Fragmentos del
Discurso del Presidente Chávez
en la toma de posesión del nuevo Gobierno

 

(...) Le decía a José Vicente ahora mismo que uno se llena de sentimientos, y muchas veces en momentos como estos, a pesar de que sabemos que no es esta una despedida, sin embargo no deja de ser de cierta manera una despedida.

(...) Poeta Jorge Rodríguez, nuestro nuevo Vicepresidente; poeta José Vicente. Yo traje un verso muy sencillo de Gustavo Pereira, (...) “En ejercicio del amor nada concluye, todo recomienza”.

(...) Uno pudiera decir muchas cosas pero yo, aquí desde el corazón, en lo íntimo del ser, diré una palabra que recoge un millón de palabras: ¡gracias!, ¡gracias!, ¡muchas gracias compañeros, compañeras, camaradas, amigas, amigos! ¡Muchas gracias!

(...) Aquí en este grupo de compañeros, yo los miraba, los abrazaba, las abrazaba, les condecoraba a nombre del pueblo, reconocimiento supremo, porque salen por la puerta grande. Ojalá, si yo salgo algún día —como debo salir, ojalá— vivo de esta circunstancia, salga como ustedes: por la puerta grande, con el pecho afuera a darme un abrazo con las calles, con los pueblos y con los campos (...) a decir: ¡misión cumplida! Como ustedes pueden decirlo hoy. Por eso los envidio. Hasta cierto punto los envidio.

(...) Gracias, digo, y en este grupo de compañeros —comenzando por José Vicente— hay cuántas raíces, hay cuántos recuerdos. Así como Jorge dice que su primer voto fue por José Vicente Rangel, yo pudiera decir que mi primer impulso, mi primer deseo para votar —pero no podía porque ya era soldado— fue también por José Vicente Rangel.

Cosas de la vida. Claro era 1973 y era José Vicente candidato de la izquierda, candidato socialista; y “Tribilín” era brigadier, (...) mandaba a 20 reclutas y uno de esos reclutas era Pepe Rangel, José Vicente Rangel Ávalos, (...) Derrocaron a Allende por esos días y lo asesinaron y había oficiales (...) de la Academia Militar que se atrevían a hacer comentarios contra la izquierda; yo oí a uno (...) decir, viendo a José Vicente cuando salía del Teatro de la Academia visitando a su hijo aspirante, (...)“Aquí, si gana este, habrá que hacer lo mismo”, (...)

Y así pasaron esos años pues, y henos aquí hoy. Al brigadier “Tribilín”, diciéndole al candidato socialista, al vicepresidente que mereció ser presidente. Al doctor Rangel, líder de tantas luchas, de tantas batallas, pero contra viento y marea, contra el pacto de Punto Fijo que todo lo dominaba, que todo lo controlaba.

(...) En esos años ya Hugo Chávez, subteniente, andaba con 20 soldados por el río Nula, por el río Sarare, persiguiendo guerrilleros y lo que se topaba era con la miseria, la explotación del hombre por el hombre, el maltrato a los colombianos y a los venezolanos —a todos—, a los hombres y mujeres que un día conformaron una sola gran república que murió en Santa Marta junto a Bolívar.

Todo eso fue convirtiendo los vientos en huracanes, porque yo, con un fusil, me preguntaba: ¿qué hago yo detrás de cuáles guerrilleros? (...) después en Oriente detrás de la guerrilla y estudiando el fenómeno guerrillero, ¿por qué guerrilla?, ¿cuáles son las razones? Y al final colocado en el medio de una gran duda existencial. Este fusil, ¿a quién?, ¿contra quién lo apunto? Y oyendo a Alí Primera: “Soldado vuelca el fusil contra el oligarca”. Oyendo a Alí Primera, oyendo su canto, su canto incendiario.

(...) La Fuerza Armada venezolana a partir de ahora comienza a llamarse Fuerza Armada Bolivariana de Venezuela, Ejército Bolivariano de Venezuela, Armada Bolivariana de Venezuela, Aviación Bolivariana y Guardia Bolivariana de Venezuela. Estamos entrando en verdad en una nueva era y yo los invito a todos, cuando he firmado el decreto cambiándole el nombre a los ministerios, y ahora llamándolos “Ministerios del Poder Popular”, eso no es sólo para que suene bonito cuando damos un discurso, ¡no!, los quiero y las quiero allá, cada día más metidos en el alma del poder popular, a los ministros, a las ministras, al Vicepresidente; y primero, por supuesto, yo mismo.

