JORNADA PER L'ESQUERRA: PARLEM, DEBATIM, ACTUEM

LA SITUACIÓN EN EL PAÍS VALENCIANO

Si algo caracteriza –dramáticamente- los resultados de las elecciones autonómicas y municipales en el País Valenciano es el aplastante triunfo del Partido Popular, que evidencia la hegemonía social, política e ideológica, de un partido neoliberal y de derecha extrema, pura, dura y radical que ha venido actuando desde la GV recortando la libertad de expresión, impulsando el enriquecimiento desmedido, la depredación del territorio y la precariedad laboral en estos últimos 12 años.

El fracaso de toda la izquierda y de las fuerzas progresistas es la otra cara de la moneda, junto a una abstención que aumenta con relación a las anteriores elecciones. Este retroceso ha tenido especial repercusión en las grandes y medianas ciudades, en los considerados cinturones rojos así como, en general, en las comarcas golpeadas por la crisis de la industria tradicional. Es especialmente dramático el resultado en las ciudades de Valencia y Alicante, donde se ha instalado el bipartidismo, dejando a EU fuera del consistorio.

Tuvimos un buen programa, contrastado socialmente y producto de una práctica y reflexión colectiva. Algunas de sus insuficiencias son producto de nuestras deficiencias en implantación social, especialmente en las zonas rurales y entre la población agrícola.

Pero hemos constatado también de forma general nuestras insuficiencias para articular tejido social con voluntad de alternativa a lo existente. Las organizaciones sociales, imprescindibles para la construcción de la alternativa como expresión que son de nuevas contradicciones generadas por el capitalismo, han manifestado sus limitaciones para aglutinar a amplios sectores sociales en la defensa de sus intereses, para movilizarlos masivamente. Y sin embargo, es necesario que alcancen una capacidad de organización y de respuesta mayor, una mayor masificación. Para impulsar estos movimientos, esta articulación de tejido social alternativo, es necesaria una implantación social, en barrios y centros de trabajo, que no teníamos. Sin esta articulación es imposible contrarrestar las armas mediáticas de manipulación masiva.

En esa situación, propusimos reforzar la unidad de la izquierda y que el grupo parlamentario del Compromís fuera un referente unitario para la actuación unitaria y la movilización en los diferentes ámbitos sociales y locales.

Sin embargo, la actuación de las dos diputadas expulsadas de EUPV y los dos diputados del Bloc, incumpliendo en el primer caso los acuerdos de EUPV y en ambos el protocolo de la coalición Compromís pel País Valencià suscrito por cinco fuerzas políticas ante las anteriores elecciones autonómicas, han producido una división del Grupo Parlamentario que le incapacita actualmente para ser un referente unitario de la lucha de la izquierda y de la movilización social en general contra las políticas antisociales y depredadoras del PP. Si las iniciativas tomadas en el grupo parlamentario confirman que el nacimiento del nuevo partido auspiciado por la dirección de Esquerra i País encarna un proyecto al margen de EUPV y por tanto, también al margen del acuerdo de Compromís, con la posibilidad de plasmarse en una candidatura contrapuesta a la de EUPV en las próximas elecciones generales, nos podríamos encontrar ante un intento de suplantación del espacio político de la izquierda alternativa que siempre ha representado EUPV.

Cualquier intento por dinamitar el esfuerzo serio de unir a las fuerzas de izquierda y progresistas en el País Valenciano no puede más que reforzar el bipartidismo y afianzar al Partido Popular, dejando el camino libre para abundar en el modelo injusto, excluyente, insolidario e insostenible que la derecha política y económica está articulando.

