Fuera Bases Militares Yanquis de Manta y La Guajira
Salvador Tió
, Enlace Venezuela. 20 de junio de 2008

 

José Vicente Rangel denuncia:
Estados Unidos inicia construcción de Base Militar en la Guajira colombiana

José Vicente Rangel recordó que semanas atrás el embajador estadounidense en Colombia, William Brownfield -aun cuando el ministro de defensa Juan Manuel Santos lo negó-, anunció que será instalada una base militar en la guajira colombiana, cerca de la frontera con Venezuela.

Caracas, 16 jun. Tribuna Popular TP/VTV.- Una base de Estados Unidos en Colombia comenzará a funcionar próximamente y ya empezó la construcción de pistas de aterrizaje cerca de la frontera con Venezuela, denunció hoy el ex vicepresidente venezolano, José Vicente Rangel.

En su programa televisivo José Vicente Hoy, el periodista precisó que hacia esa zona se desplazarán dos batallones del ejército y se trasladará un escuadrón de helicópteros, así como aviones espías.

Esa instalación deberá sustituir a la base militar de Manta, Ecuador, luego de que el gobierno de ese país adelantó que no prorrogará el permiso para su operación.

Asimismo, reveló que el gobierno de Holanda rechazó una solicitud de Estados Unidos para reforzar con tropas especiales su base militar en Curazao.

Puntualizó que Curazao sólo acepta participar en la actividad contra el narcotráfico y considera inaceptable acciones que impliquen amenaza para Venezuela.

Las autoridades venezolanas han denunciado que Estados Unidos pretende utilizar su base en Curazao, a 30 minutos de vuelo de Caracas, en sus planes desestabilizadores contra Venezuela con el fin de apropiarse de sus reservas petroleras.

El pasado mayo un avión militar estadounidense violó el espacio territorial venezolano sobre la isla de La Orchila en el Caribe, que motivó una nota de protesta del gobierno del presidente Hugo Chávez.

Chávez ha denunciado que una variante de las acciones de Washington contra Venezuela es la de provocar un enfrentamiento armado con un país vecino para permitir el ingreso de sus tropas ubicadas en la región.

Carlos [sic] Vicente Rangel nos advierte la inminencia de que los tan negados planes para militarizar el Caribe colombiano con bases norteamericanas y escuadras de portaviones están muy adelantados. Representan un grave peligro para la paz y la vida de toda Nuestra América

No nos podemos olvidar de que Riohacha es la capital de la Guajira colombiana. Justo en la frontera cruzan los pueblos originarios despojados, como los viequenses de sus tierras y los vascos de su Patria como si no hubiera frontera. La Guajira es eslabón fundamental de la Gran Colombia. No puede permitirse que sea utilizado como base de operaciones y coordinaciones de una guerra de progresiva mayor intensidad contra los venezolanos.

Para Uribe y los yanquis el equivalente a las espurias armas de destrucción masiva que inventaron para justificar el terror en Irak, son las también espurias narcoguerrillas terroristas tirofijistas. Por eso ha sido y sigue siendo aliada principal de la campaña prevista el apabullante coro de voces que demonizan la insurgencia popular colombiana de la misma manera en que lo hicieron contra los alemanes y los japoneses para generar el frenesí de la guerra.

La presencia de un ejército popular y revolucionario en Colombia es la primera línea de defensa de la integridad territorial de Colombia y de Venezuela en el caso de una intervención norteamericana para apoyar a los secesionistas de Zulia y la narcocracia uribista.

Una guerra contra Venezuela sería vista como una agresión contra su Patria por los insurgentes colombianos. Una base militar estadounidense para atender las necesidades de la Cuarta Flota y las aguas negras mercenarias (Blackwater - Dyn Corp) sería un acto de dominio colonial contra Colombia entera.

El pueblo colombiano no aceptará esa injuria. Le preceden sus actos y su compromiso con defender su libertad a costa de sus vidas. Esa será la mejor garantía de que apaguen sus belicosos bríos. Que sepan que los caribeños rechazamos la Base Militar en La Guajira, en Manta, en Vieques y Ceiba y también en Guantánamo. Que dejen de hacerle a la insurgencia y al pueblo colombiano y venezolano una oferta imposible de aceptar.

