001 y que en resumidas cuentas es un compendio de
acciones subversivas y de grupos terroristas a nivel mundial, elaborado
gracias a los miles de reportes recibidos de parte de un sin fin de analistas
de inteligencia y agentes encubiertos financiados por la CIA y desparramados
por el mundo desde los lejanos tiempos de la guerra fría. En dicha
oportunidad y bastante suelto de cuerpo, el Secretario de Estado norteamericano
señaló la posibilidad de que las ciudades chilenas de Arica
e Iquique pudieran estar cobijando a "células financieras" de grupos
radicales islámicos como Hezbolá y Hamas, y que a su vez
formarían parte de una red financiera multinacional con base en
la Triple Frontera de Ciudad del Este.
Pero cuales son las razones -si es que se puede
mencionar la palabra razonamiento tratándose de George Bush y compañía-
para argumentar tamaña conspiración nortino-islámica.
Un "posible movimiento de dineros y negocios" por parte de
simpatizantes de organizaciones integristas de Medio Oriente - entre
ellas el movimiento libanés de origen chiíta Hezbolá-
es derechamente lo que plantea el polémico informe. Y para sostener
dicha "posibilidad", el Departamento de Estado del país del norte
se vale básicamente de dos investigaciones realizadas al respecto.
Una realizada por la CIA y la otra encargada a los siempre listos tribunales
de justicia chilenos.
En primer lugar, el Departamento de Estado hace
referencia a una investigación realizada por la CIA con posterioridad
al ataque terrorista a las Torres Gemelas y el Pentágono del 11
de septiembre del año pasado y que llevaron a la Secretaría
de Prevención e Investigación del Terrorismo de Paraguay
sobre los pasos de diversos grupos comerciales islámicos y sus nexos
entre la Triple Frontera de Ciudad del Este e Iquique.
Así, se estableció que el día
4 de junio de 2001, cuatro libaneses provenientes de Paraguay -entre ellos
Assad Ahmed Mohamed Barakat y Kalil Saleh- se hospedaron en el exclusivo
Hotel Terrado Suite de la Primera Región. Los extranjeros, al igual
que cientos de sus conciudadanos en años anteriores, venían
a constituir una sociedad comercial que les permitiera actuar desde la
Zona Franca de la ciudad, comprando y vendiendo diversos tipos de mercadería
al por mayor. De esta forma nacería la sociedad Importadora y Exportadora
Saleh Ltda., y luego -junto a Saleh- se crearía la Sociedad Barakat,
que según la CIA, estaría financiando de manera encubierta
las actividades de varios grupos radicales islámicos. Hasta aquí
la primera argumentación.
En segundo lugar, el Departamento de Estado norteamericano
hace directa referencia en el Informe a la investigación llevada
a cabo el año pasado en Chile sobre las actividades del mismo ciudadano
libanés Assad Barakat.
Cabe recordar que hace unos meses y por expresa
petición del gobierno estadounidense, este empresario libanés
fue investigado judicialmente por el propio Ministerio del Interior chileno.
A raíz de sus presuntas operaciones, el Gobierno presentó
tras los atentados en Nueva York y Washington un requerimiento por Ley
de Seguridad Interior del Estado, luego de lo cual la Corte de Apelaciones
de Santiago nombró al ministro instructor Juan Manuel Muñoz
Pardo a cargo de la investigación. De inmediato, este ministro dictó
órdenes de arraigo tanto contra Barakat como contra otros ocho comerciantes
de esa misma nacionalidad que habían establecido relaciones comerciales
con él durante su estadía en Chile.
Huelga decir que dicha investigación, que
sería más tarde traspasada al ministro de la Corte de Apelaciones
de
Iquique, Jaime Chamorro, no ha logrado hasta la fecha comprobar ningún
nexo real entre los comerciantes nortinos y los "enemigos" de George Bush
en Medio Oriente, a tal punto que en el mes de enero de este año
el propio juez Chamorro se vio obligado a levantar la orden de arraigo
que pesaba sobre el empresario libanés, el cual durante la etapa
de la investigación nunca estuvo en Chile, presumiéndose
en fuentes judiciales su paradero en alguna zona "recóndita" de
Brasil. Molestia en el norte
Tanto las declaraciones de Colin Powell como las
últimas actuaciones del gobierno chileno no han dejado para nada
indiferente a la comunidad árabe residente en el país.
Especialmente de parte de aquellos ciudadanos árabes
residentes en la zona norte del país y que han reaccionado con legítima
indignación y molestia ante las informaciones dadas a conocer por
el informe estadounidense. Esta molestia, por cierto, es más que
justificada. Más aún considerando la alta probabilidad de
que estas nuevas "visiones" del George Bush impliquen algún movimiento
de mísiles transcontinentales en contra de las dunas del desierto
de Atacama y a la no menos alta probabilidad de que las autoridades nacionales
los apoyen incondicionalmente en tamaña locura. A ver si en una
de esas un inteligente misil se les desvía para el sur del Bío-Bío
y en vez de uno, matamos dos pájaros de un tiro, mister president.
