Producir energía limpia; apostar por las renovables; frenar la dependencia de las importaciones energéticas, limitar el efecto invernadero... son objetivos a los que es difícil oponerse. Pero en 1996, el último año en el que hay datos confirmados de los Quince, sólo el 5% de la energía total consumida en la Unión Europea respondía a estos criterios ecológicos. La UE defiende duplicar en cada país el peso de las renovables y llegar, en el 2010, a una media del 12% para los Quince.
Las
energías renovables podrían solucionar muchos de los problemas
ambientales, como el cambio climático, los residuos radiactivos,
las lluvias ácidas y la contaminación atmosférica.
Las energías renovables podrían cubrir un tercio del consumo
de electricidad y reducir las emisiones de dióxido de carbono en
un 20% para el año 2.005. Pero para ello es necesario invertir unos
90.000 millones de pesetas anuales, de los que 20.000 serían fondos
públicos.
Las energías
renovables cubrieron en 1996 el 7,2% por ciento del consumo energético
español (1.996 fue un buen año hidráulico, lo que
explica tal porcentaje excepcionalmente alto). En 1996 había instalados
en España 320 mil metros cuadrados de colectores solares (produjeron
en 1996 el equivalente a 25,3 ktep), 6,9 MWp de módulos fotovoltaicos
con una producción en 1.996 de 12,2 GWh, numerosos aerogeneradores
eólicos con una potencia global de 211
MW (316,6 GWh en 1996), varios cientos de centrales hidroeléctricas
con una potencia de 17.332 megavatios (41.619 GWh en 1996) y una decena
de instalaciones geotérmicas con una producción de sólo
3.400 tep en 1.996.
España aspira (oficialmente) a que en 10 años el 12% de la energía sea renovable.
Cada kilovatio solar recibirá una bonificación de 60 pesetas
Los productores de energías renovables no dependerán de la voluntad de las compañías eléctricas para vender sus excedentes. Un decreto publicado el 30 de diciembre regula esa venta, que bonifica con 60 pesetas el kilovatio de energía solar. El efecto del decreto no se conocerá hasta que se apruebe su reglamento, pero el Gobierno confía en que, para el año 2010, el 12% de la energía sea de fuentes renovables. El Gobierno ha tardado más de un año en trasladar a las energías renovables los efectos de la Ley Eléctrica, que establecía el régimen de libre competencia en el sector. Un decreto aprobado por el último Consejo de Ministros de 1998 regula los mecanismos e incentivos que hagan posible para el año 2010 que las energías no contaminantes y sostenibles puedan aportar el 12% del consumo nacional. Ahora apenas alcanzan el 7%.
EFICIENCIA ENERGÉTICA.
Estas
cuatro bombillas fluorescentes juntas consumen aproximadamente la misma
cantidad de energía que una sola bombilla incandescente convencional
de 70W. Las bombillas eficientes proporcionan la misma iluminación,
pero en el transcurso de su vida útil evitan la emisión de
casi una tonelada entera de dióxido de carbono a la atmósfera.
(Roger Ressmeyer, Starlight/S?L)
Los edificios también
desperdician energía a chorros. Esta termografia muestra la pérdida
de calor de un edificio de oficinas. Los diferentes colores indican las
diferentes temperaturas, variando del azul (frío) al blanco (caliente).
(Williams y Metcalf/SPL). Derecha: Esta termografía muestra la distribución
del calor sobre la superficie externa de una casa. La mayor pérdida
de calor se produce a través de las ventanas con un solo cristal.
Las áreas rojas en el techo indican cierta pérdida de calor.
(Agema Infrared Systems/SPL)
El
colector solar plano es la aplicación más común de
la energía térmica del sol. Países como Japón,
Israel, Chipre o Grecia han instalado varios millones de unidades, si bien
el momento actual de bajos precios del petróleo no es precisamente
el más favorable.
Cada metro cuadrado de colector puede producir
anualmente una cantidad de energía equivalente a cien kilogramos
de petróleo.
