Comunicado

El gobierno colombiano quiere la paz de los cementerios

 

Plataforma Bolivariana de Solidaridad con Venezuela de Madrid condenamos rotundamente el asesinato político del dirigente guerrillero Alfonso Cano, perpetrado por el ejército colombiano mediante una operación de bombardeo de saturación indiscriminado perfectamente calificable de crimen de guerra.

Con esta acción, el gobierno colombiano, ha demostrado nuevamente su nula voluntad de solucionar políticamente y con justicia ni el conflicto civil que asola Colombia desde hace décadas, ni la profunda injusticia social que se encuentra en su origen; antes bien, la oligarquía colombiana ha dejado meridianamente clara su determinación absoluta de perpetuar sus privilegios de casta semifeudal, recurriendo al exterminio masivo de cualquier conato de resistencia popular si fuera necesario.

Tanto la insurgencia, como el propio dirigente guerrillero abatido, han demostrado varias veces en la historia de Colombia su disposición a terminar por medio de negociaciones políticas la guerra civil colombiana y las causas que la generan. Sin embargo, las pocas ocasiones en que, tras ardua negociación, se les ha permitido a los dirigentes de la izquierda transformadora la participación política electoral, fueron exterminados sin contemplaciones por los paramilitares del gobierno y la oligarquía, ante la perspectiva de que su pujanza frente a las urnas pusiera en peligro su estatus de clase dominante. Un estatus por otra parte imposible de sostener sin el concurso de la ingente ayuda militar del imperialismo norteamericano.

Esta brutal injusticia social de Colombia, especialmente en lo que se refiere al reparto de la tierra y la riqueza, es la misma que impera en toda América Latina. Solamente en aquellos países que, como la Venezuela Bolivariana, se han atrevido, aunque tímidamente aún, a eliminar estos privilegios, se ha revertido notablemente la miseria y postración absoluta que sufren las grandes mayorías latinoamericanas pese a ocasionales periodos de crecimiento económico excepcional.

Por este motivo, el gobierno colombiano, como aliado estratégico de su homólogo norteamericano y apoderado político de sus multinacionales, ha hostigado sin descanso a la Revolución Bolivariana de Venezuela, llegando incluso al extremo de intentar provocar un conflicto bélico entre los dos países, lo que hubiera significado la excusa perfecta para la intervención militar en la zona con el objeto de derrocar por medio de las armas al gobierno revolucionario venezolano.

Esta es una amenaza permanente para el pueblo venezolano, a pesar del aparente clima de pacificación entre la oligarquía colombiana y la República Bolivariana; ambos gobiernos, el de Colombia y el de Venezuela, representan y simbolizan intereses y clases sociales absolutamente irreconciliables, el capitalismo depredador y sus aliados de la oligarquía por un lado y el pueblo venezolano y todos los pueblos de América Latina por otro.

Por estas razones, reafirmamos nuestra total condena por el asesinato deliberado de Alfonso Cano, diseñado para impedir la paz con justicia social que el pueblo de Colombia merece, y para hacer retroceder la lucha de los pueblos trabajadores, no sólo de Colombia y América, sino del mundo entero, por superar la sociedad de clases basada en la explotación de unos seres humanos por otros.

¡Viva la lucha por la paz con dignidad del pueblo colombiano!
¡Viva la Revolución Bolivariana de Venezuela!
¡Por el socialismo y el fin del capitalismo, viva la lucha de la clase obrera internacional!

Plataforma Bolivariana de Solidaridad con Venezuela de Madrid

Madrid a 15 de Noviembre de 2011