INFORME AL COMITÉ NACIONAL DEL PCPV

3 DE JUNIO DE 2006.


Nuestra política de alianzas: la convergencia política y social.

El Partido Comunista, desde José Díaz, siempre ha planteado una política de alianzas y compromisos para avanzar en la defensa de los intereses de la clase trabajadora. Dicha política ha tenido distintas concreciones a lo largo de su historia: en la República fue el Frente Popular, bajo el franquismo el Pacto para la Libertad, y en el período actual la convergencia política y social de la izquierda que se ha concretado en el proyecto de Izquierda Unida y de Esquerra Unida, que es actualmente nuestro proyecto político.

El X Congreso del PCPV ratificó su apuesta por EU como proyecto estratégico unitario, vinculado federalmente a IU y comprometido con el proceso de constitución y desarrollo del Partido de la Izquierda Europea (PIE) para hacer realidad una alternativa al neoliberalismo en nuestro ámbito de actuación política desde la articulación de las diversas expresiones de la izquierda en torno a un programa de transformaciones.

Dicho proyecto, el de EU/IU, no podemos entenderlo como algo acabado y cerrado, sino como un proyecto en desarrollo abierto a la colaboración e integración de nuevos colectivos políticos y sociales a través del acuerdo programático y de la confluencia en la movilización social y en la lucha política. Ese es el sentido del movimiento político y social que defendemos sea IU y EU, que debe tender siempre a ir más allá de su concreción organizativa en un momento determinado, evitando anquilosarse en la misma convirtiéndose en un partido político esclerotizado que no correspondería al proyecto que defendemos.

Y es a partir de este enfoque como el PCPV ha planteado el desarrollo de la política de alianzas en y desde EUPV, oponiéndonos a una definición y toma de posición apriorística respecto a cualquier organización política y priorizando en las relaciones políticas y unitarias la confluencia en la calle a través de la movilización social y la elaboración de alternativas programáticas, partiendo de la convicción de que para hacer frente a la derecha y avanzar en una transformación social emancipadora es necesaria la convergencia política y social de la izquierda movilizándose alrededor de un programa claro orientado a esta transformación.

Este programa se debe desarrollar y enriquecer con las aportaciones de los diferentes componentes de la izquierda y las reivindicaciones de los diferentes movimientos sociales emancipatorios, pero ha de articularse alrededor de unas líneas programáticas claras, que aunque no abarque los programas máximos a largo plazo de cada uno de sus componentes, no se reduzca a un acuerdo coyuntural a corto plazo. Acuerdos coyunturales de unidad democrática por la defensa de la paz, las libertades y los derechos sociales eran y son necesarios para hacer frente a la derecha belicista, autoritaria y reaccionaria, pero para la defensa de los intereses sociales mayoritarios es necesario un programa a medio plazo nítidamente de izquierdas, sin el cual las clases populares quedarían condenadas a la subordinación al no tener una organización que defienda sus intereses.


La realidad del País Valenciano, donde la acción del Partido Popular en estas dos últimas legislaturas está reorientando el modelo de desarrollo económico y social vigente hacia la primacía del sector turístico y de servicios, sobre la base de un urbanismo depredador e insostenible sin límites, en lo que es su apuesta a favor del capital especulativo y financiero sobre el productivo, sitúa una difícil perspectiva para el trabajo de los comunistas y para el avance de las propuestas políticas transformadoras por cuanto nos va a situar ante una clase obrera altamente precarizada, sometida a altas tasas de rotación, sin asentamiento estable a un centro de trabajo, en cuyo contexto el desarrollo de una conciencia de clase es más fácil de emerger desde el trabajo sindical y comunista. Si a ello se une la voluntad del PP y del PSPV-PSOE por perpetuar el juego bipartidista y aminorar o relegar de la representación institucional a EU, los comunistas y otras expresiones de la izquierda, podemos concluir sobre la necesidad de abordar con responsabilidad la oportunidad que ofrecen las elecciones municipales y autonómicas del 2007 –como un momento de la lucha política, de la confrontación de clase- para aunar fuerzas desde EUPV para poder frenar los proyectos estratégicos que la derecha tiene para el País Valenciano, y más cuando aparecen a lo largo del País gran número de colectivos sociales situándose frente a las políticas neoliberales y a las agresiones a nuestro patrimonio natural y cultural.

