Con el apoyo imprescindible del poder de los países occidentales y la aquiescencia del resto de líderes globales, Israel continúa implementando su política expansionista y excluyente. En consecuencia, Israel intenta fragmentar y debilitar la resistencia palestina, programa expresado brutalmente en la terrible masacre en Gaza el invierno pasado.

A pesar de la normalizada violencia israelí, los palestinos perseveran en su oposición a los muros, “zonas de separación” y checkpoints que les separan de su tierra y de su medio de vida, de sus familias y de la libertad. Paso a paso, el movimiento internacional anti-apartheid gana influencia y visibilidad. A través de la educación, protestas y boicot, se puede apoyar y motivar la resistencia palestina.

En solidaridad,