Y los datos no pueden ser más elocuentes. La educación pública en el País Valenciano padece graves déficits de los que son una muestra notoria la abundancia de barracones. Pero el gobierno del PP, en vez de atender a dichos problemas, se dedica a aumentar el número de alumnos por aula, a alardear de gratuidad de los libros de texto cuando solo se aplica a un curso de Primaria y no llega a cubrir el coste de los mismos, a proponer ghettos para alumnos conflictivos, a anunciar un bono para la educación infantil de 0 a 3 años destinado a engordar las cuentas de la enseñanza privada -como puede suceder con la transferencia del gobierno central destinada a esta etapa si no se emplea en la creación de plazas públicas- y a tirar salvas contra la aplazada asignatura de "Educación para la ciudadanía", la última de las cuáles ha sido la ridícula amenaza de impartirla en Inglés, sorprendentemente avalada por la ministra de educación del gobierno de Zapatero que demuestra así su papanatismo y su incompetencia en la defensa de una educación pública de calidad. La atención sanitaria pública se encuentra a la cola en España, con sus colas de espera, los conciertos y las privatizaciones; la atención a mayores, y ahora la aplicación de la ley para la atención de personas dependientes, convierten derechos y necesidades sociales perentorias en negocios para unos pocos, dejando los servicios públicos de jugar su papel redistributivo y de cohesión social.

En el País Valenciano, además, el análisis de los datos del paro del mes de este verano (incremento del 6’71% frente al del Estado del 2’94%) apunta hacia el agotamiento del modelo económico especulativo, antisocial y depredador del Gobierno del Partido Popular que evidencia una ralentización en la construcción (la tasa interanual de desempleo en la construcción se ha incrementado en un 21’13%), la incapacidad de los servicios para incrementar el empleo, especialmente por un modelo obsoleto de turismo, y la parálisis industrial. Junto a ello, el desvío de fondos para grandes eventos amenaza la solvencia de la Generalitat Valenciana, y el abandono del campo y la insuficiencia de recursos y medidas preventivas ante los incendios o una ordenación del territorio en la lógica del negocio del ladrillo y del transporte privado, ha conducido a la catástrofe de Les Useres en l’Alcalatén o a las terribles inundaciones de estos días. El uso del valenciano continúa sufriendo coacciones por parte de agentes de la autoridad.

Al mismo tiempo, las amenazas a la libertad de expresión se extienden desde la retransmisión de TV3 hasta el arrodillarse ante la monarquía, frente a lo cuál es urgente instar a la despenalización de las injurias a la corona, que debe estar plenamente sujeta a la crítica pública.


LA NECESARIA CONVERGENCIA DE LA IZQUIERDA POLITICA Y SOCIAL

Ante ello, nos reafirmamos en la estrategia de convergencia política y social de la izquierda. Pero si a la confluencia programática y en la movilización social que destacábamos como vía para la misma debimos añadir, tras el análisis electoral, la necesaria articulación de tejido social para la construcción de una alternativa a las políticas de derechas, la experiencia nos ha enseñado que debemos poner en primer plano la honestidad política como requisito para dicha convergencia, de la que se excluyen quienes practican la deshonestidad y la deslealtad políticas.

En este contexto, es importante mantener, reforzar e intentar ampliar la cohesión de la mayoría de la Comissió Política de Compromís: el 69% del voto ponderado de ésta, formado por la representación de EUPV, Els Verds del País Valencià e Izquierda Republicana, se ha mantenido firme en la defensa de su protocolo y del proyecto unitario que ha recibido el voto de casi 200.000 valencianos y valencianas.

Y no nos cansaremos de hacer un llamamiento a todas las fuerzas políticas firmantes del Compromís pel País Valencià a la lealtad al mismo, lo cuál es también lógicamente incompatible con la flagrante vulneración de su protocolo, el cumplimiento del cuál debería restituirse inmediatamente, reponiendo a la Coordinadora General de EUPV Gloria Marcos como Síndica de su Grupo Parlamentario.

En cualquier caso, la actuación del diputado y diputadas de EUPV en las Cortes Valencianas, ante los medios de comunicación y en la calle junto a los movimientos sociales, trabajando estrechamente unidos en aplicación del Programa de Compromís y de los acuerdos de su Comissió Política, deberá ser un referente político para la movilización social y la articulación de tejido social alternativo imprescindibles para hacer frente a las políticas reaccionarias de la Generalitat Valenciana y a las políticas neoliberales del Gobierno central.

