El ministro del Poder Popular para Relaciones Exteriores de Venezuela, Elías Jaua,  inauguró en Madrid el pasado viernes el Centro de la Diversidad Cultural de Venezuela en España, como acto final de su agenda en la capital del Estado, donde estableció diversos contactos y concedió varias entrevistas, dos de las cuales reproducimos más abajo. En el acto de inauguración del Centro de Diversidad sostuvo un intercambio con representantes de organizaciones políticas y de solidaridad en torno a la nueva fase de consolidación del proceso revolucionario venezolano, sus retos y logros más relevantes.

En el acto intervinieron Tahina Ojeda, investigadora venezolana de la Universidad Complutense de Madrid, Javier Romero Gurich, de Plataforma Bolivariana de Madrid, y Víctor Lucas, del Partido Comunista de los Pueblos de España; precedieron al Canciller en el uso de la  palabra Bernardo Álvarez, Viceministro para Europa y anterior embajador, y Mario Isea, nuevo embajador designado en el Reino de España. 

En su intervención el Canciller insistió en la necesidad de denunciar las amenazas reales a las que se enfrenta Venezuela, por la actitud antidemocrática y violenta de un sector de la oposición y agradeció la solidaridad con el Gobierno Bolivariano, recalcando la importancia del acercamiento entre los pueblos del mundo, para alcanzar las transformaciones sociales y políticas que dichos pueblos demandan.

El cierre de la inauguración corrió a cargo de varios artistas venezolanos: Elena Gil, que ofreció un canto en lengua pemón,  el cuatrista Luis Pino, el trovador Amílcar Briceño, el bandolista llanero Ismael Querales y el hip hop de la joven Rodbexa.

Entrevista al Canciller Elías Jaua en Las mañanas de TVE,
17 de junio de 2013

Periodista:
"La FAO les reconoce en su lucha contra el hambre. ¿Cómo han conseguido erradicar el hambre y cumplir el objetivo de hacerlo antes del 2015?"

Canciller:
"Con socialismo"

Entrevista al Canciller Elías Jaua en La Vanguardia,
el 16 de junio de 2013

"La crisis en Venezuela se superará en unas semanas"

El canciller venezolano, Elías Jaua, es uno de los activos más importantes del chavismo después de Chávez, concepto que él defiende en esta entrevista exclusiva. Su esfuerzo por mejorar la imagen del país en tiempos de turbulencias internas pasa por normalizar las relaciones con Estados Unidos y asentar las que ya da por reparadas con España.

Venezuela atraviesa una situación preocupante. Hay escasez de productos básicos.

Nuestro problema es muy coyuntural. Tiene que ver con el contexto antes y después de la muerte del presidente Chávez: un líder fundamental, con un peso enorme. A raíz de su fallecimiento, todos los actores económicos se situaron a la expectativa. Todo el mundo metió el freno en la inversión y las decisiones. Los resultados del último semestre no se corresponden con causas estructurales, sino con esa coyuntura. Venezuela va a tener un rebote. Con las medidas económicas que se han adoptado, los problemas –básicamente de abastecimiento e inflación–, son rápidamente superables: en semanas ¿Puede decir Europa lo mismo?

Hace un año, usted declaró que el chavismo sin Chávez no existe. ¿Lo mantiene?

Sí, claro. El que el presidente Chávez no esté no significa que su pensamiento, su inspiración y su práctica política no sigan siendo los fundamentos éticos del chavismo. Nicolás Maduro es hoy la garantía del chavismo.

Parece contradictorio.

Le acabo de explicar; la respuesta es ésa. Cuando yo dije aquello se estaba habando de sucesión, y nuestra respuesta fue que sin Chávez no había chavismo. Él falleció, pero queda su cultura política, que nosotros estamos defendiendo y desarrollando en la práctica.

En aquellas quinielas de sucesión sonaba su nombre, entre otros. ¿Le habría gustado ser presidente?

Nicolás Maduro lo ha dicho. Nosotros, la dirección política de la revolución bolivariana, nos preparamos para acompañar a un gigante, Hugo Chávez, durante mucho tiempo. Nunca, ninguno de nosotros, aspiramos a ser presidente. Las circunstancias hicieron que el líder designara a Nicolás Maduro como el candidato para suplirlo en caso de causas sobrevenidas. Y todos nosotros estamos de acuerdo en que el mejor perfil para asumir esta etapa posterior al fallecimiento de Chávez lo tenía Maduro.

Y pasada esta etapa, ¿se postularía?

Yo no aspiro a ser presidente de la República de Venezuela. Soy un militante revolucionario al que ha tocado asumir distintas tareas dentro de la revolución bolivariana para servir a su país.

Después de un reciente encuentro suyo con John Kerry en Guatemala, ustedes esperan normalizar relaciones con Washington en breve. Pero Obama sigue sin reconocer al nuevo gobierno.

