Por María
Florencia Albarello
Observatorio de Conflictos,
Argentina
Introducción:
El contexto de surgimiento del "TOYOTISMO", es muy complejo
ya que Japón estaba atravesando un
período de posguerra y para poder salir adelante adecua un nuevo sistema
productivo o, dicho de otra manera, una forma de organizar a la producción y a
los trabajadores. Una nueva relación entre capital y trabajo.
Después de la Segunda Guerra Mundial la burguesía japonesa se
encontraba derrotada, en un período de extrema debilidad. Se libró una batalla
entre el movimiento obrero japonés y las fuerzas de ocupación militar del
imperialismo norteamericano. El crecimiento más rápido fue el de la Confederación de Sindicatos de Industria (Sambetsú),
dirigida por comunistas, que pasan de nada en el '45 a una organización de
1.600.000 a fines del '46. Una característica
de esta irrupción obrera de posguerra fue el control obrero sobre la
producción, con la creación espontánea de Comités de Taller; estos comités se
fueron uniendo hasta formar la Sambetsu.
Los propietarios y los dirigentes de las fábricas que habían acumulado enormes stock de materiales, cuyos
precios evaporan día a día, se rehusaban a
hacer funcionar sus fábricas; en estas empresas los trabajadores tomaron
el poder y volvieron ellos mismos a poner la producción en marcha, poniendo a
los directivos bajo su control. Aun allí donde no habían tomado las fábricas en sus manos, los trabajadores
crearon dentro de las firmas situaciones tales que podrían llevarlos fácilmente
al control de la producción.
El gobierno japonés, con el apoyo de su ocupante norteamericano, tomó
rápidamente una actitud dura en relación a estos alzamientos populares,
declarando ilegal el control de la producción. Los trabajadores tomaron
entonces la ofensiva, lanzando olas de huelgas en la industria. El conjunto del
movimiento obrero cierra las fábricas y prepara una huelga general de
naturaleza política. Este período de alza obrera no dura más de dos o tres
años. Con el comienzo de la guerra Fría y con la Revolución China, el gobierno
de ocupación de Estados Unidos cambia su política y decide utilizar a Japón y
al capitalismo japonés como la vanguardia en
la cruzada anticomunista y antirrevolucionaria en Asia. El puntapié
inicial fue quebrar la huelga general convocada para el 1 de febrero de 1947.
La guerra de Corea estalló en 1950, ésta se recordaría más tarde como
un don del cielo para Japón, ya que Estados Unidos realizó una inversión muy fuerte de capital para reabrir las
fábricas de armamentos. Con el estallido de esta guerra en Japón comienza la
innovación tecnológica en la siderurgia.
El capitalismo japonés, en otro tiempo jaqueado por la lucha de clases,
adquiere nueva vida debido a la guerra de Corea. Durante este período previo a la democracia de posguerra se
desarrollo un movimiento obrero politizado, que llegó a la confrontación con el
poder político de la ocupación de Estados Unidos y sus auxiliares japoneses.
Este movimiento se caracterizó desde
sus comienzos por una fuerte espontaneidad de los trabajadores a nivel de base.
Japón recobra su independencia el 28 de abril de 1952. Se admite que en
1955 la democracia de posguerra se impone como sistema estable de dominación
interior de Japón.
Muto Ichiyo señala que para la década del '60 se da un periodo de
crecimiento rápido con la derrota de dos grandes luchas y el anuncio del
"programa de duplicación de las ganancias".
La experiencia Toyota:
El sistema Toyota tuvo su origen en la necesidad particular en que se encontró Japón de
producir pequeñas cantidades de muchos modelos de productos; más tarde aquel
evolucionó para convertirse en un verdadero sistema de producción. A causa de
su origen, este sistema es fundamentalmente competitivo en la diversificación.
El sistema Toyota es muy elástico; se adapta bien a las condiciones de
diversificación más difíciles. Y así es porque fue concebido para ello. (Coriat
1995)
Para Ohno, ingeniero jefe de Toyota, la esencia del sistema -
determinado por su intención fundadora- consiste en concebir un algo adaptado a
la producción de volúmenes limitados de productos diferenciados y variados.
