A.1. INTRODUCCIÓN
B. ANÁLISIS DE COYUNTURA:
2. El marco internacional de nuestra
lucha por la paz, las libertades y los derechos sociales.
3. La situación de
España y del
País Valenciano en el marco europeo.
4. La situación de IU en el
marco
de España.
C. ALTERNATIVAS:
5. El Partido Comunista y la
alternativa
de izquierdas.
6. Nuestro trabajo en el movimiento
obrero y los movimientos sociales.
7. El País Valenciano en
el marco de nuestro proyecto federal.
8. La política de alianzas del
PCPV.
D. ORGANIZACIÓN:
9. De la cohesión del Partido.
10. Agrupaciones.
11. Comités.
12. JCPV.
13. Secretarías.
14. Planes de trabajo.
15. Otras modificaciones de los
Estatutos.
A . 1
. INTRODUCCIÓN:
El
X Congreso del PCPV para el que se ha elaborado el presente
documento pretende una recuperación del partido, superando una
situación de crisis generada no
sólo por los grandes
cambios acontecidos en la política internacional, sino
también por las luchas internas de nuestros dirigentes, los
personalismos, la falta de una política unitaria federal
respetada por todos, el desplome organizativo en el movimiento
obrero; todo esto ha ido difuminando nuestra estrategia
como partido
revolucionario, generando una pésima imagen ante los
militantes de base y ante la sociedad, dando lugar a una pérdida
progresiva de influencia en las diferentes capas sociales, que
antes
nos veían como partido de la clase trabajadora, organizado,
coherente y serio en sus planteamientos en defensa de la justicia
social, para la resolución
de la cual se ha adelantado en el tiempo a las
previsiones establecidas en
el IX Congreso. Con este propósito pretende hacer
consciente a la militancia
comunista de cuales son los problemas acontecidos desde el IX
Congreso
del PCPV y aportar soluciones reflexivas, consensuadas y contundentes
para la recuperación del partido, de su
militancia y de su espacio político y social.
Al mismo tiempo, reafirmando nuestra estrategia acordada en los
anteriores Congresos, y que continúa vigente, habrá que
enmarcar nuestras
propuestas en las grandes líneas
aprobadas en la Conferencia Política del PCPV de 25
de octubre de 2003 y en la Conferencia
Política-Organizativa del PCE de 3 y 4 de julio de 2004.
Así,
habríamos de esforzarnos en articular la táctica de unidad democrática
en defensa de la paz, las libertades democráticas, los derechos
sociales y el
federalismo con la estrategia de convergencia
política y social
de la izquierda
por la República con el desarrollo de la democracia
en
el camino hacia al socialismo para ir creando una sociedad
comunista, internacionalista, libre y participativa, frente a las
nuevas formas
de explotación, opresión y dominación que sufre la
sociedad
en
su conjunto bajo el sistema neoliberal globalizado del capitalismo.
Y en este marco, habrá que combinar el reforzamiento del
papel y la organización de nuestro Partido Comunista como referente de
clase
en la lucha por el socialismo y el comunismo con el impulso de un movimiento político y social
amplio y plural de izquierdas, como es nuestro proyecto de Esquerra
Unida del País Valencià, federado en IU, integrado en
el Partido de la Izquierda Europea y participante en el movimiento
altermundialista contra la globalización capitalista e
imperialista, uniendo en
un programa alternativo las exigencias rojas del movimiento obrero,
verdes del movimiento ecologista, violetas del movimiento feminista,
blancas
del movimiento pacifista, tricolores republicanas y en nuestro
ámbito quatribarradas del valencianismo
político, entre otros, articuladas por la defensa
de la justicia social, de la solidaridad internacional y
intergeneracional y de un nuevo
concepto de desarrollo humano y social, con
nuevos valores desmercantilizados, alternativos y emancipadores que
conduzcan a modelos culturales biodiversos, social y
ecológicamente
sostenibles.
La personalidad
y la aportación política del PCPV
se expresa y se desarrolla dentro este amplio marco, proyectando
nuestra visión marxista de las cosas a través de
propuestas
propias. El PCPV irradia el ideario comunista hacia la militancia,
hacia la sociedad y en cada uno
de los ámbitos en los que trabajamos. Con voluntad
d’integración
pero sin renunciar a ser lo que somos.
B. ANÁLISIS DE COYUNTURA:
2. EL MARCO
INTERNACIONAL DE NUESTRA
LUCHA POR LA PAZ, LAS LIBERTADES Y LOS DERECHOS SOCIALES:
Una característica importante de nuestro mundo globalizado
es la estrecha inter-relación entre los acontecimientos internacionales y nacionales. Frente
a la globalización
del capital financiero, la deslocalización
industrial, la
homogeneización
cultural mediante el control de los oligopolios de los
medios de comunicación y la prepotencia del imperialismo
de EE.UU. y sus
aliados, la gran
movilización por
la paz del 2003 puso en pie un nuevo sujeto internacional frente al
militarismo imperialista. Aunque no consiguió impedir la guerra
y ocupación de Iraq, su conjunción con
la resistencia iraquí contra la ocupación ha generado
unas mejores condiciones para dar la batalla a sus responsables.
En primer lugar, la fuerza y persistencia de esta
resistencia ha empantanado a las tropas imperialistas en Iraq,
dificultando su lanzamiento de nuevas agresiones militares.
Así, y aunque no haya cesado el peligro de intervenciones
norteamericanas directas en Cuba,
Venezuela, Colombia y países de Oriente próximo
como
Irán, Siria o Líbano, ha
forzado el desvío a formas indirectas de intervención:
en Cuba, reforzando
su ilegal bloqueo con restricciones de movimientos de su
propia ciudadanía que han encontrado oposición incluso
entre la población cubana de Miami; en Venezuela, tras el
fracaso de un golpe de Estado militar y de un cierre empresarial,
combinando la infiltración de paramilitares colombianos con
el apoyo a una oposición reaccionaria que se ha visto
forzada a entrar en el juego constitucional bolivariano del
referéndum revocatorio (que
se ha resuelto con la victoria de las clases populares que han
votado masivamente en apoyo de Chávez, creando mejores
condiciones
para la profundización de la revolución bolivariana que
encabeza y para la construcción de un bloque antimperialista
latinoamericano); contra el pueblo de Colombia,
con el apoyo a un gobierno
vinculado a los paramilitares y que ha sufrido el fracaso de sus
propuestas sometidas a referéndum;
desestabilizando gobiernos con amenazas de bloqueos y provocando que
los pueblos de Oriente próximo se enfrenten entre ellos, como
en el caso de Siria y el Líbano. En el caso de Haití, aprovechó el
descontento popular con las políticas neoliberales del gobierno
de Aristide para propiciar el ataque de unidades duvalieristas
previamente organizadas y armadas en Santo Domingo, y en este
marco secuestrar al presidente electo e imponer a un presidente
títere a través
de un verdadero golpe de Estado, como
un posible ensayo de lo que se podría hacer en otros
países.
Por otra parte,
desde
la desintegración de la URSS y la caída del Muro de
Berlín,
un objetivo de los EE.UU. ha sido reducir l’influencia de Rusia
en su entorno. Para conseguir este objetivo, no ha dudado en
apoyar con medios económicos e institucionales todo tipo de
movimiento
ciudadano en esta dirección. Así
pues, en Georgia, Ucraina y Tergikistan, tras las irregulares
elecciones efectuadas por los gobiernos anteriores, EE.UU.
aprovechó el
malestar ciudadano para que ocuparan el poder, por la vía de
dudosas
elecciones, los nuevos liberales afines a occidente.
En segundo lugar, las reiteradas bajas de las tropas ocupantes en Iraq
han
reforzado la exigencia de su retirada en los
diferentes países que enviaron tropas. En este sentido, la
retirada
de las tropas españolas ha sido un punto de referencia
que ha sido seguido sucesivamente por otros Estados.
Decíamos en la Conferencia Política del PCPV que "no
hay
tarea más
urgente que parar la mano de los asesinos y de los liberticidas". Y
esta
tarea continúa siendo urgente en el ámbito internacional.
Tras la derrota democrática del PP en las elecciones
generales del 14 de marzo de 2004, motivada en buena medida por su
política internacional belicista, hay que continuar
luchando contra las amenazas a la paz y a la democracia en todo
el mundo. En este marco hay que poner en primer plano la solidaridad
con los pueblos ocupados, como el iraquí, el palestino, el
saharaui, el kurdo y el checheno, y con
los pueblos que ven amenazado su
derecho
de autodeterminación, como es el caso de los pueblos cubano
y venezolano. Y hay que entender como parte de nuestra lucha
la que se da contra los
gobiernos belicistas, dónde la población de sus Estados
puede
impulsar
mayoritariamente alternativas democráticas apoyando
opciones que puedan arrumbar el belicismo antidemocrático
y reaccionario de sus gobiernos.
Aun así, estos recambios democráticos, todo y suponer el
desplazamiento del gobierno de los elementos más
reaccionarios, ultraderechistas e incluso parafascistas, no
representan por si mismos ninguna garantía de una
política
de izquierdas en favor de la clase trabajadora y los sectores
populares.
Por el contrario, pueden suponer la continuación de una
política
económica neoliberal al servicio de los intereses de diferentes
fracciones del gran capital y de las multinacionales. En el
ámbito
de la política internacional, esto se expresa de una parte
en el impulso de la globalización
capitalista bajo las banderas neoliberales, que a través
de la deslocalización de empresas (como en el caso de
Sáez
Merino en el País Valenciano) lleva al capital en pos de las
peores condiciones laborales que puede encontrar: es
necesario,
para frenar la deslocalización de empresas, continuar la
movilización
iniciada y que propugnemos propuestas sindicales
y legislativas que impidan el desmantelamiento industrial
especulativo, e impliquen a los poderes públicos,
política
y económicamente, en garantizar de manera simultánea el
mantenimiento del tejido productivo y los derechos de los
trabajadores, presionando al gobierno de la Generalitat Valenciana
para exigirle su aplicación. Y se expresa
también por otra parte en
reiteradas vacilaciones frente al imperialismo
norteamericano: se
discrepa del lanzamiento de la guerra contra Iraq, pero
después se refrenda su resultado desde el Consejo de Seguridad
de la ONU, se continúa apoyando la intervención
imperialista en Afganistán o se refrenda el resultado del golpe
de Estado
en Haití. Al mismo tiempo, no se actúa para forzar a los
gobiernos de Israel y Marruecos, protegidos por los EE.UU., a cumplir
las
resoluciones de la ONU con el ejercicio del derecho de
autodeterminación
de los pueblos palestino y saharaui, e incluso el dictamen
judicial internacional contra el Muro del Apartheid en Palestina.
Somos
conscientes al mismo tiempo de que el neoliberalismo, como forma de
pensamiento
único que sucedió a la desaparición de la URSS
y los
sistemas de planificación centralizada del Este de Europa,
continúa
imponiendo su programa a través del desmantelamiento del
denominado Estado del Bienestar
europeo, tanto con respecto al sistema redistributivo de impuestos
sobre
la renta como con respecto a los servicios públicos, menguados y
privatizados
y a
un sistema laboral crecientemente desregulado bajo la amenaza del
paro y la
generalización de la temporalidad y por lo tanto la precariedad
laboral. El
resultado ha sido una mayor polarización social global,
distanciando los
niveles de renta tanto entre los países del Centro y de
la Periferia como
dentro de cada país, convirtiendo la
pobreza,
el hambre, las
desigualdades y la injusticia en males endémicos a los cuales
el
sistema no puede dar ninguna solución.
