El Movimiento sionista y sus repercusiones en Palestina

Por Evangelina de los Ríos

Observatorio de Conflictos, Argentina

 

“La mayoría puede decidir quién es y quién no es extranjero en un país:

es una cuestión de poder, cómo lo es todo en las relaciones entre los pueblos” (1)

 

El Estado de Israel fue proclamado en mayo de 1948 fecha trascendental para el mundo, que marcaría no sólo el fin de un proceso que comenzó en las postrimerías del siglo XIX, sino también el recrudecimiento de un conflicto entre hebreos y árabes, conflicto que tendría como escenario y motivo de disputa a Palestina, y que se iniciara, mucho antes del ’48, con la llegada de judíos con el fin de colonizar la tierra.

Para comprender los orígenes de este conflicto, considero importante analizar el rol que jugó el movimiento sionista en la conquista y posterior constitución en Palestina de un “Estado judío”. Por lo cual se hará referencia al contexto en el que éste movimiento surge, partiendo de la premisa de que el sionismo nació en el seno de los movimientos nacionalistas que tuvieron su efervescencia en la segunda mitad del Siglo XIX. Se intentará dar respuesta a tres cuestiones, que serán a su vez líneas directrices de éste trabajo:

·        Cómo y bajo qué condiciones surgió el sionismo en el Siglo XIX.

·        Por qué fue Palestina el lugar elegido para establecer el Estado judío y de qué manera se llevó a cabo su colonización.

·        Cómo repercutió en Palestina la instalación de un Estado judío.

 

El surgimiento del sionismo

El mundo del Siglo XIX se ha caracterizado por dos cuestiones que han influido de manera decisiva a lo largo de todo el Siglo XX: el ascenso de la democracia y la aparición de un fenómeno tan significativo como es el Nacionalismo.

Para ser exactos, este nacionalismo cobró vigor hacia finales del Siglo XVIII, pero sólo en los últimos tres cuartos del Siglo XIX comienza su inserción en la política. Producto de esto, la identificación nacional se convierte en una fuerza política fomentando a su vez por la ampliación del estrato de participación. (2)

Los movimientos nacionalistas de la Europa de 1970 tenía como rasgos fundamentales la necesidad de conservación de su cultura, su religión y de su lengua, pero sobre todo el deseo de poseer un territorio propio dónde asentar su nación.

Dentro del término Sionismo se pueden hallar dos acepciones:

1.     el sionismo religioso o mesiánico que surge a partir de la Diáspora y que se extiende a la actualidad,

2.     el sionismo político y laico, que surge en el Siglo XIX y que tiene como meta establecer un Estado en Palestina.

Esta última acepción es la que me interesa. Los defensores del sionismo sostienen que fueron las circunstancias políticas y sociales del XIX en Europa las que llevaron o dieron impulso al movimiento, ya que los judíos se hallaban impedidos de participar en diversas esferas de la sociedad como la organización política, porque ésta era expresión de los dogmas cristianos. Los judíos estuvieron en peores situaciones que las que tenían en el Siglo XIX, por lo que esto no debe considerarse de enorme importancia, además el sionismo que surge en el Siglo XIX posee los rasgos característicos de los movimientos nacionalistas de la época.

No hay que ver en el sionismo un movimiento monolítico, sino que posee  diferentes corrientes y, la que mejor encuadra con los nacionalismos de la época, es la del “sionismo político”, cuyo principal representante es Teodoro Herzl. En “El Estado judío”, publicado en 1896, se da forma a los principales planteos del sionismo político y es llevada hasta el extremo la idea de reunificación del pueblo judío en un territorio, lo que se ha llamado el retorno a Sión, para crear allí un Estado que sea fundamentalmente judío. (3)

A lo que se intenta dar solución es a la “causa judía” (la imposibilidad de pensar una integración de los judíos en la sociedad y la necesidad de “una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra”) Ahora para Herzl:  “... no es una cuestión social, ni religiosa, aunque ella demuestre esto y otros tintes. Es una cuestión nacional, y para resolverlo debemos hacer de ella un problema de política internacional, que ha de ser liquidado en el Consejo de las Naciones civilizadas”. (4) Lo que se procura es obtener un documento político que apoye mundialmente el movimiento para la consecuente creación de Israel.

 

La colonización de Palestina

Herzl, en su intento de que sea reconocida internacionalmente la causa judía y la necesidad de un hogar propio reconocido y garantizado jurídicamente, convoca al Primer Congreso Sionista en Basilea. Allí es donde se crea, en 1897, la Organización Sionista, que sería la encargada de negociar en el escenario internacional. El interés de estos sionistas estaba puesto en conseguir que alguna potencia apoye sus intereses de crear una Nación judía en Palestina. Herzl, en sus “Discursos”, señala: “... el gobierno ruso está dispuesto a apoyar nuestras aspiraciones sobre Palestina, aprovechándose de su valimiento con Su Majestad el Sultán” (5), pero el mayor apoyo lo recibieron de otra potencia: “nuestro Congreso reconocerá el extraordinario impulso dado a nuestro movimiento por las negociaciones con el gobierno británico”. (6) Los lazos entre Gran Bretaña y el movimiento sionista se cristalizaron en la Declaración Balfour (1917) y, sobre todo en 1922, cuando la sociedad de Naciones le confía el mandato de Palestina a Gran Bretaña.