El objetivo es: "producir a bajos costos pequeñas cantidades de
productos variados". El espíritu Toyota es pensar en la diferencia, en la
variedad, no en la estandarización y la uniformidad.
Ohno insiste siempre en dos puntos. El método Toyota es la combinación
de dos principios o pilares. Estos son: La producción en el momento preciso y
la autoactivación de la producción. El resto es cuestión de técnicas y de
procedimientos de instauración.
"Autonomatización" y autoactivación.
El principio de la
autonomatización es en realidad un principio importado de la industria
textil. La empresa Toyota antes de la Segunda Guerra mundial era esencialmente
un fabricante de telares. En aquel entonces Tai Chi Ohno estaba empleado en la
división textil de Toyota.
Lo que Ohno denominará el
principio de autonomatización, neologismo forjado a partir de la contracción de las palabras autonomía
y automatización, es dotar de cierta autonomía
a las máquinas automáticas. A los dispositivos de organización que
conciernen a la ejecución del trabajo humano se los denomina procedimientos de
"autoactivación". Ohno no solo procede por "importación"
del principio de automatización, sino también por "extensión" del
concepto, al aplicarlo a situaciones de trabajo y de operaciones que no
movilizan necesariamente máquinas automáticas. El afán de evitar los desperdicios
y las fallas esta en el meollo de los dispositivos de organización.
El justo a tiempo y el método Kan-Ban.
Ohno indica que el "justo a tiempo" es el segundo gran pilar
del espíritu Toyota. El "justo a tiempo" es la producción justa en el
momento preciso.
Siempre en el contexto de los años cincuenta - marcado, por el doble
hecho del despido masivo y el incremento de los pedidos de guerra a Toyota- es
cuando nace verdaderamente el sistema de Kan-Ban.
Toyota decidió hacer frente a este crecimiento de la demanda sin
aumentar el personal. La única vía abierta era una racionalización del trabajo
basada en el mayor rendimiento.
El "sistema de supermercado" - modelo inspirador y arquetipo
del método Kan-Ban - se instauro verdaderamente en una de las fábricas de las
que Ohno era director. El principio fue aplicado así: el trabajador del puesto
de trabajo corriente abajo (tomado aquí como el "cliente") se
alimenta con unidades ("los productos comprados") en el puesto de
trabajo corriente arriba (el "estante") cuando lo necesita. En lo
sucesivo solo se pone en marcha la producción cuando hay que reponer las
unidades vendidas. De esta manera había
nacido el Kan-Ban, que en materia de administración de producción es la mayor innovación en la organización de la
segunda mitad de siglo.
Dos consecuencias de la utilización del Kan-Ban:
1.
El método Kan-Ban permitió descentralizar al menos una parte de las
tareas de planificación, tareas hasta entonces efectuadas por un departamento
especializado y confiar la responsabilidad de ellas a los jefes de equipo.
2.
Además permitió integrar las tareas de control de calidad de los
productos a las tareas de fabricación, cuando aquellas aún estaban
centralizadas en un departamento particular llamado en Toyota
"Departamento Central de Control de Calidad".
Ya hemos hablado de los pilares
básicos que Ohno postula, ahora veremos otras cuestiones como:
v
La "fábrica mínima".
Dentro de este primer descubrimiento lo que se puede observar es que
si hay existencias permanentes detrás
de estas hay un sobreequipo. Partiendo de las existencias y de los insumos
generados por la producción, indica y localiza las vías y los puntos de
aplicación en los que se puede obtener ganancias de productividad. Eliminando
las existencias se elimina también el exceso de personal y de equipo.
Ohno dice al respecto: ..."se considera que la reducción de
personal es un medio para realizar la reducción de costos, que sin duda es una
condición esencial para la supervivencia y el crecimiento de un negocio".
Esta fábrica mínima deberá ser una fábrica flexible, capaz de absorber
con un efectivo reducido las fluctuaciones de la demanda. Ohno ya no va a
buscar la gran productividad en gran serie, sino en la flexibilidad de trabajo,
en la asignación de las operaciones de fabricación, oponiéndose así a las
facilidades de la producción en serie con existencias en cada intervalo.