Con todo, es el momento de reforzar Esquerra Unida del País Valencià. Hacer valer su coherencia, su lealtad a sus compromisos con el electorado y popularizar su programa transformador. Reforzar EUPV como movimiento político y social plural y alternativo de izquierdas en el que confluyan todos los colores de la izquierda en el marco de una democracia participativa, incluyendo comunistas, ecosocialistas y nacionalistas de izquierdas. Ello nos debe llevar a buscar los acuerdos y la colaboración con los movimientos sociales, a incorporarnos a ellos plenamente y trabajar por articularlos, a buscar espacios para el diálogo y potenciar la relación de las áreas de elaboración con ellos. Y nos debe obligar a trabajar con cuantas fuerzas políticas planteen elementos de coincidencia en aspectos parciales de nuestro programa. Todo esfuerzo será escaso para derrotar las políticas de derechas. Para derrotar, en este caso, al Partido Popular. Buscando el encuentro y la colaboración, encontrándonos en la movilización social, estaremos trabajando por articular el tejido social alternativo. Desde una iniciativa política que ponga como motor de avance el conflicto social, desde la defensa de un modelo de estado republicano y federal –solidario y que reconozca la libre determinación de los pueblos-, desde la radicalidad democrática que debe llevarse a todos los rincones de la vida y donde la democracia participativa dé a las mayorías sociales la posibilidad de ser los protagonistas de su futuro, que queremos socialista.

Las próximas elecciones generales son un reto para la defensa de una alternativa de izquierdas frente a la derecha y el bipartidismo. Para responder a este reto deberemos impulsar el ejercicio de la democracia interna tanto en EUPV como en IU, a través de la elaboración de propuestas, para aportar al programa de IU, ecologistas, pacifistas, feministas, federalistas y republicanas, que refuerce un perfil propio frente a la derecha y el centro, que responda a las necesidades mayoritarias de las clases populares (frente a medidas como una LOE no comprometida con una escuela pública y laica, una Ley de Defensa otanista, una Ley de Propiedad Intelectual al servicio de intereses privados, una Ley de Partidos restrictiva de las libertades democráticas o la salida a bolsa del fondo de reserva de la Seguridad Social), así como a través de la elaboración y aprobación democráticas en la Asamblea de noviembre de las candidaturas abiertas y participativas desde la soberanía de EUPV.

Debemos impulsar la participación en dicha elaboración programática de los movimientos sociales así como de las fuerzas políticas con las que podamos converger, y en particular de las que se han mantenido leales al acuerdo del Compromís. Y apoyar, en la línea propuesta por el Consell Polític d’EUPV del mes de julio, la confluencia en candidaturas de la izquierda honesta para el Congreso de los Diputados (encabezadas por las siglas de EUPV, cuya Asamblea deberá elegir la cabecera), y candidaturas unitarias de las fuerzas progresistas para el Senado, con el objetivo por un lado de poner en pie una alternativa de izquierdas al bipartidismo y al neoliberalismo, y por otra de cerrar el paso a la derecha extrema del PP consolidando los avances progresistas conseguidos con la participación de IU.

En esa perspectiva era fundamental impedir el acceso del PP al gobierno de los ayuntamientos, y en este contexto es necesaria una tolerancia cero ante pactos locales con el PP, que desde la su hegemonía social puede ser en algunas localidades un factor de atracción con efectos suicidas para un proyecto alternativo de izquierdas como el nuestro.

Y a partir de todo ello hay que comenzar a organizar la resistencia social, vinculada a la articulación de tejido social alternativo, ante los previsibles efectos sociales de las políticas del PP, que respaldados por su éxito electoral seguirán impulsando esa insostenible combinación de neoliberalismo y demagogia populista que les ha venido caracterizando.

Y sobre esta base trabajar por la construcción de la alternativa, conectando las necesarias respuestas inmediatas a los problemas cotidianos de la gente con la lucha por profundas transformaciones sociales, por una sociedad alternativa donde la satisfacción de las necesidades sociales, y no la búsqueda del beneficio privado, sea la columna vertebral de la organización social. Arraigándonos profundamente en el compromiso con los problemas locales y propios del País Valenciano, sin olvidar que su plena resolución exige transformaciones en el conjunto de España y, más allá de ella, de Europa y del mundo. Actuar localmente y pensar globalmente debe ser una vez más nuestro lema, trabajando por un País Valenciano necesario en otro mundo posible.

Valencia, 20 de octubre de 2007
PARTIT COMUNISTA DEL PAÍS VALENCIÀ