LA PAJA EN EL OJO AJENO

 
 

Por Paula Del Río*
 

    Este Chile querido, tan lejos del mundo civilizado, ha querido buscar errores lejos de sus costas, para olvidar por un momento la tortuosa realidad nacional.
    Mientras muchos enjuician a musulmanes, ofenden gratuitamente a un pueblo sumamente golpeado, otros simplemente olvidan que tenemos juicios propios, cárceles con presos que hoy necesitan solución, salud que se vende por un pan con pollo. ¡Hasta cuando somos tan rascas!
    Existen miles de cesantes, ¿cuál es la solución? Disfrazarlos de abrigo rojo y mandarlos a cagarse de calor por las calles del gran Santiago, ¿esa dignidad es la que busca un cesante? No nos engañemos al decir que cualquier trabajo sirve, el trabajo dignifica al hombre, no lo ridiculiza.
    Los planes de emergencia, no son otra cosa que hombres y mujeres paleando tierra de un lado a otro. En los censos de medición de desempleo, los cartoneros no son considerados desocupados, ¿cual es entonces la realidad de nuestro país? Tanto miedo existe aún, que no somos capaces de exigir que no nos roben más. Las noticias nos bombardean con Árabes "amenazando a pobre gente", la cadena que entrega las noticias constituye el monopolio más grande de la información norteamericana. Rayemos micros, baños, peguemos papeles contando la verdad, que las imágenes de palestinos celebrando,
no eran del 11 de septiembre, sino que eran de hace 10 años atrás, que los rusos jamás se comieron las guaguas, que el pueblo cubano defiende con la muerte su revolución, que nuestro pueblo podría ser muy digno si despertara.
    Todo mi apoyo a la defensa del pueblo afgano, equivocados o no, defienden lo justo.

    No más al uso y abuso yankee.

    La gran tarea de ahora en adelante, enseñar a nuestros hijos cuál es el enemigo, las armas sólo son instrumentos, a ellas no hay que temerles sino a quien las USA
    El 11, sintieron en carne propia lo que es ser golpeados donde más duele, mientras ellos no lo creían, nosotros recordábamos cada cara, cada calle, cada ruido que nos dejó para siempre heridos. Así, como nosotros, ellos nunca olvidarán su propio 11 de Septiembre.
    Seguramente, en algún tiempo más, harán de esto una super producción en N.Y., y tratarán de demostrar lo valientes que son para enfrentar las catástrofes.

* Paula Del Río es editora de Derechos Humanos de Pretextoss


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