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07-07-99
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El pasado 15 de febrero, los gobiernos de Turquía, Estados Unidos, Israel y Grecia, perpetraron una operación ilegal que culminó con el secuestro del dirigente kurdo, Presidente del PKK, Abdullah Oçalan. Acción en la que se utilizaron los métodos más execrables como la presentación del secuestro en imágenes manipuladas, obligándole a hacer "declaraciones" bajo el efecto de las drogas que le habían suministrado. Fue un claro ejemplo de piratería internacional y un acto más a añadir a la larga lista de agresiones permanentes contra el Pueblo Kurdo. Otro episodio, "colateral" para los estrategas del terror y el imperialismo, fue el asesinato de manifestantes kurdos en Berlín, pocas horas después del secuestro de Oçalan, agentes del Estado de Israel, utilizaron el método represivo habitual que usan contra el Pueblo Palestino, los disparos indiscriminados. Una vez más la política internacional de Turquía e Israel coinciden, con el apoyo que les siguen prestando EE.UU. y la OTAN. Esta nueva coincidencia de los dos estados más violentos de la zona supone una amenaza y una agresión directas contra la paz regional de Oriente Medio y el mundo entero. El acoso contra Oçalan había empezado desde meses atrás. Transcurrido el tiempo ha quedado ratificado y perfectamente evidente la falta de autonomía de los gobiernos europeos cuando no la complicidad directa, como el caso de los gobiernos alemán, italiano, griego, y español, con los mandatos de EE.UU. El engaño y la cobardía han sido las características básicas de las declaraciones justificativas de los "responsables" políticos europeos en esta nueva traición al Pueblo Kurdo. En el caso del Gobierno español resulta vano e inútil buscar una postura digna y democrática que no sólo apoya y fomenta el tráfico de armas a Turquía, para ser utilizadas contra el Pueblo Kurdo, sino que utiliza todos los medios legales e ilegales para impedir la reunión de la Asamblea Kurda en el exilio en el País Vasco. Desde el martes, 29 de junio, que se hizo pública la sentencia a muerte por parte del Tribunal del estado turco que hacía la farsa de juzgar a Oçalan, estamos viendo y oyendo como todo el mundo suplica a Turquía que "no ejecute la condena a muerte a Oçalan". ¡Qué sensibilidad humana!, pero no paran las ventas de armas (sólo el último acuerdo entre el Estado español y Turquía contempla la entrega de 13.200 bombas para seguir matando desde los aviones turcos), que incumplen todos los acuerdos y los Códigos de Conductas europeos suscritos por el Gobierno español. Tampoco se avanza ninguna propuesta que ayude a dar una solución política que reconozca los derechos nacionales del Pueblo Kurdo, no se reconoce su derecho a la Autodeterminación como pueblo ni tampoco existe un Estado de Derecho en Turquía. Ahí están las más de 40.000 personas muertas, 3.000.000 de desplazadas, 10.000 personas presas políticas y 3.000 aldeas quemadas en Kurdistán. Es indispensable superar la lógica neocolonial para reafirmar el respeto a los derechos humanos como base de la convivencia entre los pueblos. Si no se da una respuesta satisfactoria a los derechos y aspiraciones nacionales del Pueblo Kurdo, será imposible la paz en esa región. La paz verdadera, la que hunde sus raíces en el reconocimiento recíproco entre los pueblos, en la democracia real y en la justicia social. Mientras tanto
hay que salvar la vida de Abdullah Oçalan. El "juicio" al que se
le ha sometido es una farsa del régimen militar-fascista de Turquía,
la sentencia a la pena capital un insulto a la razón y la inteligencia
humanas. Los ciudadanos y ciudadanas, así como las
organizaciones,
sindicatos y partidos políticos que defendemos los derechos humanos,
debemos unir fuerzas para conseguir la suspensión
inmediata de la
pena de muerte para Abdullah Oçalan, así como la venta de
armas a Turquía y obligar al Gobierno español a que impida
el
Este comunicado es propuesto para enviar a la prensa y a la embajada turca asi como al mininsterio de asuntos de exteriores. Embajada de
Turquía D. Gür Gür , embajador de Turquía
Ministerio
de Asuntos Exteriores: Sr. Abel Matutes
Plaza Provincia
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