Diez días después del anuncio de ETA de poner fin a la tregua, elkarri ofrece su valoración y comunica sus criterios de actuación.

La decisión de ETA de poner fin a la tregua sume el proceso en su más grave crisis. Esta organización debe reconsiderar su decisión por múltiples razones, también por respeto a la voluntad de Euskal Herrria. Durante estas intensas jornadas nuestra sociedad ha emitido un mensaje nítido: no está dispuesta a volver atrás ni a repetir lo que no funciona. Este mensaje tiene tres destinatarios:

—a ETA: esta sociedad rechaza un futuro condicionado por la violencia porque repudia moral y políticamente esta posibilidad y porque es una estrategia del pasado de nefastas y conocidas consecuencias.
—al Gobierno español: esta sociedad no quiere rescatar viejas estrategias de aislamiento social y político, tan experimentadas como fallidas, y cuyo resultado fue el enquistamiento de los problemas.
—al conjunto de fuerzas sociales, sindicales y políticas para invitarles a realizar el máximo esfuerzo democrático para reestablecer la tregua y consolidar el proceso.

Elkarri ha interpretado de esta manera lo ocurrido estos días. Valgan como datos la respuesta a la convocatoria de movilización del Lehendakari o los resultados de las últimas encuestas conocidas. Un amplio, plural y mayoritario espacio sociopolítico se manifiesta en este momento para delimitar el marco en el que afrontar el futuro, las soluciones políticas y el proceso de paz. Lo podríamos resumir en una sola frase: «ni violencia, ni estrategias de aislamiento; diálogo sin exclusiones, acuerdo y respeto a la voluntad social mayoritaria».

Esta frase sintetiza el diagnóstico de situación que hace elkarri y es la base de su actuación. Siempre lo ha sido, pero ahora con más motivo y con determinación definitiva. La expresión «no hay vuelta atrás» está plenamente justificada. Pretender rescatar estrategias de violencia o de aislamiento, constituye una negación de la realidad, representan un pasado agotado. El diálogo sin exclusiones, la búsqueda del acuerdo y el respeto a la voluntad social mayoritaria son el futuro. Este análisis lleva a elkarri a reafirmar su actuación sobre las siguientes bases:

1. La misión de elkarri y su modelo de proceso queda sintetizada en la formulación «ni violencia, ni estrategias de aislamiento, diálogo sin exclusiones, acuerdo y respeto a la voluntad social».

2. El contenido de la Declaración de Lizarra no propone un modelo soberanista o nacionalista. Ofrece una metodología democrática para resolver el conflicto político. Siendo conscientes de que no existe una única verdad metodológica y de que ésta es mejorable con las aportaciones de quienes no están dentro del Foro de Lizarra-Garazi, elkarri seguirá colaborando con esta propuesta. En la historia reciente esta es la vía que más nos ha acercado a la solución.

3. No es competencia de elkarri adherirse a un modelo de país, ya sea soberanista o estatalista. Siempre que se pretenda alcanzar por medios exclusivamente democráticos, tan lícito es uno como otro. Más aún, una mayor concrección de los diferentes proyectos estrátegicos facilitará el proceso de normalización política. El empeño por censurar la legitimidad de cualquiera de ellos no es de recibo democrático y merece nuestra denuncia.

4. Luchar por la no violencia, el diálogo y el acuerdo sí es competencia de elkarri. Nuestro objetivo es lograr la paz y promover un consenso elemental sobre las reglas del juego político que no deje fuera a nadie. La pluralidad de opciones y modelos de país debe poderse confrontar en libertad e igualdad de condiciones, compartiendo un acuerdo básico sobre los marcos y procedimientos de decisión. Este es el logro del proceso de paz de Irlanda: garantía de pluralidad y reglas de juego comunes.

5. La creación de un foro de diálogo con mesas de partidos coordinadas, al menos, en Iruñea-Pamplona y Gasteiz-Vitoria es una propuesta prioritaria y central de elkarri. Su inexistencia explica en buena medida el bloqueo político de estos 14 meses. Su existencia, en cambio, ha sido motor del proceso irlandés. Esta propuesta es la mejor síntesis del sentido de la Declaración de Lizarra. Además, es un mecanismo de prevención ante los riesgos de quiebra social o frentismo. El proyecto del Lehendakari en este sentido, la mesa de partidos en el Parlamento de Navarra y el deseo social de confluencia manifestado en las movilizaciones del pasado viernes constituyen una base más que suficiente para apoyar decididamente este proyecto.

6. Este proceso requiere un compromiso de no violencia por parte de ETA. Esta será una demanda permanente de este movimiento social. Requiere también un cambio de actitud por parte del Gobierno español. Esperamos y reivindicaremos su «Declaración de la Moncloa» expresando el respeto a lo que todos los partidos políticos de la CAV y de Navarra y sus ciudadanos acuerden libre y democráticamente. Le instamos también a poner fin de inmediato a la política penitenciaria de dispersión.

7. elkarri continuará difundiendo y ejerciendo una cultura de conciliación en la base de la sociedad. Este objetivo lo desarrollaremos mediante proyectos propios y en colaboración con Gesto por la Paz y otros agentes que se sumen a esta tarea. Trabajaremos también por impulsar la participación de la sociedad.

Donostia, 7 de diciembre de 1999 elkarri movimiento social por el diálogo y el acuerdo