El segundo descubrimiento de Ohno está directamente relacionado con el
anterior y se obtiene por generalización del método de "gestión por las
existencias": se trata del método de administración "a ojo".
v
"La dirección a ojo". Dirigir con los Ojos, dice Ohno, es uno
de los fundamentos del método Toyota. El ingeniero japonés reanuda así una
antiquísima y tradicional preocupación de los amos de las fábricas: poder
ejercer en todo momento y de manera visual un control directo sobre los
empleados subordinados; no hay nada más rápido y directo que la mirada.
En suma, mediante la combinación del método de "gestión por las
existencias" y del de la "dirección
por los ojos", termina por formarse una fábrica "delgada",
transparente y flexible, en la que la delgadez esta garantizada y mantenida por
la transparencia, y la flexibilidad garantiza el mantenimiento de la delgadez.
Aquí se abre una vía particular de racionalización: las economías y las
ganancias de productividad se buscan constantemente en el interior más que en
extensión.
La fábrica ohniana se opone a la fábrica fordiana que, en contraste,
puede calificarse como una fábrica gorda, y cuya flexibilidad relativa se debe
precisamente a esa grasa permanentemente acumulada a lo largo de las líneas de
producción.
Relaciones laborables en la formación del sistema Toyota.
Lo primero que hay que entender es que las innovaciones tecnológicas y
la flexibilización[1] del sistema
de trabajo llevó a desintegrar la solidaridad obrera.
Como nos dice Muto Ichiyo el elemento central de este proceso de
automización de la clase obrera es la formación de lo que se llamó el
"mundo de la empresa", fenómeno crucial para la comprensión del
capitalismo japonés de posguerra.
El "mundo de la empresa" es una fórmula que sirvió para
trasladar la competencia interempresa a la competencia-rivalidad entre los
obreros. Por esta razón los obreros están forzados a compartir la suerte de la
empresa.
Para romper con las visiones occidentales, que atribuyen a la lealtad
de los trabajadores japoneses para con su patronal a una especie de sumisión
tradicional, no es otra cosa que el resultado de esta competencia-rivalidad,
altamente individualista. Tiene sus fundamentos en estímulos económicos que
nada tienen que ver con contradicciones culturales. Todo esto hizo que el
colectivismo obrero se derrumbe, pero no hay que dejar de decir que fue
necesaria la violenta represión para que esto suceda.
Por todas estas cuestiones que veníamos enumerando es que vamos a ver
que se produce un fuerte desgaste en lo que eran los sindicatos de industria.
Éstos terminan quedando como sindicatos de empresa, que funcionaran según
reglas y procedimientos nuevos, decretados por la patronal.
También se da un sindicalismo integrado: en el sentido que la
burocracia sindical de la empresa está constituida según las líneas jerárquicas
de la empresa. Podemos considerar que la actividad sindical se convirtió en uno
de los pasos que aseguraba la promoción de dirigentes dentro de la casa Toyota.
Se da una especie de sindicalismo cooperativo, en el sentido que las
reivindicaciones que formula el
sindicato integran en gran medida las presiones de rendimientos y rentabilidad
que la dirección de la empresa ha impuesto. No hay que perder de vista que si
se dio este sindicalismo cooperativo es porque, de algún modo, se vio capaz de
garantizar mejoras continuas y sustanciales en las condiciones de vida de los
asalariados.
En este período es cuando se establece de manera más clara el famoso
sistema de "empleo de por vida" y "salario a la
antigüedad".
"Empleo de por vida": por la situación particular de
posguerra antes mencionada, con una gran carencia de mano de obra especializada
y un bajo índice de desempleo. En condiciones de pleno empleo, trataron de
retener al trabajador por medio de la antigüedad, una prima al jubilarse y un
posible acceso a la vivienda propia.