Acordamos con Kerry una próxima reunión entre la secretaria asistente, Roberta Jacobson y nuestro encargado de Negocios en Washington, Calixto Ortega. Ahí se establecerá la agenda para el restablecimiento de la representación al nivel de embajadores, espero que este año. Entonces iniciaremos un proceso de normalización de relaciones en base a lo que dijimos: estamos de acuerdo en tener buenas relaciones basadas en el respeto mutuo y en la no injerencia en los asuntos internos. Normalizar, pues la relación nunca, ni en los peores momentos, se rompió.

Su país parece afrontar problemas crecientes con el narcotráfico. Maduro culpa a los paramilitares; la oposición, a algunos militares. ¿Hay algún compromiso respecto al narcotráfico tras las negociaciones con Estados Unidos?

Venezuela no tiene problemas con el narcotráfico. Está declarado libre de cultivos por los organismos multilaterales; no aceptamos declaraciones unilaterales. Es uno de los estados que más lucha contra el narcotráfico y con menos incidencia del problema en las estructuras del Estado.

¿No hay militares implicados?

Que tengamos evidencia, no. Siempre puede aparece alguien de bajo nivel. Pero los que han sido señalados por razones políticas, que son generales patriotas y defensores de la democracia venezolana, lo han sido de manera irresponsable por sectores opositores intolerantes.

Estados Unidos es el primer cliente petrolero de su país. Pero sus importaciones van bajando; por el “fracking”, entre otros factores. ¿Vienen tiempos adversos?

Siempre se ha hablado mucho de sustitutos del petróleo. No regimos nuestra política por que haya un boom de tal o cual fuente de energía. Tenemos una política de diversificaciones de las exportaciones porque no es sano depender de un solo país. A China le exportamos cerca de medio millón de barriles (diarios), con la meta de llegar a un millón, sin restarle a lo que ya le suministramos a Estados Unidos (uno 900.000 a Estados). Pero también estamos exportando, por primera vez, al sur del continente: Uruguay y Argentina, entre otros, además del caribe. Si algo tiene clientes en el mundo es el petróleo. De manera que no nos preocupa nada que Estados Unidos encuentre sustitutos a los hidrocarburos venezolanos. Por el contrario, eso le quitaría a Venezuela la presión política que Estados Unidos intenta ejercer sobre nosotros.

¿Es sostenible para Venezuela vender la gasolina más barata que el agua mineral?

Tenemos un debate abierto sobre el precio de la gasolina dentro del país tras 14 años sin ningún ajuste. Pero aún no hay una decisión tomada.

Cuba les paga el petróleo, en parte, con los servicios de más de 40.000 médicos y otros profesionales. Así que el sistema sanitario de su país depende en gran medida de Cuba. ¿No es esa una hipoteca para un servicio básico?

Ante todo, quiero denunciar la campaña xenófoba que la derecha venezolana ha desatado contra el personal cubano que aquí trabaja. En Cuba y Venezuela están formándose los médicos que van a sustituir a los cubanos que trabajan aquí. Ya tenemos 8.000. Para cuando eso culmine, estamos desarrollando mecanismos de industrialización conjunta. Pero además Cuba tiene importantes inversiones de China, Canadá, etcétera, de manera que paulatinamente dejará de necesitar nuestras preferencias en la importación de petróleo.

¿Están los servicios de seguridad e inteligencia venezolanos dirigidos por Cuba?

Totalmente falso. Nuestros servicios de seguridad sí estuvieron penetrados antes de la revolución bolivariana. Ahora, lo que mantenemos son mecanismos de cooperación con muchos países, incluido España.

Las relaciones con España son tormentosas. Después de las elecciones, y en medio de la disputa por los ajustados resultados, Maduro dijo a García-Margallo que no metiera las narices después de que el ministro español hubiera expresado sus dudas. ¿Está eso zanjado?

En las horas posteriores a las elecciones, cuando la oposición desconoció los resultados y se produjo el asesinato político de once militantes y simpatizantes de la revolución, una declaración (de Margallo) que hablaba de provisionalidad y relativizaba nuestra victoria cuando ya había sido oficialmente declarada por el poder electoral venezolano, provocó lógicamente una reclamación nuestra. Y entonces España, rápidamente, emitió una nota de aclaración y un reconocimiento que para nosotros significó la superación de esa situación. Y en este momento las relaciones son tan normales que hoy mismo vamos a visitar al ministro García-Margallo.

Algunas empresas extranjeras asentadas en Venezuela viven con el corazón en un puño. Temen expropiaciones y denuncian un corralito financiero que les impide repatriar beneficios.

No hay corralito. Ha habido retrasos en la liquidación de divisas para la repatriación de utilidades. Se están tomando medidas para avanzar en la liquidación y estimular a esas empresas a seguir invirtiendo en Venezuela parte de esas utilidades. El resto las vamos a liquidar. Hay garantías. Es una negociación, pero no condicionada.

Fuentes: Prensa de la Embajada de Venezuela en España, Televisión Española, La Vanguardia.