Son señales de lo que viene, son señales para esta nueva era, este nuevo horizonte al que invito a la nación toda, sin exclusiones de ningún tipo. Nada ni nadie podrá desviarnos del camino hacia el socialismo bolivariano, el socialismo venezolano, nuestro socialismo.

(...) El Banco Central, (...) Las reservas internacionales todas colocadas, la mayor parte, en los bancos norteamericanos, y con ese dinero nos prestaban a nosotros, nos pagaban de interés 3% y nos prestaban a 8%, a 10%, (...) unas reservas internacionales que no se podían tocar, no se podían tocar porque el Banco Central es autónomo y él maneja las reservas, (...) y eso es nefasto. El Banco Central de Venezuela no debe ser autónomo, no debe ser autónomo.

Esa es la tesis neoliberal, como me decía el presidente Correa, economista por cierto, (...) los bancos centrales han sido autónomos de nuestras repúblicas, de nuestros gobiernos, pero no han sido autónomos en relación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), dependiendo del Fondo Monetario estuvieron mucho tiempo”. Es el Gobierno mundial, así como PDVSA dependía era de allá, también el Banco Central dependía de allá, ¡qué esperanza podíamos tener nosotros los venezolanos! Estábamos totalmente esclavizados, totalmente esclavizados.

(...) ¡Cristo es uno de los más grandes revolucionarios que hayan nacido en esta tierra! Cristo, el verdadero Cristo; no el que algunos sectores de la Iglesia Católica manipulan. Cristo era un verdadero revolucionario socialista. Igualdad, igualdad: “Bienaventurados los pobres porque de ellos será el reino de los cielos”. “Más fácil será que un camello entre por el ojo de una aguja a que un rico entre al reino de los cielos”. Ese es Cristo, el verdadero; ese es Cristo, el verdadero, el de la propiedad común, Cristo era comunista, incluso más que socialista era un comunista auténtico, antiimperialista, enemigo de la oligarquía, enemigo de las élites del poder.

¡Ah!, pero en muchas ocasiones en la Iglesia Católica todavía hay corrientes que manipulan al Cristo Señor, para tratar de convertir a esa religión, como dijo Marx, en el opio del pueblo. Aquí no, aquí no es opio, aquí es combustible del pueblo, porque nuestro socialismo, nuestra Revolución no es que sea eminentemente cristiana, ¡no!, pero tiene raíces cristianas, auténticas, de la justicia social, de la lucha por la dignidad del hombre, del ser humano, de la igualdad, de la libertad.

Entonces, cuesta entender esas posiciones, señor Cardenal, como también cuesta entender —ya lo señalaba Jorge— las posiciones del Secretario General de la Organización de Estados Americanos, el doctor Insulza, es una posición bien insulsa de verdad, la del doctor Insulza.

Da vergüenza. (...) debe darle vergüenza, debería renunciar a la Secretaría de la Organización de Estados Americanos el insulso doctor Insulza, por atreverse a jugar el papel... ¿de qué?, ¿qué quiere ahora ser Insulza? ¿Un virrey del imperio? Doctor Insulza Venezuela es libre, caballero. Venezuela se liberó para siempre, doctor Insulza, váyase con su insulsez a otro lado.

Vaya que es bien pendejo el doctor Insulza, un verdadero pendejo (...)   Ahora viene a decir que el Gobierno venezolano no debería, y además a lanzar una amenaza, que si nosotros no le damos la concesión a este canal de televisión, habrá “implicaciones políticas”. ¿Qué implicaciones políticas, doctor Insulza? ¡No sea pendejo!

Debería renunciar. Un secretario general que llegue a ese nivel, por dignidad debería salir de ese cargo; perdió todo, toda moral para estar al frente de la Organización de Estados Americanos, a menos que alguien pretenda convertir a la OEA de nuevo en lo que una vez señaló Fidel Castro (...) “El ministerio de las colonias”, (...) Respete a Venezuela, ¡Venezuela se respeta! ¡No le permitimos a nadie que se meta en los asuntos internos de Venezuela! ¡Patria libre y soberana!