Los comunistas
pensamos que la OTAN ha perdido toda razón
de ser con el fin de la Guerra Fría y ha reforzado
su
carácter
de organización militar agresiva que se sitúa
expresamente al margen del Derecho Internacional y de la Carta
Fundacional de NN.UU., al arrogarse unilateralmente el derecho
de intervención
a nivel planetario. La OTAN continúa
siendo una organización que supedita los intereses nacionales
de los estados europeos a la voluntad absoluta de los EE.UU.,
arrastrando a estos países a todo tipos de intervenciones
bélicas, normalmente ilegales o ilegítimas
y siempre
sangrantes, únicamente con el fin de favorecer los
intereses imperialistas de EE.UU.
Pedimos
que el Estado español abandone la OTAN, así como la
denuncia
de los acuerdos militares con EE.UU. y el desmantelamiento
de las bases yanquis y de la OTAN (como la de Bétera) en
nuestro territorio.
Los
comunistas pensamos que la política internacional ha de
orientarse hacia el desarme, la desnuclearización y un
rígido
control internacional de la fabricación y venta de armas,
recuperando el espíritu fundacional de las NN.UU.
3. LA SITUACIÓN
DE ESPAÑA Y DEL
PAÍS VALENCIANO EN EL MARCO EUROPEO:
Y en el ámbito europeo,
la continuación de una política
económica neoliberal se expresa
en un proyecto de Constitución Europea con un notorio
"déficit" democrático y social y un notorio
"superávit" neoliberal y militarista.
Tenemos que
sumar
fuerzas en una política de alianzas para defender la paz y la
democracia contra todo lo que representa el gobierno de Bush y sus
aliados, con su política imperialista de guerra preventiva y de
recorte en los derechos sociales y humanos.
Y al
mismo tiempo hemos de impulsar una lucha consecuente contra
el imperialismo y la globalización capitalista y desarrollar
alternativas políticas de izquierdas desde cada país
Hemos de impulsar la movilización
global, colaborando con los Foros
Sociales
Mundial y Europeo, denunciando entre otros, la explotación
laboral de los niños y la falta de medicamentos genéricos
en los países pobres, llamados del tercer mundo, por culpa de la
rapiña insolidaria de las empresas multinacionales.
Exigir
que se cumplan, como mínimo, los acuerdos de Kyoto,
denunciando a quienes no los respeten y sobre todo a los países
como EEUU. que ni siquiera los han firmado, siendo el que más
contaminación produce de todo el planeta.
Pero desgraciadamente el
desplazamiento del PP del gobierno de España
se
ha visto acompañado por una derrota de la alternativa de
izquierdas
representada por IU, derrota que se ha profundizado en
las elecciones europeas, en tanto que se mantenían o adelantaban
posiciones la mayoría de los demás componentes del
Partido de la Izquierda
Europea.
En
el futuro inmediato habremos de combinar la defensa de las medidas
democráticas y progresistas del gobierno del PSOE (retorno de
tropas
de Iraq, paralización de la LOCE, derogación del
trasvase del Ebro, Ley integral contra la violencia de género,
Ley para el matrimonio entre homosexuales...) con
la lucha contra las políticas neoliberales y militaristas que
impulse, como los ataques al sistema de pensiones y al sistema
público
de ferrocarriles y todos estos servicios públicos esenciales
para
la comunidad, que tienen que garantizar los poderes públicos a
la ciudadanía
y están en vías o son susceptibles de
privatización,
el trasvase Júcar-Vinalopó,
el incremento de las tropas en Afganistán y el envío de
tropas en
Haití protegiendo el resultado del golpe de Estado impulsado por
los EE.UU., y especialmente el proyecto
de Tratado
Constitucional Europeo
que, con un notorio déficit de participación
democrática, puede ser rechazado en otros países en que
se haya posibilitado un debate más amplio, en el marco de la
oposición
a directivas como la Bolkestein, lesiva para los
servicios públicos y que contaría con la cobertura
jurídica
de este Tratado. Nuestra tarea dentro de
IU
habrá de orientarse en
este sentido para superar sus limitaciones e impulsar un
movimiento político y social alternativo de izquierdas.
Hay
que
relacionar la recuperación
de la izquierda anticapitalista o
revolucionaria
con
la formulación de respuestas efectivas a los
grandes problemas del sistema, frente a las políticas que
profundizan en la explotación y además
se autoproclamen como solución a los problemas que provocan: por
ejemplo, la desregulació laboral
se autojustifica falazmente como generadora
de ocupación,
he aquí uno de los pilares sobre el que se sostuvo
la hegemonía del PP y parece que
es el camino a seguir por el nuevo
Gobierno del PSOE.
El continuismoe
por parte del PSOE de las políticas neoliberales
impulsadas desde las instituciones de la Unión Europea se
ha plasmado en la amenaza de privatización del sistema de
astilleros
públicos de Izar, y especialmente de Izar Manises en
un País Valenciano que tiene gravemente amenazado
el tejido
industrial, con la crisis de sectores fundamentales de la
economía
valenciana como son el calzado, el textil y el
mueble, provocadas, en gran
medida, por la deslocalización de la producción.
El
PP valenciano no dispone de política industrial ni de I+D+i,
centra las políticas de ocupación
en el trabajo temporal y precario, apuesta por la voracidad
urbanística
y de favorecimiento de los intereses especulativos que está
poniendo en peligro el medio ambiente (litoral ultraurbanizado y
traslado
al interior de actividades con fuertes impactos, como los
vertederos de residuos, el Plan Eólico Valenciano, etc.),
utiliza el Gobierno de la Generalitat de forma partidista alentando
conflictos entre territorios (PHN, conflicto del valenciano,
etc.).
Especialmente
grave en el País Valenciano es el problema de los abusos
urbanísticos. Tanto la Generalitat gobernada por el PP, como
gran cantidad de Ayuntamientos gobernados por PP y PSOE, son
corresponsables del atentado contra el medio ambiente que supone este
modelo de crecimiento urbanístico descontrolado. Un modelo
que, de seguir desarrollándose, amenaza con acabar con
los recursos naturales del País Valenciano.
Asimismo
,
desde el PCPV tenemos que rechazar claramente la política de
desmantelamiento
del sector público (especialmente la sanidad
y la educación) que lleva realizando el PP desde la Generalitat
en los últimos años. Todo
esto dentro un marco de derroche de fondos
públicos en vistas a llenar las arcas privadas de su entorno
y vaciar las públicas, generando un endeudamiento insostenible
que pone en peligro la viabilidad y la calidad de los servicios
públicos.
Además, la grave crisis interna del PP valenciano
(campsistas y zaplanistas) empieza a hacer ingobernables
instituciones como la propia Generalidad o las tres
Diputaciones.
Las
políticas
neoliberales están condenando a la miseria a los
campesinos, pescadores y ganaderos. Especialmente, las medidas
especuladoras están destruyendo las huertas y convirtiendo a la
agricultura,
especialmente a la familiar, en una forma de vida
inviable para miles de trabajadores.
Tanto
el PP como los grupos regionalistas (Unión Valenciana) y algunos
sectores del PSPV (Joan Lerma) han ayudado a debilitar el uso
de la lengua y la cultura valencianas, apoyándose en
ocasiones en auténticos disparates como el secesionismo
lingüístico y la lucha porque las instituciones
españolas
y europeas reconozcan el valenciano como una lengua diferente del
catalán.
A pesar
de los avances promovidos por el PSOE en temas como el laicismo
y el final de la discriminación por motivos de
orientación
sexual, la Iglesia católica sigue conformándose como
un grupo de presión que pretende hablar con el Gobierno en
términos de igualdad para imponer sus criterios morales,
ideológicos y económicos al conjunto de la sociedad.
La participación
de extremistas islámicos en los atentados
del 11-M está sirviendo como caldo de cultivo para una
demonización injusta de los musulmanes, tanto los inmigrantes
que viven entre nosotros, como los Estados árabes y musulmanes.
En el plano nacional, este rechazo o recelo
generalizado
sirve a los intereses del capital, ávido siempre de enfrentar
a los trabajadores; en el internacional, la demonización de todo
lo que huela a Islam sirve sin duda a los intereses
imperialistas de los Estados Unidos e Israel.
Treinta
años tras la muerte del dictador Franco, y a
pesar de acciones vistosas como la retirada de los símbolos
franquistas de los espacios públicos, la recuperación
de la Memoria Histórica sigue siendo una asignatura
pendiente
del Gobierno, amenazada no sólo por los herederos
políticos
del franquismo, sino por la asunción, por parte de
políticos
socialistas, que cualquier medida de estricta justicia
histórica
supone una presunta apertura de heridas. Entendemos que no se
habrá cerrado ninguna herida hasta que no se haya hecho justicia
con
las víctimas del fascismo.
4. LA SITUACIÓN DE IU EN EL MARCO
DE ESPAÑA:
Hay que entender que el resultado de las sucesivas elecciones, y la
situación en que ha quedado IU
en
el marco de una nueva
situación política, cierra un ciclo político que
tras sucesivos incrementos de incidencia social y electoral frente a
los primeros gobiernos del PSOE, ha llevado a una
declinación
persistente durante el periodo de gobierno del PP, hasta llevarlo a
una situación de similar
incidencia a la que tenía el PCE en 1982.
Las últimas elecciones han mostrado que, para mucha gente y
sectores
sociales que apoyaron a EUPV y a IU en el periodo
anterior, éstas han dejado de ser vistas como
necesarias.
Y es importante destacar que los malos resultados de IU se han dado
tanto con una elevada participación electoral en las elecciones
generales, como con una elevada abstención en las elecciones
europeas: en una y otra situación se ha reforzado el
bipartidismo, con una fuerte bipolarización entre el belicismo
antidemocrático del PP y el pacifismo democrático que ha
empujado la victoria del PSOE. Las actuaciones
antidemocráticas
del PSOE, instando la ilegalización de la candidatura
de HZ en las europeas o reprimiendo a los inmigrantes en Barcelona, no
han llevado a reforzar la alternativa de una IU que ha dado una
débil
respuesta a estas actuaciones. Asimismo, la difuminación
del hilo rojo en IU, expresada en hechos como la denominación
prioritariamente "verde" del grupo parlamentario
y en una coalición sin programa común con ICV, producto de
decisiones
no democráticas pues la afiliación
no hemos participado en los inexistentes debates
previos, no ha
favorecido que se la viera como una alternativa nítida al
proyecto neoliberal y militarista del
Tratado por el cual se establece una Constitución en Europa y ante el cual no supo decir un No sin
circunloquios.
La recuperación de IU no pasa por una redefinición
ideológica "ecosocialista", "ecopacifista" o que prime el verde
sobre el rojo, ni menos por la adopción de formas organizativas
propias de un partido político que mengüen seua pluralidad.
Pasa, por el contrario, por la recuperación de su impulso
originario
como movimiento político y social plural y nítidamente
de izquierdas, abriéndose a los movimientos sociales, pero en
primer
lugar a los que cuestionan la monarquía, el imperialismo y el
sistema
capitalista, de forma que estos la puedan ver, no como
un complemento del partido en el gobierno, sino como una alternativa
de izquierdas a sus políticas contrarias a los
intereses de la clase trabajadora o eventualmente subordinadas al
imperialismo norteamericano o a las élites del poder...
C. ALTERNATIVAS:
5. EL PARTIDO
COMUNISTA
Y LA ALTERNATIVA
DE IZQUIERDAS:
Corresponde
al Partido Comunista, utilizando la herramienta teórica del
marxismo y la
herramienta
práctica de la organización de la lucha de la clase
trabajadora,
dar una respuesta revolucionaria a las diferentes formas
de opresión,
explotación y
dominación política, económica, social
y familiar del
ser humano, desde
su independencia de los poderes dominantes, al
tiempo que trabaja por la construcción de una alternativa
de izquierdas a estos poderes. Para esta
alternativa de izquierdas que hay que ir construyendo con
los trabajadores y con otras fuerzas sociales y políticas, el
PCE
ya definió y aprobó en su XIV Congreso, en el "Manifiesto
del PCE para la izquierda”, sus propias
propuestas programáticas, aunque deban ser desarrolladas y
actualizadas.