Al respecto Muto Ichiyo nos dice que el "empleo de por vida"
fue un compromiso que firmó la patronal con los trabajadores de la Toyota a
cambio de que éstos aceptaran el despido de 1600 trabajadores. La patronal se
comprometía a no despedir hasta su jubilación si el trabajador aceptaba los
nuevos métodos de organización del trabajo que se desarrollan a partir del
Círculo de Calidad Total. Este método se extendió a toda la industria y abarca
al 30% de los trabajadores japoneses. De todas maneras este empleo de por vida
no impide que alguien sea despedido si la empresa así lo cree conveniente.[2]
El empleo de por vida nunca significó empleo de por vida, sino más bien un
retiro obligatorio a los 55 años.
Con respecto al salario por antigüedad, es un salario en que gran parte
de los incrementos se dan por la antigüedad activa. Los trabajadores debían
integrarse en los Círculos de Calidad, realizar cursos, obtener calificaciones
por su mérito, y entonces la antigüedad significaba un mayor salario relativo.
La patronal de esta forma ataba al obrero a su empresa, ya que si cambiaba de
compañía perdía la antigüedad, que le reportaba los mayores ingresos.
Los salarios se tornaron cada vez más individualizados, estaban más
sometidos a la capacidad del obrero y a su calificación por la gerencia de
personal. Cada empresa tenía su propia grilla salarial y no había escala de
salarios común a toda la industria.
Cuando hablábamos de un posible acceso a la vivienda nos referíamos a
un préstamo otorgado por una gran firma para adquirir una pequeña casa, con la
condición de que el trabajador lo devuelva con su indemnización de retiro,
cuando logra la edad de jubilación a los 55 años. Como podemos deducir, este
contrato esta ligando la suerte del obrero a la de la compañía, si él llegara a
renunciar, su indemnización sería mucho menor que la deuda contraída con la
empresa.
Las cuatro fases y momentos clave de la concepción del sistema Toyota
en una perspectiva cronológica.
Fase I (1947-1950): Importación a la Industria Automotriz de las
innovaciones técnico-organizativas heredadas de la experiencia textil. En este
período se realizan las primeras innovaciones que tienen por objeto introducir
la "autonomización" en la industria automotriz; la casa Toyota no
hace más que aprovechar el capital de conocimiento práctico adquirido en la
rama textil, esfera inicial de actividad de la sociedad. Estas innovaciones
requieren de una organización y una adaptación de las plantas, así como otro
modo de consumo de la fuerza de trabajo. Estas innovaciones, como ya hemos
dicho, suscitan una intensa actividad de resistencia por parte de los obreros
calificados japoneses.
Fase II: El impacto de los años 1949-1950 y su significación: aumentar
la producción sin aumentar los efectivos. En el transcurso de este breve
período se dan tres acontecimientos importantes.
v
1949: Se da una crisis financiera muy grave que lleva a la sociedad al
borde de la quiebra.
v
Se da una huelga de enorme importancia que termina con despido de 1600
empleados.
v
En 1950 se desencadena la guerra de Corea; la casa Toyota se encontraba
restringiendo la producción debido a que había despedido a gran parte de su
personal.
Esta situación de gran demanda de productos por la guerra de Corea es
lo que hace que se den grandes innovaciones, ya que la empresa se ve forzada a
buscar los medios para realizar la producción sin tener que recurrir a la
contratación de personal.
Fase III (Los años cincuenta): La importación a la fabricación
automotriz de las técnicas de gestión de existencias en los supermercados
estadounidenses: nacimiento del Kan-Ban. El fundador de la casa Toyota confió a
Ohno la siguiente reflexión: "lo ideal sería producir justo lo necesario y
hacerlo justo a tiempo", Ohno encontrará una especie de primera
realización en la observación del sistema de reabastecimiento de los supermercados,
técnica que hasta el momento era de gran importancia para el sector comercial.
La inteligencia de Ohno consistió en imaginar que podía trasplantar esta
innovación a la producción. Podemos decir que en 1962 la mayoría de los establecimientos Toyota se encontraban
funcionando bajo el método de Kan-Ban.