Por supuesto que voy a denunciar la injerencia del Secretario General, y la falta de respeto, en todas las cumbres a las que vaya en los próximos meses, la próxima reunión en Managua, la próxima reunión en Quito, la Cumbre de Mercosur, para ponerlo en su lugar.

(...) La batalla comenzó temprano. Nos disparan desde la OEA, el mismísimo Secretario General; nos disparan desde la Conferencia Episcopal, y ahora vienen los obispos a exigir que nosotros les expliquemos qué es eso del socialismo. Señores, vayan a buscar los libros de Carlos Marx, de Vladimir Lenin, vayan a buscar la Biblia para que vean el socialismo ahí.

(...) Estamos en un momento existencial de la vida venezolana, nosotros vamos al socialismo, y nada ni nadie podrá evitarlo, vamos al socialismo, seguiremos haciendo la Revolución Bolivariana

(...) José Vicente dijo: “Los que nos vamos del Gobierno no nos vamos de la Revolución”. No se van tampoco del Gobierno, porque no olvide José Vicente, no olviden compañeros, compañeras, que hoy en día el Gobierno cada día debe ser más otra cosa, o una cosa muy distinta al Consejo de Ministros, al presidente Chávez; el Gobierno debe ser cada día más el pueblo, la calle, el campo, el Gobierno popular, el Poder Popular (...) deben ustedes abrir canales para alimentar las instituciones, los ministerios, la burocracia con esa corriente viva, con ese amor profundo y con esa fuerza transformadora del Poder Popular; el Poder Popular debe llegar a todos los espacios institucionales y las instituciones deben irse al Poder Popular.

(...) ¡Gobierno Endógeno!

Bien, (...) se trata de que hemos cerrado un ciclo, y viene uno mucho más complejo, mucho más exigente, mucho más difícil; para cuyo éxito estamos obligados a empeñarnos a fondo, (...)  exigirnos más nosotros mismos, individualmente, como grupo, todos nosotros, en todas partes, sea cuál sea la trinchera que a cada quien le corresponda.

(...) Por eso decía, vamos todos juntos a trabajar cada día con más eficiencia en una guerra a muerte contra la corrupción, una guerra a muerte de todos los días contra la corrupción. Una guerra a muerte contra el burocratismo, contra las desviaciones seudorrevolucionarias. Miren, la corrupción es toda una operación contrarrevolucionaria que está por dentro de la Revolución; el burocratismo es toda una corriente contrarrevolucionaria que está dentro de la Revolución. Hay que apuntalar y afincar la batalla contra esos fenómenos que son verdaderas amenazas para el proceso revolucionario.

Termina una fase de transición, así lo he dicho, desde 1999 a 2006, ocho años, y entramos a una nueva era a la que hemos llamado el “Proyecto Nacional Simón Bolívar 2007-2021”, son 15 años. (...) Para ello se requerirá, repito, mayor esfuerzo, mayor eficiencia, mayores niveles de logro, empeño, mayor claridad ideológica, eficiencia política y calidad revolucionaria.

(...) Señora Presidenta de la Asamblea Nacional, adelanto mi solicitud para una ley habilitante revolucionaria, una nueva ley habilitante, ya tenemos el documento preparado, estamos haciendo las últimas revisiones para enviarlo en los próximos días a la Asamblea Nacional, y solicitar poderes especiales para nosotros, allá en el Gabinete, hacer un conjunto de leyes revolucionarias.

(...) Por ejemplo, (...) todos esos sectores de un área tan importante y estratégica para todos nosotros, como es la energía eléctrica, todo aquello que fue privatizado: nacionalícese. Recuperemos la propiedad social sobre los medios estratégicos de producción.

La Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (CANTV): nacionalícese. Señor Vicepresidente, la Nación debe recuperar la propiedad de los medios estratégicos, de soberanía, de seguridad y de defensa; (...)

Señor ministro del Poder Popular para la Energía y el Petróleo, (...) empresas internacionales tienen el control y el dominio de todos estos procesos de mejoramiento de los crudos pesados de la Faja del Orinoco. No, eso debe pasar a propiedad de la Nación venezolana.

