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Políticas neoliberales impiden afrontar la vejez de forma segura, digna y libre de pobreza

En el escenario de aumento de la escalada de ataques contra la clase obrera que estamos viviendo en estos cuatro últimos años de gobierno del Partido Popular, cabe destacar el que, con extrema crueldad, se está produciendo contra nuestro eslabón más débil: las y los trabajadores pensionistas. Quienes llegan a la edad de jubilación y se disponen a recibir el salario acumulado durante su etapa laboral están viendo cómo se les obliga a decidir entre alimentarse adecuadamente o cubrir sus necesidades de salud porque no les llega para ambas cosas a la vez. O tienen que decidir entre cuidarse o mantener a sus hijas e hijos, que han sido expulsados del mercado laboral o esclavizados con salarios de supervivencia, en la misma situación que ellos a pesar de tener un trabajo.

Están sufriendo el mayor recorte. Se les está recortando la vida.

Las medidas de recorte en gasto farmacéutico ha trasladado el gasto público a gasto privado de las personas enfermas, dando lugar a las desigualdades entre las y los ancianos, entre quienes pueden o no costearse el tratamiento. Existen datos de morbilidad y mortalidad de cómo ésta ha aumentado en este período de recortes de sanidad.

El hundimiento del Sistema de Dependencia ha dejado sin derecho efectivo a las personas mayores dependientes y ha aumentado la carga de cuidado a las mujeres con dependientes en su entorno.

El régimen capitalista que padecemos no duda en ignorar el sufrimiento y precipitar la muerte de los hombres y mujeres que ya no necesita con tal de continuar con la acelerada extracción y recuperación de plusvalía que está realizando por medio de las políticas del Partido Popular para su clase, con la excusa de una crisis económica que curiosamente sirve para aumentar su riqueza mientras al resto nos empobrece.

Debemos reflexionar y darnos cuenta de que somos las y los trabajadores los que hemos creado con nuestro esfuerzo los servicios sociales y sanitarios que garantizan una calidad de vida a toda la sociedad, que con unidad seremos capaces de recuperar lo robado e ir más allá. Que ésto sólo se puede realizar rompiendo con el capitalismo y las herramientas que le sirven para perpetuarse.

Es necesario sustituir la política basada en acciones de caridad que no resuelven la base de los problemas, por políticas basadas en la justicia para resolver las inequidades sanitarias, actuando sobre los determinantes sociales de la salud, es decir "la causa de la causa" de la enfermedad como son los factores sociales, culturales, ambientales, económicos y otros, principal causa de la magnitud de las desigualdades en salud y la brecha en los índices de enfermedad entre clases sociales. España se ha convertido en el tercer país con mayor desigualdad de la Unión Europea solamente por delante de Lituania y Letonia.

Los sistemas sanitarios basados en el negocio privado no tienen interés en combatir la desigualdad, verdadera base en la que fundamentan sus ingresos. Solamente con un Sistema Nacional de Salud público, basado en la Atención Primaria de Salud, apoyado por otra política educativa, antipatriarcal, laboral, económica, etc, se puede luchar eficazmente contra la desigualdad social y sanitaria.

Los partidos comunistas y el Partido Comunista de España en particular estamos comprometidos con esta lucha, que solamente podrá ser ganada con la suma de todo el Pueblo en un frente unido.