Fase IV: Extensión del método Kan-Ban a los subcontratistas. De 1962 a
después de 1973 el esfuerzo se dirige a los subcontratistas y abastecedores, al
tiempo que el sistema sufre numerosos desarrollos y perfeccionamientos
intermitentes. Hay que recordar que tras el impacto petrolero de 1973, Japón
enfrenta un período de crecimiento lento. Situación en la que el método Ohno
realiza maravillas ya que desde su origen se concibió para enfrentar situaciones
difíciles.
Reflexiones finales
A partir de 1970 Europa y Estados Unidos comienzan a utilizar un modelo
de organización que se ha denominado "Modelo de Producción Flexible o
Toyotismo". Este nuevo modelo es implementado porque se estaba dando un fuerte declive en la tasa de ganancia
del capital; tenemos que reconocer que
en Japón comprendieron 20 años antes que la producción debía ser más flexible.
En este momento es que se da la introducción de la robótica en la
producción. Las máquinas reemplazan no solo las capacidades físicas de los
obreros, sino también las intelectuales: las máquinas más tradicionales
empezaron a ser comandadas por otras más complejas, las computadoras. Una de
las ventajas de estas máquinas es que pueden ser reprogramadas y adaptadas a la
fabricación de nuevos productos o variaciones de los mismos. Los costos de
producción son cada vez menores y su vida útil también.
En el toyotismo el operario ya no esta aislado en su puesto de trabajo
sino que forma parte de un grupo cuyos miembros trabajan en perfecta
coordinación, entre sí y con los demás equipos, pues la labor de cada uno
depende de la de los demás. Si el
trabajo no esta hecho a tiempo y correctamente, se perjudica el trabajo de los
compañeros y el del equipo que continúa en el proceso de fabricación. Si falta
un obrero, sus compañeros de grupo o "celda flexible" se dividen las
tareas del ausente para cumplir con la meta de producción y no perjudicar a los
otros equipos. El trabajador de antes era responsable ante su supervisor, ahora lo es ante el grupo. Ahora debe estar
en condiciones de hacer las diferentes tareas que corresponden a su celda. Debe
también ser capaz de asimilar innovaciones tecnológicas e integrar
"Círculos de Calidad" en los
que se realizan reuniones periódicas para recoger opiniones sobre cómo hacer
ahorros y mejorar el trabajo.
Se flexibilizan los horarios y las licencias para acomodar a la
producción.
En síntesis, mediante la nueva organización industrial se intensifica
el ritmo de trabajo y aumenta la productividad. Se reduce el stock de piezas y de partes en espera a ser
ensambladas, ya que ahora se fabrica "justo a tiempo", es decir la
empresa compra lo justo y produce lo que se le demanda. Se eliminan las
interrupciones y se controla la calidad, evitando desperdicios.
La implementación en nuestro país hace que las relaciones laborales se
vuelvan más precarias, se firman contratos temporarios, de renovación
condicional. En algunos casos, los trabajadores contratados no pueden acceder a
los beneficios sociales; se rompe con la jornada de 8 horas y con el descanso
semanal; la empresa puede otorgar las vacaciones en cualquier época del año y
aún fragmentarlas. O sea que el trabajador ha dejado de ser esclavo de la
máquina para pasar a ser esclavo de la empresa. Se ve compelido a aceptarlo
porque ha vuelto la desocupación, ya que el progreso técnico y la nueva
organización han multiplicado su productividad. Estos dos factores (dejamos de
lado la transformación financiera que se ha dado en este período y que tiene
una importancia también decisiva) han colaborado para que los grupos económicos
crezcan desmesuradamente y se expandan por todo el planeta.
v
CORIAT, Benjamin: Pensar al revés. Trabajo y organización en la empresa
japonesa.
Siglo XXI, México, 1995.
v
MUTO ICHIYO, Lucha de clases e innovación tecnológica en Japón. Antídoto,
Bs. As., 1996.
v
HOLLOWAY, John: La rosa roja de Nissan. En Cuadernos del Sur N°
6, Bs. As., 1988.
v
http://www.monografias.com/trabajos/revoluciones/revoluciones.shtml