LA FUNDACIÓN POZOS DE CAUDE NO BUSCA REVANCHA, SÓLO IDENTIFICAR A LOS DESAPARECIDOS


"Ni queremos remover nada ni tenemos ansias de venganza"

El Comisariado de la ONU verá este mes un informe sobre fusilados españoles
LOLA ESTER


Francisco Sánchez, ante la fosa común de Gea de Albarracín, en la que están identificados trece fusilados. Foto:CHUS MARCHADOR

Recuperar la memoria y la identidad de los muertos por los pelotones de fusilamiento es el objetivo de la Fundación Pozos de Caudé, cuyos estatutos acaban de entrar en el Registro de Fundaciones del Gobierno de Aragón. Su presidente, Francisco Sánchez, se reúne esta misma semana con Emilio Silva, fundador de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), que el pasado mes de agosto pidió a la ONU que interceda ante el Gobierno español para que se investiguen los casos de los desaparecidos durante la Guerra Civil y el franquismo. La ARMH ha empezado a desenterrar a sus muertos en León y Avila y la Fundación Pozos de Caudé pretende seguir los mismos pasos.

"Ni queremos remover nada ni tenemos ansias de venganza", dice Francisco Sánchez, "el único objetivo de la fundación es identificar al mayor número posible de desaparecidos, hacer un listado con sus nombres y exhumar algunos restos de manera simbólica". Sin embargo, reconoce que no es fácil el empeño: "Hay muchas familias que quieren desenterrar a sus muertos y darles una sepultura digna, pero se necesita la autorización de todas para remover la tierra".

La Fundación Pozos de Caudé la constituyen partidos y sindicatos de izquierda: PSOE, PC, IU, UGT, CCOO y CNT, y se ha marcado como primer objetivo desenterrar a los 13 vecinos de Cella que hay en una fosa común en Gea de Albarracín, en una cuneta de la carretera. "En la fosa de Gea están todos identificados y los desenterramientos son más viables porque podemos contactar con las familias. En Caudé, sin embargo, es imposible, porque no podemos hilvanar todos los nombres y todas las familias", explica Sánchez.

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica tiene ya redactado un amplio informe sobre los desaparecidos españoles que entregará este mismo mes ante el Comisariado de las Naciones Unidas. La ARMH está investigando 800 desapariciones y ha recibido más de 3.000 peticiones de personas interesadas en hallar a sus parientes. "No todas las familias que nos escriben son republicanas", afirma Eugenio Silva. "Hay alcaldes y concejales del PP que nos apoyan y cuentan con desaparecidos entre sus familias".

La abogada Montserrat Sans, experta en Derecho Internacional, está abanderando ante la ONU la causa de los españoles fusilados en el 36: "Los desaparecidos de las dictaduras tienen para éstas un problema: que nunca mueren. Continúan en las fosas comunes, faltos de reposo como consecuencia de la propia indignidad de su muerte, apuntando con el dedo a sus asesinos y la ideología que los creó", ha explicado.

En principio, la fundación no se plantea exhumar restos en los pozos de Caudé que, por razones del progreso, va a quedar dentro del futuro polígono industrial que la DGA proyecta en Teruel. "Tenemos garantías de la DGA de que se va a respetar la zona y se hará más accesible desde la carretera", indica Sánchez.

Durante muchos años, el pozo de Caudé fue un lugar siniestro y prohibido, al que no se atrevían a ir ni siquiera las familias de los fusilados junto al bocal. A finales de los años setenta, los partidos y los sindicatos que forman la fundación levantaron un monolito que desde entonces siempre tiene flores y recuerdos, tanto políticos como religiosos.

De momento, el ámbito de la Fundación Pozos de Caudé se constriñe a las fosas comunes que salpican la provincia de Teruel, pero es ampliable a todos aquellos lugares aragoneses donde las familias de los desaparecidos deseen. Francisco Sánchez insiste en que la fundación no busca ninguna revancha: "En Cella hemos sido capaces de convivir sin levantar ampollas. Nadie diría que por aquí pasó semejante terremoto. Estamos todos mezclados, perseguidos y perseguidores han sido capaces de convivir y de quererse. Sólo tenemos que respetar a los muertos".

Fuente: El Periódico de Aragón (10/11/2002)