Como se decía en este “Manifiesto”, trabajar por
el fin de la explotación y la opresión, por una humanidad
sin clases y sin Estado, es una opción que se asienta sobre
bases objetivas, y que ha de informar nuestra práctica
cotidiana, rechazando que la confrontación competitiva e
insolidaria sea la base del progreso social, y que el Estado sea
el instrumento
central para la emancipación humana.
La transformación
de la sociedad, proseguía el Manifiesto, habrá de ser
obra de la actuación consciente y voluntaria
de las personas que componen esta sociedad, a través
de una auténtica revolución de la mayoría.
En este proceso, los mecanismos electorales democráticos de
conformación
de la voluntad colectiva habrán de ser no
sólo respetados, sino desarrollados al máximo, de forma
que
permitan corregir las acciones de gobierno y sustituir a los
gobernantes que se aparten de la voluntad mayoritaria.
Al mismo tiempo, somos conscientes de que el desarrollo de una
voluntad emancipatoria colectiva no puede circunscribirse
a los procesos
electorales ni ser resultado de la simple recepción de
propaganda
política. Por el contrario, esta voluntad sólo
podrá desarrollarse de forma activa a través de la
movilización
social y de la práctica cotidiana por
la mejora de las condiciones de vida que, impregnadas de valores
emancipatorios, vayan articulando la autoorganización social
en un proceso de superación del mercantilismo y del estatalismo.
Impulsar este proceso es la tarea y el
objetivo de los
comunistas.
Hay que entender la construcción federal de un
movimiento político y social alternativo en una doble
dimensión: la territorial y la de la pluralidad política
y social.
En este sentido, nuestro Partido, el PCPV
y el PCE, ha de aparecer de forma
clara como uno de los componentes federados, tanto en EUPV e IU
respectivamente como en
cualquier formación política más amplia en
la cual se incluyan. Y ha de aparecer en cuanto que, como
organización de los comunistas, somos la expresión
más
clara del hilo rojo que es esencial para la construcción
de una alternativa de izquierdas, en cuanto que la
transformación
social tiene que descansar sobre una organización alternativa
del
trabajo que tenga como protagonista a la clase trabajadora. Y es
alrededor de este hilo rojo de la centralidad
del trabajo que se tiene que entretejer el verde del ecologismo, el
violeta del feminismo, el blanco de un pacifismo basado
en la justicia y que no se reduce a la mera ausencia de guerra,
la perspectiva libertaria de la lucha contra toda
clase de opresión y el resto
de tendencias de la izquierda transformadora.
Pues la necesaria organización
alternativa del trabajo tiene que hacer posible la preservación
y la
reproducción de la vida y de los recursos naturales,
amenazados por la persistencia del sistema capitalista,
así como hacer efectiva una igualdad real de derechos y una
auténtica libertad de todos los seres humanos, dotando
así de un sentido de clase al ecologismo, el feminismo y el
pacifismo que apoyamos. Naturalmente, somos conscientes de que en
la pluralidad de las izquierdas se configuran diferentes centralidades,
y no
pretendemos imponer nuestra perspectiva comunista, pero
reivindicamos el derecho a defenderla en el seno de un movimiento
político y social
plural y federal. En este marco, hemos de contactar
directamente y organizar a la gente motivándola con propuestas
reivindicativas que mejoren su estatus laboral-personal-social y hemos
de trabajar en este sentido en el seno de los sindicatos, aportando
nuestras propuestas discutidas en los órganos del partido y
proponiéndolas
a EU/IU para que las lleve a las instituciones.
En esta tarea, habrá que reforzar nuestro Partido, que,
como se decía en las conclusiones del "Manifiesto del PCE para
la izquierda"
aprobado en su XIV Congreso, con el cual se abría la "Propuesta
del PCPV para la izquierda valenciana" aprobado en su VII Congreso,
tiene que
ser "Un partido organizado en base a un federalismo
democrático, los miembros del cual reflexionan y debaten
libremente y actúan unidos en todos los ámbitos y a todos
los
niveles de la sociedad, dentro de diversos movimientos políticos
y sociales,
fijando autónomamente sus posiciones en
cada uno de ellos, e inequívocamente comprometido en
el ámbito del Estado Español con la alternativa
política
que representa Izquierda Unida". Este, y no otro, es
el sentido de la cohesión que
necesitamos, inseparable del compromiso ético con
los objetivos del Partido.
Esta cohesión, cimentada en el libre debate interno, es
efectivamente necesaria para que nuestro Partido cumpla su
insustituible función en la
lucha ideológica y teórica
por nuestros objetivos federalistas, republicanos, socialistas y
comunistas
dotándose al efecto de una política efectiva de
Formación
y Comunicación que ponga a sus miembros
en condiciones para llevarla a cabo y proyectarla hacia el conjunto de
la clase
trabajadora y de la sociedad. Para lo que habríamos de adquirir
y crear
los medios que faciliten esta formación.
Lenin decía que las ideas no viven sin organización y es
ésta una
realidad, pero también es real que sin personas
formadas política e
ideológicamente, la organización padece una debilidad
importante.
Comoquiera que el PCPV peca de una debilidad organizativa importante,
no
podamos más que recuperar como elemento clave la
formación en el
partido, para
reforzar la organización con una formación abierta
y plural que de
pie a discusiones políticas, que vayan construyendo poco a poco
una
organización más fuerte tanto organizativamente como
ideológicamente. Esta
formación ha de ir encaminada a que los y las militantes
comunistas tengan las herramientas adecuadas para poder dar
respuestas a las cuestiones concretas con las cuales se enfrentan
diariamente
en la sociedad.
El principal instrumento que posee un comunista es la formación
y ésta
tiene que ser continua, la formación no solamente ha
de ir orientada hacia los jóvenes militantes, sino
también hacia los más
veteranos, y deberá fomentar
las discusiones teóricas y políticas y acabar con las
discusiones
personales y el sectarismo, que no se basan en ningún tipo de
tesis
marxista.
6
. NUESTRO TRABAJO EN EL MOVIMIENTO OBRERO Y LOS MOVIMIENTOS SOCIALES:
A)
MOVIMIENTO OBRERO:
Partimos de la convicción de que el PCPV tiene que
tener su
propia política de movimiento obrero y dirigirse
con ella al conjunto
de la clase trabajadora. En contra del que se llamó “pensamiento
débil”, que tanta polvareda levantó en una parte
substancial de la izquierda,
para nosotros, la clase trabajadora, aunque hoy
pueda ser sustancialmente más compleja y fragmentada, abarcadora
de grupos
sociales más variopintos y con vivencias y grados de conciencia
muy diferentes, no sólo sigue existiendo como clase,
sino que conforma
el sujeto revolucionario central. Esto no quiere decir que
los obreros hayan
adquirido ya conciencia de su capacidad revolucionaria, ni tan siquiera
que hayan adquirido plenamente conciencia
de clase.
Desde
hace
casi tres décadas se han ido
desarrollando en el mundo laboral nuevas
formas de organización del trabajo
que comportan nuevas posibilidades de constitución del
movimiento
obrero, al
mismo tiempo que nuevas dificultades organizativas para el mismo y una
percepción distinta de los trabajadores de su inserción
en el proceso
productivo. Se ha producido una progresiva sustitución de las formas fordistas
y tayloristas de organización del trabajo con
una explotación
intensiva y altamente disciplinada de la mano de obra dentro de grandes
concentraciones fabriles por formas nuevas, y en los sectores
más
desarrollados, más flexibles. Este es el caso del toyotismo, en
el que se da una mayor implicación del trabajador en
el conjunto del
proceso productivo, importan más sus cualidades
individuales, su
subjetividad y hay un nuevo uso de la labor de los equipos. Todo
esto
combinado con la aparición de
la denominada
fábrica-red, multiplicación de los
centros de trabajo. Estos cambios
tenemos que saber que son el resultado del
intento del capitalismo de reorganizarse en función de buena
parte de las
luchas obreras del siglo XX. Sin embargo, junto a nuevos
sistemas del toyotismo, reaparecen áreas
de trabajo muy poco
cualificado, de terrible explotación de labores
físicas, sin derechos, con
contratos volátiles o sin contrato, de trabajo sumergido,
etc. Y todo
esto se combina con zonas de gran concentración fabril en
condiciones de práctica
esclavitud en el Tercer Mundo. Y es que en
la raíz misma de la organización postfordista del trabajo
se encuentra la voluntad de descentralizar
las empresas a través
de la creación de fábricas “difusas” (con sistemas
de subcontratación de empresas dónde
no son vigentes
los mismos derechos que en la "fábrica madre”) y del aumento de
la autonomización
de los trabajadores, el crecimiento de facto de la jornada
laboral, aunque legalmente se reduzca, y otros métodos que
dificultan la lucha obrera e intensifican la explotación.
Las nuevas formas de
organización del trabajo no han variado el
núcleo del
sistema capitalista: la
explotación
del trabajo humano a través de la extracción
de plusvalía que se asienta sobre la propiedad
privada de los
medios de producción colectivos. Por ello
toda acción reivindicativa debe
tener como horizonte la reapropiación por los trabajadores
de los medios de producción,
siendo en este sentido el corazón de la lucha de clases. Asimismo, es
también una lucha
por conquistar espacios de poder para la clase
obrera frente a la clase dominante, sin que la lucha
y la
conquista necesaria de las reformas parciales nos haga perder la
certeza
de que sólo acabando con la dominación capitalista a
través
de la reapropiació
del poder que posee la clase burguesa, se
hará
efectiva la emancipación de la clase trabajadora y la totalidad
de la humanidad.
Lo que acostumbra a denominarse globalización
es una nueva fase del
imperialismo en la cual se han agudizado de forma brutal los
mecanismos de explotación de las capas populares de todos
los
países y se
ha vaciado de contenido la democracia, incluso entendida ésta en
su
significación más propiamente formal. Las grandes
corporaciones
transnacionales aumentan su influencia en el poder
político de los
estados, no eliminándolo cómo se dice, sino
usándolo de manera
directa para sus intereses: suprimiendo derechos sociales, costes
laborales,
desmantelando servicios públicos, apropiándose de
empresas estatales,
anulando leyes de protección del medio ambiente y cualesquiera
otras que
supongan una traba para la penetración de los mercados.
Paralelamente, las
oligarquías financieras internacionales han impuesto por todas
partes su
visión del mundo, impregnando con ella a amplios
sectores que se autodenominan de izquierdas y del movimiento obrero
tradicional. Han
conseguido fraccionar la clase obrera en la mayoría de los
países,
enfrentando a trabajadores nativos con trabajadores inmigrantes,
trabajadores en huelga o en lucha por sus derechos con el resto de
trabajadores
a los cuales se engloba en el concepto indeterminado de consumidores,
empleados públicos contra los otros, trabajadores
fijos contra precarios, etc…
Ha de quedar claro pues que el hilo conductor que fundamenta nuestro
proyecto es situar al ser
humano en el centro de una política de clase, anticapitalista, y
que aspira a impulsar la democracia y el
socialismo,
en torno al cual se estructuran los elementos centrales de una
línea
política
transformadora y revolucionaria.