(...) Segundo motor: la reforma socialista constitucional, vamos rumbo a la República Socialista de Venezuela y para eso se requiere una profunda reforma de la Constitución Nacional, de nuestra Constitución Bolivariana (...) para avanzar más rápido, en mayor amplitud y dimensión, se requiere un conjunto de reformas a nuestra Constitución.

(...) El tercero: la educación popular. Moral y luces en todos los momentos y en todos los espacios.Vamos a lanzar una jornada nacional todo el año 2007, a la que llamaremos Moral y Luces, para la educación popular en todos los espacios: en el hogar, en la escuela, en el taller, en la fábrica, en el campo, en el barrio, en todas partes: educación, educación, educación; hemos dado muchos avances pero aún nos falta mucho profundizar en la educación, la cultura, la ciencia, la tecnología, la conciencia, la ideología, los valores, los valores, los valores, los nuevos valores; hay que demoler los viejos valores del individualismo, del capitalismo, del egoísmo; y hay que crear nuevos valores, y eso sólo se logra a través de la educación.

(...) El cuarto, (...) la nueva geometría del poder sobre el mapa nacional, la nueva geometría. (...) quiero que nosotros rediseñemos la geometría del poder en Venezuela, esto va a llevar a (...) revisar leyes orgánicas como la de los Concejos Municipales, eso está intacto y yo diría más, está peor que antes. Concejos Municipales que no tienen ningún poder, que son las mismas viejas estructuras, es el mismo viejo Estado cuarto republicano.

Las regiones del país, ¿cómo lograr una relación simétrica? O una aplicación simétrica del poder político, del poder económico, del poder social, del poder militar a lo largo y ancho de todo el territorio. Ahí tenemos muchas deudas, regiones que están muy apartadas, muy olvidadas, disminuidas, atrasadas; tenemos que levantar al país completo porque es un solo cuerpo nacional. Por eso decía que es un tema en el que hay que profundizar mucho más: la nueva geometría del poder.

Y el quinto, creo que el quinto motor debe ser el más poderoso: la explosión revolucionaria del poder comunal, del poder comunal, los Consejos Comunales. Pero los Consejos Comunales (...) debemos trascender ahora lo local, y debemos crear, ir creando por ley en primer lugar, una especie de confederación regional, local, nacional de Consejos Comunales. Tenemos que ir marchando hacia la conformación de un Estado comunal, y el viejo Estado burgués, que todavía vive, que está vivito y coleando, tenemos que irlo desmontando progresivamente mientras vamos levantando al Estado comunal, el Estado socialista, el Estado bolivariano; un Estado que esté en condiciones y en capacidad de conducir una Revolución.

Casi todos los estados nacieron para detener revoluciones, ¡vaya qué reto el nuestro!, convertir al viejo Estado contrarrevolucionario en un Estado revolucionario.

Tengo la fórmula clara, perdónenme si suena inmodesto esto, pero de estos ocho años y del estudio y de los maestros y del pueblo vienen las señales; es de Bolívar, ustedes lo saben, esta tremenda señal luminosa, vibrante, esclarecedora de lo que tenemos que hacer; la voy a leer, es del año 1826, en una resolución del Consejo de Gobierno o ante el Consejo de Gobierno que dirigía, dice Bolívar lo siguiente: (...) "Nada —dice Bolívar— es tan conforme con las doctrinas populares, como el consultar a la nación en masa sobre los puntos capitales en que se fundan los estados, las leyes fundamentales y el magistrado supremo. Todos los particulares están sujetos al error o a la seducción, pero no así el pueblo, que posee en grado eminente la conciencia de su bien y la medida de su independencia. De este modo, su juicio es puro, su voluntad fuerte y por consiguiente, nadie puede corromperlo, ni menos intimidarlo. Yo tengo pruebas irrefragables del tino del pueblo en las grandes resoluciones, y por eso es que siempre he preferido sus opiniones a las opiniones de los sabios”.

(...) Vamos pues. José Vicente, compañeros, compañeras, con Gustavo Pereira digo desde el corazón: “En ejercicio del amor, nada concluye, todo recomienza”.

¡Hasta la victoria siempre! ¡Patria o muerte! ¡Nosotros venceremos!

Muchas gracias.