¿Para qué habla cuando "habla" El País de España?
Berta Vega
, La Fragua. Maracaibo, 18 de marzo de 2008

 

Muy importante debe parecerle al editor de El País (17-3-2008) el concierto (Paz sin fronteras) que Juanes y otros cantautores han ofrecido a favor de la paz, en la frontera entre Colombia y Venezuela. Digo importante por el espacio visual que ocupa: primera noticia de la edición impresa y digital, arriba y a la izquierda, con foto alusiva (o sea, los cantautores). Ese espacio es el que primero ven los ojos que leen en castellano y en otras lenguas: leer es una actividad que se realiza de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha.

La noticia, sin embargo, está firmada (quien asume la responsabilidad de la información) por algo tan esquivo e incorpóreo como «agencias» y en Cúcuta (ciudad colombiana fronteriza con Venezuela). Así que la responsabilidad del contenido de la noticia está asignada a alguien que no es alguien, sino un número indeterminado de empresas privadas que venden información a las empresas privadas de comunicación que se la compran (entre otras inefables agencias están AP, AFP, y Reuters).

La importancia salta en el primer párrafo que transcribo con errores ortográficos y todo: «Dos semanas despúes de que Venezuela amenazara con ocupar la frontera con Colombia como resultado de la crisis diplomática desatada entre los Gobiernos de Caracas y Bogotá, miles de personas se han deplegado esta noche en misma zona para celebrar con un concierto multitudinario el fin de las tensiones entre ambos países.»

¡Sonemos!, como dice Mafalda la eterna. ¡Albricias!, diría otro. Y así podría seguir con exclamaciones de todo tipo dichas por la humanidad que habla en castellano. En cuatro líneas (en su edición digital), con una pausa solitaria (una coma), y sin ningún rubor dicen las siguientes mentiras (en lenguaje periodístico esto se refiere a que lo que se informa no se corresponde con los hechos): 1) Venezuela amenazó a Colombia; 2) Venezuela amenazó a Colombia con ocupar su frontera; 3) Lo anterior (1 y 2) sucedió «como resultado de la crisis diplomática desatada entre los Gobiernos de Caracas y Bogotá»; 4) Por lo cual los asistentes al concierto (miles) «se han deplegado esta noche en misma zona» para celebrar el fin de las tensiones entre Venezuela y Colombia.

Según El País, entonces: Colombia no atacó a Ecuador. Colombia no violó las leyes internacionales al lanzar un ataque aéreo sobre territorio ecuatoriano. El ejército colombiano no ingresó a territorio ecuatoriano violando las mismas leyes internacionales. El ejército colombiano no mató a un número indefinido de personas, entre los que estaba el guerrillero de las FARC Raúl Reyes, conocido por sus negociaciones para lograr el acuerdo humanitario. En Colombia no hay una guerra que tiene más de cincuenta años, y en donde el gobierno de Estado Unidos interviene militarmente mediante los planes Colombia, Patriota y Victoria, con un pequeño aporte de más de 7.000 millones de dólares, más de mil asesores militares, helicópteros y aviones de combate, entre otros pequeños detalles. El Gobierno venezolano no debe cumplir con el deber establecido en la Constitución de proteger sus fronteras y a los venezolanos y su soberanía; tampoco tiene derecho a hacerlo. Venezuela y su Gobierno no han contribuido, hasta donde le ha permitido el Gobierno colombiano, a buscar y encontrar una solución a la guerra interna colombiana, tratando de construir un acuerdo entre el Gobierno colombiano y las FARC. Venezuela no ha logrado junto con otros países y personas, en el marco de las negociaciones por el acuerdo humanitario y con el permiso del Gobierno colombiano, la liberación de siete secuestrados de las FARC.

Con estas mentiras explícitas (¡y no hay un obispo, entre tantos en España, que le reclame el incumplimiento del octavo mandamiento a este periódico!) al desaparecer a Ecuador de la noticia, construyen la gran mentira que se esconde sinuosa entre las palabras: Venezuela y su Gobierno es una amenaza para sus vecinos, y es responsable, además, de la guerra colombiana. En este párrafo El País habla para decir que Venezuela promueve la guerra. Nada más alejado de la verdad, de los hechos: Venezuela, su Gobierno y los venezolanos promovemos la paz.