La
globalización
capitalista puesta en primer orden como fuente
constante de generación de contradicciones del sistema tiene que
ser
eje fundamental de nuestro trabajo en el mundo del trabajo. Pese a la
complejidad
y heterogeneidad de la clase trabajadora, la desestructuración
del movimiento obrero y la agobiante
influencia del ideario consumista, la globalización
produce fenómenos concretos en los cuales hemos de profundizar
para extraer los instrumentos teóricos y prácticos
necesarios para articular la respuesta colectiva de los
trabajadores y de las trabajadoras. La deslocalización
de empresas, el dumping social
de las economías que quieren hacerse
un lugar en el mercado global, el talante neoliberal de las normas
europeas que regulan la competencia, etc., amenazan a todos y todas
los y las trabajadores/as, independientemente de cual sea su
contrato (fijo, temporal, etc.), de sus condiciones laborales,
de su status dentro de la
empresa y incluso de su
capacidad adquisitiva. La amenaza del cierre
de empresas, del paro masivo, del retroceso en
el nivel adquisitivo, etc., es un campo abonado para la
generación
de una nueva conciencia colectiva. Las luchas serán
colectivas o no serán. La globalización puede tener la
virtud
de homogeneizar por el miedo aquello que estaba separado por el
individualismo consumista.
El PCPV tiene que ser capaz de trabajar en este inmenso
campo de posibilidades con inteligencia. No hemos de olvidar
que los efectos negativos de estas contradicciones capitalistas
de la globalización son muy diversos, y a veces las
respuestas que generan entre la clase trabajadora son
imprevisibles. De esto saben mucho los movimientos ultraderechistas y
neofascistas ( Le Pen por ej.), los cuales han
utilizado las frustaciones y miedos de las clases más
desfavorecidas derivándolas hacia el ultranacionalismo, la
xenofobia
y, en general, el rechazo a aquello que viene de fuera. Así
pues, tenemos una doble tarea: en primer lugar, la elaboración
teórica y la puesta en práctica generando una
conciencia colectiva que se enfrenta a las
contradicciones de la globalización desde nuestros postulados
marxistas. En segundo lugar, combatir el peligro de que el creciente
descontento se enfoque hacia las opciones neofascistas y
xenófobas
que, en el fondo, acaban haciéndole el juego al sistema.
En este sentido el movimiento obrero
tiene que
ser parte activa del movimiento
antiglobalización capitalista y nuestro trabajo como
comunistas ha de ser estar con otros
al frente para
dirigir este movimiento hacia la toma
de conciencia de cuál
es
la esencia de la lucha, que no es otra que la lucha de clase.
Se
trata de conducir este movimiento a una confrontación que vaya
más allá
de las movilizaciones panfletarias y puntuales. La antiglobalización no
tiene que ser una moda, tiene que tener en su seno el contenido
ideológico
que le de su sentido y que los comunistas a lo largo de los nuestras
años
de formación, toma de conciencia y lucha dentro del
movimiento obrero
hemos conocido. El movimiento antiglobalización y el
movimiento
obrero se
necesitan hasta el punto de que si el primero se queda en un perfil
vago,
sin contenido de clase, corre el riesgo de diluirse o incluso ser
absorbido a trozos por el sistema; y si el movimiento obrero no aborda
el
carácter anticapitalista e internacionalista de la lucha
antiglobalización, puede acabar por enquistarse y divorciarse de
su
propia base social de manera permanente.
Nuestro trabajo en el seno del movimiento obrero ha de estar dirigido a
recuperar
la orientación
política de transformación del sistema. Hemos
de evitar el sindicalismo que se limita a gestionar las
pérdidas,
que ha
perdido el norte transformador al distanciarse de las fuerzas
políticas
de izquierda, especialmente IU y el PCE. Hemos de defender en el seno
sindical que el fundamento del
avance del movimiento obrero es la movilización
social más que la negociación, lo
que no excluye la negociación
concreta, sobre la base de la fuerza adquirida
por
la movilización para garantizar la conquista de los derechos.
Entendida bajo
esta dinámica de lucha de clases, no se trata de renunciar
a las
mejoras sociales que puedan aportar las negociaciones, pero
sí de tener
siempre presente en la acción, no sólo las
pequeñas
concesiones que el
capital realize, sino la posición de fortaleza o debilidad
que en queda la clase
obrera.
En particular la reapropiació
activa de los medios de producción ha de ser
también una alternativa concreta frente a la amenaza de cierre
de empresas, en procesos de deslocalización,
combinando la acción en
las empresas (huelgas, ocupaciones, etc.) con la actividad
política en
las instituciones, orientada a producir
cambios legislativos (promoviendo la autogestión
) y el paso total o parcial al sector público de las
empresas
que requieran aportación de fondos públicos o que supongan
un
control de los sectores de producción estratégicos del
Estado.
Aún
siendo conscientes del giro
ideológico
que la mayoría de la Dirección está imprimiendo
a CCOO y del
alejamiento progresivo de la dirección del sindicato respecto de
los
objetivos que han de guiar a un sindicato obrero, como ha quedado
de manifiesto recientemente con la campaña de CCOO-PV a favor
de la Constitución Europea, entendemos que
es en este sindicato dónde
preferentemente debemos desarrollar la política sindical del
Partido, por la sencilla razón
de que
son las
características que CCOO reclama en sus principios y en sus
documentos las que consideramos necesarias para desarrollar un
sindicalismo de clase. Al mismo tiempo no hemos de olvidar que sigue
siendo un sindicato mayoritario y que
hemos de estar con los trabajadores para
tratar de mejorar sus condiciones de vida y no provocar
sectarismos ideológicos inútiles para el conjunto de los
trabajadores y trabajadoras
. Recuperar en
CCOO los principios
fundacionales de sindicato de clase, asambleario, participativo,
democrático y unitario, se hace hoy más necesario que
nunca desde la perspectiva de la organización y la
movilización de los trabajadores y trabajadoras en su lucha
contra las políticas agresivas diseñadas por el
neoliberalismo. Recuperar la iniciativa e influencia de los
comunistas en la central mayoritaria es un objetivo de primer orden,
acabar con el conformismo que ha caracterizado las políticas
de esta central sindical en los últimos años, con
la censura, disolución de sindicatos contestatarios a la
línea
emanada de los órganos dirigentes, expulsiones, etc. de forma
que nadie se vea marginado en razón de sus ideas. La lucha
contra el capital, por un futuro de emancipación, requiere del
Partido el diseño de alternativas para el movimiento obrero y la
intervención consciente, con nuestras propuestas.
Siente CCOO el
sindicato dónde preferentemente desarrollamos los comunistas
nuestra actividad sindical y dónde orientamos el trabajo de
nuestros
militantes, es cierto que en los últimos años un buen
número de comunistas lo han abandonado, bien como consecuencia
de medidas represivas internas, bien por rechazo hacia las
políticas
del sindicato, y buscaron otros sindicatos de clase, o articularon
otras expresiones sindicales aspirando a construir el sindicato que los
comunistas veníamos defendiendo. El PCPV valora y apoya al
trabajo
de estos camaradas que siguen trabajando sindicalmente desde una
perspectiva de clase en otras organizaciones y reconoce sus
aportaciones a la lucha de la clase obrera.
El PCPV
llevará sus propuestas al movimiento obrero contando con
cuantos camaradas trabajan en el seno de agrupaciones sectoriales o de
empresa y sindicatos de clase y desplegará cuántos
esfuerzos sean necesarios para contribuir a la unidad sindical, base
fundamental de la unidad de los trabajadores.
Para ser este instrumento de
concienciación
dentro de las estructuras
sindicales y en el conjunto de la clase trabajadora el partido
tiene que
organizar a sus militantes
para que cuenten con los medios y la
formación necesarios para trabajar en el sindicato y en
las empresas.
Siguiendo estas pautas el Partido potenciará,
desde la secretaría
d’organización en colaboración con
la de movimiento obrero, la creación d’agrupaciones d’empresa
y la coordinación entre ellas así como la
celebración de asambleas sectoriales
comarcales de rama o territorio que coordinen, desde las
secretarías
de Movimiento Obrero, el trabajo de nuestros y nuestras camaradas en el
seno de los sindicatos en los cuales militan.
Hemos de llegar a los comités de empresa y para ello lo
primero es contar
con un listado de los militantes miembros de comités y aquellos
que
no
pertenezcan instarlos a participar en la lucha sindical en el seno
de la empresa agrupándose con otros militantes si existen en la
misma
empresa, polígono o área de actividad industrial.
El partido se ha de comprometer a dotar
a estos grupos de militantes de la formación
e información que hagan posibles la unidad
de acción y de discurs. Para esta labor no podemos
olvidar las nuevas
tecnologías,
fundamentalmente el correo electrónico que nos permite una
rápida y eficiente
interconexión. En este sentido desde la secretaría de movimiento
obrero se hará llegar a estos grupos de militantes
tanto las
resoluciones del partido como sus órganos de expresión
como son el Mundo Obrero y Nuestra Bandera,
tanto para que se forman como para que conozcan la política
del Partido y para que la difundan entre los
compañeros. Los
militantes hemos de ser la vanguardia de la clase obrera para hacer
llegar nuestro discurso desde el más aislado trabajador
de una pequeña
empresa hasta las direcciones sindicales.
Desde el PCPV hemos de dirigirnos con un proyecto actualizado,
pero sin
olvidar la tradición marxista, al conjunto de trabajadores y
trabajadoras,
tanto a los no organizados como, especialmente, a los
organizados en los sindicatos de clase e incluso en otro tipo
de organizaciones sociales de la clase obrera, proponiendo los
siguientes ejes de movilización. No es cuestión
aquí de hacer una tabla de reivindicaciones
cerrada sino de señalar los ejes que podrían permitir que
el
movimiento obrero retomara la ofensiva social:
- La
lucha por el pleno empleo,
estable, seguro, con
derechos y de calidad, que supone:
- Reducción de la jornada a 35 horas por
ley en
cómputo semanal y sin disminución salarial. De lo
que se trata es de lograr una redistribución del incremento de
la
riqueza social procedente del desarrollo tecnológico a favor
de la clase trabajadora. También de fortalecer la
posición
de la clase tanto para la presión social como para la
negociación de mejoras en las condiciones laborales, aparte de
que es la única propuesta que incrementaría el empleo
de manera estructural.
-
Supresión de las
horas extras excepto las de
fuerza mayor,
jubilación a los 60 años con el 100% de la base
reguladora, acabar con el pluriempleo.
-
Supresión de las ETTs.
En este punto no caben propuestas intermedias de
reforma; el tráfico de mano de obra, que es como las
definía
el artículo anterior del Estatuto de los Trabajadores,
solamente puede ser eliminado.
-
Eliminar las
discriminaciones en
razón al sexo, raza o cualquier
otra razón. Llenos derechos laborales y sociales a los
trabajadores inmigrantes.
- Acabar con
la siniestralidad laboral.
Regular las contratas
y subcontratas.
-
La defensa del
sistema público de pensiones.
Por unos servicios públicos
de calidad (enseñanza, sanidad, redes
asistenciales,
etc..).
B)
MOVIMIENTOS SOCIALES:
Tanto dentro de los movimientos sociales emergentes
como en los tradicionales,
hemos de aspirar a convertirnos en
un referente de la izquierda radical y alternativa,
revolucionaria, anticapitalista y
internacionalista.
Los movimientos sociales tienden a ser controlados por el sistema
mediante
su institucionalización, otorgando subvenciones, etc, o
simplemente
aglutinan el descontento, siendo conscientes de que el descontento
solamente puede generar revueltas efímeras, mientras que la
formación
y organización
de las conciencias es la que
posibilita una
movilización sostenida, siendo así el verdadero germen
revolucionario.
La aspiración
revolucionaria del PCPV se concreta en otorgar prioridad a la
movilización
social, a la organización, a la construcción
de alternativas y a la lucha ideológica. Proporcionando
esta
movilización social el apoyo de la representación
institucional y otras
formas de representación política, que tienen que ser
la voz de la organización
y movilización de las capas populares para
su
emancipación.