En ese sentido, el desplazamiento del PP de los gobiernos autonómico y municipales es un objetivo a conseguir, pero no puede ser el objetivo único de un acuerdo de izquierdas, que debe realizarse en torno a un programa alternativo y transformador en lo social, económico, político, cultural y de género. En particular, es necesario que en procesos electorales haya una opción electoral que defienda un programa de estas características. Naturalmente, para evitar la dispersión de esfuerzos hay también que evitar la competencia electoral entre candidaturas con programas esencialmente coincidentes. Las referidas líneas programáticas son por lo tanto esenciales para definir el alcance de un acuerdo electoral de izquierdas, en cuanto que por una parte suponen condiciones irrenunciables para un tal acuerdo, pero por otra parte requieren de la unidad para su avance y consecución.

Así hemos defendido que estas líneas programáticas incluyan:

1. Desarrollo del sector público: servicios públicos de calidad en sanidad, educación, bienestar social y transporte sostenible, desprivatizándolos y devolviendo a la gestión pública directa por la Generalitat o los Ayuntamientos los servicios gestionados por empresas privadas, así como impulsando una red pública de viviendas accesibles y sostenibles.

2. Sistema de financiación equitativo y solidario acordado multilateralmente en un marco federal, donde cada cual aporte progresivamente según su renta y reciba según sus necesidades. Incremento de la recaudación a las grandes fortunas y las rentas del capital y creación de una ecotasa finalista.

3. Reducción de la jornada laboral a 35 horas por ley y sin mengua salarial. Causalidad en la duración de la contratación y en el despido, impulsando una reindustrialización basada en el desarrollo tecnológico con cogestión de los trabajadores y trabajadoras, combatiendo la deslocalización y denegando cualquier regulación de ocupación en empresas con beneficios. Supresión de las ETTs.

4. Establecimiento de un Estado Español Federal solidario que reconozca el derecho de autodeterminación de todos los pueblos y su pluralidad nacional, y en particular del País Valenciano, dentro de una Europa Federal.

5. Moratoria urbanística que permita una ordenación territorial sostenible y respetuosa del medio ambiente: modificación de la legislación urbanística, ningún PAI fuera de los planes generales de ordenación urbana, revirtiendo las reclasificaciones ajenas a una ordenación sostenible del territorio.

6. Preservación del medio ambiente en el País Valenciano con una política de ahorro y reutilización de recursos orientada a la minimización y reciclaje de residuos gestionados desde la proximidad y sin incineradoras, a la autonomía hídrica sin trasvases y al impulso de energías renovables y de redes ferroviarias regionales y metropolitanas alternativas a la Alta Velocidad.

7. Prohibición y persecución del proxenetismo de cualquier tipo y adopción de medidas económicas y educativas para la erradicación de la explotación sexual.

8. Normalización del valenciano con su reconocimiento dentro de la unidad de la lengua catalana, garantizando su conocimiento por todos/as en el País Valenciano, requerido para el acceso a la función pública en su territorio, y la libertad efectiva de su uso.

Esta posición, que hemos defendido dentro de Esquerra Unida y en nuestra actividad pública con relación a diversos colectivos políticos y sociales, se ha ido abriendo camino. De este modo, hemos evitado una convocatoria precipitada y electoralista de la Asamblea de Esquerra Unida, priorizando la confluencia en la movilización social, la consolidación organizativa y la elaboración programática, que ha conducido al éxito de una Convención Programática basada en la participación, el libre debate y el consenso alrededor de las líneas programáticas señaladas.

Hace un año, el PCPV defendió en EU, al igual que el informe de la Coordinadora, que “no era el momento de pactos”, sino de la movilización, la elaboración programática y el refuerzo organizativo frente a quienes abogaban por un pacto electoral, precipitado, estrecho y reducido. Esta orientación aprobada en el Consell Politic de EU el 18 de junio pasado ha posibilitado que en este período hayamos coincidido con diversos colectivos políticos y sociales en importantes movilizaciones sociales, de las que podemos destacar la campaña por una Escuela Pública, Laica, Democrática, Valenciana y de Calidad con la manifestación del 14 de diciembre, el Compromís per l'Estatut que condujo a la manifestación "País Valencià, Sí" del 6 de mayo, y la movilización de Compromís pel Territori contra la especulación urbanística del 25 de febrero que tiene otra cita en la manifestación de esta tarde 3 de junio, además de la del 1º de Mayo, 8 de Marzo o los actos conmemorativos de la II República. El Partido ha contribuido a reforzar EUPV como movimiento político y social, también con la realización de campañas propias como la del “Treball digne”, “Salvem el Territori”, la fiesta del 20 aniversario de IU. En el desarrollo de nuestras propuestas hemos buscado el encuentro y la coincidencia, el acuerdo político con otros compañeros de EU.