La Organización Sionista, a la muerte de Herzl, es quién va a redefinir el sionismo. Hasta el momento se movía en el plano internacional para lograr la creación de un Estado, este nuevo sionismo es más práctico y plantea “reforzar la presencia judía en Palestina para crear un estado de hecho”. (7) Roger Garaudy va a sostener que este sionismo estará guiado por una “doctrina colonial”, por lo que su objetivo será el de colonizar la región, iniciando así un proceso que culminaría con la instalación del Estado de Israel. (8)

La colonización tenía fines diversos: suponía, por un lado, que la mayoría de árabes existentes se transformaría en minoría; por otro lado, que la población judía poseería tierras que serían preferentemente las mejores, y además se traerían capitales para invertir en industrias que harían a judíos poderosos y los árabes dependientes. Ahora bien, Diner señala que el suelo no se adquirió para sacarle provecho, sino para disponer de él mas tarde como territorio estatal. Por lo cual, podemos reafirmar que la compra y colonización del suelo era el primer paso para la creación de un Estado judio de hecho. (9) Rodolfo Walsh sostiene que luego de la Segunda Guerra Mundial, y producto de la trascendencia que tuvo para el mundo el Holocausto judío, se dio un masivo apoyo y solidaridad hacia los judíos y se planteó como necesidad la creación del Estado judío en Palestina. En 1947, Gran Bretaña devuelve el mandato a las Naciones Unidas y ésta decide la partición de Palestina en dos estados: uno judío y otro árabe; los judíos tenían hasta ese momento en su poder sólo el 6% de las tierras y con el Estado de Israel pasaron a poseer el 60%. Pero dentro de éstas tierras había una clara presencia de población árabe, se volverá más tarde sobre este punto. (10)

 

La construcción de un mito como verdad

Foucault sostiene que solamente se ejercita el poder a través de la producción de una verdad, pero es necesario también que esa verdad  sea aceptada por otros como verdad. El movimiento sionista no sólo construyó una verdad, sino que a su vez contó con las estrategias que le permitieron construir un discurso con el cual fue posible legitimar sus pretensiones sobre Palestina y convertir al habitante de esa tierra en un ser inexistente y, luego, en enemigo.

¿Por qué fue Palestina el lugar elegido para asentar allí el estado de Israel? Herzl anuncia: “Palestina es nuestra inolvidable patria histórica.” (11) Los judíos reclamaron  derechos ancestrales sobre Palestina, sus discursos se hallan basados en los relatos bíblicos: Palestina era la tierra que Dios había dado a su pueblo, Israel; ésta era la “Tierra prometida”.

No sólo construyó derecho sobre una tierra, sino que desposeyó de derechos a los habitantes de Palestina negándoles existencia: “Desde hace un cuarto de siglo la política del Estado de Israel consiste en simular que los palestinos son jordanos, egipcios, sirios o libaneses que se han vuelto locos, que dicen que son palestinos. (12) La opción que se escogió fue la de hacer del palestino un ser invisible, bien reflejado queda esto reflejado en la frase de Golda Mair, “Palestino, no sé lo que es eso... ”. Esto puede entenderse más claro si lo comparamos con la frase: “una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra”; era condición necesaria negarle existencia al pueblo árabe. Sin embargo, los árabes existían y se resistían a dejar su tierra. A cada lucha, a cada resistencia se la interpreto como producto de un “terrorismo árabe”, ya que estos árabes eran por naturaleza violentos.

 

El Sionismo y las consecuencias de la política del Estado de Israel

El año 1948  no sólo marca el año de la creación del Estado de Israel sino también el comienzo de la guerra árabe-israelí, y el éxodo de los palestinos. Aunque en la partición de Palestina en dos estados: un estado árabe y uno judío, el estado de Israel recibió el 60% de las tierras no se conformó con esto, y siguió con su expansión. “El resultado fue la ocupación de Haifa, Jaffa, Beisan, Acre, el barrio residencial palestino de Jerusalén y otras poblaciones menores, así como la purificación de Galilea. Antes de que Ben Gurión proclamara el estado de Israel había ya 400.000 palestinos fugitivos.” (13)

El problema, que ha demostrado ser el lado más cruel del conflicto arabe-israelí, es el de los refugiados palestinos. En 1949, la Asamblea General de las Naciones Unidas crea la Agencia de Socorro y Trabajo de las Naciones Unidas (en inglés, U.N.R.W.W), ésta era la que proporcionaba servicios básicos como viviendas, atención sanitaria y educación. Eran en su mayoría estos refugiados campesinos expropiados, producto de la ocupación sionista. (14)

Los sionistas sostienen que el problema de los refugiados fue ocasionado por los propios líderes árabes, al no atacar la resolución de las Naciones Unidas de crear en Palestina dos estados. Ben Gurión sostuvo que los árabes no fueron expulsados, sino que se exiliaron por su propia decisión. (15) Lo cierto es que, en la concepción sionista, el Estado de Israel no podía pensar en integrar a los árabes, así sean éstos una minoría, la idea fue trasladar a la población palestina hacia otros estados árabes.