Al menos esa preocupación se desprende de las últimas declaraciones
dadas a la prensa por el siempre ágil Subsecretario del Interior
chileno, Jorge Correa Sutil, quién luego de reconocer contactos
"permanentes" de inteligencia con el FBI norteamericano en diversas materias
de seguridad interior, no descartó la factibilidad del asentamiento
de financistas para los citados grupos integristas en la zona norte delpaís.
"Es una posibilidad que está siempre presente, que siempre ocupa
el trabajo de Investigaciones, y donde siempre hay información de
inteligencia que va y viene", señaló en su oportunidad (1).
Al igual que en la Intifada que se desarrolla en Medio Oriente, los primeros
en alzar la voz en Chile por la defensa de la comunidad árabe residente
fueron precisamente sus jóvenes.
En una entrevista publicada el viernes 24 de mayo
por el diario Las Ultimas Noticias, El Presidente de la Juventud Palestina
de Iquique y vicepresidente del Círculo Árabe de esa misma
ciudad, George Munir El Alam Sepúlveda se encargó de poner
los puntos sobre las ies. Y esto porque no sólo defendió
públicamente a su comunidad del "ignominioso" informe entregado
por el Departamento de Estado norteamericano, sino que además reivindicó
tanto el derecho de sus hermanos en Palestina a rebelarse contra la maquinaria
bélica israelí, como el derecho de ellos mismos de colaborar
con recursos financieros para sostener la heroica lucha de su pueblo.
- ¿Tiene certeza de que jamás un peso salido de Chile
ha ido a parar a Hezbolá o Hamas?- preguntó el periodista.
-"No cualquier persona, por el solo hecho de mandar dinero a su país
de origen, financia grupos guerrilleros. Nosotros mismos, la Fundación
Palestina, o la Federación Árabe de Chile, también
enviamos dinero y no por ello nos van a acusar de terroristas. Si mañana
a Estados Unidos se le ocurre investigar, dirán que nosotros en
Chile pagamos los explosivos de los suicidas. Deben entender que lo hacemos
para actividades humanitarias como medicamentos y ropa. Hace tiempo que
vienen con esta campaña de propaganda antiárabe", señaló.
- ¿Se justificaría el envío de dinero a las citadas
organizaciones integristas?, arremetió el reportero. -"Hay algo
que aclarar: Hezbolá y Hamas son partidos políticos antes
que nada. Es cierto que cuentan con brazos armados, pero por el solo hecho
de llevar una guerra de liberación. Y una guerra entre comillas:
las armas más grandes que tienen son las M-16 o los Kalashnikov
rusos. Por eso se acude a estos actos de inmolación. Supongamos
que cada suicida palestino fuera el chofer de un tanque. ¿Sería
aún un terrorista?. Debes entender que ésta es nuestra única
alternativa en un mundo donde no existe futuro ni expectativas de vida
para nuestro pueblo. Cuando tú le preguntas a un niño palestino
qué quiere ser cuando grande, te responde que su sueño es
convertirse en un shaid, un suicida... El dinero de Barakat pudo ir al
canal de televisión o a la universidad que mantiene Hezbolá.
Y si su dinero fue ocupado en armas, no lo justificamos, pero sí
lo comprendemos absolutamente. No olvidemos que Hezbolá liberó
el sur del Líbano de los ocupantes sionistas", finalizó el
joven palestino. Pero no solo los miembros de la comunidad palestina han
reaccionado con legítima dureza frente a las acusaciones de la Casa
Blanca. Autoridades locales de la zona norte, como el polémico alcalde
de la ciudad de Iquique Jorge Soria, rechazaron de plano tales aseveraciones
y denunciaron una "nueva" campaña de desprestigio en contra de la
ciudad.
Según el alcalde Soria, las informaciones
provenidas desde Washington carecerían de bases en la realidad y
sólo estarían siendo aprovechadas por determinados sectores
político-empresariales para echar por tierra las negociaciones con
Bolivia referidas a la instalación de un importante gasoducto en
la zona norte y que significaría una millonaria inversión
de recursos privados para su comuna.
Sea cual sea el motivo de fondo en esta historia,
lo cierto es que la paranoia apocalíptica de George Bush en su lucha
contra el "terrorismo" ya ha cobrado sus primeras víctimas en Chile.
¿Seremos acaso los mapuches en el sur del país los próximos
en la lista?. A riesgo de parecer un alarmista, todos los antecedentes
recopilados parecen indicar en
dicho sentido. No olvidemos el reciente y secreto Informe de los Ejércitos
de las Américas divulgado en Chile por el periódico electrónico
Primera Línea y que señala a los movimientos indígenas
-entre ellos al mapuche en Chile- como una de las principales amenazas
futuras para la seguridad interna y la estabilidad política en el
continente latinoamericano.
Ante este fatídico escenario que nos espera,
una sola cosa que agregar: que el wekufe se haga el sordo y que Ngenechen
nos pille a todos debidamente confesados.
Notas:
(1) Diario Las Ultimas Noticias, Jueves 23 de mayo de 2002.
(2) Diario Las Ultimas Noticias, Viernes 24 de mayo de 2002.