PRETEXTOS, llama a toldos los creativos que cultiven el género literario al 1° concurso de cuentos cortos. El motivo y tema central de los trabajos será: ¿De que va a morir el General?
    Los mejores 10 trabajos serán publicados en una pagina especial de esta revista. A continuación y para que se animen, les entregamos el trabajo de nuestro colaborador y diseñador gráfico Balaam Truó, titulado "¿De qué se ríe el General?


¿De qué se rie el General?

    Todo seguía apareciendo como todos los días, la mesita con el café recién colado, su sillón favorito y los periódicos del día.
    Cuando el Reloj marcó las 7 a.m., el anciano encaminó sus pasos a la sala de lectura. Como todos los días llevaba bata de levantar y pantuflas. El anciano se aproximó, olió el penetrante aroma del café y se depositó en el sofá. Como siempre su edecán acercó la mesita, recogió los diarios del revistero dirigiéndoselos; éste, con un mohín lacónico ordenó que los dejara a un lado de la mesa y prefirió obstar por el café.
    Mientras solvía los primeros tragos la mirada del anciano herró por la paz de la habitación, los muebles de la sala, el jardín que daba a la piscina... todo en orden y en su lugar; incluso por la sombra que se proyectaba en la pared, concluyó que el edecán había tomado posición detrás del sofá. Tomó la taza y olisqueó con desgano su contenido; más en el momento que la depositaba en la mesa, se percató que una gota se había derramado en uno de los periódicos. Al anciano no le agradaban los errores, pero consideró que ya estaba demasiado viejo como para poder evitarlos. Lanzó un pequeño suspiro entrecortado mientras se inclinaba para coger nuevamente la taza de café; sin embargo algo lo detuvo, su atención se quedó atrapada en la gota de café que se fundía sobre en el papel del titular matutino, vaciló un momento y cogió el diario. Antes de prevenir el gesto su edecán le entregó los anteojos, se los calzó y despobló el periódico. Observó largo rato el titular del abultado artículo, casi parecía no leer, su mirada estaba fija; de pronto su boca dibujó una sonrisa leve, luego se entornó dejando percibir sus impecables dientes, siempre habían dicho que el General tenía una sonrisa encantadora; dejó el diario sobre sus rodillas y soltó un pequeño atisbo de risa, prolongándose en una risa serena pero fuerte, viril. El edecán también masculló una sonrisa, no sabía el motivo, pero la risa del General era contagiosa.
    La risa del anciano se prolongó en espasmos de carcajadas estridentes e incontroladas, sus ojos empezaron a llorar mientras se revolcaba en el sillón; con uno de sus pies dio vuelta la mesa del café, su risa era incontenible. El edecán lo miraba mientras reía en forma nerviosa; llegaron los empleados de la casa alertados por la risa del anciano, lo miraban atónitos mientras intentaban imitar alguna sonrisa entre ellos.
    El General siguió riendo en forma incontenible, su faz comenzó a desfigurarse mientras por sus mejillas corrían gruesos hilos de lágrimas, a intervalos lanzaba unos quejidos mientras cogía su estomago en señal de dolor... su risa era incontenible. El edecán se impacientó, la esposa del anciano estaba fuera del país en un tratamiento médico, había que llamar a su médico.
    - ¡El General está enfermo, no puede parar de reírse!
    Al cabo de una hora la casa estaba llena de médicos y amigos cercanos al General. En vano los especialistas le inyectaban toda clase de calmantes, la risa del anciano se hacía cada vez más estentórea.
    En la medida que la risa del General se hacía más incontrolable, sus colaboradores impacientaban el análisis de la situación que enfrentaban.
    - Si lo hospitalizamos tendremos que enfrentar a la prensa -que ya se había ubicado en las afueras de la residencia del anciano-
    - ... Además ya se está especulando demasiado, desde afuera se sienten las carcajadas del General.
    - ¡Pero tiene que haber una cura!
    - ... Es el caso más extraño que he visto, le hemos aplicado grandes dosis de diferentes calmantes y no atenúan en nada la dolencia, sólo han servido para mitigar en parte los fuertes dolores abdominales que le provocan los espasmos de risa.
    - ¿Se podría hospitalizar...?
    - No veo que podríamos intentar en el Hospital que no hayamos hecho... no existe una cura para esta clase de risa.
    - ¿Es peligroso...?
    - El General es un hombre mayor.. y bueno, su corazón...
    - ¿Le avisaron a su esposa?
    - ¡Viene en camino desde Zurich!
    - ¿Y de qué se ríe el gene...?, musitó uno de sus colaboradores mientras bajaba la cabeza en señal de vergüenza.
 
    Dmgo, 22 de Diciembre del 200.., siendo las 22 Hrs., dejó de existir a la edad de ... años, El ex - integrante de la Junta de Gobierno Militar, Ex - Comandante en Jefe Benemérito del Ejército y actual Senador Vitalicio Capitán general ® Sr. Don Augusto José Ramón Pinochet Ugarte; producto de un infarto al corazón que le provocó una vieja dolencia. Sus restos serán velados en la capilla ardiente de la institución y, sus funerales serán realizados el día de mañana a las 9 AM. El gobierno decretó duelo oficial de 5 días.

Balaam Truó / 2000.

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