El pasado 6 de mayo, en el marco de la Universidad de Valencia, tuvo lugar la Asamblea de Concejales de Cultura y Medio Ambiente, en la que participaron más de 650 cargos electos pertenecientes a partidos progresistas y nacionalistas de poblaciones del País Valenciano, Cataluña, Islas Baleares, Aragón, Andorra, la Cataluña Norte y la población sarda de l’Arguer. El encuentro convocado por la Institució Cívica i de Pensament Joan Fuster, con la activa colaboración de Acció Cultural del País Valencià, fue un éxito de participación y cumplió sus objetivos como acto protocolario para sentar las bases de una futura colaboración e intercambio cultural entre las tierras de lengua y cultura catalanas.

Algunas reacciones ante este acontecimiento han sido cuanto menos curiosas y otras furibundas. Por una parte el PP condenó la celebración de la Asamblea aprovechando algunos incidentes aislados y sin importancia ocurridos esa misma noche durante un concierto de Lluis Llach en la plaza de toros de Valencia (concierto que tuvo que ser acortado por una amenaza de bomba). Por otra parte el Bloc Nacionalista Valencià no participó en los actos e incluso realizó una activa campaña para que tanto sus concejales como otras fuerzas políticas de Cataluña y las Islas no acudiesen a la cita. En el caso del PP su postura se comprende ya que, como siempre, son el principal abanderado del nacionalismo español. La postura del BNV chocó mucho entre quienes sí participamos en la Asamblea de Concejales, y no tiene mayor justificación que el enfrentamiento existente dentro de los dos sectores en los que se ha fragmentado el campo político del nacionalismo valenciano.

Encuentros entre gentes de las diferentes tierras en las que se habla catalán se habían producido en otras ocasiones, pero habían sido protagonizados por escritores, intelectuales y miembros de diferentes organizaciones sociales. Esta ha sido la primera ocasión en la que cargos públicos, elegidos por votación popular, y por lo tanto con una representatividad democrática legítima han protagonizado un encuentro de este tipo, que nace además con la voluntad de continuarse en el tiempo. En este sentido está prevista la realización en los próximos meses de dos congresos con un mayor contenido de aportaciones teóricas.

Esquerra Unida del País Valencià ha participado en la asamblea y en los actos de homenaje a Joan Fuster convocados por la misma posteriormente, y tiene la voluntad de seguir manteniendo su vinculación. Como decimos en valenciano "tota pedra fa paret" y en esta línea nuestras relaciones con la Asamblea las entendemos como una forma de construir desde los niveles institucionales locales un entramado de relaciones estables entre estos territorios que presentan una problemática común. Pero más allá del componente relacional es imposible ocultar que la apuesta tiene un marcado carácter nacionalista, elemento que también forma parte consubstancial del proyecto de EUPV.