NORTE
/ SUR. La energía solar no sólo
es
un recurso poderoso sino también flexible. En Odeillo, en los Pirineos
Franceses, un horno solar (arriba) utiliza 600 grandes espejos para concentrar
los rayos del sol, logrando temperaturas de más de 3.000 grados
C. (CNRS/SPL).
A menor escala,
la energía solar puede satisfacerlas necesidades de cocina y calefacción,
donde se está utilizando energía solar para hervir
agua en un pueblo del noroeste del Tibet. (Peter Ryan/SPL)
Las
aplicaciones más extendidas son la generación de agua caliente
para hogares, piscinas, hospitales, hoteles y procesos industriales, y
la calefacción, empleos en los que se requiere calor a bajas temperaturas
y que pueden llegar a representar más de una décima parte
del consumo. A diferencia de las tecnologías convencionales para
calentar el agua, las inversiones iniciales son elevadas y requieren un
periodo de amortización comprendido entre 5 y 7 años, si
bien, como es fácil deducir, el combustible es gratuito y los gastos
de mantenimiento son bajos.
Un objetivo voluntarista, pero posible
de alcanzar, sería tener instalados para el año 2.005 un
total de 3.230.000 m2 de colectores solares. Tal cifra permitiría
ahorrar 210 Ktep de otros combustibles. La inversión necesaria para
alcanzar tal objetivo asciende a 150.000 Mpta, de los que 20.000 Mpta deberían
de ser ayudas de la Administración. Alcanzar tal cifra implica un
apoyo decidido de la Administración, y la obligación de instalar
colectores solares planos en las viviendas de nueva construcción,
con el fin de cubrir entre el 50 y el 75 % de las necesidades de ACS en
las nuevas viviendas.
CENTRALES TÉRMICAS SOLARES
Uno de los complejos de energía
sol de Luz International, en el desierto Mojave, California. En total,
las instalaciones cubren más de 750 hectáreas y generan 354
megavatios de electricidad, lo que es suficiente para abastecer 170.000
hogares. Los espejos curvos siguen la trayectoria del sol, concentrando
su luz en unos tubos que contienen un aceite sintético que se calienta
hasta casi 400 grados centígrados. El calor se usa para producir
vapor, que genera electricidad a través una turbina. (Hank MorganISPL)
Energía solar fotovoltáica
CÉLULA
SOLAR. Algunas células solares funcionan en base a una plaqueta
delgada de silicio monocristalino, que ha sido tratada para poder convertir
la luz del sol en corriente eléctrica. El silicio se obtiene de
la arena ordinaria. Dada la eficiencia de la célula solar y la duración
de su vida útil, se calcula que una tonelada de arena puede generar
la misma cantidad de electricidad que se produce quemando más de
medio millón de toneladas de carbón. (Philippe Ilailly/SPL)
La
producción de electricidad a partir de células fotovoltaicas
en 1.997 es aún seis veces más cara que la obtenida en centrales
de carbón, pero hace tan sólo una década era dieciocho
veces más, lo que permite que el empleo de células fotovoltaicas
para producir electricidad en lugares alejados de las redes de distribución
ya compita con las alternativas existentes, como generadores eléctricos
a partir del petróleo. En los próximos 5 años se espera
reducir el coste del kWh a 12 centavos de dólar, a 10 para antes
del año 2.010 y a 4 centavos para el 2.030. A lo largo de toda la
década el mercado fotovoltaico creció a ritmos anuales superiores
al 40%; entre 1.971 y 1.996 se han instalado en el mundo 700 megavatios
de células fotovoltaicas.
La superficie
ocupada no plantea problemas. En el área mediterránea se
podrían producir 90 millones de kWh anuales por kilómetro
cuadrado de superficie cubierta de células fotovoltaicas, y antes
del año 2.005, con los rendimientos previstos, se alcanzarán
los 150 millones de kWh por km2. Un país como España podría
resolver todas sus necesidades de electricidad con apenas 900 km2, el 0,2%
de su territorio. Todas las necesidades energéticas mundiales se
podrían cubrir ocupando sólo unos 300.000 km2 con células
fotovoltaicas. Por lo que se refiere al almacenamiento, la producción
de hidrógeno por electrólisis y su posterior empleo para
producir electricidad u otros usos, puede ser una óptima solución.
