La cadena de supermercados MERCADONA comercializa productos israelíes. Las patatas LZR variedad VIVALDI y DESIREE han sido cultivadas en Israel y posteriormente importadas por Almacenes Lázaro S.L. situado en El Puig (Valencia).

Mientras Israel prosiga la ocupación de Cisjordania y de los Altos del Golán, mientras el estado sionista continúe asfixiando la Franja de Gaza, mientras millones de palestinos/as vivan en campos de refugiados o estén en el exilio, mientras la Unión Europea mantenga el Acuerdo de Asociación con el Estado de Israel, BOICOTEA LOS PRODUCTOS ISRAELÍES. NO COMPRES PATATAS LZR y PÍDELE A MERCADONA QUE CESE SU VENTA.

Cómo hacerlo:

1. Entrando en la página web de Mercadona www.mercadona.es/corp/esp-html/atencion.html y solicitando por escrito que interrumpan la venta de productos israelíes. A continuación te proponemos un modelo de carta:

2. Llamando al número de atención al cliente 900 500 103 y pidiendo a la empresa MERCADONA que no colabore con la ocupación de Palestina y que no comercialice productos israelíes.

¿Por qué te pedimos que boicotees a Israel?

El boicot es necesario. Es una herramienta pacífica de la sociedad civil para hacer presión sobre el Estado de Israel hasta que respete el Derecho Internacional y cumpla las resoluciones de las Naciones Unidas y de la Corte Internacional de Justicia.

Te recordamos que el 9 de julio de 2004, la Corte Internacional de Justicia de La Haya dictaminó que el muro que el estado de Israel levanta en los territorios palestinos ocupados es contrario al Derecho Internacional y además recuerda que “todos los Estados se encuentran bajo la obligación de no reconocer la situación ilegal resultante de la construcción del muro y de no prestar ayuda ni asistencia para el mantenimiento de la situación creada por dicha construcción. Todos los estados parte de la Cuarta Convención de Ginebra, relativa al respeto del Personal Civil en Tiempo de Guerra, tienen a su vez la obligación a asegurarse del cumplimiento por parte de Israel del Derecho Internacional Humanitario”.

En este tiempo Israel ha hecho caso omiso de la Corte Internacional de Justicia y de las Naciones Unidas, y continúa la construcción del muro con el que pretende apropiarse el 46% de la Cisjordania ocupada. Por su parte, la Unión Europea no ha cancelado el Acuerdo de Asociación con el Estado de Israel, tal y como debería haber hecho siguiendo lo estipulado en el propio Acuerdo, e Israel continúa exportando sus productos a la UE dentro de un programa de comercio preferente.

La omisión interesada de los gobiernos europeos de obligar a Israel a que respete el Derecho Internacional, nos fuerza, como ciudadanos/as de a pie, a presionar al Estado de Israel dentro de nuestra capacidad. El boicot puede llegar a ser una manera efectiva de presionar, como ya ocurrió en el caso del Apartheid sudafricano. El boicot no está dirigido hacia ningún grupo religioso o étnico y es apoyado por judíos en todo el mundo, incluso israelíes.