La Fundación Hijos del Maíz se solidariza con la compañera María Remedios García Albert, destacada activista del movimiento de solidaridad internacionalista y por la paz, que es a todas luces la primera víctima en España y Europa de una campaña de represión y persecución política urdida desde Colombia por su Gobierno, y ejecutada por el Estado Español, probablemente influido también por el Gobierno de Estados Unidos.

El Gobierno de Uribe (recientemente involucrado en graves escándalos de la parapolítica y la narcopolítica, que afectaron muy de cerca al presidente, incluso a nivel familiar) se fortaleció súbitamente ante el mundo de manera artificial por el dudoso éxito de la liberación de Ingrid Betancourt y demás secuestrados por la guerrilla de las FARC, en una operación de muy dudosa legalidad; lo que en apariencia le sirvió para legitimar ante la opinión pública los métodos criminales que emplea en la guerra, que denomina “contra el terrorismo” de las FARC. Incluso sirvió esa operación para legitimar públicamente la anterior invasión de territorio ecuatoriano y la masacre de numerosos guerrilleros y civiles en un campamento de las FARC, otra operación totalmente ilegal y criminal, en la que fue asesinado el número dos de la Guerrilla Raúl Reyes.

Una legitimidad de opción militar y guerra sucia que ahora impera, frente a la opción de buscar soluciones pacíficas en el enfrentamiento armado de Colombia, por la que tantas personas, organizaciones y gobiernos han venido trabajando durante tanto tiempo, y que de pronto son ahora para el Gobierno de Uribe colaboradores de terrorismo, enemigos y objeto de represión y persecución política y policial.

La llamada “Operación Cali” dirigida por el “Super-Juez” Baltasar Garzón es el primer capítulo que se rueda en Europa de la misma telenovela espectacular mediática con el sello del Gobierno Colombiano, una farsa que ahora toca aquí en España, con un guión extraído de la chistera del ordenador de Raúl Reyes, del que no paran de salir conejos a capricho de Uribe, como por puro arte de magia.

Nos solidarizamos con Reme por el linchamiento social y mediático al que le están sometiendo. Se trata de un abuso de poder exagerado, absolutamente desproporcionado e injusto, que criminaliza y denigra a la persona.

Y nos solidarizamos con Reme por el caso de persecución política de que se trata, y que recuerda tanto aquellos tiempos oscuros. El hecho de simpatizar con una causa revolucionaria de carácter socialista, sea cubana, venezolana, nicaragüense o colombiana, no puede constituir un delito ni ser objeto de persecución. Esto viene a criminalizar una vez más el movimiento de solidaridad internacionalistas y las ONG de Solidaridad.

Compañera Reme: muchos ánimos, estamos contigo. ¡Adelante!

En Móstoles (Madrid) e Illescas (Toledo), a 28 de julio de 2008