You are here

Derecho a decidir sobre nuestra vida y cuerpo

Tras el amago de reforma total de la ley, que le costó el puesto al señor Gallardón, el Gobierno ha osado modificar aquella parte de ese anteproyecto que menos rechazo causó. Lanzado como globo sonda, ese anteproyecto sirvió para testar la opinión de la sociedad al respecto. Y viendo la gran oposición a la misma aprueba, en una demostración de totalitarismo, una proposición de ley que modifica precisamente el estatus de las más vulnerables, las menores de edad, con el rechazo frontal del resto de fuerzas políticas y de amplias capas de la población.

Esta medida se enmarca en la voluntad de controlar y tutelar los cuerpos de las mujeres y responde a una ofensiva de corte patriarcal. Las cifras de menores que abortaron en 2014 es de 150, de las cuales sólo el 12,38% (18!!!) lo han hecho sin contárselo a sus padres/madres/tutores. Aunque éstas hubieran sido cientos, hacia donde debemos trabajar no es en la prohibición de abortar en condiciones sanitarias dignas, sino en la educación sexual y reproductiva, y en la confianza y seguridad que los hogares ofrecen a sus hijas menores de edad.

En pleno siglo XXI es incuestionable que el aborto es un derecho que supone la libertad de las mujeres para decidir sobre su propio cuerpo y su propia vida, pues nadie podrá negar que la vida de las mujeres se ve afectada con la obligación de llevar a término un embarazo no deseado. Y esta restricción, por nimia que sea, es un paso más en la discriminación de las mujeres.

Nos gustaría recordar que la existencia de un marco regulador que permita el ejercicio libre del derecho al aborto no significa la imposición del mismo, si no el establecimiento de garantías de protección para que mujeres que tengan que hacer uso de él no pongan en riesgo su vida.

Garantizar los derechos de las mujeres, tengan la edad que tengan, deberán ser las bases sobre los que poder reforzar otras luchas pendientes:

- La maternidad como una opción y no como un mandato de género sujeto a penalización social si no se cumple. La corresponsabilidad masculina en la crianza.

- El reconocimiento de la diversidad de formas de vivir las relaciones diferentes del modelo tradicional de familia.

- La crítica al sistema capitalista-patriarcal que vulnera, discrimina y violenta históricamente a las mujeres.

- La reivindicación de servicios públicos de calidad que den soporte a la educación, sanidad y cuidados de personas dependientes.

- La lucha contra todo tipo de violencia sexista, incluyendo la homofobia, lesbofobia y tranfobia, así como la violencia de pareja hacia las mujeres.

- El reconocimiento de las discriminaciones múltiples que sufren algunas personas por su sexo, discapacidad, país de origen, edad, orientación sexual, clase social, etc.

Las acciones personales y/o políticas que llevan a las mujeres a adoptar comportamientos en su vida reproductiva contra su voluntad, violan el derecho a su dignidad, tengan éstas la edad que tengan.

Tags: