Organizar
una respuesta

 

Tenemos derecho a decidir sobre nuestro presente y nuestro futuro. Y este derecho tiene implicaciones elementales para el proceso que estamos describiendo. No podemos permanecer indiferentes ante los problemas que se nos avecinan. Nuestras vidas no pueden formar parte de la cuenta de resultados de las multinacionales. Sus negocios son nuestras desgracias. Y sabemos que ocurre cuando dos empresas se fusionan. O sabemos de la inmoralidad de declarar sustanciosos beneficios y a continuación centenares de despidos. Sus intereses atentan contra nuestra seguridad.


Las organizaciones firmantes queremos denunciar este proceso negociador y exigimos:


*Una moratoria en las negociaciones encaminadas a obtener una mayor liberalización en los temas de la agenda acordada hasta que se realice una evaluación del impacto de la anterior Ronda realizada por un Tribunal Internacional independiente.
*Que no se abran negociaciones en nuevas áreas que extiendan el ámbito de competencia de la OMC.
*La protección como derecho básico de los modelos de agricultura y las prácticas agrícolas alimenticias y campesinas, fundamento tanto de la soberanía alimentaria de las naciones como del mantenimiento de un medio rural vivo, frente al despoblamiento y a la creciente industrialización de la agricultura y la producción de alimentos.
*El respeto a la noción de servicio público en los sectores esenciales tales como el agua, la sanidad, la educación, los servicios de comunicación, la energía, la cultura...
*El respeto sistemático del principio de precaución en materia de salud pública, seguridad alimentaria y medio ambiente, incluyendo la necesidad de Consentimiento Informado Previo de los Estados ante importaciones que puedan vulnerar este principio.
*La oposición a las patentes sobre la vida (plantas, animales, microorganismos y los procesos biológicos y microbiológicos).
* La exigencia de que la OMC no obstaculice un Protocolo de Bioseguridad a nivel internacional con la inclusión en su agenda de un grupo de trabajo sobre ingeniería genética.


La mundialización y los procesos liberalizadores y desreguladores asociados son hoy uno de los principales adversarios de nuestro bienestar y el causante directo del incremento dramático de la miseria y la desigualdad en el planeta.

Esta situación no está pasando sin la resistencia de los y las de abajo. Diferentes iniciativas, formas de respuesta y protesta han unido a sectores muy plurales en contra de estos procesos y en apoyo de un orden internacional más justo y equilibrado. El papel que la OMC pretende jugar va claramente en la dirección contraria de los intereses y anhelos de las mayorías que habitan nuestro planeta.
Las organizaciones convocantes (Falta el nombre de todas) nos sentimos parte de este proceso creciente de respuesta y rechazo y hacemos un llamamiento a la población para sumarse a las iniciativas que defiendan estos objetivos. Nuestra preocupación: hacer nuestro planeta más seguro y habitable, más justo y equitativo para todos y todas.

Este es un desafío para todos y todas. Están comprometidos nuestro presente y nuestro futuro.

Madrid noviembre de 1999