La aportación de nuestras propuestas, valores políticos y
tradición
de lucha
tienen que traducirse en una hegemonía del partido basada en
el consenso, y nunca en una imposición de mayorías o
fuerzas, que puedan
poner
en peligro la pluralidad del distintos movimientos sociales. Pero
esto
solamente es posible si conseguimos la coordinación de los
comunistas, que
participen activamente en los movimientos sociales, en estrecha
relación con
las líneas de actuación marcadas por el partido.
La izquierda que el PCPV representa es una
izquierda que aspira a la transformación
de la sociedad, una sociedad sin clases.
Somos anticapitalistas, antiimperialistas, nos calificamos como otros
lo
hacen de ser antisistema, con la diferencia que sólo ser
comunista
aglutina la tradición roja, verde, violeta, sin contradicciones,
con perfecta coherencia y presentando una alternativa de vida, un
sistema
más justo.
En muchos casos la movilización social aspira a la mejora del
sistema,
a una mejora en la gestión de los recursos, pero nosotros
aspiramos a la superación del
propio sistema capitalista, porque
es la raíz de las
desigualdades sociales, económicas, de género, de
territorio, etc…que
sólo se podrán corregir realmente suprimiendo el sistema
generador
de las
desigualdades, no mitigando sus efectos. Lo que no excluye que
entendamos que las conquistas sociales parciales que se consiguen con
la lucha son pasos hacia delante, pero no podemos
convertirnos en meros
defensores de los derechos ya adquiridos, hemos de ir más
allá,
planteando
la eliminación del sistema, para poder llevar a cabo otro
mundo mejor,
porque nuestra responsabilidad es demostrar que otro
mundo es
posible.
El PCPV ha de elaborar análisis
y alternativas, e impulsar la más amplia
participación de todo el partido en la sociedad y sus
organizaciones, plataformas y movimientos, organizando a sus militantes
para llevar a cabo la política del partido. Además
de impulsar
las
campañas que se crean necesarias de forma plural hacia al
conjunto de la sociedad.
E instando a los cargos con responsabilidades
políticas o institucionales
a redoblar sus esfuerzos y presencia
en los
movimientos sociales, como conductores de la voz de la
movilización
social,
a través de los aparatos políticos o institucionales.
Para lo cual
es
conveniente que no copen más puestos de los que son
capaces de llevar a cabo, no en su carácter meramente
representativo, sino
instrumental.
Nuestra coherencia política, no solamente nos insta
inevitablemente a la participación
activa dentro de los movimientos sociales,
sino que nuestra
actuación no tiene que ser meramente testimonial sino
conductora de la política
elaborada por el partido, que con
transparencia democrática hemos de elaborar entre todos los
comunistas.
Movimiento Ciudadano:
Los primeros brotes vecinales fueron brotes políticos, el
movimiento ciudadano
estaba estrechamente atado a la militancia de partidos
de izquierdas. Por el
que no tenemos que tener temor de hacer volver a nuestras asociaciones
de vecinos una conciencia política crítica, que
despierto las conciencias
de nuestros convecinos. Las Asociaciones de Vecinos son
un movimiento
ciudadano que cuenta con una prolongada tradición de lucha
(donde el Partido
ocupó y ocupa un papel importante) por un replanteamiento de las
ciudades unido al modelo de sociedad que queremos conseguir, y como
espacio
necesario de actuación de los ciudadanos y ciudadanas que
despierte
sus
conciencias criticas y potencie los valores de la democracia
participativa.
Por lo que no podamos más que ser la voz, tanto en la calle como
en
las instituciones a las cuales tengamos acceso, de propuestas concretas
impulsadas por importantes movimientos ciudadanos, que con sus formas
de actuación ponen en tela de juicio la nefasta
política de muchas de estas instituciones, guiadas
por los grandes intereses especulativos del capitalismo.
El
trabajo del PCPV en los barrios y en las AA.VV. ha de estar bien
definido porque no podemos perder de vista una serie de
fenómenos
que hoy afectan al movimiento vecinal: de una parte, la crisis
de representación de las mismas. En la mayor
parte de los casos las AA.VV. están representadas por muy poca
gente del
barrio, los cuales nos han servido d’interlocutores en temas
importantes. A posteriori hemos padecido el posicionamiento en contra y
la
contestación de la gente del barrio no articulada en las AA.VV.
La participación sin representatividad es un arma de doble filo.
Respeto al apoyo y trabajo con plataformas que persiguen objetivos
reivindicativos, es del todo necesaria. Si n
estamos, se nos echa de menos.
Asimismo,
dada la trascendencia de la educación para formar ciudadanos
libres y la sumisión en nuestro país a los ancestrales
compromisos entre Iglesia y Estado, el Partido
debe tener como
una de sus prioridades estar organizado en todos los sectores de la
enseñanza
para proponer un modelo educativo público,
laico y solidario.
Debemos participar
en la defensa de la Sanidad Pública.
Tenemos que trabajar en la mejora de los Servicios Sociales
públicos y entre
todos los colectivos hay que destacar, por la indefensión
en la cual se encuentra un gran número de ciudadanos debido a
deficiencias
físicas o psíquicas, el que forman las personas
con discapacidad física y/o psíquica. El Partido
tiene que defender y promover
programas de formación y de
inserción laboral para su integración total y la defensa
de sus derechos e intereses.
No
podemos olvidar la creciente llegada de trabajadores inmigrantes, que
sufren doblemente las desigualdades por su condición de obreros
y extranjeros. Debemos potenciar su participación en
las luchas obreras, fomentando las Asociaciones de Inmigrantes, que
no se tienen que ver como ghettos,
sino como plataformas que ayuden a los
recién llegados a integrarse entre nosotros. Hace falta recordar
que el racismo es una herramienta muy eficaz del capital, que
mantiene al inmigrante en una situación de inferioridad y
desamparo
convirtiéndolos en chivos expiatorios de las
injusticias del sistema, desviando a los obreros de su único
enemigo de clase, que es el capital. La lucha contra el racismo no
tiene que quedarse en lo folclórico, sino que ha de ir
más allá, enseñando o recordando a los obreros que
por encima de las
fronteras, las razas o las religiones, están los
intereses de clase.
Movimiento Pacifista:
Nuestra apuesta por la paz, la desmilitarización y el
desarrollo
de una cultura de convivencia pacífica entre los distintos
pueblos, es lo que define nuestro carácter antiimperialista,
íntimamente atado al anticapitalismo, dado que hay una
estrecha relación entre
el imperialismo o neocolonialismo existente, y las crisis
económicas del
capitalismo: las mutaciones experimentadas por el imperialismo no
dieron lugar a una economía no imperialista, sino a un nuevo
régimen global
de dominación, que no descarta la dominación de mercados
con
las armas,
como es el caso en Irak.
Por esto el pacifismo consecuente debe conducir al anticapitalismo,
porque
el sistema capitalista es un sistema de guerra y de
violencia en sus estructuras.
Movimiento Feminista:
El
feminismo es parte fundamental de todo proyecto
transformador y revolucionario, por ello asumir las tesis emancipadoras
del feminismo no es una cuestión que
afecte solamente
a las mujeres del Partido, se trata de transversalizar con
la perspectiva de género toda la política del PCPV en una
nueva síntesis junto al potencial alternativo del ecologismo
político y el pacifismo.
El mundo en el que vivimos se sustenta en dos pilares fundamentales
generadores de desigualdad, el capitalismo neoliberal y el patriarcado.
El sistema económico dominante actual se sostiene en un modelo
de explotación
patriarcal, dónde las mujeres sufren en mayor medida la
precariedad
laboral, el paro, la pobreza y la violencia. Sin necesidad de citar
las fuentes estadísticas que hablan de la situación de la
mujer
en
el Tercer Mundo, en el mal denominado primer mundo los varones cobran un
25% más de salario por idéntico trabajo, el paro
femenino es mucho mayor que
el masculino, la contratación para determinados lugares
sigue siendo tan
discriminatoria como los ascensos dentro las empresas para el
sector
femenino. En resumen, la precariedad laboral se ceba en las mujeres,
que
sufren en mayor medida un sistema económico injusto, por el que
el PCPV
no concibe otro tipo de feminismo que no sea el feminismo de clase.
El trabajo que tiene que llevar a cabo el movimiento feminista del PCPV
ha de
ser de dentro hacia fuera, concienciando en primer lugar a nuestros
camaradas y después a la sociedad, de la necesidad de una lucha
feminista el eje fundamental de la cual se base en la lucha de clases y
la
igualdad real de género.
Movimiento Ecologista:
El
sistema de producción capitalista basa su desarrollo no
sólo
en la explotación del hombre, sino también en la de los
recursos naturales. Su modelo de desarrollo insostenible nos
está
llevando a la desaparición de los recursos naturales y pone
en peligro el futuro del planeta.
El
capitalismo no sólo se ha apropiado de los medios de
producción
colectivos, sino que ahora, mediante el imperialismo
y el uso de la guerra, también se está
apropiando de los recursos naturales.
Este
modelo de desarrollo que agota los recursos no renovables
y esquilma los renovables, que con los deshechos y residuos de los
hiperconsumidores envenena todo el planeta y abre cada vez más
la brecha entre países consumidores y los empobrecidos; estos,
sin disfrutar del festín alienante, sufren las peores
consecuencias: expolio de sus recursos, si
es necesario manu militari, y
vertedero de los venenos producidos.
La
superación de este
modelo capitalista de explotación sólo puede realizarse
por la vía de la lucha de clases para llegar al socialismo. Y es
esta lucha por el socialismo la que lleva inherente la lucha por
un uso racional de los recursos naturales.
El “conservacionismo” puede no ser revolucionario, pero
el ecologismo
político es por definición una fuerza
transformadora y de izquierdas pues postula un cambio económico
y político fuera del marco capitalista: una nueva manera de
producción,
unas nuevas relaciones de producción y una
nueva cultura en la cual no quepa la explotación de los seres
humanos y de los ecosistemas, y en la que la responsabilidad
individual y colectiva y la solidaridad internacional e
intergeneracional
sean el motor de una democracia
auténticamente
participativa dónde necesariamente se respeten los derechos de
las
diversas colectividades y de sus apoyos físicos,
es decir en
un nuevo sistema que para nosotros es el comunismo.
Movimiento de de
liberación sexual:
Siendo nuestro proyecto comunista la emancipación de todas las
personas
oprimidas, es de estricta necesidad y justicia que todas
y todos los
comunistas asumamos la defensa del libre desarrollo de la afectividad
humana, rechazando la reducción
de esta al marco
de la familia tradicional basada en imposiciones ancestrales de la
Iglesia
Católica.
Por todo esto, se hace imprescindible la adhesión de los y las
comunistas a la lucha
por el libre desarrollo de la afectividad en cada uno de los
individuos, así como la plena equiparación de derechos
entre
todas las
personas, sea cómo sea su orientación sexual.
Movimiento contra la globalización capitalista:
En los últimos años hemos asistido al nacimiento de un
movimiento que
ha sabido
aglutinar el descontento que el sistema capitalista estaba
sembrando. El movimiento antiglobalización es hoy por hoy el
movimiento de movimientos
aunque la mayor parte de este movimiento está todavía sin
organizar.
El PCPV apoya la
propuesta planteada por el presidente
Venezolano Hugo Chávez en el último Foro
Social Mundial en Porto Alegre sobre la necesidad de pasar a una
nueva fase, la de la movilización antimperialista y la
construcción del socialismo allí dónde las fuerzas
populares antimperialistes logren el poder.