La proyectada Base Militar en La Guajira y la intención imperial que la anima es un asunto de Colombia y de todos los que apoyamos que sea posible un diálogo con la FARC y con el ELN que instale la Paz en Colombia. Eso no se hace al estilo de Irak. Se hace reconociendo la voz del pueblo y su fuerza beligerante.

Chávez tiene razón cuando insiste en que se reconozca a las FARC como fuerza beligerante. Mientras se insista en deslegitimarlos totalmente con el mote de narcoguerrilleros no hay diálogo posible. Y mientas no haya diálogo posible habrá guerra.

La posibilidad de una distensión que venga precedida de un canje humanitario fue generalmente acogida como una apertura en la dirección de un posible entendimiento por muchos. Ahora resulta que las personas que eran parte del diálogo para la liberación de los detenidos o están muertos o amenazados por la Fiscalía de Colombia como terroristas. Evidentemente Uribe y Bush querían torpedear los esfuerzos y a Sarkozy le interesaba como oportunidad mediática. Todo era una trampa para asesinar a Raúl Reyes y convertir su computadora el Chejerezada de las mil y una mentiras convenientes.

En lo que debemos pensar y considerar es en todas las verdades que no podemos soslayar. La primera tiene que ver con la intención los Estados Unidos de amenazar invasión en apoyo a sus incondicionales para intimidar primero y, si es necesario, agredir después.

No olvidemos que Maracaibo y todas sus reservas son parte de la vertiente secesionista de la estrategia de Washington para asegurarse su adicción al petróleo y que desde la Guajira hasta Cartagena se extiende de lucrativo contrabando organizado por la CIA misma para financiar sus guerras clandestinas.

Chávez y todos los venezolanos tienen que preguntarse si la insurgencia colombiana debe desarmarse justo en el momento en que los yanquis planifican una invasión harto privatizada contra las fuerzas revolucionarias de ambos países. Después de todo se trata de la defensa de la seguridad e integridad nacional de Venezuela.

Algo sabe Carlos [sic] Vicente Rangel de golpes de estado y contrainsurgencias negropónticas y por ello sus palabras hablan con la autoridad de la experiencia histórica. Desde Puerto Rico, Cuba y la Española también algo se conoce sobre el uso de bases militares como plataformas para la invasión en el Caribe.

Es la hora de levantar las defensas a una invasión e impedir la proliferación de bases militares extranjeras en Nuestra América. La principal apertura es la del diálogo. No hay diálogo que valga si los Estados Unidos siguen hablando por conducto de los cañones de guerra de la Marina y todo el aparato bélico que son capaces de desatar.

¿Será capaz el sistema político norteamericano de apartarse de la política de guerra preventiva y ocupación militar y explorar la diplomacia con quienes consideran jardineros de su patio trasero?

Si Obama mantiene la misma tesitura que exhibió hace apenas una semana con AIPAC en torno a la libertad del pueblo palestino no parecería que sí. A McCain ni se le ocurre pensar de esa manera. Para él la guerra es el terreno de juego preferido por el tiempo que sea necesario.

¿Como mejor convencerlos a ambos de la conveniencia de lograr una paz? Me parece que no se puede prescindir de la resistencia popular armada como contraincentivo a la intervención. Si no no habrían dedicado tanta energía a destruirla y neutralizarla.

Aquí no se trata de limitarse a análisis genéricos de tipo político sobre si está o no de moda la lucha armada. No estaba de moda en Venezuela ni Colombia antes de Ayacucho y hoy no esta de moda tampoco. Lo que pasa es que la guerrilla no es una pasarela de un desfile de modas ni un concurso de belleza. Lo que hay que preguntarse es debe si es o no es parte esencial de la defensa de nuestra independencia.

¿Que lleva a Hugo Chávez a concluir que desarmar las FARC sin compromiso alguno por parte de Washinton y Bogotá de reconocer a la insurgencia y dialogar con ella es conveniente y necesario?

Sería bueno saber como se ha convencido para poder estar de acuerdo si convence. Eso a muchos no ha convencido. Prefiero pensar que en realidad no está convencido. Pronto sabremos a ciencia cierta.