Para el
año 2.005 se podrían llegar a alcanzar los 100 MWp, cifra
importante si se comparan con los 6,7 megavatios de 1.996, pero no descabellada,
dadas las claras perspectivas que se abren con las nuevas tecnologías.
Tal cifra irá destinada a la electrificación rural, a señalización
y comunicación, y a los usos agrícolas y ganaderos, aunque
deberían igualmente instalarse algunas centrales destinadas al suministro
a la red. En España, con una radiación solar diaria superior
en la casi totalidad del territorio a 4 kWh por metro cuadrado, el potencial
es inmenso. Sólo en los tejados de las viviendas españolas
se podrían producir anualmente 180 TWh, cifra superior al consumo
de 137 TWh en 1.993.
La energía solar fotovoltaica, es decir, los paneles solares para producción de electricidad tienen ahora un peso estadísticamente nulo entre las renovables y en el IDAE creen que deberán pasar bastantes años para que despegue. Dicen que es muy cara porque la tecnología no está suficientemente desarrollada para hacerla rentable. Greenpeace no está de acuerdo, José Luis García Ortega, experto en renovables de esta organización ecologista, asegura que "si el billón de pesetas que el Gobierno va a donar a las eléctricas se destinara a la solar fotovoltaica tendría un presente y futuro asegurado". Este grupo ecologista mantiene que el futuro de la solar fotovoltaica pasa porque el Ejecutivo, además de fijar el precio para su trasvase a la red (60 pesetas por kilovatio transferido), las exigencias de la reglamentación no sean disuasorias sino que la potencien. Las empresas que fabrican estos paneles confían en que esta nueva norma impulse considerablemente su industria.
AUTOMÓVIL SOLAR
El "Sunraycer" ganó la primera carrera internacional de
automóviles impulsados
por energía solar, que tuvo lugar en Australia en noviembre de 1.987.
Construido y financiado por General Motors, tardó cinco días
y medio en cubrir las 1.950 millas entre Darwin y Adelaide, con una velocidad
media de 66 km/h. Uno de los participantes de la carrera de 1991 marco
un nuevo record mundial de velocidad para automóviles solares, alcanzando
135 km/h. (Peter Menzel/SPL)
Un objetivo viable sería llegar a producir 0,3 TWh fotovoltaicos en el año 2.005, fecha a partir de la cual la foto-voltaica debería experimentar un rápido desarrollo, para alcanzar los 32,5 TWh en el año 2.020. Para alcanzar tales objetivos se requerirán unas inversiones importantes, pero posibles: 104.000 Mpta entre 1998 y el año 2.005, 13.000 millones de Pta anuales, al objeto de superar las actuales barreras tecnológicas y de economías de escala.
Hidráulica
AGUA.
Hay una gran variedad de formas de generar energía por medio de
agua en movimiento. Este prototipo de una central maremotriz fue construido
en la isla de Islay, Escocia, sobre un barranco que encierra una columna
de agua marina. A medida que el mar sube y baja, hace pasar el aire a través
de una turbina, accionando un generador eléctrico. (Martin Bond/SPL)
Los sistemas maremotrices podrían abastecer casi tres cuartas partes
de las necesidades energéticas actuales de la Comunidad Europea.
Las posibilidades para las mini-centrales hidroeléctricas son también
significativas. En China hay más de 60.000 de estas centrales en
funcionamiento, lo que es sólo una quinta parte del potencial hidroeléctrico
total. En los EEUU, si las 67.000 presas existentes, la mayoría
de ellas construidas para controlar inundaciones, fueran utilizadas para
producir electricidad, seria posible
abastecer a varios millones
de hogares.
EnEspaña el potencial adicional técnicamente desarrollable podría duplicar la producción actual, alcanzando los 65 TWh anuales, aunque los costes ambientales y sociales serían desproporcionados. La propuesta no considera la construcción de ninguna nueva gran central, centrando los esfuerzos en la rehabilitación de las minicentrales cerradas, mejora de las existentes y aprovechamiento hidroeléctrico de los embalses que carecen de él. Tales acciones permitirían incrementar la producción anual en 3 ó 4 TWh, sin ningún impacto ambiental adicional hasta alcanzar los 35 TWh en un año medio (ni muy seco ni especialmente lluvioso). Las inversiones necesarias ascienden a 200.000 Mpta.