Es necesario que la primera tarea del PCPV sea la de
articular
los
mecanismos necesarios para organizar y movilizar a todos aquellos y
aquellas
que pretenden trabajar por la construcción de otro
mundo
posible, influyendo con nuestra ideología y formación en
el rumbo anticapitalista que este movimiento tiene que tomar. En este
sentido
constatar que tras la guerra de Irak, bastantes de las
estructuras del movimiento han abandonado buena parte de sus tareas
propias para centrarse en este tema, lo cual
demuestra que no existe una plena concienciación
de oposición al núcleo
central de la ideología capitalista. Lo que no implica que la
lucha no
pueda abrir varios frentes legítimos, sino que al carecer
de un núcleo
ideológico y organizativo concreto, caen en contradicciones, las
cuales
pueden llevar el movimiento a su atomización o
desaparición
De esta
forma los ejes de nuestro trabajo en el movimiento desde los
colectivos
dónde también participamos y especialmente como
militantes comunistas,
pasan
por:
- Lucha por la paz,
contra la guerra preventiva
- No a
este Tratado Constitucional
Europeo
- Derogación
de la mal denominada Deuda Externa, que no es
más que un mecanismo de explotación neocolonial.
- Imposición de un impuesto a los flujos de capitales
especulativos (Tasa Tobin)
- Eliminación de los paraísos fiscales.
- Nuevas reglas en el comercio internacional.
- Seguridad y soberanía alimentaria. Reforma agraria
(OMC-PAC-tipo de producción y consumo).
- Prioridades en salud y educación. Necesidad de programas
concretos.
- Rechazo a las políticas del Banco Mundial y Fondo
Monetario Internacional:
- Por desprecio a
los recursos
propios de cada país, depredados por el "mercado”.
- Por potenciación de un mercado global sin control
democrático.
- Por el "ajuste “ social que imponen (reducción de las
condiciones
de vida y de trabajo).
- Por no plantear otra producción y otro consumo para
todos y todas y por una sociedad diferente.
Movimiento
campesino
Una
tarea olvidada por el partido, y por lo cual lo tendría que
retomar, es la relación con los pequeños propietarios
agrícolas y el sindicato de la Unió de Llauradors. Desde
este sector se puede defender la cuestión del agua, el medio
ambiente, las agriculturas ecológicas,
la defensa de los precios de consumo de alimentos básicos, la
denuncia
del control de los mercados por parte de las grandes superficies y los lobbies que imponen a toda Europa
precios desorbitados
a los alimentos del campo y al mismo tiempo pagan miserias a aquellos
que los crian, arruinándolos y dominando el sector pagando
sueldos de miseria y enriqueciéndose cada vez más.
El partido
creará una comisión que se encargará
de estudiar la nueva situación de los jornaleros
agrícolas
para poder tener su propia política en
el movimiento campesino.
7
. EL PAÍS VALENCIANO EN
EL MARCO DE NUESTRO PROYECTO FEDERAL:
Hay que profundizar en el sentido de nuestro proyecto
federal. Éste es
una componente esencial de nuestro proyecto de transformación
social socialista y comunista desde una democracia
participativa, que requiere de una parte acercar al máximo a la
ciudadanía
la capacidad de decisión, con el respecto del derecho
de autodeterminación, y por otra parte
la articulación solidaria para enfrentarse conjuntamente a un
enemigo de clase crecientemente global. Se trata, pues, de construir
desde bajo, desde la libre voluntad de las diferentes personas y
colectivos
de izquierdas, de los diferentes sectores sociales
explotados y oprimidos, el sujeto de la transformación social.
La construcción
de este sujeto, en definitiva la lucha por
la hegemonía, se hace desde una pluralidad de identidades
colectivas que tienen múltiples formas
de expresión, una de las cuales es la
lingüística-cultural-nacional.
En el caso del País Valenciano,
los obstáculos que todavía padece la expresión
cultural en
valenciano hace de la lucha contra estos obstáculos, por la
plena
normalización lingüística, una componente importante
tanto de nuestra lucha contra toda clase de opresión como de la
construcción
de una identidad colectiva alternativa a los
poderes dominantes. Al tiempo que se hace más urgente la defensa
del
tejido industrial y del medio ambiente y en el marco
rural impulsar el cooperativismo agrícola.
Y habrá
que asegurar una mejor articulación solidaria
de la fiscalidad y las inversiones asegurando que se aporte
según la riqueza
de cada cual y se reciba según sus necesidades,
evitando toda discriminación de base territorial. Hay que
evitar caer en la trampa del regionalismo burgués, que
divide a la clase trabajadora en función de su
cultura, su lengua o su territorio de origen. El federalismo
que nosotros defendemos no consiste en la creación de barreras
entre los trabajadores y trabajadoras, ni en la búsqueda, por
parte de territorios
más ricos, de la fórmula política más
adecuada para sus intereses económicos. La defensa del
derecho de autodeterminación no nos ha de hacer olvidar nuestra
defensa de una sociedad internacionalista, sin fronteras que
dividan a la clase trabajadora.
Por lo tanto, el carácter federal es consustancial al
proyecto de movimiento político y social alternativo de
izquierdas
que propugnamos. Un carácter federal que se concreta en una
distribución de competencias entre los diferentes niveles
organizativos, para conjuntar la participación
democrática y la unidad política. Esta es
una característica de IU, pero también lo debería
ser
de cualquier proyecto más amplio en el cual se pudiera
incluir. Es claro que
esta perspectiva no hay que entenderla de una forma mecánica,
sino como un proceso en construcción desde la libre
voluntad de cada parte. Naturalmente, cualquier desvinculación
de IU,
en tanto ésta mantenga su naturaleza, no sería un avance
en
esta dirección, sino un retroceso: no hay que
separarse, sino buscar la articulación federal con nuevas
fuerzas y colectivos para desarrollar la alternativa a los poderes
dominantes. Hay que subrayar que el confederalismo no es
una opción más adelantada que el federalismo, sino
una reducción mecanicista de éste a un contrato entre
entidades
separadas que se agota en el mismo. Por el contrario, nuestro proyecto
federal ha de recorrer todos los niveles de la organización
social, como alternativa de profundización democrática al
centralismo estatalista.
En esta perspectiva federal habrá que abordar problemas como el
de la lengua, el agua o el transporte. En el primer caso, buscando
formas
de articulación y cooperación con el resto de
organizaciones
comunistas y de izquierdas así como entre las instituciones
culturales de los países de
lengua
catalana. En el segundo caso,
combatiendo los
intentos de la derecha de enfrentar a diferentes comunidades para
mantener
su poder, buscando por el contrario formas de cooperación
respetuosas del medio ambiente de cada territorio y de la integridad de
las
cuencas hidrográficas, tanto del Ebro como del
Júcar, el Vinalopó y el Segura. En el tercer caso,
impulsando un ferrocarril social y ecológicamente sostenible,
como herramienta de articulación de las poblaciones y un
servicio
público de calidad, y no como un nuevo tipo
de muro del apartheid y como
un negocio.
En definitiva, hemos de fundamentar nuestro
concepto de federalitat
en: el respeto a la identidad de los pueblos, la solidaridad
interterritorial y no el enfrentamiento, y la
vertebración y el equilibrio económico y social entre
los diferentes territorios que conforman el Estado. En esta línea, tanto una reforma del
Estatuto como nuestro
proyecto federal habrán fundamentalmente de permitir una mejor
atención a la satisfacción de las necesidades
sociales.
Pues nuestro proyecto de construcción federal de España
no puede
ser el de una imposición homogeneizadora desde arriba,
sino
un proceso de articulación cooperativa de las diferentes
comunidades, que además no se ha de detener en las fronteras de
un
Estado Español que tendría que ser una República
Federal,
sino prolongarse en un proyecto alternativo de construcción
europea e internacional y en un proyecto de cooperación
entre
todos los Países Mediterráneos para hacer de nuestro mar
una herramienta de comunicación
y no de separación.
8. LA POLÍTICA DE ALIANZAS DEL PCPV:
Nuestra política de alianzas ha de articular el desarrollo
de una alternativa política de izquierdas con la
construcción
de un bloque social de progreso alrededor de la clase
trabajadora. En
este proceso, claro está que habrá que ir mucho
más allá de los límites de lo que actualmente es
EUPV e IU, abarcando a bastante más gente, personas y
colectivos.
Pero habrá que
aprender del fracaso de la Entesa para no seguir por el mismo camino.
En particular, la experiencia ha mostrado que una Entesa
reducida a acuerdos cupulares e inestables con grupos minoritarios no
es un camino sólido para desarrollar un proyecto
alternativo. Su resultado práctico, además, ha sido
difuminar su hilo rojo al hacer pasar a un tercer plano a nuestro
partido, el PCPV, que si en la EUPV original aparecía claramente
como
uno de sus partidos fundadores, ahora resultaba preterido, por
ejemplo, ante otro partido fundador, IR, que habiendo salido de EUPV
reaparecía públicamente a través de la Entesa.
Reafirmamos
que EUPV es nuestro proyecto político y no
sólo esto, sino que nos comprometemos a la recuperación
de su impulso originario como movimiento político y social
plural y nítidamente de izquierdas, que tenga al hilo rojo de la
transformación
social como hilo conductor. Es necesario,
ahora más que nunca, que el PCPV recupere su posición de
motor
e impulsor de EUPV, como también lo ha de hacer el PCE
respecto de IU, y para lo que nuestro partido ha de tener una
posición clara, organizada y coherente en el seno de Izquierda
Unida. Su
ampliación deberá partir de la comprensión
de que el movimiento político y social alternativo y plural de
izquierdas
ha de ir mucho más allá de la gente actualmente
organizada en EUPV e IU. Ello requiere explotar al
máximo
instrumentos previstos para ello, como son las Asambleas
abiertas y las
Áreas de EUPV. Independientemente de los pactos puntuales o
alianzas estratégicas,
la mejor alianza que el PCPV puede establecer es con
la sociedad, abriéndose a ella en la participación y en
la propuesta, siendo realmente una organización de puertas
abiertas,
acogedora y receptiva. La sociedad es nuestro objeto de trabajo
al cual pertenecemos y, por lo tanto, hemos de estar
presentes en ella.
En
este
sentido debemos trabajar para que EUPV plantee, de acuerdo con
el conjunto de IU, una alternativa a medio plazo que
apunte claramente a la superación del sistema capitalista. Al
hacerlo deberá precisar qué fuerzas sociales están
objetivamente interesadas en tal transformación y pueden
confluir en la construcción de esta alternativa. Son
estas
fuerzas a las que nos debemos dirigir. Para ello trabajaremos en
la alternativa que defendemos, ganando aliados en el día a
día,
trabajando codo con codo en los movimientos sociales y en
las reivindicaciones cotidianas. Sólo si realizamos este
trabajo
correctamente, y nos presentamos a la sociedad como una fuerza
coherente que defiende y cree firmemente en sus planteamientos,
podremos llegar a esta izquierda que no se encuentra organizada en
EUPV.
De esta forma los acuerdos surgirán con naturalidad,
confluyendo en un programa común con las personas con las que
trabajamos a diario en la calle, de aquí sí que puede
surgir
un nuevo impulso de la izquierda del País Valenciano que
nos permita tener mayor presencia en los movimientos sociales y
aumentar
nuestra representación institucional. De este modo
estaremos trabajando
en una nueva política de alianzas de cara a las elecciones de
2007
que responda a las necesidades y anhelos de la izquierda
transformadora valenciana. Respeto a
posibles coaliciones, éstas habrán
de ser fruto del debate interno, y consecuencia de un trabajo en
común
con un programa de acción muy concreto, más allá
de fines electoralistas, y acuerdos nominalistas.
Por otra parte
, y sin perjuicio del compromiso de EUPV con su electorado,
habría que
promover la participación
de todos los componentes de la actual Entesa en las Asambleas abiertas
y Áreas
de EUPV. Y al mismo tiempo, los comunistas
impulsaremos un trabajo unitario de la izquierda transformadora dejando
patente que el PCPV es
un componente directo de esta pluralidad, sin perjuicio de su
integración
en EUPV. De este modo, nuestra política de alianzas
podrá reforzar y ampliar el movimiento
político y social que nosotros apostamos sea EUPV, que queremos
integrado
en nuestro proyecto federal y vinculado al Partido de la Izquierda
Europea, y que es la opción dentro la cual
queremos presentarnos ante del pueblo valenciano para luchar, en
la calle y en las instituciones, por otro País
Valenciano
posible, dentro de una República Federal y una Europa
Socialista,
hacia una humanidad comunista, sin clases y sin Estados.
