PROPUESTA DE RESOLUCIÓN PARA EL XVII CONGRESO DEL PCE
Aprobada por la Conferencia de València del PCPV

El Partido Comunista de España saluda la victoria del No en los referéndum celebrados en Francia y Holanda. Representan una victoria de las fuerzas del trabajo, que han sabido rechazar la propaganda falaz, cuando no mendaz, de las burocracias estatales y el gran capital.

Felicitamos a los partidos de izquierdas franceses y holandeses, a los sindicatos que han sabido demarcarse de la CES y a los movimientos altermundistas por su impecable labor de explicación y denuncia ante la ciudadanía de la verdadera naturaleza del Tratado Constitucional. Se trata de una pseudoconstitución que pretende constitucionalizar la doctrina imperante del llamado “neoliberalismo”, cuyas teorías se ha visto repetidamente desacreditadas, y el militarismo. Así es un No que representa las aspiraciones de los y las trabajadores a una sociedad más justa, igualitaria y sostenible ecológicamente. Este No de los pueblos francés y holandés es un Sí a la Europa social, un sí a los servicios sociales, un sí a los derechos de las mujeres, un sí a una Europa solidaria y pacifista donde imperan los valores de la democracia participativa.

Lamentamos la premura que ha tenido el Gobierno del señor Zapatero en convocar el referéndum en el Estado Español. Junto a una campaña mediática, muy bien financiada con el dinero de todos y todas, que escondía la dura realidad de esta constitución detrás de las sonrisas falsas de famosos, la falta de tiempo impidió entablar en España un debate sereno y serio sobre el tema. Aún así, el bajo nivel de participación y el porcentaje relativamente alto de los votos negativos deslegitimaban esa Constitución, que sólo recibió el voto positivo de un 32'19% de la ciudadanía, en España. Ahora, el rechazo nítido de los pueblos francés y holandés la deslegitima a nivel europeo.

Entendemos que la victoria del No en Francia y Holanda nos impone nuevas responsabilidades. Principalmente la de seguir informando a la ciudadanía de la verdadera naturaleza de esa Constitución elaborada para favorecer los intereses del gran capital y la de procurar devolverle la ilusión para construir esa otra Europa posible, ahora un poco más cercana.

Porque otra Europa es posible y necesaria para culminar el proceso emancipatorio de la clase trabajadora.