Energía eólica
La
conversión de la energía del viento en electricidad se realiza
por medio de aerogeneradores,
con tamaños, que abarcan desde algunos vatios, hasta los 4.000 kilovatios
(4 MW). Actualmente la capacidad instalada asciende a 7.000 MW, equivalente
a siete grandes centrales nucleares.
En 1.997
ya es competitiva la producción de electricidad con generadores
eólicos de 600 kW y en lugares donde la velocidad media del viento
supera los 7 metros por segundo. Se espera que dentro de unos pocos años
también las máquinas grandes (entre 1 y 2 MW) lleguen a ser
rentables. La energía eólica no contamina y su impacto ambiental
es muy pequeño comparado con otras fuentes energéticas. De
ahí la necesidad de acelerar su implantación en todas las
localizaciones favorables, aunque procurando reducir las posibles repercusiones
negativas, especialmente en las aves, en algunas localizaciones. Las mejores
zonas eólicas en España son las siguientes: Islas Canarias,
Zona del Estrecho, costa Gallega y valle del Ebro.
Alcanzar los 2.500 MW en el año 2.005 es un objetivo ambicioso,
pero factible técnica y económicamente, dadas las ventajas
de la energía eólica: reducido impacto ambiental, recurso
renovable, independencia de las importaciones e impacto positivo en la
generación de empleo. Se debe desarrollar una industria capaz de
producir en serie y a costes competitivos. Las inversiones totales para
el periodo 1.998-2.005 ascienden a 300.000 Mpta, cantidad equivalente o
inferior al de una central nuclear de 1.000 MWe. Los costes de la eólica
son ya casi competitivos con los de las energías convencionales:
150.000 PTA el KW instalado y 9 PTA el kWh.
En el año
2.005 sería factible producir en España 6,3 TWh, y en el
año 2.020 se podrían alcanzar los 25 TWh. La meta a alcanzar
es instalar 10.000 MW eólicos en el año 2.020. Para el año
2.030 la EWEA ha propuesto instalar un total de 100.000 MW en la Unión
Europea.
La consultora BTM Consulting APS pronostica que en Europa se pasará de los 4.794 megawatios ahora instalados a unos 12.500 en el 2002, casi el triple en sólo tres años. Este aumento obedece, según esta consultora, a motivos medioambientales, pero en otras zonas del planeta, como China o el norte de África, también hay apuestas por la eólica como generador de energía a falta de una red aceptable de suministro eléctrico.
La
energía eólica aglutina el protagonismo de un espectacular
crecimiento en los últimos años acompañado de un interés
también creciente por parte de empresas y comunidades autónomas.
En instalaciones para
parques eólicos se han invertido, en 1998, casi 80.000 millones
de pesetas, el doble que en 1997 y más que en los doce anteriores,
es decir; desde que empezaron a levantarse molinos de viento en 1986. Según
el Instituto para la Diversificación y Ahorro Energético
(IDAE), hay medio millar de empresas involucradas en este sector.
Alemania es el gran
líder en energía eólica: diseñan los parques
con cuidado para no tener problemas con los grupos ecologistas locales,
pagan una prima de unas 20 pesetas por el kilovatio de eólica transferido
a la red, aquí ese precio es de 11 pesetas, y hay empresas interesadas
en seguir avanzando.
Greenpeace asegura que
las compañías eléctricas se resistieron en los primeros
años al desarrollo de la eólica pero después,"cuando
han visto que es un negocio, se han apuntado al carro". El parque eólico
de Tarifa, por ejemplo, exigió una inversión de 6.000 millones
de pesetas y ahora factura mil millones de pesetas al año.
Energía geotérmica
El potencial geotérmico español es de 600 Ktep anuales, según una estimación muy conservadora del Instituto Geológico y Minero de España. Para el año 2.005 se pretende llegar a las 100 Ktep, lo que requerirá unas inversiones de 40.000 Mpta. Los usos serían calefacción, agua caliente sanitaria e invernaderos, no contemplándose la producción de electricidad.