D
. ORGANIZACIÓN:
9. DE LA
COHESIÓN
DEL PARTIDO:
Es
un hecho evidente que la situación organizativa del partido
está muy deteriorada. Muchas comarcas carecen de comité
comarcal. Muchas agrupaciones existen solamente en el papel y no
tienen vida política ni actividad alguna. En otras, unos
cuantos militantes se han volcado en el trabajo en EU, pero dejando
de lado, como “congelados”, la organización y el trabajo
del partido. En numerosos militantes ha cundido el desánimo
y algunos han optado por quedarse en su casa.
Diversos
son los factores que han influido y provocado esta situación.
Entre ellos pueden citarse los siguientes: la falta de claridad sobre
las funciones respectivas del partido y de EU; los estragos que han
causado las diferentes crisis tanto del partido como de EU; la falta
de claridad sobre la política de alianzas que se ha limitado a
simples
acuerdos electorales. Y sobre todo, la falta de unidad y de
cohesión del partido, particularmente en sus niveles
dirigentes.
La
mayoría
del partido ha experimentado amargamente las
consecuencias de estos hechos.
La
reafirmación
de los ideales del partido, del carácter
central de la contradicción capital trabajo en nuestro
análisis y nuestra práctica, de los objetivos de la
República
federal, del socialismo y del comunismo, la reafirmación
también de que el PC tiene todas las funciones
propias de un partido político, exceptuando la de
presentarse a los procesos electorales, pueden permitir recomponer
una organización sólida que se plantee con éxito
influir decisivamente tanto en EU como, directamente, entre los
trabajadores y la sociedad en general.
Muchos
camaradas, que estuvieron organizados en el partido, están
dispersos por las comarcas y los pueblos. Pero siguen aquí,
deseando la reactivación del partido. Una mayor iniciativa de
los
órganos de dirección, así como de las
comisiones intercomarcales de organización, pueden permitir
establecer un nuevo contacto, una nueva relación con
todos estos camaradas, como hemos podido experimentar con motivo de
todos
los actos sobre el aniversario de la IIª República y por
la Recuperación de la Memoria Histórica.
En
esta línea, una de las primeras tareas de la nueva
dirección
será la organización de una Conferencia
programática,
a realizarse antes del verano del 2006, para elaborar un programa
base en materias tales como economía y mercado de trabajo,
educación, políticas sociales, participación
ciudadana… etc.
Esta
conferencia serviría por un lado para establecer claramente
cuál es la política a seguir por el PCPV en cada
ámbito
sectorial en los próximos años y por otro lado, para
motivar y hacer partícipe a la militancia del trabajo del
partido.
Este
programa base sería el programa a seguir por cada militante en
sus respectivos ámbitos de actuación.
Pero
para que este impulso organizativo y de acción propia de los
comunistas pueda tener éxito, es imprescindible construir y
consolidar
seriamente la cohesión y la unidad del partido.
El proceso de construcción
de la cohesión del partido tiene que
cimentarse en dos pilares fundamentales.
El primero: la
participación
democrática de todos los camaradas, a través
de sus organizaciones correspondientes, en la reflexión
y en el debate colectivo previo a la toma de decisiones que van
conformando la política del Partido -cuyas las líneas
generales quedan fijadas en el marco de los Documentos aprobados en
el Congreso- y su aplicación real a la praxis política
cotidiana, siente el Comité Nacional el lugar dónde
finalmente se tomen los acuerdos concretos de la política que
afecte a la totalidad del Partido mediante resoluciones concretas y
específicas
El otro pilar básico es,
evidentemente, la puesta en práctica de los acuerdos adoptados
bien por síntesis y consenso o, si fuera necesario por
persistir las discrepancias, por votación mayoritaria,
resultado del proceso anterior.
En cualquier caso se precisa del
respeto a las decisiones adoptadas democráticamente por los
órganos
del partido. Lo que se pretende es que el partido tenga una
sola voz y que no se utilize al partido como trampolín para
intereses
personales.
En ningún caso, pues, se trata
de cercenar derechos y libertades (de "pensamiento"(?) o de
expresión…) de los miembros del partido. Se trata
de fijar lo que se entiende en el PCPV, como en cualquier colectivo que
pretenda unos fines concretos, eliminar disonancias entre los
métodos
para la consecución de las metas y las propias metas (la
transformación
de la sociedad hacia el socialismo y el
comunismo) y por ello apelar a la coherencia racional y a la
ética
política de todos los militantes.
Por
ello si algún miembro del partido que ostentara un puesto de
responsabilidad en la dirección del mismo se manifestara
públicamente en
contra de la política aprobada, tendrá necesariamente que
poner su
cargo a disposición del comité correspondiente.
Porque no hay derechos
sin deberes se plantea la siguiente modificación de los
estatutos:
Artículo 23 bis:
Cuando
algún miembro de la dirección del Partido en calidad de
tal, o algún
camarada del Partido elegido en representación del mismo
actúe contra las
decisiones emanadas de los órganos de dirección, su
actuación
constituirá un acto contrario a las normas del Partido y se
aplicará el
procedimiento que se determina en el punto 2 del artículo 23. La
propueta
de sanción dependerá de la situación concreta, la
responsabilidad política
y las consecuencias de las actuaciones.
10. AGRUPACIONES:
Por otra parte, y como Partido que exprese la centralidad del
trabajo, el PCPV ha de impulsar la organización de la gente
trabajadora y comunista
desde sus puestos de trabajo, como base de su
funcionamiento. Sus Agrupaciones no
se tienen que configurar como reductos cerrados, sino como
gérmenes
de organización social y de difusión de nuestras
propuestas comunistas en el seno de la clase trabajadora y de
la población.
Dada
la complejidad laboral y familiar en la sociedad actual, la falta de
medios
y tiempo, con los que no contamos, deberíamos adoptar
e ingeniar nuevas formas de organización, utilizar las nuevas
tecnologías y estar en contacto directo con los camaradas. Las
agrupaciones sectoriales son hoy en día una de las formas de
lucha
más eficaces para poder influir y cambiar la sociedad.
Estas agrupaciones requieren tener contacto con el resto del partido y
en
las reuniones de conjunto informar de sus actividades, porque todos
los militantes estén informados y puedan llevar a la sociedad
nuestras alternativas.
Al mismo tiempo los camaradas que están organizados en este tipo
de agrupaciones, renuevan y enriquecen sus argumentos con
las aportaciones políticas del conjunto del partido.
Cada
Agrupación, por lo tanto, habrá
de orientarse al trabajo hacia un subconjunto de la población,
con
una especial atención a la clase trabajadora, para impulsar en
ella todas las dimensiones de la lucha social. Habrá por lo
tanto
que priorizar la formación de Agrupaciones de centro de trabajo
o de
un conjunto de centros de trabajo, junto a Agrupaciones territoriales
orientadas a impulsar la movilización conjunta de la
población junto a la clase trabajadora.
Naturalmente, esto
solamente podrá desarrollarse con un incremento de la
afiliación
abriendo las puertas del Partido a todo el mundo que quiera
luchar organizado contra toda clase de explotación y
opresión.
En cada paso de este proceso, y con respecto al
ámbito de las Agrupaciones, habrá que conjuntar los
criterios de máxima proximidad a la gente y de viabilidad en
función de la militancia real.
11. COMITÉS:
Los comités
son los órganos de dirección del partido y como tales
tienen que
garantizar la consecución de los objetivos de éste, para
este fin
necesitamos unos comités fuertes, cohesionados y que asuman
responsabilidades. Por lo que estructuraremos los comités del
partido
como su
columna vertebral, para asegurar su dirección
y circulación de la información,
los debates y los acuerdos que se realicen desde
las
agrupaciones, y para las agrupaciones.
Estos comités como órganos de dirección que
son, deberán estar formatos por
camaradas que asuman responsabilidades, elegidos por procedimientos
democráticos y participativos que respeten la voluntad y la
diversidad
de la militancia, por consenso evitando la confrontación de
candidaturas.
Facilitar
acuerdos, realizar debates democráticos y procesos
de elección democráticos,
es una forma de que toda la militancia se sienta
partícipe de las
políticas del partido, asegurando así la unidad del
partido en su
práctica emancipatoria.
En estos momentos de crisis de militancia y en aras de crear
estructuras políticas que le permitan al partido recuperarse y
avanzar, hemos de dotar a los comités de mayor capacidad
de incidencia,
de acción e intervención (en caso de inactividad
manifiesta) en
aquellos ámbitos sobre los cuales tienen potestad. Para ello
deberemos hacerlos
inexcusablemente responsables de desarrollar y poner en práctica
las
propuestas que hagan funcionar sus órganos de base.
La actividad
de intervención que proponemos para los comités consiste
en
una ampliación
de potestades, y por lo tanto de deberes y derechos, donde los
comités
comarcales
eligen y destituyen a sus representantes en el Comité
Nacional, y controlan
la actividad de los comités de agrupaciones de su ámbito
de actuación,
vigilando la periodicidad de sus reuniones y su actividad o inactividad
pudiendo ante situaciones de crisis hacer de mediadores, y ante
inactividad manifiesta del comité de la agrupación
convocar
asambleas para elegir una nueva dirección, e incluso nombrar
una dirección provisional que reactive la actividad y favorezca
el debate para
la asamblea de base.
Habrá que
ver el problema de su inactividad y si es por falta de camaradas
responsables que se unifiquen con la Agrupación o Comité
Comarcal más próximo.
Los comités comarcales habrán de realizar un informe
anual para
la comisión
política explicando la situación de su
comarca (proyectos a realizar
y proyectos realizados, zonas activas e inactivas,
incidencias, conflictos, petición de actividades a coordinar
por la dirección,
número de afiliados, plan de trabajo, etc…) y lo harán
llegar
durante
los dos primeros meses de cada año.
El informe será un instrumento con dos fines muy concretos,
conocer la situación
de cada comarca con exactitud por parte de la dirección
y trabajar
en la recomposición de la organización del partido
en
aquellos lugares donde sea posible, con pleno conocimiento de la
situación.
De esta
forma la comisión política deberá establecer
objetivos claros y específicos,
para reactivar la actividad en aquellos lugares inactivos,
estableciendo un
calendario y unos fines concretos para la realización de cada
uno
de los
objetivos expuestos. La coordinación de este trabajo será
objeto de la Secretaría
de organización a través
de una secretaría adjunta creada con este fin y dedicada
a tratar de activar la organización en las zonas
blancas, pero la ardua tarea
expuesta anteriormente debe
ser llevada a cabo por varios camaradas elegidos a tal efecto,
miembros
del Comité Nacional y la comisión política,
dado que la reconstrucción
de las estructuras organizativas del Partido debe ser uno de los
objetivos
prioritarios de éste. Pudiéndose articular para tal
efecto comisiones
de organización intercomarcales, partiendo de las organizaciones
comarcales
y locales realmente existentes.
Con el fin de impulsar la participación en
las responsabilidades
políticas del máximo número de camaradas y
asegurar que éstos puedan
ejercer eficientemente estas responsabilidades, se evitará
la acumulación
de cargos.
En consecuencia, se plantean las siguientes
modificaciones de los Estatutos:
Artículo 4.10:
añadir al final:
Como regla general, nadie podrá pertenecer
simultáneamente a más de 2
Comités por encima del nivel de Agrupación; las
excepciones deberán ser
aprobadas por el Comité Nacional por el 60% de los votos.
