RESOLUCIÓN SOBRE EL PUEBLO KURDO

Los Kurdos constituyen el mayor pueblo sin Estado del mundo, con un territorio repartido entre seis Estados. La situación de la población Kurda en estos Estados es insostenible. En todos y cada uno de ellos sufren una política represiva en lo cultural, en lo social y en los derechos humanos y políticos de la población Kurda, siendo perseguidos policial y militarmente por los respectivos Gobiernos de los Estados en los que habitan.

La estrategia de acoso y persecución alcanza a todas las personas y organizaciones que trabajan por el respeto a los principios democráticos de los derechos humanos y del reconocimiento del derecho de la libre expresión de todos los pueblos que actualmente se encuentran bajo el Estado de Turquía.

Así lo denuncian organizaciones como la Asociación Turca de Derechos Humanos (I.H.D.) y Amnistía Internacional (A.I.). Esta situación se ha agravado desde el pasado mes de Mayo, cuando el Ejército Turco ha invadido el territorio kurdo encuadrado dentro de los límites del Estado de Iraq. En esta ocasión, a diferencia de otras invasiones, todo parece indicar que pretenden permanecer en ese territorio y establecer a la manera israelí una "franja de seguridad" permanente en suelo internacionalmente reconocido como iraquí. Ante esta situación la Comisión Política del PCPV adopta la siguiente resolución:

1. Llamamos a reconocer los derechos legítimos de los Kurdos en los distintos Estados en los que hoy se hallan encuadrados. Derechos tanto individuales como colectivos que se derivan de su condición de pueblo.
2. Nos solidarizamos con todas las víctimas de la guerra en Kurdistán, así como con los representantes del pueblo Kurdo que a través del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) intentan frenar el genocidio Kurdo en los diferentes Estados que fraccionan su territorio.
3. Instamos al Gobierno de España para que demande ante el Gobierno Turco, en el marco de las instituciones y organismos internacionales, el cese de las operaciones militares que lleva a cabo en el Kurdistán, respondiendo de esta forma al alto el fuego demandado por el Parlamento Europeo y abriendo paso así a una solución negociada de los problemas.