Fomentar el contrabando para propiciar el cierre de empresas e incrementar el desempleo, boicotear la adquisición de los bonos de la deuda venezolana, llamar a desobediencia fiscal, especular con el aumento de los productos de primera necesidad para provocar el aumento de la inflación y el deterioro del salario real, incentivar todo tipo de paros y huelgas, continuar con la campaña de desinversión y fuga de capitales ("No habrá inversiones hasta que Chávez se vaya" Fedecámaras) y aumentar la campaña negativa contra el país en los medios para fomentar el descontento popular, son las puntas de lanza con las que cuenta la oposición para crear el clima de caos suficiente que provoque la salida del llanero de Miraflores.

Esta crisis económica, artificialmente creada pero de efectos reales, es apenas un medio para lograr un fin: asaltar el poder político. El mismo golpista Rafael Poleo reconoce, cínicamente, que resolviendo el problema político no hay mayores escollos para iniciar la reactivación del país. La posible africanización del país y las muertes de venezolanos inocentes que de un probable conflicto deriven de esta crisis, solo serían consideradas como "daños colaterales".

Por otro lado, desde hace varios meses se ha venido denunciando que los Salas "abrieron" el grifo del contrabando en la importante aduana de Puerto Cabello, con fines claramente desestabilizadores.

La oposición junto a la CTV continúan convocando sus marchas en el interior del país y sus dirigentes no muestran pudor alguno en enseñar los dientes: “Esto simplemente es un calentamiento de las calles con miras a ir a una huelga nacional”. "Seguiremos en las calles acompañando al pueblo hasta que se alcance el objetivo final, que no es otro que Hugo Chávez salga de la Presidencia” Manuel Cova.

Sumemos a esto el efecto especulativo que crearán con el aumento del Iva a 16%, los onerosos gastos de uniformes y útiles escolares propios del inicio de clases, el juicio al presidente ante el TSJ por algunos de los 10 cargos imputados y estaremos ante un "caldo de cultivo" ideal para provocar una nueva aventura golpista. Carlos "Verruga" Ortega da como un hecho un inminente estallido social.

Tendremos, pues, un Septiembre Negro. Para evitarlo, necesitamos un golpe de timón. ¿Cómo es posible permitir que varios factores de poder actúen despiadada y descaradamente contra 24 millones de habitantes de manera impune, cuyo único fin es asaltar el Palacio de Miraflores? ¿Cómo es posible que se permitan y se difundan continuos llamados a rebelión por los medios de comunicación? ¿Cómo es posible que Hermánn Escarrá y Escovar Salom digan, públicamente por televisión, que están estudiando el Art. 350 de la Constitución Bolivariana para su implementación real, porque están "convencidos" que Chávez no sale por las buenas?.

Claro, todo es posible porque donde no hay justicia, reina la impunidad. Lo malo es que donde hay impunidad, finalmente reinará la violencia. El pueblo está clamando por "mano dura" en la limpieza del corrupto poder judicial, lo demás vendrá por añadidura.