Todo ello ha permitido reforzar el papel de Esquerra Unida como columna vertebral de la convergencia política y social de la izquierda en el País Valenciano, logrando una convergencia programática y en la movilización que se ha hecho patente en la calle y en las entrevistas sostenidas por el PCPV y EUPV con diversas fuerzas, lo que puede hacer viable un acuerdo amplio y plural para las elecciones autonómicas, abierto a acuerdos locales para las elecciones municipales, que incluya al BNV, ERPV, Els Verds del País Valencià, Els Verds-Esquerra Ecologista y IR manteniendo abierta la posibilidad de incorporación del PCPE y el PSAN. Debemos subrayar por otro lado que una parte significativa de quienes integraron Esquerra Valenciana están actualmente en EUPV y siguen así formando parte del proceso de convergencia. El tiempo ha demostrado lo acertado del análisis del Partido, ya que hemos podido debatir tranquilamente sobre nuestro programa electoral como base para iniciar una propuesta de diálogo a todas las fuerzas de la izquierda valenciana sin exclusiones.


Desde el PCPV debemos apostar por este acuerdo amplio y plural, que puede concitar una amplia confluencia de sectores sociales progresistas en el País Valenciano, evitar la abstención de izquierdas, cambiar la correlación de fuerzas y dar un impulso importante al proyecto de convergencia política y social de la izquierda que se expresa en el movimiento político y social de Esquerra Unida, que es y sigue siendo nuestro proyecto político. Hay que subrayar que un acuerdo bilateral o más restringido no respondería a las necesidades ni a las expectativas generadas, no permitiría conseguir los objetivos señalados y por tanto no sería adecuado. Debemos por tanto apostar inequívocamente por un acuerdo sin exclusiones.

Dicho acuerdo, en el contexto político actual, debería poner énfasis en su propuesta programática, de profundas transformaciones, que diera contenido al cambio político que pretendemos en la Generalitat Valenciana y que debería dar lugar a un Manifiesto de las fuerzas políticas que estén dispuestas a avanzar en acuerdos electorales, con un compromiso explícito de movilización conjunta en este próximo año para encarar las elecciones con una importante movilización social.

La plasmación electoral de dicho acuerdo, y en particular las candidaturas, deberá expresar el papel central de Esquerra Unida, con un perfil nítido (anagramas, propaganda, cabeceras de las listas autonómicas, etc..), a la vez que la pluralidad de la izquierda y el componente de género, pluralidad en la cuál la aportación comunista que representa el Partido es esencial, junto a los demás componentes de Esquerra Unida y el resto de organizaciones. Si este acuerdo se concretara jurídicamente en forma de coalición electoral, nuestro Partido, el PCPV, debería jugar explícitamente su papel como componente que es de EUPV con personalidad jurídica propia. Así mismo, el Partido se compromete a defender la paridad –cremallera- en las listas.

El acuerdo sería autonómico, siendo los colectivos locales plenamente soberanos a la hora de decidir las alianzas municipales. Su duración, de una legislatura.

Esquerra Unida debe preservar su actual representación parlamentaria en las Cortes Valencianas y ganar en lo que previsiblemente se pudiera incrementar la representación parlamentaria e institucional como producto de un amplio acuerdo, del incremento del número de escaños en las Cortes y de la movilización social, obteniendo un mínimo de 7 escaños de Esquerra Unida dentro de un grupo parlamentario amplio dotado de coherencia política y en el cual se incremente también la presencia comunista.

En todo caso, la afiliación de EUPV deberá decidir en Referéndum los acuerdos electorales si así lo aprueba el Consell Nacional de EU.

Hay que subrayar que un acuerdo de estas características solamente podrá consolidarse en el marco de una movilización social continuada. Dicha movilización es la garantía de la coherencia programática, bien del cumplimiento del programa si se accediera al gobierno, bien de la lucha por el mismo si nos mantuviéramos en la oposición. Por ello, el PCPV debe centrar sus esfuerzos en el impulso de tal movilización social como factor impulsor de la convergencia política y social de la izquierda.


Valencia, 3 de junio de 2006.