Biomasa
BIOMASA. La biomasa - la vegetación empleada para energía
- puede llegar a ser uno de los combustibles más importantes en
el futuro. En los próximos veinte años podría suministrar
un octavo del presupuesto energético mundial. Una gran variedad
de desechos agrícolas y madereros y de cultivos energéticos,
simbolizados por el campo de maíz (fondo: Alex Bartel/SPL) pueden
transformarse para suministrar una gama de combustibles para el transporte,
o pueden ser quemados para generar electrici dad. Un ejemplo de esto es
la conversión de las astillas de madera en un gas rico en metano.
(Izquierda: US Dept. of Energy/SPL) Al igual que los combustibles fósiles,
este gas puede quemarse en centrales eléctricas efi cientes que
maximicen el contenido energético del combustible, generando electricidad
al mismo tiempo que utilizan el calor sobrante.
La
utilización de la biomasa es tan antigua como el descubrimiento
y el empleo del fuego para calentarse y preparar alimentos, utilizando
la leña. Aún hoy, la biomasa es la principal fuente de energía
para usos domésticos empleada por más de 2.500 millones de
personas en el Tercer Mundo.
La combustión de la biomasa es contaminante.
En el caso de la incineración de basuras, tal y como se viene haciendo
con los residuos urbanos en la mayoría de las ciudades europeas
y norteamericanas, la combustión emite a la atmósfera contaminantes,
algunos de ellos cancerígenos, como las dioxinas. El reciclaje y
la reutilización de los residuos permitirá mejorar el medio
ambiente, ahorrando importantes cantidades de energía y de materias
primas, a la vez que se trata de suprimir la generación de residuos
tóxicos y de reducir los envases.
En España actualmente el potencial energético de la biomasa
asciende a 37 Mtep, pero tal cifra incluye 19,6 Mtep de cultivos energéticos
y 3,8 Mtep de residuos forestales y agrícolas. La producción
de biocombustibles y un uso energético excesivo de los residuos
forestales y agrícolas no es deseable, dadas sus repercusiones sobre
la diversidad biológica, los suelos y el ciclo hidrológico,
sin olvidar que lo más importante es producir alimentos, y no biocombustibles
para los automóviles privados. El objetivo de alcanzar las 4,2Mtep
en el 2.005 en la práctica supone duplicar el consumo oficial de
biomasa. La obtención de biogás en digestores a partir de
residuos ganaderos reducirá las emisiones de metano, y debe ser
promocionada, con el fin de reducir la contaminación, obtener fertilizantes
y producir energía.
España será uno de los países más perjudicados
por el cambio climático: para el año 2.050, según
el Hadley Center, habrá un aumento general de las temperaturas (unos
2,5 grados centígrados), más acusado en los veranos, las
precipitaciones se reducirán en un 10 por ciento y la humedad del
suelo en un 30 por ciento, y la práctica totalidad de los 3.000
kilómetros de playas desaparecerán, debido a la elevación
del nivel del mar y a procesos erosivos. El cambio climático supondrá
más incendios forestales, más erosión y desertificación,
y más sequías, inundaciones y fenómenos tormentosos
en el área mediterránea, como la llamada gota fría.
La producción agrícola
disminuirá sensiblemente, al igual que la producción hidroeléctrica,
y nuestra principal industria, el turismo de sol y playa, se verá
seriamente afectado, tanto por la desaparición de playas como por
el aumento de las temperaturas en los países emisores. Todas las
poblaciones costeras se verán afectadas por la subida del nivel
del mar. Numerosas especies de fauna y flora podrían desaparecer.
Dadas las consecuencias del cambio
climático en España, cabría esperar una política
beligerante por parte de la Administración. Y sin embargo ésta
deja traslucir la mayor de las indiferencias, cuando no el más trasnochado
desarrollismo, reclamando el derecho a contaminar más (un aumento
del 17% entre 1.990 y el 2.010). Si todos los países asumiesen los
argumentos defendidos por el gobierno español, las emisiones mundiales
de gases de invernadero habrían de crecer en un 65 por ciento para
el año 2.000.
