MANIFIESTO DEL PCPV
1º DE MAYO

    El 1º de Mayo simboliza la capacidad de lucha y sacrificio de los hombres y mujeres que, a lo largo de la historia del movimiento obrero, han conseguido avances en las condiciones de vida y trabajo. Los trabajadores, con sus movilizaciones, han contribuido a la construcción de una sociedad con derechos democráticos y sociales, pugnando para alcanzar un reparto más igual y solidario de la riqueza existente. Al contrario, la atonía y la menor tensión de movilización social configuran una sociedad más injusta.

    Desde el momento que el PP ganó las elecciones, el Gobierno ha venido acentuando en el terreno de lo económico y de la social unas políticas de ajuste permanente, de acuerdo a las premisas neoliberales. Estas políticas se encaminaron en un principio al cumplimiento de los acuerdos de Maastricht de cara a la puesta en marcha de la Unión Monetaria y, en aras al cumplimiento de las condiciones de convergencia, se han justificado los retrocesos impuestos en los derechos sociales y laborales.

    El Gobierno del PP, desde su ideología y dentro del marco de acción neoliberal, sólo concibe sostener su "competitividad" a fuerza de contener los salarios, recortar los derechos laborales, privatizar y degradar los servicios públicos.

    Hasta la fecha, las políticas de ajuste han supuesto una importante profundización de las que venían practicando otros gobiernos y se han basado en_

• Política fiscal restrictiva y regresiva que ha dado un trato de favor a las rentas más altas y del capital.
• A la desreglulación del empleo y el deterioro de las condiciones laborales, abaratando el despido y aumentando alarmantemente la precariedad, atacando el sistema de pensiones entre otros.
• Impulsando las privatizaciones, reduciendo sensiblemente el sector público y realizando una revisión permanente del "Estado del Bienestar", en términos de su progresiva reducción o privatización de servicios.

    Ante la negociación actualmente en curso no se deben repetir errores cometidos en ocasiones anteriores: ausencia de una plataforma reivindicativa precisa, negociación por arriba sin una información ágil que llegue al conjunto de trabajadores y trabajadoras, y sin preparar a éstos para dar las respuestas que demande la situación.

    Para ello, ha de asegurarse una amplia participación de los órganos de dirección de todas las estructuras sindicales y del conjunto de trabajadores y trabajadoras en todo el proceso de negociación. Paticipación que debe comprender desde la información y seguiemiento de lo que pase en las mesas, hasta la consulta y decisión final.

    La movilización es un instrumento útil para la defensa de los derechos de los trabajadores y debe plantearse a través de la combinación equilibrada del binomio negociación-presión.

    A partir de ahí, debemos trabajar colectivamente por objetivos fundamentales como:

• El incremento de empleo fijo.
• La reducción de la jornada laboral a 35 horas por Ley, sin recortes salariales, y la desaparición de las horas extras.
• Conseguir la cláusula de revisión salarial que garantice el mantenimiento del poder adquisitivo.

    Políticamente legitima a un Gobierno que acaba de decretar contra los trabajadores y a favor de la patronal, con relación al mercado de trabajo y al abaratamiento del despido.

    La quiebra y el deterioro de la unidad sindical en este proceso de negociación es un hecho de una excepcional gravedad. Se une al desencuentro producido con relación a la estrategia sindical a seguir tras la imposición gubernamental del "Decretazo" sobre Reforma Laboral. Este acuerdo no merece aumentar los problemas en algo tan estratégico como la unidad sindical.

    Para recomponer la unidad de acción y una estrategia sindical firme en defensa de los derechos laborales, las organizaciones sindicales deberían abrir un proceso de encuentro que, conjuntamente con otras fuerzas sociales y políticas, puedan organizar una respuesta contundente al "Decretazo", a la fata de negociación de los empleados públicos, a la alta siniestralidad laboral, a la Ley de Extranjería, en suma, a las agresiones del Gobierno del Partido Popular.