Artículo 14:
añadir al final:
Los Comités podrán intervenir en las organizaciones que
de ellos
dependan para asegurar su funcionamiento en
caso de urgente y extraordinaria necesidad.
12. JCPV:
Ha de existir una
relación entre el PCPV y la JCPV basada en la línea
política del Partido, siendo las juventudes una
organización
comunista
juvenil, son independientes organizativamente aunque habrán
de estar
vinculadas al partido mediante sus representantes, con el fin de
establecer
planes de actuación conjuntos. Para ello su permanente u
órgano semejante que adopte su
estructura, estará representado en el Comité
Nacional, y tendrán
derecho a un representante con voz y sin voto en la Comisión
Política.
Teniendo la JCPV el tratamiento a todos los efectos de
Federación
comarcal.
La juventud afronta retos importantes en el movimiento obrero, en
la educación, en la lucha contra el patriarcado, en el modelo de
ocio
y consumo
que se impone en la sociedad, y el partido tiene que dar respuesta a
estas
inquietudes a través de una organización juvenil
comunista.
El PCPV ha de abordar la cuestión juvenil apoyando al
desarrollo
de una organización juvenil comunista donde los jóvenes
tomen sus
decisiones, desde la apuesta por la toma de responsabilidad de los
jóvenes
en la transformación, articulando formas dinámicas de
relación
Partido-Juventud, que salte por encima de debates nominalistas sobre
definiciones
y aborde de manera dialéctica una práctica de
síntesis
entre aquellos que
compartimos un mismo proyecto político, una misma
estrategia política y una
práctica convergente, que analice la ruptura generacional
como
un hecho aparejado a la implantación del modelo neoliberal, que
apueste
por
crear mecanismos (movimiento juvenil y solidaridad intergeneracional)
para
superarla, para restablecer la unidad de nuestra clase,
rota por múltiples fracturas, y que requiere de un papel
importante
de los comunistas en su recomposición como identidad
emancipatoria.
Hemos de seguir apostando por dinamizar la relación Partido –
Juventud que
debe basarse en el refuerzo del reconocimiento y apoyo mutuo. La
comunicación,
la comprensión, el respeto y el convencimiento
de la necesidad
del socialismo como alternativa al capitalismo que le permita
vislumbrar a la humanidad la perspectiva del comunismo.
Es necesaria la organización juvenil comunista como
referente del PCPV en els eno del movimiento juvenil. La JCPV debe
formar los
futuros cuadros del
Partido. Siendo necesario priorizar la creación, o
consolidación
allí dónde
exista, de las Juventudes, así como abordar conjuntamente los
problemas que puedan surgir. El Partido velará porque
allá dónde
existan jóvenes comunistas exista la Juventud Comunista como
apuesta
por el referente juvenil y como apuesta por la presencia comunista
organizada en los ámbitos juveniles.
En consecuencia, se plantean la siguientes
modificaciones de los Estatutos:
Artículo 15: redactar
el último párrafo así:
El coordinador o coordinadora de la JCPV o el miembro en quien delegueo
la dirección de la JCPV será miembro con voz y sin voto
de la Comisión
Política del PCPV.
Artículo 25:
añadir al final el
siguiente párrafo:
Asimismo, en aquellos ámbitos territoriales o sectoriales
dónde exista
organización de la JCPV, un representante de la misma
asistirá con
voz y sin voto a las reuniones del Comité correspondiente.
13.-
SECRETARÍAS:
Sus tareas, en los diferentes ámbitos, serian:
Secretaría
General/Coordinación:
- Dirigir la organización.
- Coordinar
la elaboración y aplicación del plan de trabajo.
- Impulsar apariciones
públicas en los medios de comunicación a través
de artículos y declaraciones
que proyecten la imagen pública del partido.
- Asumir
la representación del PCPV en las relaciones con cualquier
otra organización política, social o de otro
índole,
así como con otras federaciones del PCE
Secretaría de
Organización y finanzas
- Campaña de afiliación: dirigida
fundamentalmente a la juventud y a las mujeres y por todo el
País. Para la cual
hay que fijar
unos objetivos y unas estrategias sobre las que se
dará cuenta al Comité
Nacional. Esta
campaña de afiliación se convertirá en una
de las tareas prioritarias de la comisión de
organización, que la
desarrollará y coordinará. Asimismo,
se prevé la existencia de una secretaría adjunta o
comisión
destinada a tratar de activar la organización
en las zonas blancas, tal y como se ha descrito anteriormente
- Hacer actos públicos por todo el
País Valenciano: un mínimo de dos
o tres al año con el fin de fortalecer la presencia
pública del PCPV, llevando en su caso el mismo tema o ponente
por varios lugares.
-
Citas anuales: 1 de Mayo, 14 de abril, 8 de marzo...
- Revisión y actualización
del censo de militantes comunistas y de agrupaciones
además de una
revisión de su funcionamiento reciente. Para terminar
realizando un
diagnóstico realista de cual es la situación del
Partido, y ofrecer
posibles soluciones conjuntamente con la secretaría general.
- Impulsar
desde la secretaría de País Valenciano la
elaboración
de planes de trabajo
comarcales e
intercomarcales, donde sea necesario.
- Impulsar la centralización del cobro de las
cuotas y la
realización de campañas de ayuda al Partido (bonos, etc.)
en
nuestro
ámbito de influencia.
- Coordinar la gestión del patrimonio del
Partido junto a las
organizaciones implicadas así como
estudiar y proyectar nuevas adquisiciones que faciliten
la mayor y mejor organización del partido.
Secretaría de formación:
- Confección de programas de
formación:
-Histórica: recogida de la
memoria
histórica del partido además de la participación
activa en los foros existentes.
-Programas de creación y
aprendizaje
teóricos.
-Programas de formación en
el funcionamiento de las agrupaciones.
- Escuela de verano para la formación
teórica y de acción obrera y social.
- Dinamizar actividades formativas aprovechando
el espacio de la página web.
Secretaría de movimiento obrero:
- Realizar un
programa para impulsar la conciencia de clase. Para lo cual
establecerá
lazos directas con la clase obrera a través de los
comités de empresa,
reuniones de camaradas delegados, etc. Para conocer de primera
mano qué pasa
en los centros de trabajo, cómo resolverlo y cual es la
posición
concreta de los comunistas.
- Coordinar las actividades del Primero
de Mayo.
- Mover el Partido Comunista dentro de la
movilización
social,
relacionándose con otros movimientos populares y sociales
dirigiendo al
Partido Comunista hacia las movilizaciones.
- Organizar el partido en
caso de movilización; huelgas, manifestaciones, etc.
- Promover y difundir
la movilización y la reivindicación obrera desde el
Partido
Comunista con
propuestas propias.
- Colaborar con la Secretaría de
Formación
y Debate
para difundir la teoría marxista sobre la clase obrera y la
explotación
capitalista a través de la plusvalía.
- Además los comunistas tenemos que
participar, pensar y luchar como tales y organizadamente en CCOO, EU y
la
sociedad en la que vivimos.
- Será
función de la secretaría de movimiento obrero, como
antes se ha descrito, coordinar de forma organizada a todos/as los y
las
militantes pertenecientes a CC.OO., así como las relaciones
con los otros sindicatos de clase.
Secretaría de movimientos
sociales:
- Impulsar y coordinar la actuación de los miembros del
Partido en los diferentes movimientos sociales (altermundialista,
ciudadano,
ecologista, pacifista, republicano, etc.) en estrecha
colaboración con las secretarías de movimiento obrero y
de
mujer.
Secretaría de
comunicación:
- Dinamizar la venta y difusión de Mundo
Obrero, también
en actos públicos; el Comité
Nacional y Comarcal, acordarán que se monten mesas para la
distribución
de propaganda del Partido, Mundo Obrero, Nuestra
Bandera y otros libros o folletos que se consideren de interés
general.
- Repartir hojas volantes con
la opinión del partido sobre temas próximos a la
población en
general
utilizando un lenguaje claro y coherente, en aquellas ocasiones
especiales que se requiera (manifestaciones, huelgas, etc)
- Estudiar la posibilidad
de editar una revista o periódico comunista (o una
edición
valenciana de Mundo Obrero)
- Impulsar la proyección del Partido en los
medios de comunicación con notas de prensa, ruedas de prensa,
etc.
- Concienciar
a todos los militantes, a través
del convencimiento,
de la necesidad que tiene el Partido de ser bilingüe, debido al
contexto sociocultural del País Valenciano.
- Configurar
y actualizar una página web de calidad para el PCPV, y desde
la cual se tenga acceso a las webs que creen las agrupaciones locales
o comarcales.
Secretaría de la mujer:
- Impulsar el feminismo dentro y fuera del Partido
con el fin de superar toda forma de discriminación de la mujer.
14.- PLANES DE TRABAJO
El PCPV se compromete a hacer cada año un plan de trabajo en el
cual
se establezcan cada año al menos unos objetivos mínimos a
cumplir,
y unos
máximos sobre los que se concederá un margen de maniobra
para acoplar
el plan a las circunstancias.
El primer plan de trabajo a aprobar será un plan de choque para
la reactivación
de las secretarías y que durará desde el
congreso a final
de año. La
puesta en marcha de una campaña por la recuperación del
partido en todos los pueblos donde hemos tenido
organización,
y hacer lo posible por crear organizaciones en el resto, de forma que
de corto a medio plazo, no haya ningún pueblo sin
organización del partido. El resto se
elaborará alrededor de noviembre, se
pasará a las
agrupaciones comarcales en diciembre y se empezará a aplicar
en enero.
Cada secretaría hará su aportación al plan de
trabajo
y será la secretaría
general la que coordine todo el plan.
Se podrá crear un equipo de trabajo del plan que dinamice el
mismo
explicándolo en aquellas agrupaciones en donde sea necesario
explicarlo y adaptándolo
a aquellas en las que sea necesario, para que el
plan
tenga la máxima repercusión posible contando con las
limitaciones
de este partido en muchos lugares.
Asimismo, se impulsará que las Comarcas y Agrupaciones
desarrollen
planes específicos de trabajo,
facilitando el contacto organizativo intercomarcal.
Simultáneamente
al plan de trabajo, se organizará una Conferencia
programática, a realizarse antes del verano del 2006, para
elaborar un programa base en materias tales como economía y
mercado
de trabajo, educación, políticas sociales,
participación ciudadana… etc.
Asimismo,
a partir del 2007 se preverá la realización de una
serie de conferencias sectoriales que desarrollen más
en profundidad aspectos concretos del programa base.
Los planes de trabajo
del PCPV, que asume todas las funciones
propias
de un partido político excepto la presentación a las
elecciones, deberán asegurar que no haya ningún comunista
sin tareas, en el marco de la gran
diversificación de actividades que requiere la lucha en
defensa de la paz,
las libertades democráticas y los derechos sociales, por
la República Federal, el Socialismo y el Comunismo.
15. OTRAS
MODIFICACIONES DE LOS ESTATUTOS:
Se aprueban las siguientes modificaciones de los Estatutos:
Artículo
1.2:
Sustituir
“partido laico y republicano” por “partido de clase,
revolucionario, laico y republicano”.
Artículo
3.3:
Añadir
al final del párrafo “Como única excepción
podrán ser admitidos como miembros del PCPV los afiliados de
EUPV que lo soliciten”.
Artículo
3, párrafo 7:
Sustituir
“y el deber” por “conveniencia”
Artículo
4.9:
Sustituir
“procurando” por “manteniendo”
Artículo
15, punto 2, primer párrafo:
Sustituir
“21” por “por un máximo de 27 miembros”.
Artículo
17, segundo párrafo:
Sustituir
“entre 7 y 9” por “ La Comisión Política
decidirá el nº de miembros de la Permanente en
función
de las necesidades de la organización”.