Los árabes no podían aceptar ser desposeídos de las tierras que habían ocupado desde siempre (16), por lo cual iniciaron, lo que pasó a llamarse La Revolución Palestina. Ella no es producto del “terrorismo árabe”, sino que representa la lucha de un pueblo por recuperar sus tierras y sus derechos. Esta Revolución daría la pauta a Ben Gurión, y también a líderes árabes, que los palestinos no aceptarían pacíficamente la instalación del estado judío. (17) Otro gran problema, que se suscitó al establecerse el estado de Israel, fue que los principios de democracia que se planteaban eran contradictorios con los postulados sionistas. Teóricamente, el estado debía ser de todos los ciudadanos, que debían tener iguales derechos. Sin embargo, el estado era concebido por los sionistas como un estado de judíos para judíos. Como marca Diner, esto también se debió a que la base de identidad del estado no era la de ser la “nación de Israel”, sino el ser judío. (18)

Por otro lado, y contra todos los pronósticos, esta instalación de un nacionalismo sionista ha llevado a la aparición de un nacionalismo palestino. “Es más patente que la experiencia común de colonización y conquista sionista es la que ha creado un nacionalismo palestino en el territorio...” (19)

 

Reflexión final

Hobsbawm sostiene que el “nacionalismo antecede a las naciones”. Las naciones no construyen estados y nacionalidades sino que ocurre al revés. (20) Esto es claro en el caso del sionismo. Es el movimiento sionista un movimiento nacionalista que tiene como fin constituir una “nación judía”. Sin embargo, y pese a que el sionismo se recubre  de la identidad judía, no se puede decir que todos los judíos apoyen al movimiento, ya que el sionismo tiene más puntos de contacto con las ideas del nacionalismo europeo del Siglo XIX, que con las ideas tradicionales propias del judaísmo.

Lo que el sionismo recupera del judaísmo es la idea del “retorno a Sión. Para asentar una nación era necesario un territorio, y en Palestina podían, valiéndose de la Biblia, reclamar los derechos sobre esa tierra. El problema es que Palestina no era una “tierra sin pueblo”. Cualquier conocedor, por mediocre que sea, sabe que los pueblos árabes la habitaron desde siempre. Por lo que la solución que optaron los sionistas fue la de expulsarlos, expropiarlos de su tierra, negarles su existencia.

 Sin embargo, los palestinos no se resignaron e iniciaron la Revolución, una lucha para recuperar su tierra, que el sionismo rotuló en términos de terrorismo. Este es el discurso que circuló como verdad en el mundo,  por lo cual vale la pena que volvamos a preguntarnos ¿cómo fue posible ocultar tanto tiempo la verdad histórica? (21)

Muchas son las cuestiones a resolver todavía en este conflicto, pero el primer paso creo que es el de deslindar la lealtad al sionismo y recuperar la autonomía de una identidad judeo-israelí. (22), dejando a su vez de negarle identidad al pueblo palestino, reconociéndole el derecho que posee sobre lo que es su tierra.

Notas

(1) Herzl: “El Estado Judío”, en “El Sionismo: crítica y defensa.” Centro Editor de América Latina, Bs.As., 1968.

(2) Ver Holshauwm: “La era del Imperio”. Ed. Crítica, 1987.

(3) Ver “Sionismo: sus corrientes e ideólogos”, una publicación de Tribuna Israelita.

(4) Ídem (1)

(5) Herzl: “Seis discursos”. Biblioteca popular judía. Editado por el Congreso judío latinoamericano, 1971.

(6) Herzl. Ídem (5)

(7) Diner, Dan: “Israel: el problema del estado nacional y el conflicto del Oriente Próximo” En Benz y Groul: “Problemas mundiales entre los dos bloques de poder“. Siglo XIX. México, 1985.

(8) Garaudy, Roger: “Los mitos fundacionales del Estado de Israel”. <http: //www.lainsignia.org

(9) Diner, Dan. Ídem (7)

(10) Walsh, Rodolfo: “La Revolución Palestina”. Artículos del Diario Noticias, Bs.As., 1973.

(11) Herzl. Ídem (1)

(12) Walsh, Rodolfo. Ídem (10)

(13) Ídem (12)

(14) Ver: Friedman, Robert: “Los refugiados palestinos”, en Revista “Debates”, nº 33, septiembre 1990.

(15) Ídem (14)

(16) “El traslado forzoso de familiares de presuntos terroristas viola el derecho internacional”. <htto:///www.lainsignia.org

(17) Townshend, Charles: “La primera intifada. Rebelión en Palestina. 1936-1939” Revista “Debates” nº33.

(18) Diner, Dan: Ídem (7)

(19) Holshawm, Eric: “Naciones y nacionalismos desde 1780”. Ed. Crítica, Barcelona, 2000.

(20) Holshawm, Eric. Ídem (19)

(21) “El origen del problema de los refugiados palestinos.“ (1947-1949) <http://www.lainsignia.com

(22) Diner, Dan. Ídem (7)