El objetivo del gobierno español para las emisiones de CO2, según
las últimas proyecciones, es aumentarlas en un 14% para el año
2.000 (258.247 miles de toneladas, kt) respecto a 1.990 (226.422 kt), y
en un 24,74% para el 2.010 (282.440 kt) respecto a 1.990. Entre 1.990 y
el 2.010 las proyecciones del gobierno, por sectores y para el CO2 de origen
energético, son las siguientes: disminuirán un 3% en la industria,
crecerán un 73% en los transportes, aumentarán un 42% en
servicios y usos domésticos y sólo un 5% en el sector transformador
de la energía (por la sustitución de carbón por gas
natural). Las emisiones de CO2 de origen no energético en principio
no se espera que aumenten, pero se carece de todo tipo de proyecciones.
El gobierno proyecta para el conjunto
de los gases de invernadero (CO2, CH4 y N2O) un aumento del 11,78% para
el 2.000, y del 20,10% para el 2.010, en equivalente de dióxido
de carbono, según los potenciales de calentamiento global a 100
años. La diferencia entre el 20,1% para el 2.010 y el 17% de incremento,
en el marco del acuerdo del Consejo de Ministros de la UE de marzo de 1.997,
significa el esfuerzo adicional que está dispuesto a hacer el gobierno
español.
Gaia Diciembre 1997
Un Libro Blanco para las energías renovables.
El principal objetivo del Libro Blanco es duplicar la aportación de las energías renovables, de forma que en el año 2010 el 12% de la energía que se consuma en la UE proceda de fuentes renovables, frente al actual 6%. Es la primera vez que se establece un objetivo de estas características, que obligue a una aportación concreta de las renovables, más allá de los tradicionales buenos deseos de hacer "lo que se pueda". Además, en España ese compromiso está explícitamente recogido en la Ley del Sector Eléctrico.
El plan de acción del Libro Blanco tiene también otros objetivos esenciales:
• Eliminación de 402 millones de toneladas
de emisiones de CO2 al año mediante el uso de energías renovables.
• Aumentar en más de 100 veces la capacidad
solar fotovoltaica instalada.
• Aumentar en 20 veces la capacidad de producción
eólica.
• Aumentar en 15 veces la capacidad de producción
solar térmica.
• Triplicar la energía producida a partir
de biomasa.
Se estima que para realizar este plan se requerirá una inversión neta de 6.800 millones de ECUs, que es mucho dinero, pero que es menos de la mitad de los subsidios concedidos en Europa al uso de combustibles fósiles y a la generación nuclear.
Para acelerar la ejecución del plan, se han identificado cuatro acciones clave, que forman la llamada "Campaña para el despegue":
* Un millón de sistemas fotovoltaicos, la mitad para instalar en los países de la Unión (tejados y fachadas solares conectados a la red eléctrica) y la otra mitad para países en desarrollo (sistemas autónomos). En España nos corresponderían proporcionalmente cerca de 50.000 tejados solares, pero para conseguirlo será necesario eliminar las fuertes barreras políticas que obstaculizan la conexión a la red de sistemas fotovoltaicos.
* 10.000 MW de energía eólica, incluyendo parques mar adentro.
* Integración de fuentes de energía renovable en 100 comunidades, regiones, ciudades o islas, con el objetivo de obtener un 100% de su suministro energético a partir de renovables.
Un aspecto muy destacable del plan es la creación de empleo:esta estrategia aseguraría más de un millón de nuevos puestos de trabajo en la Unión Europea. Y es que, según cifras de British Petroleum (BP) y Shell, para una misma inversión, la fabricación de equipos solares fotovoltaicos genera seis veces más empleo que el petróleo.
El primer paso está dado. Pero ahora corresponde a los gobiernos llevarlo a cabo: algo que en nuestro caso debemos exigir al Ministerio de Industria y Energía y al de Medio Ambiente, así como a los organismos responsables de las comunidades autónomas.
¡Las energías renovables son la única alternativa a largo plazo al cambio climático!
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