RESOLUCIÓN DEL PCPV SOBRE LA PROPUESTA DE REFORMA LABORAL


Hace casi dos años las fuerzas sociales se presentaron ante los medios de comunicación con la propuesta de mejoras de crecimiento y del empleo. Como en toda negociación se abrió una esperanza añadida a ésta, la del gobierno que por ser éste de “izquierdas” se les suponía una sensibilidad social. Acabar con las altas cifras de temporalidad, romper con el encadenamiento de contratos, combatir la precariedad, se convirtieron en el argumento central de esta reforma.

Para aquel segmento de la sociedad que venía sufriendo las consecuencias de políticas laborales escoradas hacia la derecha, pronto esa esperanza se truncó al rodear de oscurantismo y desinformación la negociación sobre el mercado de trabajo.

La experiencia acumulada a lo largo de la historia nos ha demostrado que ante una negociación entre la patronal y los sindicatos de clase la participación de los trabajadores y trabajadoras es fundamental. En todo el proceso negociador se debe garantizar una adecuada combinación de la negociación–movilización, de lo contrario, aquellos acuerdos estarán escorados hacia la patronal.

Este principio de acuerdo está escorado hacia el lado de la patronal:

1.- El abaratamiento del despido. Se recupera y generaliza el llamado “el contrato de fomento de la contratación indefinida”, pactado en 1997; este contrato tiene un despido de 33 días por año con un máximo de 24 mensualidades, frente a los 45 días y 42 mensualidades del contrato fijo, que no se elimina pero como es lógico dejará de utilizarse.

Con el despido más barato no se garantiza acabar con la temporalidad, como se ha podido comprobar en el acuerdo 1997 con el contrato de fomento, que lejos de disminuir ha ido aumentando hasta el 34% en el estado y en el País Valencià el 38,9%. Por otra parte, el acuerdo no contempla la causalidad en la contratación temporal permitiendo a las empresas hacer y deshacer a su antojo.

Esta propuesta trasvasa enormes recursos económicos a los empresarios, por vía de la bonificación y la reducción de las cotizaciones disminuyendo, una vez más, los fondos para las prestaciones de la Seguridad Social; a la vez, no mejorará el crecimiento económico dado que no cambian el modelo productivo, apostando por la subvención de la administración y la desprotección del mercado laboral.

Resulta inaceptable que en periodo de bonanza económica con grandes beneficios empresariales y, además, gobernado por el PSOE, no facilite vías de avances sociales.

La lucha contra la precariedad y la exigencia de un trabajo estable, seguro y con derechos sigue siendo un objetivo de primer orden. La precariedad es el fenómeno de degradación de las condiciones de vida, empleo y trabajo que padecen y dificultan la realización de proyectos de vida emancipadores de los jóvenes y de otros colectivos más débiles.

La reforma que defendemos debe basarse en mayor protección ante el despido, causalizar la contratación y el despido, cortar el encadenamiento de contratos, el aumento de cobertura y prestaciones a parados y paradas, regular y limitar la subcontratación, acabar con la siniestralidad y las ETTs, reducir la precariedad, democratizar la vida en las empresas con una mayor participación de los trabajadores y trabajadoras, avanzar en temas de igualdad de género y en la aplicación de la jornada semanal de 35 horas sin reducción salarial. Por el contrario, el “Acuerdo para la mejora del crecimiento y del empleo” no reducirá la precariedad y abaratará el despido. De aprobarse este proyecto, el PSOE habrá perdido la oportunidad de cambiar la filosofía de anteriores reformas laborales.

Por todo ello el trámite parlamentario debe posibilitar introducir modificaciones sustanciales en el texto. IU y los grupos progresistas del Parlamento deben recoger estos planteamientos desde la movilización social.

Igualmente, llamamos a todos los trabajadores y trabajadoras a participar en las próximas elecciones sindicales para fortalecer los planteamientos de clase que posibilite la acumulación de fuerza que nos permita renovar nuestras señas de identidad, avanzar y consolidar nuestros derechos.

La unidad nos hará fuertes, la desmovilización débiles.


Secretaria del Mundo de Trabajo
del Partit Comunista del País Valencià.
Mayo 2006.